"Déjame ver tus abdominales."
- ¿Acaso eres una pista de carreras, nena? Porque tienes muy buenas curvas.
Me eché a reír por las palabras de mi hermana hacia ella misma, llevaba una hora admirándose frente al espejo de nuestra habitación. Levanté el rostro para verle, yo había terminado hacía un momento y estaba mensajeándome con Yoongi, que aún no me confirmaba si iría o no. Abrí la boca y los ojos, Hestia me dejó estupefacta.
- ¿A dónde carajos irás así? - regañé llevándome las manos a la cabeza.
- A la fiesta que me invitaste.
Negué un par de veces levantando una ceja.
- ¿En qué momento dije que iríamos a un club de streaptease? - inquirí.
- En ninguno - negó riéndose.
- ¿Entonces que te hizo vestirte así? - me crucé de brazos aún seria.
- Fue para dar una buena impresión, ya sabes es la primera vez que vamos a un club de Wardoon Ville.
¿Pero qué impresión quería causar ella? Estaba segura que en cuanto pusiera un pie fuera haría desmayar e infartar a unos cuantos chicos.
Se había colocado un outfit demasiado revelador para mí gusto, solo llevaba un brasier de encaje y encima de éste un top de mallas, seguido de un short de cuerdo bastante corto y unas botas altas de tacón.
¿Pensaba caminar así por el bosque? Alguien debía ponerle un stop a ésta niña o acabaría con el mundo. Me escabullí en su mente atrapándola infraganti.
"¿Qué pensará Yoongi cuando me vea?"
- ¿Por qué será que tu mente mentirosa me dice todo lo contrario?
- Vale, es por Yoongi - bufó.
- Ni sabes si irá - ni yo misma sabía sobre eso, ella se dió una palamadita.
Luego de unas cuantas palabras con Hestia, la presencia de Johnny y Mark se hizo presente en la habitación. El primero iba casi que igual que mi hermana, solo que con pantalón, Mark era el único decente - por así decirlo - y yo que había optado por un top Lencero blanco con jeans azul claro de tiro alto con las rodillas rotas, a juego con una chaqueta corta del mismo color. Al contrario de mi hermana, me decidí por unos tenis blancos para que combinara con la parte de arriba de mi outfit, cabello suelto cayendo liso por mí espalda, delineado de ojos y un simple brillo labial; no era nada producido.
Aún no entendía la exageración de aquel par con tal vestimenta reveladora.
"Está demasiado follable."
Esos fueron los pensamientos de la chiquilla admirando a su mejor amigo. Los pensamientos de Johnny eran del mismo tipo.
- ¡No jodas! - grité - ¡Lo habían planeado todo!
Ellos se miraron dedicándose una mirada y sonrisa perversa.
- Por lo menos Markie vino como alguien normal - habló John.
Y era cierto, hasta me atrevía a decir que el chico se veía tierno con aquella remera blanca de letreros verdes y pantalón militar.
Hestia al percatarse de la presencia de su otro amigo comenzó atosigarlo, pero por supuesto, allí estaba yo para defenderlo de aquel ser maligno al que llamaba hermana. Incluso jalé una de sus orejas diciéndole que el chico ahora me pertenecía, no dejaría que lo llevara también por el camino de su locura.
Trolleando todo el internado y bosque, nos escapamos saltando una cerca. Casi me da un infarto cuando Johnny admitió que había perdido el camino hacia el auto que nos esperaba, - específicamente su auto - las ganas de matarle no me faltaron en ningún momento. Menudo tonto.
Finalmente dimos con el automóvil, Johnny ocupó el asiento del piloto y yo el de copiloto y los otros dos detrás, juntos.
Wardoon Ville no era bonito, se veía que era un pueblo monótono y sombrío. Me preguntaba qué tipo de secretos se guardaban en la pequeña villa. No había ni un alma deambulando por sus calles, todo estaba en mal estado y deteriorado. Cuando íbamos acercándonos al club fue que se empezaron a ver personas de aquí para allá y los autos transitando por sus calles antiguas.
El club sí que tenía gente, muchos eran del internado, pero cuando por fin nuestro grupo entró, fue como si el tiempo se detuviese. Todos comenzaron a mirarnos, pero yo preferí obviar aquello e irme a por una copa al bar.
