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XVI. El Mensajero

Y Taehyung no regresó durante algunos días. No es que Jungkook estuviera al pendiente, pero siendo sincero, sentía la soledad algo más aplastante que de costumbre. Cosa que ya no debería pasarle a esas alturas de su vida. Cuando había pasado años solo entre sombras y fantasmas, para qué querría la compañía de un diablillo más.

Sin embargo, por mucho que le gustara esquivar el pensamiento de en dónde se encontraba Taehyung, también tenía otras cosas que hacer. Su trabajo no acababa, había toda una pila de llamadas y correos que aún no revisaba. Estaba dejando lo más complicado para el final, con la esperanza de que cierto demonio apareciera oportunamente para salvarlo.

Quizá, de verdad confiaba demasiado en él. "Un arma de doble filo".

Resopló, acomodandose el cuello de la gabardina antes de salir.

——Regreso pronto, Polo. ——Picó el metal de la jaula antes de salir.

Hace algunos días, llamó a Yeji y le contó que había encontrado a un pichón con el plumaje amarillo. Ella insistió en que le enviara fotos y al final terminó poniéndole hasta nombre, "Polo". Jungkook no era nadie para objetar, así que ahora lo llamaba de esa manera.

Su primer trabajo del día se trataba de purificación. Habían unas estatuas de piedra caliza que habían sacado de una propiedad embargada hace mucho tiempo, estatuas que por cierto eran carísimas y el gobierno quería subastar. Pero había un problema, las estatuas eran figuras del rostro de un hombre antiguamente conocido como Abraxas, un demonio que tenía un séquito extenso.

Varias veces se había encontrado con textos dedicados a este demonio. Por suerte no tendría que lidiar con el dueño de las estatuas, pero sí con la brujería que habían hecho alrededor del material.

Los inspectores dijeron que si veían el rostro del hombre por demasiado tiempo podían ver que se movía, además de que sus mentes no podían olvidar la imagen luego de varias noches.

Caminó con serenidad hasta llegar al almacén municipal en donde habían guardado las estatuas.

Los encargados lo guiaron rápidamente y Jungkook inició su trabajo con normalidad, era fácil hacer purificación de objetos malditos usando su energía. Para exorcistas de rango medio, esto tomaba más tiempo, pero a Jungkook le tomó menos de media hora.

En cuanto terminó, dejó las estatuas en la recepción. El hombre que atendía lo miró con nerviosismo, realmente no quería tocarlas. Jungkook rio suavemente.

───No se preocupe, ya son solo dos bloques de caliza. ───El recepcionista rio nervioso.

Pensó que el día transcurriría tranquilo hasta que salió del almacén y sintió ese pitido molestarle el oído. Caminó con el ceño fruncido mientras se picaba la oreja. Vaya que era molesto.

Aceleró el paso hacia su siguiente parada, la oficina de correo, para recibir la invitación oficial a la reunión de los denominados de la iglesia.

Oh, carajo, esa mierda en su oído estaba más fastidiosa que otros días.

Cuando cruzó la siguiente calle, su respiración empezó a acelerarse. Miró alrededor, nunca le había pasado algo así. Habían muchas personas cerca, eso lo hizo ponerse nervioso por alguna razón.

Se metió entre calles con la finalidad de no ver tantos rostros y así poder calmarse, sin embargo, esto lo llevó a sentir una nueva preocupación. Alguien lo estaba siguiendo.

No iba mirar atrás por su propio bien, esta presencia no era humana, no era un acosador. Era un mensajero.

Se tocó el pecho sin acelerar, caminó despacio. Su energía, debía concentrarse, su energía era lo único que podía proteger su frágil cuerpo humano. Notó que en la siguiente calle había un callejón en el que podría esperar al mensajero, así que se metió en el lugar estrecho casi jadeando, a pesar de que en realidad no se había agitado haciendo gran cosa.

Los pasos se detuvieron a unos centímetros de la entrada del callejón.

Ah... Ahora qué.

───¿Por qué me estás siguiendo? ───Cuestionó al recuperar la respiración. El pitido en su oído había aumentado considerablemente. ───Muéstrate si tienes algún asunto pendiente conmigo.

Nada, aún podía sentir su presencia. Quizá no se acercaba por su energía, pero Jungkook no podía dejar de escudarse porque apostaría a que ese maldito estaba esperando a que bajara la guardia.

───Te daré una oportunidad. ───Se aproximó hacia la salida del callejón, dispuesto a hacer añicos a cualquier demonio que estuviera cerca. ───Si vienes en nombre de Astaroth. Dale este mensaje por mí. ───Pegó la espalda a la pared, el pitido en su oído lo hizo marearse. ───He escuchado su nombre cuando los árboles se mesen, si me busca, entonces que venga él mismo. No aceptaré que terceros metan sus narices.

Dispuesto a carbonizar al demonio, salió del callejón, pero en cuanto puso un pie fuera, el pitido desapareció y tuvo que apoyarse en la pared al sentir toda la descarga de su propia energía. Una gota de sangre bajo por su nariz.

═════•°✝°•═════

Aquí había un problema muy grave. Luego del día agotador de trabajo, llegó a la habitación. Saludó a Polo y luego se puso a revisar lo que había en la televisión cuando el pajarito empezó a revolotear por la jaula como loco, silbaba mucho y aleteaba sin razón.

El exorcista frunció el ceño y se puso una bata encima para salir al balcón y revisar qué le pasaba al pobre animal.

───Polo, qué pasa. ¿Te duele la pata? ───Tomó la jaula y miró alrededor del balcón. Una brisa huracanada lo golpeó.

Jungkook entró a la habitación y cerró la puerta del balcón con seguro. ¿Qué había sido eso? No sintió ninguna presencia, pero fue demasiada coincidencia para ser algo normal.

Polo silbó y saltó hacia afuera de la jaula cuando Jungkook le abrió la puerta. Estaba asustado.

El exorcista frunció la frente y caminó hacia el balcón, haciendo a un lado las cortinas. Los árboles afuera se mesían hacia el balcón, las ramas rozaban el barandal. Jungkook ladeó la cabeza y abrió ligeramente la puerta del balcón.

Allí estaba de nuevo, la brisa hablaba, las hojas de los árboles chocando entre sí, Polo silbando y aleteando. Astaroth. Pero no solo él.

Solo había un mensajero capaz de manipular así la brisa y los árboles, capaz de hacer presencia de esa manera, Barbatos. Un demonio que podía volver loco a cualquier ser vivo. Ese era él.

Jungkook cerró la puerta del balcón y se acercó a Polo.

───No escuches lo que dice. ───Se sentó en la orilla de la cama. ───Taehyung vendrá más tarde y lo espantará.

En realidad, le gustaría saber si el demonio haría acto de presencia por fin o tendría que seguir esperando a que se le pasara el berrinche.

───¿Taehyung? Necesito hablar contigo. ───Habló al aire.

Un demonio del calibre de Taehyung, sabía exactamente cuándo y quién pronunciaba su verdadero nombre, así que él decidía si quería aparecer o no.

───Taehyung.

Nada.

Jungkook resopló y apagó la televisión. Tendría que solucionar el problema él mismo.

Se puso la gabardina y tomó las llaves de la habitación. En unas horas, tendría una cena con un director y asesor de la OEM, quien había sido enviado para hacerle preguntas sobre su repentino cambio de ubicación, quizá Hoseok ya había dado su versión, así que ahora le tocaba a él.

Seguramente el Asesino de Ángeles Caídos lo había llamado traidor más de una vez frente al directo, de hecho en ese punto era beneficioso que Taehyung no hubiera hecho acto de presencia.

Había un lugar lujoso cerca del aeropuerto, allí es donde había hecho la reservación. Llegó media hora antes de la hora pautada y para su sorpresa, el director ya estaba allí. Jungkook se mordió el interior del labio mientras se acercaba hacia el hombre. Nunca antes había tenido que hablar con un asesor de la OEM.

───Jungkook, es un gusto conocerlo por fin. ───Este era un hombre que no aparentaba más de treinta y tenía un rostro simpático, estaba vestido de negro completamente y su cabello peinado hacia atrás era elegantemente. Jungkook asintió con una sonrisa.

───Igualmente, señor Cavani. ───Este era el primer apellido que leyó en el correo de aviso junto a la reserva del restaurante.

