Robby tenía el impulso de llamar a Ruby para asegurarse de que estuviera bien, en su tiempo en la correccional no pensó en ella de una manera romántica, pero que Ruby lo besara hizo que cambiará su perspectiva, ¿realmente la quería solo como una amiga? La chica estuvo ahí cuando nadie más lo estuvo y claro que se le hacía atractiva, el cabello rosa de Ruby hacía que sus preciosos ojos azules resaltaran, su sonrisa era tan cálida, irresistible y magnética, ni hablar de su personalidad, Ruby Marin podía animar a cualquier persona que estuviera en un mal momento, ella tenía un brillo que la hacía especial.

—Estás distraído —lo reprendió Kreese, después de que Ruby se fuera él volvió al Dojo para intentar aclarar su mente—, ¿pasa algo?

—Lo siento… —murmuró Robby y acomodó su nuevo gi, el cual tenía el logo de Cobra Kai en su espalda—. No pasa nada, sensei.

La campanilla de la puerta que avisaba si alguien entraba al Dojo sonó y no pasó mucho tiempo para que Johnny Lawrence apareciera detrás de ellos, estaba bastante molesto y no era para menos. No esperaba que al volver a casa se encontraría con Miguel y Ruby curando sus heridas ocasionadas por la pelea en la casa de los Larusso. De una patada abrió la puerta donde Kresse y Robby se encontraban, sin notar que quien se encontraba ahí era su propio hijo.

—¿Por qué tardaste tanto? —le pregunto Kresse con su típica actitud egocéntrica.

Robby giró la cabeza y Johnny se dio cuenta de lo que Kresse tramaba, quería transformar a Robby en lo que él mismo algún día fue.

—Robby… —murmuró Johnny sin asimilar del todo la situación—. ¿Qué haces aquí?

—Está exactamente dónde pertenece igual que tú. —contestó Kresse en lugar de Robby—. Tres generaciones de Cobra Kai juntas, no solo dominaremos el torneo, fortaleceremos a toda está generación de delicaditos —el silencio de Johnny por un momento hizo que Kresse de verdad pensara que Johnny podría aceptar—. Esta es tu última oportunidad Johnny, ¿Estás dentro? ¿O estás fuera?

—Escuchalo papá —Robby miró a su padre, suplicándole con la mirada que lo escuchase—. Solo quiere lo mejor para ti.

Johnny consideró por unos segundos lo que iba a hacer, pero sus emociones fueron más fuertes. Lawrence atacó a Kresse con una patada que claramente su antiguo sensei bloqueo, así como la mayoría de golpes que le propinaba, aunque la mente de Kresse no estaba centrada en ese momento, recuerdos del pasado lo atormentaban, lo que ayudó a Johnny a qué pudiera casi ganarle por un momento.

—¿Es todo lo que tienes? —cuestiono Kreese, casi burlándose de Johnny, lo que provocó que él se abalanzara sobre él mientras lo golpeaba con sus puños, aunque quién llevó la delantera esta vez fue Kresse, el veterano logro tirarlo al suelo y hacerle una llave al cuello con sus piernas, de la cual Lawrence se liberó gracias a que le dio un golpe en las costillas que lo dejó sin aire.

Johnny se puso de pie de un solo salto seguido de Kresse, mientras que Robby se mantenía al margen solo observando la pelea sin saber qué hacer.

—¡No lo hagas! —pidió Robby, cuando Johnny tomó uno de los Sai’s que Kresse tenía colgado en la pared. Su padre lo escuchó y soltó el arma, apartándola con el pie.

Aunque la pelea no terminó ahí, Johnny sabía que ganar la pelea con ayuda de un arma sería un acto sin honor, por lo que nuevamente se dirigió hacia Kresse para continuar su pelea con sus propios puños, gracias a un hábil movimiento tiro a Kresse al suelo y golpeó su rostro repetidas veces hasta que Robby apartó a su padre.

—No entiendes, no puedes confiar en el —mustio Lawrence, no quería comenzar una pelea con su propio hijo.

—¿Y en ti si? —Robby bufó, siempre parecía que su padre tenía el derecho de decirle que hacer o cómo comportarse, pero la verdad era que Johnny lo había abandonado por mucho tiempo.

—Robby, escúchame…

—Todos los años que no estuviste ahí, me culpe a mí mismo —confesó Robby con su tono de voz lleno de ira y resentimiento—. El sensei Kresse tiene razón. No puedo ser mi peor enemigo ¡Pero tú sí!

Robby arremetió contra su propio padre, con movimientos hábiles, pero la experiencia de Johnny era más notoria, el hacia todo lo posible para únicamente bloquear los golpes de su hijo, los cuales estaban llenos de odio.

—¡Basta! —pidió Lawrence, tomándolo de la cabeza para que su hijo se detuviera lo que solo hizo que Robby se enojara más—. No pelearé contigo.

Robby logró darle un par de golpes a su padre, lo que solo causó una gran decepción en Lawrence pero él se quedó al margen de la colchoneta.

—¡Eres débil! —bramo Robby, se abalanzó sobre su padre para intentar golpearlo pero él logró esquivarlo y sin quererlo realmente lo lanzó en contra de los lockers que se encontraban detrás de él. Robby se golpeó la cabeza y cayó de bruces en el suelo, casi inconsciente.

—Robby, ¿estás bien? —preguntó su padre corriendo hacia donde estaba, sin notar como Kresse se levantaba del suelo—. Robby, lamento haberte lastimado.

Kresse se escabulló hasta donde estaban las armas colgadas en la pared y tomó un Sai, estaba dispuesto a lastimar a Johnny con el. Aprovechó que él estaba distraído con Robby para darle un golpe en la nuca que lo desestabilizó por completo, Lawrence cayó al suelo mientras todo en él daba vueltas.

—Todavía tenía esperanza en ti —Le dijo a Johnny, Kreese lo veía en el suelo mientras acomodaba el Sai en su mano, lo que no espero fue que Johnny desde el suelo pateara su mano para quitárselo. Se intentó poner de pie, pero Kresse se lo impidió, llevó sus brazos a su cuello y comenzó a hacerle una llave en el cuello, cortando su respiración—. No quería que esto terminara así.

Sin que nadie lo esperara, Daniel Larusso llegó al local completamente furioso por el incidente en su casa. Al ver cómo Kresse tenía una a Johnny lo pateo en las costillas para apartarlo y tirarlo al suelo.

—¿Los enviaste a mi casa? ¿Fuiste por mi hija y Ruby? —preguntó Larusso señalandolo con un dedo—. Querías pelear, hijo de perra. ¡Peleemos! —La vista de Daniel por un momento se fue al costado del lugar, donde Robby se encontraba inconsciente en el suelo—. ¿Robby?

—Te lo dije —anuncio Kresse, preparándose para ahora pelear con Daniel—. Esto era inevitable —Cómo siempre, Kresse fue el primero en dar el primer golpe hacia Daniel, más sin embargo se sabía que él era bastante bueno en la defensa, aunque Kresse ahora estaba cansado de pelear y quería terminar ya con esa riña—. Se acabó la mierda de la defensa.

—Me alegro de que sea así —Daniel se liberó del agarre de Kresse y aunque nadie lo esperara, comenzó a atacar al veterano, quién apenas podía defenderse. La única opción que el tuvo fue tomarlo por las piernas y lanzarse junto con el hacia la ventana, la cual se hizo trizas.

—¡Hora de reunirse con Miyagi! —Kresse tomo uno de los vidrios rotos del suelo, listo para apuñalar a Daniel.

Larusso recordó las palabras de su antiguo enemigo de Okinawa “si un enemigo insiste en la guerra, le quitas su habilidad para librarla” con agilidad, detuvo en brazo de Kresse y golpeó un punto estratégico en su brazo, lo que le impidió moverlo, hizo lo mismo con su otro brazo y piernas.

—¡Papá! —exclamó Sam, que corría hacia él siendo seguida por Ruby y Miguel.

El llamado de su hija fue lo único por lo que Daniel se contuvo de hacerle algo más a Kresse, aunque los tres adolescentes se mantuvieron al límite, apenas podían entender qué pasó ahí.

—Mantén a tus Cobra Kai alejados de nuestros hijos —exigió Larusso, recapacitando sobre lo que iba a hacer.

—Es un país libre —alardeo Kresse, sin embargo Lawrence y Larusso no se dejaron intimidar.

—No para ti —contestó Johhny—. Cobra Kai se acabó, para siempre.

—Arreglemos esto a la antigua —propuso Kresse, mientras se ponía de pie—. Con el torneo, si perdemos. Me voy. Si ustedes pierden…

—No perderemos —Lo interrumpió Johnny, seguro de sus palabras.

Entre Miguel, Ruby y Sam se miraron por un segundo y se acercaron hacia donde estaban sus senseis.

—¿Está bien, Sensei? —preguntaron Miguel y Ruby al mismo tiempo, preocupados por las heridas de su sensei.

Un suspiro quedó atorado en la garganta de Ruby al ver a Robby salir del Dojo, ambos tuvieron el impulso de ir a revisar sus heridas sin embargo ninguno de los dos se movió de su lugar.

Un hilo de sangre seca bajaba por el labio de Ruby y tenía un leve moretón en la mejilla, por otro lado Robby solo tenía una herida en el medio de la frente, que en otra ocasión Ruby hubiera corrido a curarla, pero no lo hizo, se limitó a apartar la mirada de Keene, aunque notó como él se posicionaba junto a John Kresse, dejando claro que estaba de su lado.

—Váyanse de aquí —exigió Keene, mirándolos a todos con desden—. Todos ustedes.

—Vamos sensei —murmuró ella, no lo dudo un segundo y ayudó a que Lawrence se apoyará en su hombro para irse del lugar sin siquiera mirar atrás.

n/a.

Con este capítulo terminamos el primer acto 🥳

Ya puedo comenzar a escribir también Heart attack (el fic de Miguel que está relacionado con The Feels y más adelante se viene otro!!!

Cry For Me será el fic del sensei Wolf que subiré más adelante, ya que quizá contenga spoilers tanto de The Feels y de Heart Attack.

Por cierto, antes de subir el próximo capítulo (que sería de la cuarta temporada) subiré un extra fuera de la línea de tiempo pero que les va a gustar <3

Pero comenten y voten o en la noche les van a jalar las patas 🫵🏻

—R 💕