Después de un exitoso entrenamiento para ayudar a Miguel, Ruby volvía a la escuela con su mejor amigo de pie y ella no podía estar más feliz. En la escuela todos le aplaudían y festejaban su regreso al latino, incluso entre Ruby y Moon hicieron una pancarta que decía “bienvenido de vuelta Miguel”

El gesto sin duda conmovió a Miguel, pero ambos tenían una misión más importante: reclutar estudiantes para el nuevo Dojo, el cual no tenía nombre ni lugar donde entrenar aún, pero no debían preocuparse por ello.

—¡El serpiente está de vuelta! —Eli se acercó a ellos como si nada pasara y no hubiera lastimado a Demetri—. También es bueno volver a verte, Ruby.

—Ya sabemos lo que le hiciste a Demetri —anunció Ruby cruzando los brazos.

—¿Cómo pudiste hacer eso? —le cuestiono Miguel.

—Deberían agradecerme por vengarme —bufo Hawk indignado—. Aparte, ellos empezaron la pelea, nosotros la terminamos.

—El sensei no nos enseñó eso.

—Ya no es mi sensei —Ruby no podía creer lo que su antíguo amigo decía.

—¿Lo traicionas a pesar de lo que hizo por ti? —le reclamó Miguel.

—Él nos traicionó antes —siseo Eli, por lo que Miguel suspiro.

—Tu no eres así —murmuró Miguel y Ruby asintió—. Es Kreese, se metió en tu cabeza.

—Pero puedes cambiar Eli —agregó la adolescente, dando un paso hacia el—, puedes dejar Cobra Kai y unirte a nuestro nuevo dojo.

—Si vienes, los otros te seguirán —añadió Miguel—. Podemos mostrarles a todos que no somos unos bravucones.

—Será como antes, tu, Miguel y yo…

—¿Tiene un nuevo Dojo? —pregunto, evadiendo la propuesta de sus amigos.

—¡Miren a este tipo! —exclamó Kyler, sosteniendo el brazo enyesado de Demetri—. Se pasea con un pito en la mano.

Todos en la cafetería rieron, a excepción de Miguel y Ruby ya que ellos rodaron los ojos por la inmadurez de Kyler.

—¿Esos son tus amigos ahora? —preguntó Miguel, Eli no contestó nada por lo que dio la media vuelta y se fue.

—Extraño al Eli que eras antes de esto —murmuró Ruby, dándole una última mirada antes de irse.

💥💥💥

—¿Vas a visitar a Robby de nuevo? —le preguntó Ian a su hermana, al verla acercarse a la puerta—. ¿Necesitas que te acompañe?

—No voy a visitar a Robby —negó Ruby con una sonrisa—. Iré a entrenar al nuevo dojo, del sensei Lawrence.

—Entonces volverás al karate…

—Si, espero no te moleste —murmuró ella metiendo sus cosas a una pequeña maleta—, prometo volver antes de que anochezca.

—Nah, no hay problema —su hermano le sonrió y agitó la mano en el aire para restarle importancia—, mientras te enseñen a defenderte por mi mejor.

—Gracias hermanote —Ruby terminó de guardar sus cosas y se llevó la mochila al hombro—. Eres el mejor.

Llegó junto a Miguel a la dirección que Johnny les dio para el nuevo Dojo, sin embargo se decepcionaron al notar que se trataba de un parque normal.

—Debes de estar bromeando —murmuro ella, pensando que no se trataba de algo serio, sin embargo una mueca apareció en su rostro una vez vio a Johnny Lawrence acercarse a ella y los demás integrantes del Dojo.

—Escuchen todos, este es el primer día. Ya pasamos por esto —Johnny no dejaba de ir de un lado a otro, lo que le ponía los nervios de punta a Ruby—, pero ahora todo cambió. Intentaron derribarnos ¡No funcionó! ¿Necesitamos un techo y paredes?

—Sería mucho mejor, si…

—¡Silencio Marin! —la reprendió su sensei y cuando Ruby iba a protestar de nuevo el sensei exclamó—: ¡Al suelo, dame 20 abdominales!

—¿Para qué hablé? —murmuró ella, haciendo los abdominales en el pasto.