En algún momento - que ni supe cuándo - mi hermana ya se había perdido con Johnny. Mark tomaba trago tras trago al igual que yo, hasta que mi vista enfocó algo, o mejor dicho alguien que se acercó a mí haciéndome atragantar con la bebida.
"¡Joder!"
Le hice saber con la mente, cosa que ocasionó que ladeara su sonrisa.
- ¿A dónde tan guapo? - pregunté cuando estuvo por fin a mí lado.
- Lo mismo pregunto - ladeó la cabeza mirándome de abajo hacia arriba, levanté una ceja.
Yoongi iba vestido totalmente de negro – como siempre – pero su camisa abierta incitaba a cualquiera a mirarle y no era que me gustara de manera amorosa, sabía muy bien respetar los gustos de mi hermana y no me metería con ninguno de sus chicos, pero es que mi amigo estaba para comérselo. Simplemente hermoso.
- Déjame ver tus abdominales - jalé su camisa echando un vistazo dentro de la prenda, el muy cabrón tenía cada maldito músculo del abdomen bien marcado - ¡Uff! Me calientas como sol en el verano - me mordí el labio.
Nos mantuvimos unos segundos con nuestras miradas conectadas, hasta que ambos estallamos en carcajadas.
- No te pongas en modo Hestia, por favor - pidió entre risas, yo me reí aún más al escucharlo.
- Si te ve infarta.
El chico chasqueó la lengua negando varias veces.
- ¿Estás de niñera? - preguntó haciendo una señal con su barbilla en dirección a Mark.
- Algo así - sonreí, la verdad no me quejaba, el chico era buena compañía, aunque estaba bebiendo demasiado.
Rodé los ojos viendo al que se venía acercando, Jungkook.
"¿Por qué no dejaste a Jungkook en su jaula?"
Le pregunté a mi amigo telepáticamente. El aura de Yoongi enseguida se tornó verde, en señal de diversión.
- No peleen - fue lo que dijo antes de besar mi frente y perderse entre la multitud que bailaba, yo solo bufé bebiendo un poco más de mí cerveza.
¿A dónde iba? No podía dejarme así como así.
Jeon no dijo nada, solo pidió una cerveza también y se recostó a la barra de la misma manera en que yo lo hacía. Esto era lo único que me faltaba. ¿No tenía a nadie más a quién joder?
- ¿Eres un exámen? Porque te he estudiado toda la noche como loco - susurró en mi oído.
¿Uh? ¿Qué dijo?
- ¿Qué coño te pasa? - hice una mueca de desagrado, aunque no me atreví a mirarlo.
- Quisiera ser mariachi para tocarte todas las mañanitas.
¿Pero qué carajos le pasaba al idiota éste?
- Jungkook - pronuncié su nombre en forma de amenaza.
- Hazel - me imitó.
- ¿Qué quieres? - me volteé a verle, su sonrisa maléfica no me dió buena espina.
- Que me leas la mente.
¿Había escuchado bien? Me moría de ganas por hacerlo. No dudé en escabullirme en su mente, pero no fue nada bueno hacerlo, me arrepentí al instante.
"Si ser bella fuese un delito, seguro a ti te condenarían a cadena perpetua."
Bien, eso era otro piropo, pero aquí la pregunta era : ¿Por qué no podía leer nada más de su mente y por qué tampoco podía descifrar su aura?
Jungkook seguía siendo un puzzle que debía tratar de armar.
La cerveza cayó de mi mano estrellándose en el suelo, sentí un mareo sacudirme y un dolor presionar en mis sienes.
- ¿Estás bien? - preguntó el chico rodeándome por la cintura.
- Solo fue... un mareo.
Mis manos estaban en su pecho, no me había fijado en lo bien vestido que iba, también de negro, contrastando con la blancura de la mía. Parecíamos el Ying Yang así.
Sus ojos oscuros me contemplaron un momento y a los segundo ya había hechado a andar conmigo pisándole los talones. Todo ésto era una locura. Nos adentramos a un pasillo oscuro, solo podía distinguir la silueta de su anatomía cerca de mí. En un movimiento ágil me acorraló contra la pared, sus brazos estaban a los lados de mi cabeza impidiendo que huyera de él. Pude notar su respiración arremeter cerca de mí rostro, la mía comenzaba a alterarse un poco, sabiendo lo que sucedería si no le paraba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro