Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La desaparición




ETHAN (ACE)

Abro los ojos y respiro hondo.

Alargo el brazo y de un golpe desactivo la alarma del reloj.

-Arthur, levanta.- digo sin ganas de nada.

-Si... ya voy...- dice Arthur aún durmiendo.

Me levanto y voy directo al baño.

Me quito la ropa, y tras mirarme fijamente en el espejo, decido meterme en la ducha.

Mi cuerpo agradece el tacto del agua tibia, es reconfortante.

Miro hacia abajo y una pequeña sonrisa se me escapa.

Recuerdo la primera vez que maté a alguien, dicen que uno nunca olvida sus primeras veces, y puedo asegurar que es verdad.

Hace mucho que dejé de sentir remordimientos o ser consciente de mis actos, siento que he llegado a un punto en el que hasta me parece agradable, la sensación, tener el privilegio de quitarle la vida a alguien y ver como se apaga la luz en su mirada es... increíble, es... un subidón de adrenalina.

Salgo de la ducha.

Me pongo una sudadera y unos vaqueros negros y cojo el paquete de tabaco, pienso fumarme un cigarro antes de entrar a ese comedor del infierno.

Los fines de semana me gusta levantarme temprano porque prefiero la atmósfera de este lugar cuando no hay nadie merodeando.

-Arthur, no piensas ir a clase, ¿o qué?

-YA VOY, JODER.

Veo como se levanta acelerado y se pone el uniforme aún con los ojos hinchados.

No puedo evitar reírme.

-Espera...- dice de repente y comienzo a correr.- ¿ES DOMINGO? ¡HIJO DE PUTA!

Le tiro la toalla húmeda a la cara y me río.

Salgo de la habitación y avanzo por el pasillo, pocos alumnos se dirigen hacia el comedor en busca de su desayuno.

-¡Ethan!- grita una voz a mis espaldas.

Me giro.

Es esa tal Chanel, la amiga de Jade.

-¿Quieres algo?- digo de forma indiferente.

-¿Has visto a Jade?

-No, ¿debería?

-Es... es sólo que pensé que tal vez...

-...

-Es que ayer no la vi en todo el día y según su compañera no durmió en su cuarto, su teléfono está apagado y nadie sabe nada de ella.

-Tal vez se fuera a dormir con su novio.

-¿Con Derek? No creo que... Bueno, gracias de todas formas.

Se marcha, parece preocupada, espero que no meta las narices donde no le llaman.

Aunque con un poco de suerte podré cerrarle la boca si lo hace.

Salgo fuera, me apoyo en la pared y suspiro.

Esta época del año es insoportable, dentro de nada es navidad y tanto a Derek como a mí se nos hace raro ver como todos se marchan a casa con sus familias.

Me enciendo un cigarro y absorbo todo el humo que mis pulmones pueden soportar para después expulsarlo de forma suave y casi desganada.

''BZZZZZZZZZZZ''

Mi móvil comienza a vibrar en mi bolsillo.

-¿Qué?- digo al contestar.

-¿Dónde coño estás?

-¿Qué pasa?

-Tenemos que hablar.

-Estoy fumando.

-No te muevas.

¿Qué narices le pasa?

Ya podría relajarse un poco.

Me acabo el cigarro y decido encender otro mientras espero.

Alguien abre la puerta, oigo pasos...

-¿Cómo no? Aquí estás.

-Buenos días a ti también.

-¿No podrías desayunar primero como la gente normal?- dice Derek señalando el cigarro.

-No me gusta desayunar.

-Algún día te dará algo.- dice mientras que saca un paquete de tabaco del bolsillo.

Coge un cigarro y lo enciende.

Le miro fijamente con una sonrisa.

-¿Qué?- dice.- Yo ya he desayunado.

Ladeo la cabeza en forma de desacuerdo.

-¿De qué querías hablar?

-Me han preguntado por la chica como veinte veces entre ayer y hoy.

-A mí también.