—Este parque será nuestro nuevo dojo —continuo Lawrence, algo divertido de ver a su estudiante hacer los abdominales—, pero no necesitas un Dojo para ser un Dojo, ¿Entendido?

—¡Si, sensei! —exclamaron todos a excepción de Ruby, quién seguía haciendo los abdominales.

—¿Entendido Marin?

—Entendido, sensei —murmuro ella en el suelo, terminando su ejercicio—, acabe, ¿Puedo levantarme?

—¡No! ¡Dame otros 20 abdominales más! —exigió Lawrence, solo para hacerla enojar—. Al diablo Cobra Kai, esto es una mejora. Y si nos van a tomar en serio, necesitamos un nombre que exija respeto. Un nombre que evoque poder y dominio —Johnny parecía entusiasmado por sus palabras—. La cobra es fuerte, puede mandar en la selva, pero el mundo no es una selva. Y solo hay un animal que puede matar a una serpiente.

—¿Una mangosta? —preguntó Bert, logrando que todos lo miraran extrañados.

—Un animal de verdad, Bert —con su mano, Johnny le hizo una seña a Ruby para que se pusiera de pie por fin y recogió una caja del suelo, de la que sacó varias playeras rojas con algún logo impreso en ellas—. Bienvenidos a Eagle Fang Karate.

—Las águilas no tienen… —lo interrumpió aliento de gorila, Lawrence no lo dejo terminar ya que le lanzó una de las playeras, a los demás les dio sus playeras, pero de una manera más decente.

—Ponganselas.

Los otros seis estudiantes le hicieron caso y se las pusieron, aunque fue fácil notar como a Ruby le quedaba como tres tallas más grande y a Mitch le quedaba chica la playera.

—¿Alguien más se siente apretado?

—Haz más sentadillas —se burló Johnny, sin vergüenza alguna—. ¡Ahora, formense todos!

Los siete le hicieron caso y se pusieron en sus posiciones, momentos después notaron como Hawk y otros tres estudiantes de Cobra Kai se acercaban, lo que hizo sonreír a Ruby.

—Sensei, mire… —Miguel les señaló a sus amigos que se acercaban hacia donde se encontraban.

—Aun tengo el don —dijo Johnny, recordando como en la mañana reprendió a Hawk y los demás integrantes—. Parece que nuestra clase creció, denles espacio.

Ruby frunció el ceño al ver a Tory llegar junto a Kyler y detrás de ellos se acercaban más estudiantes junto a John Kresse, todos con cara de pocos amigos. Casi como si buscarán algún pleito.

—Te lo dije, Cobra Kai de por vida —Ruby miró decepcionada a su antiguo amigo, el cual parecía bastante orgulloso de estar ahí, Kresse le apretó el brazo en una seña de que él se encargaría antes de acercarse a Johnny.

—No te preocupes, Johnny. No vine a pelear —comenzó Kresse, quitándose los lentes oscuros que traía.

—¿Y que diablos haces aquí?

—Quiero ofrecerte que vuelvas a Cobra Kai, donde perteneces…

—Estás loco, no volveré a trabajar contigo —negó Johnny y frunció el ceño—. La basura que les enseñas, las mierdas que hacen, son una estupidez —lo último el sensei lo dijo mirando a los integrantes de Cobra Kai—. Y tú tienes la culpa.

—Tendré que discrepar contigo —Kreese hizo un movimiento con su mano hacia Johnny—. Me importan mis alumnos, son fuertes y verdaderos luchadores —el anciano miró a Miguel con una sonrisa, casi como si se burlara de él—. No cometería el error de tener piedad y terminar en coma.

El comentario hizo irritar a Miguel, por lo que dio un paso al frente listo para defenderse. Hawk estaba listo para dar él primer golpe hasta que fue detenido por Kresse, quién lo apartó.

—Tú eliges, Johnny. No tendrás otra oportunidad

—Me alegro —bufo Johnny, seguro de su decisión y como no quería volver a trabajar con Kresse.

—Tomaste tu decisión —asintió Kresse antes de señalar a Lawrence con su dedo—. Y te vas a arrepentir.

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Recemos por que en el próximo capítulo ya salga Robby de nuevo

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