
💥━━━003: carry you
Ruby paso varios días en el hospital, en parte por una contusión en la cabeza al golpearse la cabeza y en parte porque no se quería separar de Miguel, quien ahora estaba en coma.
—¿Estás segura de que no tienes a nadie, corazón? —le preguntó una enfermera, que revisaba sus signos vitales—. Ya te vamos a dar de alta, pero como eres menor de edad necesitamos que un adulto venga por ti.
—Suerte si encuentra a mi mamá —bufo Ruby, de mala gana—. O a mi hermano, no los he visto en años.
—¿Qué hay de tu padre? —preguntó la enfermera, sin saber la historia de Ruby.
—Murió de cáncer terminal —contestó Ruby y frunció el ceño—. ¿Es por el dinero? Tengo algo ahorrado en casa, y puedo vender algunas cosas, solo necesito un poco de tiempo.
—No, no es por el dinero, corazón —le dijo la enfermera con una sonrisa que parecía más bien una mueca—. Tu seguro médico sigue vigente.
—¿Sigue vigente? —repitió frunciendo el ceño—. ¿Cómo?
—No tengo idea —contestó la enfermera y revisó su carpeta con la información de Ruby—, pero no te podemos dejar ir sola por tu seguridad, cariño. Alguien debe firmar tu alta.
—¿No importa que no sea familiar mío? —preguntó Ruby, rogando que su respuesta no fuera negativa.
—En este caso no importa.
Para Ruby fue difícil asimilar qué Johnny Lawrence rechazó su llamada, su sensei fue la primera persona en la que pensó para ayudarla, pero él no contestó por lo que tuvo que recurrir a su segunda opción, aunque no quería hacerlo del todo era la única alternativa que tenía.
—Gracias por venir por mi —agradeció Ruby con la mirada baja—, se que las cosas no han estado del todo bien entre Sam y yo, pero aprecio mucho su ayuda.
—No pasa nada, Ruby —sonrió el señor LaRusso y dio un par de palmadas en su hombro—. ¿Te hace falta algo? ¿Quieres que te lleve a casa?
—Sería de mucha ayuda señor LaRusso —Ruby le sonrió, lista para tomar sus cosas hasta que recordó algo—. Espere, aun no me despido de Miguel.
—Está bien Ruby —Daniel se conmovió por la actitud de Ruby, recordando como siempre fue así de carismática, la conocía desde que era una niña gracias a su amistad con Sam.
—Ahora vuelvo —murmuró y caminó hasta la habitación donde Miguel estaba, aunque se formó un nudo en su garganta por el estado de su amigo. Miguel Diaz reposaba inmovil en aquella camilla de hospital, con ese horrible aparato que iba desde su cabeza hasta su torso.
—Toma tu tiempo, Ruby.
—Hola... —Ruby se acercó a él con miedo de siquiera tocarlo, pensaba que si lo hacía se rompería tal cual lo haría una muñeca de porcelana—. Tengo que irme Miguel, pero por favor no te rindas —Con una mano Ruby limpio una lagrima de su rostro, intentando ser fuerte, por sí Miguel la estuviera escuchando no quería que se preocupara por ella—. Aún tenemos que ir a Disneyland juntos... Y honestamente me volvería loca si no te tuviera en mi vida.
Ruby tomó la decisión de irse en ese momento o no podría separarse de él y se quedaría ahí todo el tiempo posible.
💥💥💥
Las siguientes semanas no fueron fáciles para Ruby, la noticia del coma de Miguel y la pelea en la escuela se difundió por todo el valle, logrando que en la escuela todos la vieran con lástima y burla por su pelea con Tory, sin mencionar que la seguridad aumentó al triple, ahora había guardias que revisaban las mochilas de todos los estudiantes para asegurar que ningún alumno portara cualquier tipo de arma, mas aparte los maestros los observaban a cada momento para evitar una nueva pelea.
Por advertencia de Johnny, Ruby se alejó de Cobra Kai, su antiguo sensei le explicó que Kreese le quitó el dojo y a sus estudiantes, los cuales debía admitir ahora eran muy pesados, en especial Hawk que se había convertido en un bravucón más, aunque la presencia de Moon le ayudaba bastante para sobrellevar los días tan amargos como aquel.
