Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C.7: A salvo con las estrellas.


Maya

Una parte de mí está preocupada. Preocupada, por el hecho de que mi más reciente rival; la mujer con voz aterradora, podría utilizar detalles –que desconozco– de mi pasado, para convencer a las demás de que he de ser un fraude, e incluso que lo es también la verdad sobre Asméredid. Desde que tengo memoria, ese detalle me ha atormentado bastante. No sé quién fui tiempo atrás, ¿hice yo algo lo suficientemente malo como, para tener que escapar me mi lugar natal, el cielo? En verdad no lo sé. Todas las teorías de por qué me perseguían, siempre hacen que apunte a que soy..., malvada. Por otro lado, mi otra mitad está, victoriosa. Victoriosa porque llegué a tiempo para salvar a esta niña y, en cierto aspecto, pude "cambiar" el futuro, por así decirlo. Ahora está a salvo y descansa profundamente en mis brazos. En realidad, lo hizo desde que nos fuimos, lejos de ese terrible lugar, en el que ella sería asesinada. Cuando el tiempo volvió a su curso normal, estuvimos vagando por un tiempo dentro del «río» –como ella ha dicho que se llama–, en busca de una salida, ya que la oscuridad impedía que –incluso yo– viera con nitidez por un largo tiempo, hasta que, escuché un extraño ruido que al despertar, ella reconoció fácilmente. Era una señal. Nos estaban buscando. No pude evitar ver la angustia reflejada en sus ojos; tener que abandonar a su familia, sus recuerdos, todo lo que dejó atrás, nada lo podrá sustituir. Ahora tendremos que escapar de aquí, a un sitio donde ninguna sea reconocida. Sé que me ocultando algo, incluso peor de lo que acaba de pasarle. Hay un detalle extraño en todo esto. Lo confesará cuando esté preparada para hacerlo, si es que ese momento llega algún día.

Después de todo... Hubiese tenido un peor final si no la encontrare a tiempo. Cosa que jamás me perdonaría.

Sus ojos volvieron a cerrarse en cuanto no había señal alguna de que nos persiguiesen. Ya estábamos fuera de la zona de peligro. Esto me trae mucha nostalgia. Pero me alegro de que no tenga que cargar sola con todo esto.

— No permitiré que sufra lo mismo que yo. No permitiré... que le borren la memoria. —Me detuve en seco al hacer esa confesión. ¿Desde cuándo he estado convencida de que me han despojado de mis recuerdos?, ¿Por qué de repente empiezo a creer en ello?...

Mis pensamientos no pudieron llevarme a una conclusión lógica, pues antes de que llegara a una deducción correcta, pude ver el resplandor de la luna. Estamos cerca de la superficie; Encontramos una salida, podremos irnos del agua. Ascendí suavemente hacia arriba. Al fin habíamos escapado. Sin esperar un segundo más, fui a la orilla que, me recibía con sus verdes pinceladas. El paisaje que nos rodeaba, aun siendo opacado por las tinieblas, la luz de las estrellas le daban el honor que merecía. Era hermoso. Probablemente nadé bastante, no tengo la noción del tiempo que ha pasado, pero estoy segura de que han sido horas, para llegar hasta aquí. Ya no estamos más en la tribu del agua. Este es, otro territorio.

Llegamos a tierra.

Mizu empezó a removerse un poco. Al parecer, estaba despertando. Eso creí hasta que me percaté de lo que pasaba cuando, puso ambas manos en su garganta. No podía respirar. Está claro que al no ser agua tardaría un poco en acostumbrarse, pero esto no parecía suceder. Se estaba asfixiando. Y no podemos volver, tengo que pensar en algo. Repentinamente la idea viene hacia mí; aunque sea una locura, debo llevarla a cabo. De esto dependerán todos nuestros futuros viajes. Caminé un poco hasta estar a unos centímetros del líquido. Tome un poco. Al igual que como lo hice anteriormente, cerré los ojos y fortalecí mis deseos de que pasara. Cuando salí en su búsqueda, tuve que volverme aire para poder atravesar objetos, del mismo modo en que haré esto. Y, en el instante que los abrí, apareció una pequeña nube. La mezclé con el agua que sostenía en mis manos y, funcionó. La puse sobre la niña y empezó a «llover». Sorprendentemente –e incluso para mí–, ocurrió con facilidad. Empezó a calmarse lentamente, hasta que se relajó por completo. Listo.