-¿Qué les has dicho?

-Que te preguntaran a ti.- abre los ojos como platos y me río.

-¿Qué vamos a hacer?

-¿Acaso hay algo que hacer?

-Bueno... tendremos que tener una coartada.

-¿Crees que somos sospechosos?

-Bueno...

-Esa chica huyó por la mañana temprano, nosotros volvimos antes de que la mayoría de la gente despertara, nos vieron allí, no hay nada que deba preocuparnos.

-Tienes razón.

-¿Has visto a alguna más?

-No...

-Vale, pero debes estar atento.

-Lo sé.

-Relájate y disfruta, no va a pasar nada.- digo de forma tranquila.- Ahora aparta, voy ocuparme de unos asuntos, luego nos vemos.- digo y comienzo a caminar.

Me alejo y dejo a Derek apoyado en la pared, acabándose el cigarro.

DEREK

Veo como Ethan se aleja.

Cada día me inquieta más la frialdad con la que lleva todo lo que ocurre.

No puedo evitar sentir un malestar increíble, apenas he dormido y no dejo de pensar en Jade.

No lo entiendo, Jade era inteligente, guapa y una buena persona, no merecía morir, nadie merece morir.

No deberíamos tener el poder de acabar con una vida, por pequeña o insignificante que nos pueda parecer.

Llevo tiempo dándole vueltas a todo esto, no quiero tener nada que ver con esto, pero hay algo que me une a Ethan, un lazo que siento que no puedo romper.

Tiro el cigarro al suelo y lo piso.

Voy a entrar al edificio cuando alguien hace que me pare en seco.

-¡Derek!

Me giro.

"Mierda", pienso.

Una chica rubia y alta se acerca hacia mí, lleva el pelo recogido un tanto despeinado, pero le queda bien.

-Cariño...- dice de forma cariñosa a la vez que se abalanza sobre mí y posa sus labios sobre los míos.

La aparto a un lado de forma lenta pero contundente.

-Stayce...

-¿Has fumado?

-No.

-Que mono estás cuando mientes.- dice a la vez que me da un beso en la mejilla.

-Me voy, tengo cosas que hacer.

-Es una pena... Pensé que querrías saber lo
que he encontrado sobre ese sitio...

-¿Sabes algo?

-Así es.

-¿Qué es?

-He encontrado algunos documentos antiguos, están en mi cuarto, si me acompañas...

-No estoy para jueguecitos.

-Yo tampoco.- dice alzando los brazos en señal de rendición, su sonrisa maliciosa me da a entender que es una mala idea.- ¿Vienes o no?

-Está bien.- me rindo.

Avanzamos hacia dentro, la gente comienza a levantarse, nos miran con curiosidad.

Llegamos al pasillo en el que se encuentra su cuarto y un profundo malestar se apodera de mi, a un par de metros de distancia se encuentra el cuarto de Jade.

-Entras, ¿o qué?- dice Stayce de repente.

Asiento y me meto dentro, todo con tal de no ver nada que me recuerde a Jade.

-Siéntate, voy a por los papeles.- dice Stayce señalando su cama.

-¿No compartes habitación?- pregunto al ver que ya no hay nada más que una cama en su cuarto.

-Ya no, mi padre tuvo una charla con el director, y ahora tengo una habitación para mí solita.- dice con una gran sonrisa en la cara.

Veo como se acerca, me mira y sonríe.

-¿Y los papeles?- pregunto.

-Primero págame.

-¿Cuánto quieres?- digo sacando la cartera.

Se ríe.

-Sabes que no quiero dinero, no lo necesito.

-Entonces , ¿qué narices quieres?

Sé perfectamente lo que quiere, pero me lo deja aún más claro cuando se comienza a desabrochar la camisa.

"Joder", pienso.

Hago ademán de levantarme pero me empuja de nuevo a la cama y se sienta abriendo las piernas sobre mi regazo.