—Juro que una tarde en el spa te servirá —suplico Moon al salir de la escuela, en un intento de que Ruby borrara la cara triste que su amiga llevaba los últimos días—. Por favor, Ruby. Seguro has tenido unas semanas terribles.
—Si, las he tenido pero... —Ruby suspiro por un momento—. Me sentiría culpable, Sam está pasando un mal momento, Miguel está en coma y Robby está prófugo. Sería muy egoísta hacerlo cuando todos están así.
—No es cierto, por que tu también estás teniendo un mal momento —puntualizó Moon, tomando su mano—, vamos debes equilibrar tus chakras.
—Está bien —cedió Ruby y se dejó llevar por su amiga a un spa con aspecto lujoso que afortunadamente Moon se ofreció a pagar, de lo contrario hubiera quedado en una vergüenza total, porque no tenía el dinero suficiente para pagar un lugar así.
—Estoy tan harta de los hombres, Rubs —admitió Moon, recostada sobre la cama de aquel spa mientras una mujer masajeaba su espalda—. Después de Eli no quiero saber nada más de algún chico, ahora estoy feliz con Piper.
—Ni que lo digas —bufo Ruby con una mueca que se borró un poco cuando la masajista pasó sus manos por sus hombros.
—¿Te hago una pregunta? —Moon ahora la veía curiosa y con una sonrisa en el rostro, a pesar de sus dudas Ruby asintió—. ¿Alguna vez tuviste un novio?
—¿Honestamente? No, no he tenido novio —Un año atrás, Ruby diría una mentira por miedo a ser juzgada por Moon, Yaz y Samantha, pero ahora era diferente, sabía que podía confiar en Moon.
—¿No te ha gustado nadie? —preguntó Moon, aún más curiosa.
—¿Puedes guardar un secreto? —Moon asintió, por lo que Ruby continuó hablando—. Puede que tuviera un pequeño crush por Robby Keene.
—¿¡Robby Keene!? —preguntó su amiga, enderezando en su lugar para verla, lo que ocasionó que la masajista tirara un tónico al suelo—, lo siento.
—¡Lo sé! —exclamó Ruby y escondió su cabeza en su almohadilla por unos segundos—. El único chico que me gusta lo suficiente salía con mi amiga, mi mejor amigo lo odiaba y ahora está prófugo.
—Ay Ruby —murmuró su amiga, apenada por su situación—. Como diría Selena Gomez; el corazón quiere lo que quiere.
—Amen hermana... —musitó y dejo que la masajista siguiera su trabajo, hablando ocasionalmente con su amiga.
La tarde con Moon sirvió para que Ruby se distrajera un poco del caos que era su vida ahora, la mueca que tenía en su rostro los días anteriores desapareció por un rato al menos, incluso se permitió tararear una canción de camino a casa. Aunque ver a la señora Diaz salir con prisa de su departamento logró preocuparla, lo suficiente como para imaginarse lo peor acerca de la situación de Miguel en el hospital.
—¿Señora Diaz? —preguntó Ruby, acercándose a ella—. ¿Miguel está bien?
—Miguel despertó —confesó Carmen, con la mirada llena de ilusión—. Ven, vamos al hospital.
Ruby no lo dudo y subió con ella, casi igual de emocionada que la madre del chico, la cual no perdió oportunidad de manejar lo más rápido posible para llegar antes al hospital. Se encontraron a Rosa (abuela de Miguel) hablando con una enfermera.
—¡Mamá! —exclamó Carmen y se acercó hacia donde estaba—. ¿Está todo bien?
Ruby no se detuvo a preguntar si podía pasar a verlo, solo siguió su instinto y corrió hacia la habitación de Miguel. Verlo despierto hizo que llevará sus manos a su boca sin creer lo que estaba viendo.
—¡Dios mío! —chillo Ruby y las lágrimas se comenzaron a juntar en sus ojos—. No se a que dios agradecerle ahora.
—No, no llores —pidió Miguel, conmovido por la reacción de su amiga aunque solo sirvió para que ella comenzara a llorar de verdad.
—Pe...Pensé que tu... —hablo ella entre sollozos casi inentendibles—. Pensé que me dejarías también...
—Nunca lo haré, Rubs.
n/a.
Este capitulo no fue tan triste para Ruby, aunque fue mas que nada relleno pero ignoremos eso jajaja
como dijo luisito comunica una vez: ahora si viene lo chido 😼
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro