C.5: Forastera en tu propio mundo.
Maya
Ayer, pasaron una infinidad de cosas importantes en esta cueva. Entre ellas, descubrí la identidad de la niña agua. Como antes dije, vuelvo a repetirlo: «puede ser desde el más insignificante, hasta la persona más poderosa del océano».
En este caso, ella es, ambas cosas. Muchos, la verán, como a una plebeya del montón, una cualquiera. Sin embargo, siento algo especial en ella. Siento, su poder. Estoy segura de que esconde algo más, debajo de su débil e indefensa fachada. Aun si incluso ella no lo cree así.
— Además. Después de todo, estoy feliz. Tendré a alguien con quien hablar y alguien a quien proteger. Porque ella es como una hermana para mí. Deseo cuidarla de todo ser que intente causarle daño. Es una conexión que ni siquiera yo puedo explicar. Presiento que será fácil hacer que ella venga conmigo. Voy a salvarla. Sé que debo hacerlo.
Dejé en el olvido todas las tácticas casi irrealistas que tenía. Para encontrarla. En el fondo, era lo que menos me interesaba. Simplemente fue un pretexto para irme del cielo. Yo sólo deseaba huir, escapar de mis culpas y responsabilidades. Todo para olvidarme de quién soy. De qué soy. Pero, ahora sé que esas niñas están o estarán pasando cosas incluso peores que yo. Dejaré mi egoísmo atrás, para centrarme en ellas. No en mí. Ya que, yo ya estoy a salvo, mis problemas han sido solucionados. Ahora vivo con una misión. Y esa es, encontrarlas y ayudarles a conocer su verdadera identidad. Como lo hice yo con mí misma tiempo atrás.
— Por supuesto, no dejaré de pensar en mí. Sólo que ellas están bajo mi responsabilidad ahora. Como primera dama del elemento en despertar y conocer mi vida pasada, tengo el deber de ayudarlas. Sin importar qué haya hecho antes de perder la memoria actualmente.
Probablemente sea la única que perdió sus recuerdos. Pero no dejaré que eso me desanime. Las cosas suceden por una razón. Y tal vez, si no hubiese olvidado los detalles de mi vida, no estuviese aquí. Sabiendo la verdad sobre este planeta. La verdad que, los líderes de cada tribu ocultan a sus súbditos.
— ¡! —Me percaté rápidamente de ese detalle—.
— ¡Oh no! Acabo de darme cuenta. —Luego de llegar a esa conclusión, supe exactamente el por qué alguien querría matarla. Fue descubierta—. El futuro nunca cambia, lo sé. No puedo evitar que ella corra el peligro de muerte, pero sí puedo impedir que ella muera.
Lo único que no me queda claro es cuánto tiempo me queda para salvarla. Probablemente ya amaneció. ¿Será hoy el acontecimiento? Luego de darle varias vueltas al asunto, recordé, la verdad sobre mi amuleto. Sólo responde a los deseos de mi corazón. Me pregunto si igualmente ellas tendrán uno, sólo que con funciones diferentes.
Primero debo comprobar si es capaz de responderme.
— Brazalete... ¿puedes decirme algo de ti? —Me arriesgué a preguntar. No pensaba obtener respuesta; pero cuando menos lo esperé, empezó a brillar otra vez.
— El collar de Asméredid —Empezó— Se encontraba en un espejo. Yo. Lo tengo.
Dicho esto, me percaté de que tales palabras habían salido de mi boca. Al parecer, se comunica por medio de mí. Según el mensaje, tengo su collar. Pero ahora es una pulsera. Así que, deduzco que los demás accesorios de la reina se encuentran ocultos, dentro de objetos. Que ahora nos pertenecen, a nosotras.
— Es como una herencia ¿no? —Mis ojos se cristalizaron al oír esa palabra. De esa forma me enteré que en esta cueva no hay agua—. No. Para. Llorar es de los débiles.
Aunque Mizu no es débil, Maya.
— ¿Mizu? ¿Quién dijo eso?... —Decidí ignorar la voz para centrarme en cosas más relevantes ahora mismo—. Dime cuánto tiempo me queda antes de salvar a la niña agua.
— Tienes hasta el día de mañana para llegar a tu destino.
— Es decir que...
— De lo contrario, antes de que el gallo cante la niña será asesinada.
— ¿Qué? ¿El "gallo"? —No tenía idea de qué estaba hablando. Pero sabía que eso no puede significar nada bueno—. ¿Y... en qué parte de mar está?...
— Para ese momento, ella no se encontrará más en el mar. Búscala, donde el agua se convierte en dulce a tu paladar.
Eso cambia por completo la situación. Ahora que no está aquí, tengo menos puntos a mi favor para encontrarla lo más pronto posible. Es como si todo estuviese arreglado. De esa forma eliminarla sería más fácil. Pero sin importar qué, te encontraré, y sabrás la verdad.
Niña del agua.
Querido diario:
Ya quiero llegar.
