El frío del agua fue lo primero que JiMin sintió en aquellos instantes.

No sabe en qué momento se durmió, sólo que ahora estaba empapado de agua muy fría, haciendo temblar a su cuerpo.

— Arriba mascota, el señor quiere verte bien presentable —aquel hombre comenzó a reír— así que, que mejor que agua fría para quitar los malos olores —se mofó como si aquello hubiera sido correcto.

JiMin no dijo nada, en cambio frotó sus brazos intentado darse al menos un poco de calor.

El centinela que lo cuidaba a él y a la ahora no tan pequeña niña, se fue dejandolos solos.

JiMin se asombro al ver como el cuerpo de aquella infante era ahora mas grande, ella se giró para verle y pudo distinguir el deje de sorpresa en sus rostro.

Ella sonrió algo incomoda y luego aclaro su garganta.

— Está no es mi verdadera forma JiMin-ssi, lo que viste hace unos días era una carátula falsa, yo soy un Drioda, somos seres pocos comunes que podemos vivir por una cantidad de años más larga que la de un humano o un dios, por esa razón él me tiene cautiva, su núcleo se ha ido debilitando así que mi sangre es la única que le ha podido brindar más poder y alargar por días su eternidad —Ella explicó y los ojitos de JiMin denotaron asombro, dejando ver una chispa de brillo en sus ojos azul cielo con leves tonos dorados y blanco.

Los ojos del Omega eran etéreos, o eso es lo que ella pensaba.

— Y... Por que me tiene a mi encerrado aquí? —Pregunto inocentemente JiMin.

Los ojos de la Diodra se abrieron cómicamente ante aquella pregunta, ella sabía cuál era la respuesta pero tal parecía que JiMin no tenía ni la menor idea del por qué habia sido secuestrado y encerrado en ese lugar.

Ella suspiro y luego le indicó con la cabeza, que se acercara a ella.

La joven tomo sus manos, susurrándole le pidió que cerrará sus ojos y luego se proyecto en la mente de JiMin.

— así será más fácil contrate la historia completa JiMin —comento ella.

JiMin observó nuevamente su entorno, era igual al lugar en donde había visto a aquel lobo blanco, llevo su vista hacia la voz femenina y lo que pudo ver fue a una mujer de piel entre rojiza y azul, con algo sobresaliendo de su frente y unas marcas como si fueran de un tigre en su rostro.

Ella parpadeo y luego observó sus brazos y río bajito.

— Está es mi verdadera forma, podemos adaptar cualquier forma humana, así que por eso ayer me vistes como una niña y hoy me estabas viendo un poco más adulta, eso es porque mi cuerpo naturalmente vuelve a su verdadera forma luego de agotar mi energía —explico ella rápidamente.

JiMin dejo salir un pequeño "ahhh" para luego tomar asiento en la superficie de aquel lugar, ella le imitó.

— Él hombre que me engañó para capturarte es un demonio convertido en semi dios, a lo largo de los siglos el ha estado cazando a los guardianes del núcleo, luego de encerrarlos espera a que haya eclipse lunar o luna azúl, una vez alguna de las dos cosas sucede el toma el núcleo que hay en tu interior y lo incrusta en su cuerpo, tu cuerpo cae preso del sueño lo malo es que no sabes a ciencia cierta si podrás o no volver del sueño en que tu cuerpo y mente se sumerge. —JiMin no dijo nada, guardo silencio escuchando atentamente lo que ella le estaba contando.

»— En tú interior yace un núcleo de energía dorada, esa energía es la que brinda vida eterna a la persona que lo sustraiga la noche de eclipse o luna azúl, por ese núcleo has muerto en tus reencarnaciones pasadas, en algunas has sobrevivido y llegado a vivir una vida plena con tu pareja e hijos, pero en otras has muerto en sueño, es por esa razón que estás aquí, porque dentro de un dia habrá eclipse lunar y YuWang quiere sustraer en ese momento, tu núcleo para así obtener nuevamente muchos siglos de vida y mas poder.

JiMin frunció su entrecejo, no le había gustado para nada la historia que ella le contó, no era de su agrado la sola idea de morir en sueño y dejar a su alfa sólo.

No cuando...

Ella observó como el omega llevaba sus manos a su vientre y su garganta se seca ante aquella posibilidad.

Aunque era más que obvio que si podría ser, cuando el Omega ya tenía una marca en su cuello.

— JiMin-ssi usted está...? —Por instinto JiMin cubrió aquella zona con ambas manos.

Ella sonrió, pero recordó en la situación en la que estaban así que su semblante cayó, si el alfa de aquel Omega no movía cielo, mar y tierra para rescatarlo, el día de mañana por la noche se iban a perder dos vidas valiosas.

Ella se sobresalto cuando escucho ruido a las afueras de la celda, así que rápidamente tomo las manos de JiMin entre las suyas.

— Debes abrir tus ojos, a la cuenta de uno... Dos... Tres —JiMin abrió rápidamente sus ojos al igual que ella.

Ambos prestando atención a lo que estaba ocurriendo allá afuera.

Al parecer alguien se acercaba hacia la celda de ambos, pero nadie entró y sólo escucho murmullos al otro lado de aquella puerta que daba a su celda con rejas.

— Y como está la situación de nuestro señor? —Alguien pregunto.

JiMin y ella escucharon claramente un fuerte resoplido de disgusto.

— Cada vez más peor, la barrera se deteriora a cada instante y él pierde la compostura —le respondió otra voz desconocida.

Alguien chasqueo la lengua y luego no escucharon nada más, tal parece que se habían quedado callados o hablando en voz baja para que nadie más escuchará.

Luego de unos minutos en silencio se escucho la risotada de alguien al otro lado de la puerta.

— Al menos mañana por la noche nuestro señor estará como nuevo —El desconocido hablo fuertemente, con intención que los prisioneros que resguardaran pudieran escucharlo. —Cuando arranque el núcleo de ese Ømega le pediré a mi señor que me permita divertirme con su cuerpo, después de todo estará inconsciente y no sentirá nada, será divertido.

JiMin tembló en su lugar y ella maldijo porque sabía que aquello no era una broma, sabía muy bien que los desgraciados iban a cumplir aquello y temió, temió por la vida de aquel Omega.

— Señor JiMin —Aquella pequeña voz llamo la atención de ella y del rubio, quien rápidamente se volteo a ver al pequeño niño de cabellos rojos, hablarle desde la esquina de aquella celda. —No se preocupe, la ayuda vendrá en camino.

Y dicho aquello se desvaneció frente a los ojos de ambos, dejando una pequeña estela de polvo.

Y el corazón de JiMin se aceleró ante aquella noticia.

Un rayo de esperanza en la desesperanza de aquel lugar.

«Alfa, alfa, rápido, ver por nosotros»

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