La navidad casi llegaba al valle y Ruby no podía estar más emocionada, ella amaba todas las festividades, añadiendo el hecho de que su hermano por fin estaría con ella en navidad y Robby por fin salió de la correccional.

Un mensaje por parte de él le hizo soltar un chillido de emoción, gritó aún más cuando vio que Robby le preguntaba si quería verlo.

—Calma Ruby, calma —hablo para tranquilizarse a ella misma—. Solo es un mensaje de texto, nada importante.

Ruby se apresuró a contestar sin perder la emoción, la respuesta de Robby llegó enseguida por lo que Ruby no tardó en correr a la ducha después de acordar verse con Keene en el centro comercial. Ella se tomó un poco más del tiempo usual que usaba para arreglarse, acondicionó su cabello, se puso sus mejores ropas, se maquilló (como generalmente no lo hacía) y se peino de manera especial únicamente para esa ocasión.

Aprovecho que Ian se encontraba fuera para salir corriendo al centro comercial, no sin antes dejarle un mensaje a su hermano para avisar que saldría.

En el Uber no podía dejar de mover su pierna nerviosa y acomodaba su falda a cada rato para asegurarse de que se viera bien, claramente los nervios por ver a Robby fuera de la correccional la estaban matando.

—¿Todo bien, señorita? —le preguntó el conductor del Uber—, se ve nerviosa.

—Lo estoy —respondió ella en un suspiro—, veré al chico que me gusta, pero que mi mejor amigo odia y es el ex de mi antigua mejor amiga.

—Estos adolescentes y sus problemas de ahora —murmuró el conductor con una mueca—. ¿Te doy un consejo?

—¡Claro! —asintió Ruby emocionada—, siempre me gusta escuchar los consejos de la gente mayor, ustedes los ancianos son muy sabios.

—Tengo 30 —bufó el conductor, lo que dejó sin palabras a Ruby.

—Oh, lo siento… —Ruby mordió el interior de su labio sin saber que decir, el silencio que se generó en el auto fue bastante incómodo—. ¿Aún me dirá el consejo o ya no?

—Como sea —El conductor suspiro antes de rodar los ojos—, si te gusta este chico, ¿qué más da lo que opine el resto? Sé valiente y da el primer paso, total no pierdes nada.

—¿No importa que mi mejor amigo lo odie?

—Si tu mejor amigo te quiere lo entenderá, en la secundaria conocí a una chica —añadió el conductor con una mueca—, le gustaba a mi mejor amigo pero a ella no le gustaba él, le gustaba yo.

—¿Y salió con ella? —le pregunto Ruby, genuinamente curiosa por la anécdota.

—No, decidí no traicionar a mi amigo —la mirada del conductor se llenó de melancolía, casi como si quisiera volver en el tiempo y cambiar las cosas—, pero me he arrepentido toda mi vida por eso… No creo que quieras eso para ti, ¿o si?

—No, claro que no —aceptó Ruby con una mueca y analizo lo que el conductor le decía—. Gracias por el consejo, señor. Sin duda le daré cinco estrellas.

—No es nada, señorita —ambos se sonrieron por el espejo retrovisor—. Sea valiente y confiese lo que siente a ese chico.

—Lo haré —Ruby asintió con la cabeza y sonrió al ver qué habían llegado al centro comercial—. Muchas gracias, por todo en serio.

Ruby se apresuró a bajar del auto, mientras caminaba por el centro comercial buscaba a Robby por todas partes, su sonrisa se hizo aún más grande al verlo sentado frente a la fuente, esperándola.

Ambos se miraron con una sonrisa, preguntándose si lo que estaba frente a sus ojos era real. La conversación del señor del Uber resonó en su cabeza, así que ella finalmente decidió tomar la iniciativa y saltó a sus brazos.

—¡Al fin estás aquí! —exclamó ella mientras Robby la sostenía por la cintura, logrando que todos a su alrededor murmuraran sobre la linda pareja que hacían.

—Gracias a ti y a tu hermano  —La sonrisa de Robby no podía ser más grande, se sentía bien poder abrazarla estando fuera de la correccional—, sin ustedes me hubiera vuelto loco allá adentro.

—Yo no hice nada, todo fue gracias a Ian —añadió Ruby separándose unos centímetros de él.

—Creeme, tus visitas hacían mi estadía más tolerable —Robby tomó una de las manos de Ruby mientras que con la otra acomodo un mechón de cabello rosa detrás de su oreja—, estaré siempre agradecido por eso.

—No hay por qué agradecer —murmuró ella con la mirada baja y las mejillas ruborizadas—, eres especial para mí Robby.

Ambos adolescentes se sonrieron sin separar sus manos, pensando si ambos se sentían de la misma manera.

—¿Qué quieres hacer ahora? —Le pregunto Robby, cambiando de tema para no hacer el ambiente incómodo—, podemos ir por un helado, ir a la pista de patinaje.

—Quiero comprar regalos de navidad —Ruby busco en su bolso una tarjeta de crédito y se la mostró a Robby—, Ian me dio su tarjeta y no pienso perder la oportunidad de sobregirarla.

Robby soltó una carcajada, lo que claramente enterneció a Ruby —está bien, vamos a qué despilfarres el dinero de tu hermano.

—No te preocupes, también te comprare algo para ti —Sin soltar su mano, Ruby jalo a Robby para que lo acompañara en sus compras navideñas.

Ambos adolescentes estaban pasando una tarde genial en el centro comercial, llena de risas y chistes. Cuando pasaron por la tienda de regalos Ruby no perdió la oportunidad de probarle unos lentes chistosos a su amigo y tomarle fotos con su teléfono.

—Ahora tu tienes que usar este —Robby le extendió un sombrero con forma de pavo, lo que la hizo reír.

—¡Por supuesto que no! —exclamó Ruby entre risas—. Es ridículo.

A pesar de sus intentos fallidos por apartarse, Robby logró ponerle aquel ridículo sombrero y en un rápido movimiento la tomó de la cintura para tomarse una foto con ella, haciendo que Ruby suspirara gracias a su toque.

—La foto perfecta —Le sonrió Robby, enseñándole la pantalla de su teléfono.

—Borra eso —exigio Ruby entre risas—, por favor, me veo ridícula.

—No hay manera en que te veas ridícula —añadió Robby mirándola a los ojos, por su parte Ruby se ruborizó—, entonces me quedaré con la foto.

—Esta bien —accedió Ruby—, ven vamos afuera, necesito un poco de aire.

Robby siguió a Ruby con las bolsas de sus compras en ambas manos y se sentó junto a ella frente a la fuente del centro comercial.

—Entonces casi cancelan el All Valley —recordo Robby, mientras tomaba la mano de Ruby una vez más.

—Si, pero Miguel, Sam y yo lo impedimos —contesto Ruby, sin pensar lo que salía de su boca—, Miguel y Sam lo hicieron casi todo, pero estuvimos fabulosos —Ruby paro de hablar en cuanto recordó con quién se encontraba—. ¡Lo siento! No quise decir eso, sé que hablar de Sam quizá siga siendo difícil para ti.

—No importa —murmuró Robby, aunque algo en su respuesta se sintió vacío—, te tengo a ti ahora, es lo único que importa.

—¿Si? —preguntó la adolescente, con su mirada llena de ilusión. Recordó las palabras del conductor, así que en un impulso ella decidió dar el primer paso.

Ruby se atrevió a besar a Robby, aunque todo en ella pudiera no hacerlo, tenía razones para ocultar sus sentimientos, más aparte del hecho de que cuando Miguel se enterase los mataría a ambos, sin embargo sentir a Robby corresponder su beso hizo que todas aquellas voces se callaran aunque sea por un segundo.

—Ruby… —murmuró él, separándose unos segundos de ella—. No deberíamos hacer esto.

—¿No te gustó? —cuestionó ella, mientras su mirada se llenaba de tristeza.

—No lo sé… —admitió Robby y evitó la mirada de Ruby, ya que si lo hacía se arrepentiría de sus palabras—. Solo sé que no soy bueno para ti.

—Dios, como odio esto —mustio Ruby—, creo que yo soy lo suficientemente capaz de decidir eso por mi misma, Robby.

—Me unire a Cobra Kai —Robby alzó el rostro y por primera vez se encontró con la decepción en el rostro de Ruby—, creo que es lo mejor para mí ahora…

Ruby analizó por unos segundos las palabras de Robby, por lo que tomó sus bolsas y bufó.

—Jamas te diré que hacer, Robby —comenzó ella con una mueca, al mismo tiempo que intentaba no llorar—, pero quizá tengas razón. Me equivoqué con esto, lo siento…

Ruby no espero a que él le contestara algo, ella salió corriendo sin notar como su collar con dije de corazón caía al suelo.

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Dijeron que querían que saliera Robby, pero no dijeron como querían que saliera 👀

No me linchen xfi, todo tiene un propósito 😈

Anyways, gracias por leer
-R ❤️