El contrario le hizo un ademan para que se sentara frente a él, el exorcista no lo hizo esperar y se sentó cruzando las piernas. Vio a Cavani tomar la carta, sin embargo, él no tenía intenciones de comer nada así que se limitó a esperar el inicio de la conversación.

───Cómo está siendo su estadía en Italia, ¿el lugar es agradable? ───Cuestionó el asesor con el rostro tras la carta.

───No es mejor que Londres, pero es agradable. ───Respondió, empezando a impacientarse.

───Imagino que ha sido difícil para usted adaptarse. Generalmente, no suelen reubicarlo lejos de Londres.

───Siempre hay una primera vez. ───Respondió simplemente.

Cavani dejó la carta a un lado para luego mirarlo sonriente.

───Por supuesto. Hace una semana hablé con el señor Jung y me dio buenas referencias de usted. Dijo que esta sería una gran oportunidad para un denominado.

Jungkook se limitó a apretar los puños bajo la mesa, mientras escuchaba atentamente.

───El Faro de los Misericordiosos es la denominación más aclamada en la iglesia por lo que he podido escuchar, me alegra que su líder anterior le haya permitido conocer otra central de la organización, la cual por cierto lo necesita. ───Cavani cruzó las manos sobre la mesa y le susurró: ───Italia es uno de los puntos más problemáticos en nuestro mapa.

───¿En serio?

Las uñas de Jungkook se clavaron en sus palmas lentamente.

───Es una alivio que un denominado de alto rango pueda respaldarnos aquí. ───Sonrió.

Y Jungkook hizo lo mismo.

═════•°✝°•═════

Cuando la noche consumió hasta el último rincón de la habitación, Jungkook pudo escuchar el descontento silbido de Polo encerrado en su jaula, pero además tuvo la certeza de que podía seguir acostado debido a la presencia que se acercaba a su lado.

Abrió los ojos y en la penumbra se encontró con la mirada obsidiana más altiva que de costumbre.

Sintió que unas manos frías se deslizaban entre las suyas y luego una respiración chocó insistentemente contra sus palmas. Lo estaba olfateando.

───Mmmh, miren quién decidió aparecer. ───Murmuró ronco.

───Es un demonio poderoso. ───Taehyung soltó, dejando las manos del exorcista a un lado para acercarse a su rostro.

───Un duque, igual que tú.

Cerró los ojos al sentir el aliento del demonio chocar contra su frente, esperó por el diagnóstico unos segundos hasta que el peso sobre la orilla de la cama se fue.

───Su olor está en todas partes. ───Comentó. Aún con los ojos cerrados, Jungkook pudo entender que estaba desconcertado.

───Es una marca para que Astaroth pueda encontrarme.

───Generalmente asesina directamente, no—

——Por qué no viniste cuando te llamé. Hoy me persiguió un demonio extraño, lleva apareciendo frente a mí hace varios días, pero esta es la primara vez que me sangra la nariz por un esfuerzo tan simple.

Estaba seguro de que a Taehyung no le había gustado que lo interrumpiera, pero no quería escuchar que estaba diciendo cosas sin sentido de nuevo. Además, qué había pasado para que el demonio de pacotilla lo ignorara después de estar pegado a él como una garrapata día y noche.

El demonio se quedó en silencio. Jungkook abrió los ojos en la penumbra y contempló la silueta delineada por la mínima luz de los faroles que se filtraba.

Debía estar sediento. Los ojos obsidiana brillaban más de lo normal, por supuesto, luego de no toparse con la energía de Jungkook durante unos días el impacto de sentirla nuevamente había activado todos sus sentidos.

Ladeó la cabeza y sonrió suavemente:

——¿Me extrañaste?

Taehyung bufó, pero los dos orbes oscuros siguieron brillando intensamente observándolo sin pestañear. Jungkook suspiró y se recostó haciendo un ademan.

───No has trabajado ni un poco para mí, pero ya que soy compasivo te dejaré beber. ───Extendió su muñeca con un suave movimiento.

El demonio siguió sin pestañear ante él. Jungkook hizo una mueca y se sentó en la superficie acolchonada con un mal presentimiento surcando sus nervios.

───Qué ha sucedido.