— Ahora podrás respirar incluso en el espacio —bromeé un poco—. Me preguntó por qué aún no amanece... Tengo que buscar un sitio para ambas poder dormir.

Al estar consciente de los peligros que representa volar de noche para mí, y además, lo que menos quiero en esta vida es arrastrarla a más problemas, subí hasta la planta más alta y frondosa que encontré, para descansar allí.

~Al día siguiente~

Sentí un pequeño escalofrío al despertar. Cuando miré hacia abajo, recordé que tenía a Mizu durmiendo en mis brazos. La nube continuaba creando más agua, y sigue aumentando debido a los rayos de sol que la derretían. Ya amaneció y es la primera vez en tanto tiempo que puedo reposar en paz, y despierta también.

— Me pregunto cómo se sentirá Mizu... —dije, mientras me quejaba por el aburrimiento—. Quisiera ya que despertara.

Una alarma sonó en mí al haber dicho esto. No quiero que abra los ojos aún, deseo que se recupere completamente de lo sucedido ayer. Dicho esto, intenté incorporarme hasta que después de un rato lo conseguí. Es la primera vez que lo hago. Mis piernas estaban adormecidas por su peso, pero no me costó nada en comparación a mantener el equilibrio. ¿Habré caminado antes? Lo dudo. Sin poder resistir más, deje salir mis alas y me dispuse a batirlas, pero antes dejando a Mizu en el sitio en donde anteriormente estaba yo.

— Esta planta es muy grande. Debe contener algún tipo de fruto comestible..., eso espero.

Cuando regresé con alimentos, me puse algo nerviosa, ya que no la veía por ninguna parte. Busqué y busqué, sin encontrar nada. Cuando empezaba a alterarme, escuché una voz que me llamó. Era la mujer extraña otra vez.

— Sólo lograste alargar un día más la vida te tu linda hermanita —expresó, con una desagradable risa irónica—. Dejaré que disfrute un poco más el paisaje, y que vaya al suelo. Digo, para observarlo mejor.

— ¿Qué? Eso quiere decir que... ¡tengo que evitarlo! —Si no llego, Mizu caerá y...

Mizu (Niña agua)

Cuando desperté aquí arriba no supe qué hacer. Todo estaba borroso y mi mente en blanco. Mi cuerpo no parecía responder, así que tardé un poco en moverme. Poco a poco fui entrando en razón. En mí podía sentir un peso inmenso, un vacío que no podré explicar jamás. Me sentí tan libre de mover mis extremidades que no se sentía como estar en el agua. De repente me percaté de ese detalle.

— Esto no es agua. Es... es... —Como no podía nadar en ese sitio, me arrastré. Mientras lo hacía pude ver, aterrada las extrañas criaturas que reinaban en esa extraña y rasposa planta. Por supuesto que sí, mientras mi cuerpo rozaba el dañino material, sentí un dolor incomprensible. Escuché un movimiento extraño proveniente de la parte trasera. Sin perder tiempo seguí avanzando hasta que, sin darme cuenta, estaba al borde de caer al vacío. En el momento que no pude soportar el peso de mi cuerpo, resbalé. Cuando pensé que ese sería mi fin, sentí que era sostenida por alguien más.