¿Sabes qué? ___ encontró un trabajo en las aguas dulces así que se irá a vivir sola. Mamá lloró toda la noche así que ella nos prometió que iríamos a su nueva casa durante una semana.
Ahora yo seré la que cuide a nuestra madre y a papá, quien tendrá vacaciones permanentes; ya que ___ nos enviará mucho dinero. Por eso debo hacerme más fuerte para cuidar de ellos, no al revés.
No se lo digas a nadie pero, mi sueño es ir a Muschel Frau para convertirme en lo que todas las chicas anhelan ser: una dama. Pues ya estoy cansada de que los demás digan que soy una niña «débil». Ahora tengo 11 años, así que me volveré más madura y extrovertida, también podré hacer más amigos. Pero no te desanimes, seguiré escribiéndote.♥
Quien sabe, tal vez lo logre.
Y ahora mi sueño podrá realizarse ya que ella le prometió a mamá pagar mis estudios. Así podrá descansar de verdad pues, como ya te he contado, recibo clases en casa.
Ahora mismo estamos casi de camino al río, y esta será mi primera vez fuera del agua. ¿Puedes creerlo?
~Fin del diario~
— Bien, me siento mejor —decía mientras palmeaba las manos—. Ahora sí, podré empacar todo.
Me apresuré a guardar las pertenencias necesarias para mi viaje. Cuando estuve lista, nadé hasta la salida de mi cuarto. En el instante que me dispuse a salir, algo me hizo detener. Sentí una ligera tensión en mi cabeza. Sé lo que significa.
— ¡Ah! —Sentí que empezaba a marearme. Por lo que me sostuve del marco de la puerta. Todo empezó a girar. Esto no puede ser nada bueno—. Tengo un mal presentimiento.
Mientras estaba inmóvil y aturdida, un escalofrío recorrió mi espalda.
— No vayas, no vayas. Por favor.
— ¿Eh?... ¿Por qué sucede esto?, es como si... alguien fuese a... —Me detuve antes de pronunciar esa terrible palabra. Mi cuerpo tembló un poco pero proseguí—. Morir.
— Mamá... mamá dice que a veces tengo presentimientos de cosas que nunca suceden —dije, intentando reponerme—. Nada malo pasará Mizu, tranquila. Tran... quila.
Ya me acostumbré a los dolores de cabeza cuando tenía presunciones. Pero nunca duran tanto ni son tan fuertes.
No debo fiarme de mi engañoso instinto. He aprendido que las cosas que presiento jamás se cumplen. Mi intuición es muy extraña. Por experiencia sé, que a pesar de tener sueños premonitorios (por ejemplo) casi siempre carecen de sentido.
— Pero... ¿estaré haciendo lo correcto ignorándolo? —Es algo que siempre me he preguntado desde que madre me lo recomendó. Es cierto que los dolores disminuyen de esa forma pero...
Estoy perdiendo mucho tiempo aquí. Estoy segura de que mis padres estarán preocupándose ya.
Desearía decir lo mismo de ella.
— Pues... ciertas veces... creo que sí pasan. —Sacudí la cabeza—. No lo sé..., no es la primera vez que escucho esa voz y las cosas se cumplen. Sólo que nadie me cree. En realidad, he dejado atrás mi don justamente por eso. Nadie lo toma en serio.
Descubrí que le estaba dando demasiadas vueltas al asunto. Sea verdad o no lo de mis intuiciones, ha de ser uno de mis peores defectos. Por lo que me obligué a dejar esos pensamientos en el olvido.
— Nadie ha muerto ni morirá. ¿Está bien?
Al fin, nadé rápidamente hacia el salón. Mis padres aún estaban dentro, y me veían de cierto modo; preocupados. Justo como me lo supuse. ¿Acaso ese fue mi instinto?...
— Si te sentías mal, pudiste habérnoslo dicho. —Me replicó mamá mientras se ponía frente a mí—. ¿Quieres quedarte o, ya estás bien? Yo te acompaño.
— Tal vez simplemente no quiere ir al río. ¿Tienes miedo eh? No te desanimes, estaremos contigo. —Contribuyó papá al ver que no respondía.
— ¡No!, no. Todo, está... bien —dije intentando excusarme—. Vamos.
Aunque un poco inseguros, terminaron por creerme.
El viaje transcurrió con lentitud en el atardecer. Ojalá la pasemos bien allá. Pero aún siento como si... alguien me estuviese observando.
Desconocido
Ya estamos llegando. Quiero organizar mis cosas y hacerlo pronto. Estoy harta todo y todos. Desearía deshacerme de este estorbo. La odio. La detesto. ¿Por qué mis padres la tratan de esa forma si yo soy su verdadera hija? Todos mis años luchando por este trabajo tendrán fruto. Ahora podré reclamar lo que es mío.
— Hasta nunca... Mizu. —Se despidió mientras pronunciaba casi con asco, el nombre de su hermana adoptiva.
Continuará.
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¿Pueden resumir con una palabra lo que está sucediendo? ¿Y cuál sería? Déjalo en los comentarios.
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