"Aesthetic"
"¿Qué tanto observas allí? Llevas como una hora parada en el mismo lugar mirando las musarañas."
Escuché a Yoongi en mi mente. Paseé la vista por todo el patio encontrándolo a lo lejos junto a los demás chicos haciendo ejercicio, él me observaba con singularidad.
"Tenía curiosidad por el escudo del colegio."
Volví a echarle una mirada a la entrada donde estaba dicha insignia distintiva. Ese escudo tenía algo que ver con el acertijo de Aris, todos los elementos se encontraban en el. Tal vez en la biblioteca pública de la villa podía encontrar algo que me hiciera entender un poco, porque sinceramente me hallaba perdida.
Lucas nuevamente me ayudó, ésta vez él consiguió una bicicleta. No me pregunten de dónde la sacó, yo tampoco tengo la menor idea. Obviamente no me arriesgaría en ir sola al pueblo, ya estaba mal con lo de la última vez, así que no.
Pero no iba a ser tan pringada de ir con alguien que me hiciera muchas preguntas. Llamaría al Johnny por si nos detienen los guardias, así lo detienen a él también porque me tiene harta con la mierda de la metamorfosis.
¿Johnny es tu ídolo? Inaceptable.
Me dirigí a paso apresurado hacia el grupo de simios al que llamaba amigos y Jungkook, por supuesto, él me salía hasta en la sopa.
Besé la mejilla de mi mejor amigo haciéndolo sonreír.
- Estás tramando algo - susurró, acertando al instante, todavía desconocía lo bien que podía llegar a conocerme.
- Tú solo cúbreme - le guiñé.
- Siempre, cielo.
- ¡Por eso te adoro! - chillé colgándome de su cuello, casi caímos al suelo por el impulso que había tomado de repente.
- Y yo a ti - ésta vez fue él quién me abrazó besando mi frente, ni me importó que estuviera todo sudado. En estos momentos Hestia debía tenerme envidia.
- Johnny, vente conmigo, vamos a beber - le grité al chico, que en efecto no demoró ni cinco segundos en acercarse a mí con disposición.
- Vale, voy.
Ven gente, era muy fácil engañarlo.
- Necesito cambiarme un momento - dijo él.
Le seguí hasta su habitación. Los demás se habían quedado refunfuñando porque no les había invitado a ellos, excepto el pálido que lógicamente no se creyó aquello y su amigo que ni siquiera me tomaba en cuenta ya.
Me tiré en la cama del chico observando cómo sacaba camisetas sin decidirse por ninguna.
- Odio mi vida - farfulló mirando una camisa naranja y otra color verde vómito, simplemente horrible - Hostia qué bueno estoy.
Alcé una ceja volviendo mi vista a él otra vez. Se miraba en un espejo como si fuese un Dios. Estaba segura que él y mi hermana eran los hijos perdidos de Narciso, les encantaban admirarse a sí mismos. Podía jurar que de sus ojos brotaban brillitos y corazones cada vez que veían sus reflejos.
- Me voy a vestir porque no es plan de salir desnudo por ahí como Mark, me voy a poner una camisa negra, tengo.
¿Markie salía desnudo? ¿Desde cuándo? Pensé que mi bebé era pudoroso.
- Tengo la camisa negra y yo negra tengo el alma - canturreó el mono ese - Ya estoy.
¡Al fin!
Era raro estar arrastrando prácticamente a Johnny, digo, el chico era musculoso y bastante alto, más que Jungkook y eso que el pelinegro era altísimo. Eso me daba a entender que se podía hacer con él lo que quisiera. Aparte de inútil, tonto, muuuy tonto.
- Venga vámonos - salté el muro del colegio con él detrás de mí, la bicicleta no estaba muy lejos.
Sonreí al ver lo que sería nuestro vehículo, solo rezaba para que no se pinchara una goma o algo así.
- Johnny la verdad es que no vamos a ir a beber, vamos a ignorar la ley y vamos a escaparnos en bici - dije finalmente señalando la cosa de dos ruedas.
- Joder qué romántico, qué Aesthetic de tú parte, gracias.
What that fuck? ¿Ya dije que era tonto?
Al final nos montamos en la bici. El aire frío chocaba en mi rostro al ser llevada por Johnny quién miraba los árboles del bosque como si estuviese en el país de las maravillas.
- ¡Qué Aesthetic es ésto, me encanta!
¿Qué tenía él con lo Aesthetic que lo repetía tanto? Ya comenzaba a aburrirme, tenía que haberme traído a Lucas, que es otro tonto pero nos entendemos mejor.
- Pero pedalea, cabrón - golpeé su espalda.