— ...Aire ¿verdad? —dijo, con una gran sonrisa amistosa en el rostro. Me enteré de que estaba volando. Cuando intenté alzar la mirada para devolvérsela, unas gotas de agua entraron en mis ojos y me impidieron abrirlos—. Je je, veo que aún no te acostumbras a tu nube, ¿verdad?

— Uh... Muchas... gracias por salvarme —murmuré tímidamente mientras intentaba parecer amable. ¡Caracoles! Desearía ser más extrovertida. Mis mejillas se pusieron coloradas—. ¿A... qué te refieres con nube?

— De nada —decía sin quitar la sonrisa a pesar de que hice el ridículo—. Estamos en la tierra así que es normal que no te sientas cómoda al principio. Supongo que tú tampoco sabes caminar.

— ¿Qué es... caminar? —pregunté, y enseguida su sonrisa se fue agrandando hasta convertirse en una tierna carcajada. Me siento tan rara. Soy una ignorante. Escondí mi cabeza en su pecho—. ¡No tienes!

— ¿Qué? —Apenas pudo pronunciar mientras se secaba una lágrima falsa, no podía parar su risa. Luego retomó la compostura—. Es la primera vez que río tanto... ¿No te preocupa haber dejado el agua?

— Cierto... ¿Por qué no estamos en el río? —susurré con preocupación. Cuando ella abrió la boca para hablar, la interrumpí—. Aunque... me da miedo saber.

— Tómate tu tiempo. Primero debes comer. Traje algunas frutas. No son venenosas... Provecho.

— Gracias... ¿No comerás también?

— No, no tengo hambre.

No sé lo que comí, pero estuvo delicioso. Pasó un rato y pudimos conocernos mejor. Me dijo que su nombre era Maya, cosa que recuerdo haber escuchado antes. Luego..., cuando me sentí lista, explicó por qué y cómo llegamos hasta aquí; incluso de dónde viene y...

Mi vida pasada, la verdad.

— No puedo creerlo... —mascullé entre sollozos—. Gracias por salvarme. Te agradezco con mi vida...

— No tienes que agradecerme, eres lo más cercano a una hermana, mi deber es protegerte... —murmuró, un poco de desánimo.

— Sabes, no importa qué digan de ti —dije con respecto a lo que me informó acerca de su vida—. Me salvaste y eso es lo que me importa. Para mí eres la mejor Eireles del mundo.

— ¿Ei... qué? —cuestionó. En su tono había una mezcla de intriga y entusiasmo.

— Cierto... debí suponer que no lo sabías. —Me siento mal por ella, no es justo. Proseguí—. Así se llaman los del cielo... Se supone que no debería saberlo pero, me encanta aprender y nadie me lo impidió.

Le conté las cosas que sabía sobre los seres como ella. Sólo me veía y escuchaba atentamente cada información, como si fuera algo de vida o muerte. Me sentí feliz porque al menos pude ayudarla a saber un poco más de los de su raza; al igual que le proporcioné algunos datos importantes sobre la tribu de tierra.

???

Al fin encontré un lugar para dormir y no permitiré que me lo quiten. Es mío, lo que es mío sigue siéndolo. No importa que muera. Sé que estoy siendo un poco egoísta pero, en serio me encanta esta parte del bosque. ¡Es preciosa! Y aquí nadie podrá encontrarme. No quiero ir otra vez, la detesto. Cuando sea la reina voy a prohibirlas y, encarcelaré a todos los maestros. Aunque, lamentablemente debo asistir a ella para tener el trono. Pero, no quiero. Prefiero vivir una vida libre como los del viento. Mi sueño es conquistar el mundo y estaré a un solo paso de lograrlo.

---------------

¡Hola! Espero que estén disfrutando la historia. Muy pronto sabremos quién es esa persona del final, pero supongo que ustedes ya tendrán una idea. :P No olviden Votar, Comentar y Compartir. Me ayudarían bastante y me animarán a seguir escribiendo y entreteniéndoles.¡Gracias por leer! :D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro