- ¿Leo? - bufó Hestia.

Yoongi que se encontraba a mí lado, me pegó un pellizco y me hizo una seña como para que le leyera la mente.

"¿Quién es éste?"

"Mi ex novio, no metas la pata. A partir de ya, eres mi nuevo novio"

"Vale, amorcito"

" Gracias, mi amor"

Nuestras risitas divertidas no pasaron desapercibidas para el trío que nos observaba con curiosidad.

- Hazel - me volvió a nombrar el engendro ese - Quiero hablar contigo.

- ¿Y tú no entiendes que ella no quiere nada de ti? - se puso a la defensiva mi hermana, por alguna extraña razón, nunca le había agradado el chico.

- Pero yo necesito hablar con ella, Hestia - resopló él.

- No lo hará - habló ésta vez mi amigo, pasando su brazo rodeando mis hombros.

- ¿Y tú quién eres para meterte?

- Mi novio - decidí tomar la palabra.

- ¡¿Tú novio?! - chilló Johnny.

"¿Serás idiota?" - le hablé mentalmente, el chico pareció recapacitar.

- Digo...quise decir. Sí, su novio - rectificó haciendo reír a su amiga que en momentos me daba malas miradas, quería que echara a Leo de la habitación.

Podía cavar mi propia tumba ya, el plan no estaba funcionando. Leo se estaba riendo de nosotros.

- Haré como que me creí eso - se burló.

- ¡Es tu puto problema si lo crees o no estúpido! - explotó exasperada la menor.

Echándole un ojo al chico pude ver su aura de color naranja, estaba teniendo sentimientos de odio, miedo, venganza y amargura. Cuando quise por fin leer sus pensamientos un fuerte dolor de cabeza se hizo presente. Sentía que me apretaban las sienes, entonces escuché la misma voz de anoche, la que me había hecho ir al bosque.

"Aléjate de él, Hazel"

Apreté los ojos con fuerza agarrando mi cabeza, parecía que me iba a explotar cual bomba en cualquier momento.

- ¡Ah! - chillé adolorida desplomándome en el suelo, que si no llega a ser por Yoongi que estaba junto a mí, hubiese terminado besando el piso.

"El esconde cosas, te hará daño"

La respiración se me aceleró y la nariz me volvió a sangrar haciendo todo más dramático.

- ¡Hazel! - me llamó mi hermana pero estaba aturdida, no tenía noción de nada.

- Tiene los ojos de color naranja - apuntó Johnny.

Señalé en dirección a Leo.

- Ve... te.

Mis balbuceos de seguro ni se escuchaban.

- ¿No la has oído? - le gritó mi hermana - ¡Lárgate de una vez!

- Volveré...

- ¡Largo! - vociferó Yoongi.

El chico por fin salió dando un portazo y comencé a recuperar de a poco la estabilidad en mi respiración. El dolor de cabeza se hacía cada vez menor. Toqué mi nariz observando el rastro de sangre en mis dedos.

- ¡Ash, otra vez! - me quejé limpiándome.

- ¿Otra vez? - chilló mi hermana - ¿Desde cuándo te sucede ésto?

Levanté los hombros restándole importancia, no la iba a preocupar por algo insignificante. No era importante, podía soportarlo.

- ¿Estás bien, cielito? - acunó mi rostro mi mejor amigo, me veía con preocupación, yo solo asentí.

Me guardé lo que me había dicho aquella voz, tenía que descubrir lo que pasaba. ¿Sería Leo el que vimos Jungkook y yo en el bosque? Todo ésto parecía un laberinto sin salida y ya comenzaba a molestarme.

- Eh chicos, es hora de la cena, voy al comedor - dijo Johnny y miró a mí hermana.

- Hestia ve con él - le dije.

- Estás loca si crees que te voy a dejar sola - replicó de mala gana.

- Yo estoy bien, anda ve a cenar. Yo dormiré ya.

- Yo me quedaré con ella - la tranquilizó su enamorado.

- Está bien, pero si pasa algo me llaman - nos señaló a los dos.

Después que esos dos se fueran a cenar me lavé el rostro borrando todo rastro de sangre y me acosté. Le hice un espacio a Yoongi para que se recostara a mi lado. Las caricias que dejaba en mi cabello me hicieron dormir tranquilamente. No sé a la hora que se habrá marchado, pero cuando me desperté al siguiente día ya no quedaba rastro de él y me encontraba sola en la habitación.

Al mirar el reloj en la mesita de noche maldije por haberme quedado dormida, ya iba tarde a mis clases, ni desayunar podría.

Apresurada terminé mi aseo matutino, me coloqué el uniforme y salí pitando directo a mi salón. Choqué con alguien que iba saliendo en el momento que iba a entrar yo, un montón de papeles se esparcieron por el pasillo.

- Disculpa, no te ví - me excusé ayudándole a levantar la pila de hojas.

- Quisiera empezar todas las mañanas así - la voz masculina me hizo levantar la mirada.

¿Y éste de dónde había salido? ¿Qué comían éstos chinos para ser tan guapos?

Cuando nos levantamos él se me quedó mirando como si fuera una bendita obra de arte, no me quedó más remedio que reírme de sus pensamientos. Todos los hombres eran iguales, claro, excepto Yoongi, mi mejor amigo era una joyita.

"Es linda"

- ¡Hafel acomfañe a fu comfañero a fecretaría a enfregar efof fafelef! - el frofe de Hiftoria pidió con su típica rara forma de hablar.

Cuando observé dentro del salón, Lucas se estaba partiendo de la risa junto a Sunha. Miré a Yoongi que me sonreía.

"¿Te sientes mejor?" - me preguntó él.

"Fenomenal, gracias amorcito"

Me reí tirándole un beso que se hizo el que lo atrapaba, ay, lo adoraba.

- ¿Vamos? - preguntó el chico nuevo a mí lado.

- ¿Eh? - él meneó los papeles en sus manos - Ah, sí, claro.

Las próximas horas de clases me las pasé charlando con el nuevo. El chico se llamaba Xu Kai y él sí era un verdadero chino, osea, tenía nacionalidad china. Su habilidad era la del hielo, incluso me hizo tocarlo y estaba frío. Me estaba agradando. Yoongi me daba miradas de vez en cuando como si estuviese vigilando que estuviera bien. No pasaron por alto las bromas de Lucas haciéndose el gracioso y Taeyong haciendo trucos con el fuego que salía de sus dedos.

A la hora del almuerzo Kai me había pedido sentarme con él y acepté. Iba por el pasillo luego de salir del baño de chicas para dirigirme hacia el comedor, cuando Jungkook me acorraló en la puerta, fruncí el ceño al verlo.

- Hola - me saludó.

- Hola.

- ¿Qué te pasa?

- Nada - sonreí con sorna, de seguro estaba molesto porque no le presté atención en toda la mañana.

- Si quieres nos vamos un ratito, nos besamos y después nos ignoramos otra vez. ¿Quieres?

Estaba loco si creía que iba a aceptar su plan descabellado.

- No, no quiero - lo empujé, gracias al altísimo no puso resistencia y pude entrar a tomar mi almuerzo.

Con bandeja en mano observé todo el lugar en busca de mi nuevo amigo.

- Aquí, Zel - levantó la mano el chico, estaba sentado en la mesa de al lado de mi hermana, que coincidencia.

Sonreí caminando en su dirección, Hestia me dió una mirada significativa pero la pasé por alto porque de seguro comenzaría a emparejarme con Kai.

Yoongi y Jungkook llegaron un tiempo después y se sentaron junto a Johnny y Mark que reían por algo absurdo que les había contado mi hermana.

- Jungkook - esa había sido la voz de la de ojos color verde.

El nombrado no tardó en pararse a mí lado mirando con seriedad a Xu.

- ¿Qué veo, un rival? - inquirió él pelinegro.

Me comencé a reír por su tonta pregunta, era el colmo que estuviese celoso, no éramos nada. Eso al parecer no lo tenía muy claro.

"Deberías decirle jagiya"

Paré de reir al escuchar a Yoongi en mi mente. Le miré con confusión, qué significaba eso.

"Es, estúpido, en coreano"

" Pues gracias"

- Déjanos almorzar en paz, jagiya - aguanté la risa al verlo ponerse rojo.

- ¿Cómo me llamaste?

- Jagiya - repetí.

- Gracias, muñeca - sonrió y volvió a sentarse en su sitio.

¿Por qué me daba las gracias? Miré nuevamente a Min en busca de respuestas pero solo levantó los hombros y río.

Ya tenía un nuevo apodo para Jungkook, me encargaría de recordárselo muy seguido.