Tira su camisa al suelo y me mira a la vez que se muerde el labio.

Intento bajarla al sentir que se sienta sobre mi miembro, pero se agarra aún más fuerte con los muslos.

-¿Por qué me evitas siempre?- me susurra al oído.- ¿Acaso esto no te excita?

Niego con la cabeza, pero me siento cada vez más débil.

-¿Ni un poquito?- pregunta sonriente.

Comienza a hacer fricción sobre mi polla y siento que no voy a resistir mucho más.

-¿Por qué no dejas ya este jueguecito?

-No me gusta obtener un no por respuesta.

-Pues lo siento, no puedes tener lo que quieres siempre.

-Siempre consigo lo que quiero Derek, siempre.

Me empuja de manera que me tumba por completo y comienza a besarme el cuello.

"Aguanta", me digo a mi mismo.

Y por el momento resisto.

Pero de repente siento su mano, y noto como comienza a endurecerse mi entrepierna y sé que no hay vuelta atrás, así que la cojo y me pongo encima de ella, esta vez el que la caliente seré yo.

La miro a los ojos, lo está deseando, me sonríe con malicia y no puedo negar que eso me pone, y mucho.

Apreto mi entrepierna contra la suya con fuerza y me acerco a su boca lentamente, la beso poco a poco e incremento el ritmo a medida que mi lengua se entrelaza con la suya.

Siento como me agarra la espalda, tira de mí con fuerza, como si pudiera unirnos aún más.

Me deshago de mi camiseta y hago lo propio con su sujetador, le beso el cuello y avanzo lentamente hasta llegar a sus pezones, los beso y los lamo primero lentamente y luego algo más rápido, oír sus sofocados gemidos me calienta bastante, así que decido provocarle aún más.

Comienzo a succionar con delicadeza sus pezones a la vez que masajeo su zona sensible de forma lenta pero fuerte.

Sus gemidos incrementan y decido deshacerme de la barrera que me separa de su ahora completamente húmeda entrepierna.

Recorro el camino de sus pezones a su entrepierna dando pequeñas lamidas y succiones que parecen gustarle bastante.

Y al fin llego, a esa zona que ella tanto ansía.

Noto como se estremece con cada movimiento de mi lengua.

Me agarra la cabeza y siento como sus dedos se enredan en mi pelo a la vez que me presionan aún más.

-Joder Derek...- la oigo gemir.

Mantengo mi cara entre sus piernas, y uno mis dedos al movimiento, los paso por su boca, humedeciéndolos y desciendo para introducirlos entre sus piernas.

-¿Te gusta?- le pregunto en un susurro.

Ella asiente con la cabeza.

-¿Qué quieres que te haga?

Ella me mira, confusa.

-No... no lo sé.

-Dime qué quieres y te lo haré.

-¿Qué quieres tú?

-Esto no es por mí, sino por ti, así que dime...- hundo mis dedos aún mas dentro de ella.- ¿Quieres esto?

-...ah...sí...sí...- comienzan a temblarle las piernas y eso me indica que se acerca al orgasmo.

-Sí, ¿qué?- digo haciendo fricción sobre su clítoris con mi dedo pulgar.

-S-sí quiero, quiero eso...

-¿Y qué más?

-A ti.

-¿A mí?

-Sí...

-¿Cómo?

-Dentro de mí.

Sonrío al notar el temblor que desciende desde su voz a sus piernas.

Desciendo mi lengua de nuevo entre sus piernas hasta que consigo hacerle llegar al orgasmo.

-Dios...dios...ahhhh...joder, joderrr...

Su debilidad y la visión de cómo se estremece gracias a mí me enciende.

Ella, satisfecha, sonríe en señal de agradecimiento, se incorpora y acerca su mano a mis partes.

Me apreta la entrepierna y me estremezco.

-Joder... Jade...

Abro los ojos como platos al darme cuenta de lo que acabo de decir.

Rezo por que no se haya dado cuenta.

-¿¡Jade!?- su cara se torna algo confusa a la vez que airada.

-¿Qué?

-Me has llamado Jade.- está cabreada.

Me pone algo nervioso no saber qué hacer o decir, no me suele pasar.

-¿Qué dices? Estás loca.- digo y me levanto de la cama.

-¡OYE! ¿A dónde te crees que vas?

-Me largo.

-Oye, no me puedes dejar así.

-Ya lo creo que sí.

-Oye, vale, puede que haya oído mal...

-No te lo tomes a mal, pero deberías tener algo más de amor propio.

-Hasta hace un momento no te importaba.

-Te he pagado, ¿no? Dame mis papeles.

-¡TE ODIO!- dice empujándome hacia la puerta.

-Ódiame, pero dame lo que me debes.

-¡ARRRGHH!- grita como una loca.

Cojo mis deportivas y el resto de mi ropa del suelo evitando sus golpes de loca.

En parte es un alivio verla así, pensé que aún después de esto seguiría lamiéndome el culo.

Eso ya sería enfermizo.

Abre la puerta y me empuja fuera, siento todas las miradas sobre mí.

-FUERA.- grita.

-Los papeles.- digo en un tono calmado pero firme.

Vuelve a gritar a la vez que me tira una funda con los papeles a la cabeza.

Algunos se salen de la funda y tengo que agacharme a recogerlos.

Entre las deportivas, los pantalones, la camiseta y la gente mirándome me es difícil cogerlo todo a la vez.

-Toma.- dice una voz de repente a la vez que me entrega unos cuantos folios.

-Gracias.- digo alzando la mirada para ver quién me los entrega.

-Parece que algo ha salido mal.- le miro, esa sonrisa, ese pelo, sus ojos, todo, es... se parece a... yo...

-¿Qu-qué?

-Deberías vestirte.- sigue sonriéndome.

-Ya, sí, gracias.- recupero la compostura y me levanto.

Cojo los folios y me marcho corriendo.

Esa chica...

Sacudo la cabeza de un lado a otro.

No.

Corro hacia el baño y me encierro.

Me pongo los pantalones y las deportivas y dejando a un lado la camiseta abro impacientemente la funda y ojeo las hojas una a una de forma rápida.

Ahí está.

"ORFANATO DE FIREWOOD"
"ARCHIVO MÉDICO"

"Respira hondo", "seguro que es una falsa alarma", me digo a mí mismo.

Busco y busco.

"Ethan Colewood"
-Asma.
-Falta de calcio.
•Alergias:
-Marisco.
-Lácteos.
-Frutos secos.

Suspiro de forma melancólica, con una pequeña sonrisa en los labios.

Ese chico, aquel chico, suspiro de nuevo y miro la foto, había olvidado su cara por completo, hace tantos años...

Recorto la foto y me la guardo en el bolsillo.

Sigo buscando, tiene que estar aquí.

De repente ahí está, es, es ella, está ahí.

Cuando la vi me di cuenta, me llamó la atención desde el principio sabía que había visto esa cara en alguna parte antes, era exactamente igual, pero... ¿Cómo podía ser huérfana?

"Katherine Baker"

Y una foto, en ella una chica cuya cara es exactamente igual que la de Jade.

Pero... ¿por qué alguien con ese apellido y esa apariencia estaría en un orfanato?

El apellido, no es el mismo.

''Testigo del homicidio de sus padres''

Lo sabía, sabía que había visto ese rostro en alguna parte.

Pero, ¿qué narices hacía aquí?

En este internado.

No, la pregunta no es esa.

La pregunta es, ¿qué quiere de nosotros?

Ya habíamos hecho lo que se nos había pedido, y algo de esto me da mala espina.

-Joder Jade, me habías asustado, no sabía dónde narices te habías metido.- la voz de Chanel irrumpe en el baño.

¡MIERDA!

Con las prisas y los nervios me he metido en el baño de las chicas.

Espera, ha dicho... ¿¡JADE!?

Me asomo un poco por la reja del baño.

-Ya sabes, vas a un sitio y te distraes y no sabes lo que te puede dar por detrás.- dice mientras se lava las manos, se mira en el espejo, y cuando nuestras miradas se cruzan sonríe de forma maliciosa.

Definitivamente es ella, Kath, Jade está muerta, lo vi con mis propios ojos.

-Me gusta este rollo de malota que llevas.- dice Chanel con una sonrisa.

De repente un móvil comienza a sonar.

-Oye Jade, tengo que irme, ¿te vienes o te quedas?- dice Chanel.

-Vete, ahora te alcanzo.

Se cierra la puerta tras Chanel y yo subo los pies a la taza con la esperanza de que se marche.

-Cariño...- dice con una voz que me provoca un escalofrío.- Estamos solos, no te escondas.

Oigo pasos, se acerca a la puerta en la que estoy.

La golpea.

-¿No me das un beso? Pensé que te alegraría verme, últimamente te gustaba jugar conmigo, ¿por qué no jugamos?

-¿Qué haces aquí?- digo definitivamente.

-Estudio aquí, ¿recuerdas?

-Déjate de tonterías y dime qué narices haces aquí Kath.

-Qué sorpresa... Al parecer recuerdas mi nombre y todo.- dice.- ¿Por qué no abres la puerta y hablamos?

Me lo pienso detenidamente, pero finalmente decido abrir.

-Vaaaya, al parecer los años te han venido bien...- dice mirándome de arriba a abajo.

Cojo mi camiseta y procedo a ponérmela.

Ella me detiene.

-No hace falta de verdad, por mí no hace falta que te la pongas.- dice pasando la mano por mi torso.

Siento un cosquilleo y siento cómo la cara me arde.

-Ejem... no cambies de tema.- digo apartándole la mano y terminando de ponerme la camiseta.

-Veo que no te andas con rodeos Didi.

-No me llames así.

-Es verdad, ya eres mayor Didi.

-¿Por qué te haces pasar por Jade?

-Deberías darme las gracias.

-¿Yo? ¿Por qué?

-Andaban buscando a tu pequeña novia por todas partes, si yo no hubiera aparecido ahora mismo estarías entre rejas.

-¿Por qué lo haces? ¿Qué quieres? ¿Qué consigues con esto?

-Bueno... siempre quise conocer a mis papis, parece que a mi hermanita no le ha faltado de nada.

-No puedes hacerte pasar por ella.

-¿Y eso quién lo dice?

-Está mal.

-Osea que ¿si yo me hago pasar por mi hermana está mal, pero si unos niños tiran un cadáver por ahí y uno de ellos sustituye al niño muerto durante toda una vida esta bien?- dice con una cara de confusión bastante falsa.- No entiendo.

-Cállate.

-Así es, os he guardado vuestro pequeño secreto todo este tiempo, pero no sé si podré guardarlo durante mucho tiempo más, no siento que nos llevemos tan bien como antes.

-No serías capaz.- digo intentando autoconvencerme de ello.

-Ponme a prueba guapo.

-Yo...- de repente me besa sin más.

Y la puerta del baño se abre, un par de chicas entran y se quedan mirando.

-Ups, nos han pillado.- dice apartando sus labios de los míos.- Vámonos fuera cariño.

Las chicas se ríen, vaya día llevo hoy...

Salimos por la puerta.

-No lo vuelvas a hacer.- le digo.

-Eso es lo que los novios hacen.

-Tú no eres mi novia.

-Pues espero que te vayas acostumbrando, porque a partir de ahora lo soy.

Me giro con la intención de marcharme pero ella me agarra del brazo.

Me besa de nuevo.

-Sabe bien.- me susurra al oído.- Ten cuidado, os estoy vigilando.

La piel se me pone de gallina, me giro y me marcho lo más rápido que puedo.

Ella está aquí.

Estamos acabados.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro