Parte 31
Él sostenía mi mano de una manera firme, el chico que pude amar con todas mis fuerzas pero ahora me pregunto ¿Por qué lo hace?
-Tú fuiste todo el tiempo Fletcher y luego Matt ¿Cierto? -habla suavemente.
-Emmm... si. -asiento dudosa, tengo mucha pena porque le mentí todo este tiempo.
-Es... increíble. -murmura parpadeando un par de veces -¿De verdad eres tú? -él hace que gire sobre sí misma para mirarme el trasero para asegurarse.
-Si soy yo. -rodo los ojos y me cruzo de brazos -¿No estás molesto? -pregunto con cuidado frotando uno de mis brazos, unos pocos mechones de mi cabello cubren mi rostro.
-Ya entiendo hiciste todo esto... ¿Por mí? -habla con un tono dudoso.
-Ajá. -asiento sin mirarlo. Thomas niega con la cabeza en silencio.
-Estás loca por hacer esto. Hiciste que me interesara en ti y resultaste ser una chica. Debería estar molesto. -lo último lo dice en un tono duro y molesto. Es comprensible.
-Si, si, ya lo sé. Perdona, debo irme. -intento marcharme pero Thomas vuelve a tomar mi mano.
-Todavía no terminé contigo. -habla serio y yo trago saliva nerviosa.
-Si quieres puedes gritarme, enojarte, hasta golpearme. Lo voy a entender, arruiné tu vida. Si no quieres volver a verme está bien. -en este momento siento mucha culpa y deseo nunca haber tenido esa idea para enamorarlo.
-No arruinaste mi vida. Es más, no tienes idea lo que hiciste. -habla mirándome fijamente. Agacho la mirada esperando el regaño pero siento como unos brazos me rodean.
-¿Qué haces? -digo confundida pero correspondo tímidamente de todos modos.
-Te abrazo porque mi vida era una mierda, una farsa y tú llegaste a combiarlo todo. -habla en mi hombro y yo sonrío.
-Llegué y lo primero que hiciste fue verme el trasero. -suelto una risa y él también lo hace mientras nos separamos.
-Perdón por eso. -se disculpa apenado.
-Es muy difícil de ocultar. -bromeo.
-Si bueno, tú hiciste... me hiciste una mejor persona y me enseñaste a aceptarme, ahora estoy con Andy gracias a ti. -Thomas toma mi cintura y me levanta un poco para hacernos girar.
-Okey. -río nerviosa y mis pies tocan el suelo nuevamente.
-Pero... ¿Qué pasará contigo?
-Ustedes hacen una linda pareja, no te preocupes por mí. -suspiro calmada. Todo salió bien después de lo que pasó.
-¿Dónde estuviste todo este tiempo? E-Estás cambiando, quiero decir cambiada. Cambiada. -habla nervioso haciendo que sonría.
-Ya sé, esta soy la verdadera yo. -tiro un poco de mi cabello hacia atrás.
-Eres linda como chica o chico. -comenta, creo que es un alago.
-¡Andy! -exclamo al ver que estamos solos los dos frente a la escuela.
-¿Qué?
-Debes ir por él, estaba muy triste cuando aparecí. Él te ama. -comienzo a empujarlo para que se mueva.
-Tienes razón. -Thomas besa mi mejilla y se aleja corriendo -¡Gracias por todo Maddie!
-No hay de qué. -susurro suspirando. Creo que este beso en la mejilla es el más verdadero que él me dio porque supo quién era en realidad y es, para mí, el más valioso.
Vuelvo al edificio, subo a el ascensor y llego a mi departamento, todo lo hago con calma porque pienso en todo lo que sucedió. Thomas no me odia y eso lo agradezco, espero que él y Andy sean muy felices.
Abro la puerta de mi departamento y todo está oscuro, Eric no debe estar pero cuando prendo las luces me encuentro con una escena horrible. Él se encuentra tirado en el sillón, inconciente y sobre la mesita de centro hay muchos medicamentos y todos están vacíos.
-No, no, no. -me acerco a Eric y tomo su rostro con mis manos temblorosas. Siento como mis lágrimas comienzan a caer por mis mejillas y niego varias veces diciendo -No. ¿Por qué lo hiciste, tonto? -tomo mi celular y llamo a una ambulancia rápidamente.
Luego me siento en el sillón, lo abrazo mientras lloro y acaricio lentamente su cabello -¿Por qué lo hiciste? -repito una y otra vez.
Ahí es cuándo recuerdo que le dije que lamentaba todo lo que había pasado entre nosotros y que buscaría a Thomas. Eso fue demasiado para Eric, por esa razón intentó quitarse la vida. Por mi culpa.
La ambulancia no tardó en llegar y lo llevan al hospital más cercano, fui con él y estaré a su lado en todo momento. Las horas pasan y le tuvieron que hacer un lavado de estómago.
-¿Ya puedo pasar a verlo? -le pregunto al doctor cuando sale de la habitación de Eric.
-Está dormido pero puedes pasar, si hubieras llegado tarde ya estaría muerto. Le salvaste la vida. -contesta sonriendo y se aleja para ver a sus demás pacientes.
Yo entro a la habitación y veo a Eric acostado en la cama aún inconciente.
-Lo siento. -murmuro sentándome al lado de la cama en una silla. Sé que no puede escucharme pero no importar. Ahora solo importa que Eric se recupere y no que pueda perdonarme después de lo que hice. Sólo me importa él y nadie más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro