Cap. 28
Narra Thomas
Miro mi celular el cual se encuentra en mi mano derecha, ha pasado mucho tiempo desde que hable con Matt, quisiera saber como está, pero esa otro persona dijo que no quería saber más de mí -¿A caso hice algo malo? -me pregunto confundido.
Suelto un suspiro y decido intentarlo una vez más, espero que no haya cambiado de número.
Narra Maddie
Este día fue el mejor de mi vida, Eric me llevó a un restaurante a celebrar que volví a ser yo completamente, cenamos mi comida favorita y de postre nos sirvieron pastel de chocolate.
-¿Como la pasaste, Maddie? ¿Te divertiste? -me pregunta mientras maneja el auto.
-Muy bien, me encantó el postre. -sonrió mientras huelo el ramo de rosas que tengo en mis manos, regalo de Eric desde luego.
-Yo también la pasé genial. -dice sonriendo.
Él detiene el auto en el estacionamiento y subimos al departamento.
-Auch... me duelen mis pies.- me quejo sacándome los tacos negros que llevaba puestos.
-Creo que no te acostumbraste todavía a ellos. -ríe él mientras cierra la puerta.
-Es todo un reto, tú nunca podrás usarlos. -digo un tanto seria.
-Nunca. Tienes razón. -asiente encogiéndose de hombros.
Yo dejo mi saco en el perchero que está junto a la puerta y Eric gira, ambos terminamos en el suelo por eso, yo debajo de él.
-Perdona. -se disculpa sonriendo apenado.
Nuestras narices se rozan y lo miro a los ojos -¿No crees que debemos cerrar este día perfecto con broche de oro? -murmuro mientras toco sus brazos para rodear su cuello con los míos.
-No se si deba. -responde acariciando mi cabello.
-Yo comienzo. -lo acercó mucho más y lo beso con ganas, no pienso soltarlo y él tampoco piensa hacerlo. Eso me gusta.
Eric comienza a besar mi cuello lentamente, me encanta como lo hace, baja suavemente mientras explora todo mi pecho con su boca.
Yo me levanto y lo conduzco hacia el sillón, ahora soy yo quien está sobre él. Poco a poco quitamos la ropa del otro, tomo el borde de su camiseta y la levanto para luego tirarla cuando ya se la saque. Él sonríe y abre mi camisa lentamente, seguimos así mientras comenzamos con un beso apasionado hasta quedar completamente desnudos.
-¿Es en esto en que pensabas para cerrar este día? -dice él apartando un poco mi cabello de mi rostro, ya ha crecido y llega hasta mis hombros.
-No. -niego sonriendo -E-Es mucho mejor. -jadeo al sentir un suave mordisco de su parte en el lugar donde se une mi cuello y el hombro.
Se siente tan bien y me emociona saber que sólo es el comienzo.
Horas después...
Me muevo en el sillón intentando acomodarme, giro y me encuentro con el rostro de Eric frente a mí, lo beso por impulso y lo despierto.
-Hola. -sonríe y me devuelve el beso.
-Fue increíble. -hablo sonriendo, obviamente me refiero a lo de anoche.
-Yo la pasé genial, quería hacerlo hace mucho. -confiesa mientras acaricia mi mejilla.
-¿Ah sí? Y no disimulabas nada cuando me mirarbas el trasero. -hablo mientras razco su cabeza.
-No podía evitarlo. -besa mi nariz y se levanta para ir a hacer el desayuno teniendo sólo sus boxers.
Me coloco la primera ropa que encuentro en la sala, la camiseta de Eric y sonrió al ver que me queda muy grande.
En ese momento, escucho que llega un mensaje en mi celular, no es una llamada -¿Hola? -contesto y escucho esa voz.
-¿Matt? -es Thomy.
Me aclaro la garganta y trato de hacer mi voz lo más grave posible -Sí, soy yo.
-Oh, s-sólo quería saber cómo estabas. -habla y se oye nervioso.
-Estoy bien pero... ¿Por qué llamas hasta ahora? -lo digo en un tono serio.
-Creí que no debía...
-Pensé que ya me olvidaste. -murmuro agachando la mirada.
-¿Que? No es cierto, siempre quise llamarte pero alguien me atendió y me dijo que no vuelva a llamar ¡Tú te olvidaste de mí! -habla molesto pero también está lastimado.
-Entiendo. -corto la llamada y dirijo mi mirada hacia la cocina en donde Eric se encuentra.
-¿Con quien hablas? -me pregunta, ya tiene unos shorts puestos y una musculosa.
-Sólo hablaba con Thomas. -contesto haciendo que se ponga un poco pálido.
-¿Q-Qué te dijo?
Yo me pongo de pie y lo enfrento -¡Tú le dijiste que no vuelva a llamarme! -Exclamo molesta frunciendo el ceño.
-Bueno... no quise... -intenta explicar pero lo interrumpo.
-¿Por qué lo hiciste?
Él agacha la mirada y suspira para luego mirarme -Tenía miedo de perderte. Actúe sin pensar, lo siento. -intenta acercarse para abrazarme pero me alejo negando.
-Yo también lo siento.
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