Taehyung pareció darse cuenta de la situación por fin y negó haciendo a un lado la muñeca del exorcista.

───No es nada que debas saber.

Jungkook estiró el brazo y como si conociera perfectamente el espacio, enredó sus dedos con el rosario, tirándolo hacia él para tener el rostro de Taehyung especialmente cerca.

───No me mientas. Qué te mantuvo tan ocupado. ───La voz del exorcista cada vez más cargada de sospecha.

Desde que Taehyung desapareció, ese demonio que movía las hojas de los árboles empezó acecharlo más que de costumbre, ¿estaba seguro de que podía confiar en Taehyung verdaderamente?

Extraña y pacíficamente, el demonio posó su mano sobre la del exorcista.

───Mañana no te atrevas a poner un pie fuera de esta habitación hasta que yo vuelva.

Jungkook sintió la succión de su energía, pero dejó que sucediera mientras Taehyung seguía observándolo. ¿Lo estaba cuidando de algo?

───Qué sabes, Taehyung. ───Susurró sin darse cuenta. El rostro del contrario se deslizó suavemente a un lado del suyo y murmuró contra su oído.

───A partir de ahora no confíes en todo lo que ves.

═════•°✝°•═════

Dos días antes...

Desde que la grieta se abrió más de lo que debería, el inframundo se dividió en dos bandos, quienes querían terminar de abrirla y los que querían cerrala.

───Nos turnaremos. ───Demandó Belial.

Belfegor sabía quiénes estarían de su lado, así que los convocó para cerrar la grieta de forma física. Los demonios inferiores eran los más emocionados por la luna roja, pero algunos de los superiores sabían que luego de ello la Luz enviaría a sus serafines para limpiar.

Aunque algunos ingenuos, seguían pensando que lograrían obtener energía suficiente para ascender antes de que se desatara la catástrofe.

───Cualquiera que cruce la línea será acusado con Lucifer. ───Belfegor apoyó ambas manos sobre la mesa.

Los demonios como los marqueses, duques y príncipes podían aparecer fuera del inframundo sin tener que atravesar grietas, mientras que los demonios inferiores necesitaban obtener un permiso energético o en este caso una grieta que les diera pase libre.

Taehyung y Azazel escuchaban desde el umbral de las columnas, uno más atento que el otro.

En realidad, el pelinegro no podía concentrarse del todo con esa urgencia subiéndole por la garganta, necesitaba la energía de un alma. Pero no cualquier alma.

Azazel se movió de un lado a otro con los brazos cruzados hasta que por fin habló.

───Por qué mientras nosotros nos ocupamos de esto, Barbatos y Astaroth siguen haciendo sus jodidos viajes a la tierra. ───Miró hacia Belfegor con su distintiva violencia de siempre. El contrario alzó las cejas. ───Convócalos.

Belfegor achicó los ojos divertido, desplazandose a una orilla más cerca de Azazel.

───Me temo que ellos no están de nuestro lado. Ya tienen sus propios planes.

Esto llamó la atención de Taehyung, quien por fin aportó algo a la conversación.

───Qué quieres decir.

───Oh, pero si tú deberías saberlo mejor que nadie, Taehyung. ───Se giró hacia su hermano. ───Tienen un complot. Y al igual que tú, salen y entran al inframundo solo de vez en cuando.

Belial se apartó de la mesa, acomodando su larga capa negra sobre sus hombros.

───Nos turnaremos entonces. Vendré pronto a recibir más noticias. ───Se despidió el demonio, dándose media vuelta.

───Tan parco como siempre. ───Belfegor resopló.

Los tres demonios restantes se acomodaron alrededor de la mesa y siguieron discutiendo sobre asuntos urgentes.

Taehyung notó que Azazel siempre terminaba con la mirada puesta en el rosario alrededor de su cuello, su expresión se volvía entre curioso y divertido.

——Taehyung estará a cargo durante las próximas dos lunas ya que tienes la costumbre de pisar la tierra. ——Señaló Belfegor. ——Luego empezaremos el ciclo de cuatro. Así la grieta debería estar cerrada para la llegada de la Luna Roja.

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2 meses, pero les juro que fue porque se vienen cosas muy fuertes y he tratado de estructurar muy bien todo.

💪💪💪💪

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