Lo único que hizo fue soltar una carcajada demasiado aguda para mí gusto.
- ¡Hostia, nos están siguiendo! - chilló observando al otro lado del bosque por dónde venía un auto en nuestra dirección.
¡Qué no sea la gorda, por favor!
- ¡Pedalea Johnny, pedalea!
- No puedo más, llevamos un buen rato en ésto y yo no puedo más.
¿Pero qué carajo? Solo llevábamos de camino unos quince minutos como máximo.
En menos de lo que canta un gallo dió vuelta y manejó en dirección contraria.
- ¡Idiota estás regresando al internado!
- No le encuentro fallas a tu lógica - jadeó pedaleando más rápido.
Definitivamente no le volvería a pedir un favor a éste troglodita. Lo mandaría directo al purgatorio si fuera el Papa.
Estaba por regresar caminando, íbamos muy lento, bueno la verdad, sus piernas eran muy lentas; pero no podía dejarlo en medio del bosque solo. Si lo dejaba aquí, probablemente sufriría insolación, lo atropellaría el auto ese que nos venía persiguiendo, un conejo le haría encima y cuando se hiciera más tarde un muerto vendría y se lo violaría.
No, eso no era una opción, debía proteger al tonto de la historia.
Enfuscada corrí lo que quedaba de camino hasta el patio nuevamente, los chicos todavía estaban allí, ésta vez descansando. El que había sido "mi chófer" hacía un momento, iba detrás de mí casi llorando porque le amenacé con tirarle las heces de Medianoche en su cama si me volvía a hablar en lo que quedaba de día.
¿En qué momento había tenido la brillante idea de llevarlo conmigo? ¡Ash, ahora mismo me estaba odiando a mí misma!
- Hola, buenas tardes - saludó irónico Taeyong al verme tomar su botella de agua para beberme el contenido.
- Buenas tardes para ti porque para mí no. ¡Vaya día de mierda! - fulminé con la mirada al mayor de los tontos, Johnny, quien se tiró con dramatismo al césped como si no pudiese ni con su alma.
- ¡Hola, por fin ha llegado su Don Comedia de confianza! ¡Lucas, jujú! Aplausos, aplausos.
Apareció el otro loco con unos cuantos jugos en sus manos. Al verme paró en seco.
- No sabía que ojos bellos estaba aquí así que tendremos que compartir con ella.
¡Oww, me halagaba!
- No te preocupes, no me apetece - le respondí con una sonrisa.
- Por cierto. ¿Ya han visto su tatuaje? - como siempre, él no se cansaría de parlotear.
- ¿Tatuaje? - inquirió Yoongi saltando su vista entre Jungkook y yo.
"¿Fue por él?"
"¡No, como crees! ¡Me ofendes!"
El pálido soltó una risita negando varias veces. Claro que Jungkook había tenido un poco de influencia pero no. Osea sí pero no. ¿Me hice entender?
Sus tatuajes me encantaban, siempre me quedaba embobada mirándolos, los múltiples colores hacían un lindo contraste en su piel lechosa. Hermoso, precioso, maravilloso...
"Ojo, que babeas."
- ¡Min Yoongi! - grité dándole un golpe en la nuca.
Vale, me había atrapado mirando al pelinegro un poco bastante. ¡Vergüenza ajena!
- Solo digo - alzó los hombres mi amigo.
Era obvio que los demás no tenían ni idea de lo que estaba pasando, ellos nos miraban como atracción de feria a la vez que hacían ruidito con el juguito que se bebían.
- Me voy, Hestia me busca.
Me incorporé limpiando mi jean. Estaba clarísimo, que eso había sido una estúpida excusa por salir de allí. Del montón de simios hormonales.
- Okey Hazel, si nadie te lo ha dicho yo te lo diré - habló nuevamente Lucas, asentí esperando su comentario - Tú trasero es... guau.
¿Qué?
- Lo sé - sonreí adoptando una pose de diva, caballota, perra, diosa. Bueno ustedes entendieron.
- Quisiera ser Jungkook ahora mismo - suspiró sonoramente haciendo como si llorara.
- ¿Por qué? - inquirimos él susodicho y yo a la vez.
- Para poder tocarlo - limpió una lágrima inexistente de su lagrimal, vale, entendí que el teatro era su fuerte.
- No tienes que ser... él, para poder tocarme el culo.
- ¿Entonces puedo? - sonrió enorme.
- Adelante...
- Lucas, Sunha te estaba llamando - me interrumpió Jeon.
- ¿Sí? Qué raro, no la escuché - se despistó el otro.
- Hasta luego chicos - me reí.
Desde aquí podía notar sus celos. Jungkook algún día serás mío, lo prometo.
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