XI. Catabolignes
Esa tarde volvió de la casa de sus padres en taxi. Sus pies dolían horriblemente y no llevó el auto porque en la mañana pensó que sería más productivo, pero el cansancio ganó la lucha.
No fue a la iglesia, cuando se suponía que debía ir de manera obligatoria para presentar su avance en el caso. Echó por la borda sus responsabilidades del día, solo le envió un correo a Hoseok diciendo que estaba indispuesto y que se presentaría el lunes temprano en su oficina.
───¿Viste algo raro en la casa de mis padres? ───Le cuestionó al demonio, quien seguía demasiado despierto.
───Raro... ───Pensó, Taehyung. ───No, no lo creo.
───Recuerdo que la casa se veía fúnebre cuando vivía allí. ───Respondió, pensativo. ───Supongo que yo era la causa.
Taehyung frunció el ceño, aunque Jungkook tuviera a toda clase de almas y demonios acosándolo donde sea, su energía seguía opacándolos.
El taxi detuvo frente al departamento del exorcista. Parado junto a las escaleras, Taehyung pudo ver la figura de un hombre alto y de cabello café, recordó que ya había visto a esa persona antes. Le dirigió una mirada a Jungkook, este también se había percatado de quién se trataba.
───No hables con él. ───Le susurró, Jungkook, antes de salir del auto. A pesar de que el tono imperativo le molestara de sobremanera, Taehyung tampoco quería hablar con el hombre.
Caminaron a la misma altura y cuando estuvieron al pie de las escaleras, Jungkook actuó sorprendido al ver al hombre que los esperaba.
───Buenas tardes, Namjoon. ¿Hoy no es un día laboral para ti? ───Cuestionó.
Pero Namjoon se quedó callado examinando al hombre parado al lado de Jungkook, quien lo saludó con un asentimiento de cabeza cuando chocaron miradas. Su aspecto no fue lo único que llamó su atención, sino también el rosario que colgaba de su cuello.
El pelinegro le dio un vistazo a Jungkook de reojo y caminó dentro del edificio, pasando a un lado de Namjoon, quien lo siguió con la mirada clavada en el rosario.
───Te llamé un par de veces esta mañana. ───Comentó. ───¿Es un amigo tuyo? ───Preguntó, bajando un escalón más cerca de Jungkook, este se mordió el interior de la mejilla.
───Un conocido, sí. ───Respondió, desviando la mirada.
───Le diste tu rosario. Es destacable que una persona a la que solo conoces haya conseguido eso. ───Su tono de reproche hizo que el contrario alzara una ceja.
───Es un estimado conocido. ¿Bien? ───Resopló, subiendo los escalones y pasando a un lado del más alto. ───Nos vemos la próxima semana, Namjoon.
Abrió y cerró la puerta del edificio de un portazo, a zancadas subió las escaleras murmurando distintas cosas.
Cómo era posible que ni siquiera preguntara si todo había salido bien en el caso, o si su gripe había mejorado, incluso por qué había faltado a la iglesia, pero solo se había presentado a husmear en su vida personal.
Al llegar a la puerta de su apartamento, Taehyung ya estaba recostado en una columna esperándolo. Abrió la puerta y la cerró con la misma velocidad, soltando un suspiro cuando estuvo finalmente dentro de su casa.
───No has fumado en todo el día. ───Avisó el demonio. Jungkook alzó la mirada hacia él y asintió.
───Es cierto. ───Palmeó el hombro de Taehyung y sacó de su propio bolsillo un cigarrillo y un encendedor. ───Debe ser esa la razón por la que estoy tan irritable.
Encendió el cigarrillo y caminó hacia la ventana más cercana, viendo hacia abajo, buscando inconscientemente a cierta persona parada en la portería, pero ya no estaba allí.
───Ese era el hombre de la otra vez. JjjTaehyung se posicionó cerca, mirando por la ventana también. ───¿Cuál es tu relación con él?
Jungkook exhaló, perdiéndose en los carros moviéndose en la autopista.
───Supongo que es un amigo cercano. ───Pestañeó, saliendo de su ensoñación. ───Y a veces parece más un extraño.
───No tenía una expresión muy amigable. ───Observó el demonio. Jungkook negó divertido.
───Es por esto. ───Señaló el rosario que estaba algo desacomodado y enredado con la camisa de Taehyung. ───La iglesia entrega estos rosario solo a exorcistas de alto rango como regalo de bienvenida.
El humano tiró el resto del cigarrillo por la ventana y se acercó a Taehyung.
───Para ser un demonio, las cruces se ven bien en ti. ───Rio, acomodando el rosario como si estuviera en su propio cuello. Taehyung lo observó, concentrado en sus labios curvados hacia arriba.
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Al empezar la semana, tuvo que presentarse obligatoriamente en la iglesia. No se sentía de humor, pero tomó sus enfadoso y se los metió en el bolsillo antes de entrar a la oficina de Hoseok, también le dirigió una mirada al lugar en donde deberían estar los oradores, extrañado porque no se encontraban allí.
Se sentó frente al Asesino de Ángeles Caídos, quien estaba tan orgulloso en su escritorio como todo el resto de días.
───¿Estás mejor de tu enfermedad? ───Cuestionó Hoseok secamente.
Era obvio que no se soportaban mutuamente, Jungkook se haría el tonto por un tiempo más.
───Sí, fue un malestar momentáneo. ───Sacó el sobre blanco del bolsillo de su chaqueta, en donde había guardado la resolución del caso. ───Se arrestaron a dos adolescentes culpables y uno está bajo libertad condicional por el momento. Se encontraron cuerpos en el descampado trasero del templo de Paymond a unas horas de aquí. Eliminé al ghoul el mismo día.
Esta última parte hizo que Hoseok frunciera las cejas hacia él, tomando el sobre. Leyó los documentos y sin mirarlo preguntó:
───¿Lo mataste?
───Sí, lo hice. Enviarlo de vuelta era mucho trabajo.
───¿Cómo lo hiciste? Un ghoul tiene propiedades de regeneración. ───Habló como si Jungkook fuera un novato que no sabía nada del tema.
───No puede regenerar su cabeza una vez desollada. ───Respondió.
Nunca había leído sobre la debilidad de un ghoul, pero Taehyung le había hechado una mano con eso, cosa que no necesitaba comentarle a Hoseok. El hombre lo observó de arriba a abajo asintiendo, Jungkook apretó los labios conteniendo una sonrisa.
Desvió la vista para que su superior no viera su mirada engreída. Repasó los libros de la biblioteca y se quedó quieto cuando vio nuevas adquisiciones, eran unos libros muy peculiares, que tenían la pasta y las hojas gastadas, además de que los símbolos que los decoraban se parecían mucho a los sigilos que se usaban en la brujería.
───¿Ha pasado algo con los oradores? ───Cuestionó suavemente, disimulando su asombro por el descubrimiento. ───No están afuera de la oficina.
───Los envié frente al altar, sus murmullos son muy fuertes. ───Respondió, restándole importancia, pero para Jungkook esta fue una gran pista.
───También quería preguntar si todo está bien con mi correo. ───Se levantó de la silla. ───Me enteré de que ayer convocaste a los exorcista de rango medio, como sabes, debido a mi denominación tengo que estar presente en todas las reuniones.
Hoseok frunció la frente y ladeó la cabeza desentendido.
───Supuse que estarías ocupado con el caso, así que no te avisé.
Jungkook alargó la sonrisa más falsa de su vida.
───No importa si tengo trabajo, la próxima vez no olvides enviarme la invitación.
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Los días pasaron lentamente, mientras Jungkook se encargaba de ir a la oficina de Hoseok más seguido solo para tomar nota de las peculiares acciones de su líder, además de memorizar los símbolos de sus libros extraños.
───Taehyung, ¿has escuchado de algún demonio que pueda convivir con la conciencia de un humano en el mismo cuerpo luego de una posesión? ───Cuestionó, viendo al demonio fumar en el balcón, a pesar de que había empezado a garuar. Taehyung se quedó en silencio y se giró hacia él.
───Hay muchas opciones, pero eso solo puede hacerlo un marqués, un duque, un maestro o un príncipe.
Jungkook apretó los labios. Esas eran presencias demasiado fuertes.
───Tengo la hipótesis de que el Asesino de Ángeles Caídos se ha metido en temas escabrosos.
Tomó delicadamente un lápiz de grafito grueso y un libro acomodado al lado de su tocadiscos. Dibujó todo lo que su mente podía recordar de los libros que vio en la oficina de Hoseok.
Estaba seguro de que no les enseñaban a usar sigilos en la iglesia ni mucho menos a coleccionar libros de brujería.
───Es brujería. ───Aseguró, Taehyung, acomodándose detrás del exorcista para ver su trabajo.
───Cómo es que nadie más que yo lo ha notado. ───-Se preguntó, escribiendo cada vez más fuerte sobre el papel. ───Los exorcista de rango alto son capaces de distinguir entre energías y aún no han sentido sus cuerpos enervarse cerca de una presencia tan fuerte.
El dibujo estaba casi completo, Jungkook no había podido distinguir la última línea de un sigilo, así que se quedó estático unos segundos, tratando de adivinar lo que seguía. Taehyung extendió la mano y tomó la ajena para trazar la última línea, guiando el trazo.
───Es por tu energía. ───Respondió el demonio, alejándose para contemplar el gráfico completo. ───Un demonio lo suficientemente fuerte puede esconderse bien, pero de ti no puede hacerlo. Tu energía funciona como la de un ángel.
Jungkook también se alejó para contemplar los sigilos completos.
——Pero no lo soy.
——Caído del Cielo. ——Murmuró Taehyung.
───No sé leerlos. ───Suspiró. ───Los sigilos se usan en muchos lugares y para cualquier demonio.
Un síntoma de compartir cuerpo con un demonio era la sensibilidad de los sentidos. Los afectados suelen irritarse ante los ruidos persistentes y la luz directa, los reflejos pueden volverse más lentos o más rápidos dependiendo de lo adaptable que sea el demonio poseedor.
───Debo buscar más pistas. ───Bufó, cruzándose de brazos a un lado de Taehyung.
───¿Cómo sabes que comparten conciencia y no simplemente suplantó al humano? ───Taehyung pensaba que por la esencia grisacea de la energía, era posible que la conciencia ya ni siquiera estuviera en el cuerpo.
───Porque el alma está aferrada a la conciencia de un humano. ───Respondió sin dejar de analizar el dibujo. ───Pude sentir que el alma de Hoseok aún está allí, por lo tanto su conciencia también. Son lo mismo representado de una forma distinta.
Taehyung no había indagado en cómo era el funcionamiento de las almas de los humanos que aún seguían en la tierra, así que este descubrimiento fue novedoso. Se sentó en la mesa, observando al exorcista en silencio. Jungkook lo vio de reojo y apretó los labios ocultando una sonrisa.
───Por eso soy un fiel creyente de la reencarnación. ───Continuó, tomando el lápiz para graficar algo nuevo. ───Todas las energías humanas vienen de una fuente que se agrupa y se convierte en una, pero para encontrarse con otras energías estas deben estar en una misma frecuencia, si no es así, entonces se rechazarán entre ellas. ───Tomó asiento a un lado del pelinegro y deslizó el libro con nuevos trazos que detallaban mejor sus palabras. ───Para llegar a una vibración adecuada, entonces el alma debe regresar a la tierra cuantas veces sean necesarias hasta que el objetivo se cumpla. Sin embargo, el alma no guarda recuerdos, eso lo hace el cuerpo. El alma solo guarda frecuencias.
El demonio pestañeó asintiendo, algo como eso no pasaba con los demonios.
───Y qué pasa con las almas que llegan a la frecuencia deseada, ¿se quedan allí para siempre?
───Mmmh, puede ser. Se quedan allí o viajan de nuevo si son solicitadas. ───Respondió, dibujando un nuevo diagrama. ───Algunas almas son enviadas de vuelta como guías, ellas ya no necesitan alcanzar una frecuencia, solamente vienen a liderar.
Taehyung asintió, comparando a Jungkook con esas almas que estaban en frecuencias altas. Si todo lo que el exorcista dijo era cierto, Taehyung se preguntó cómo es que sabía todas esas cosas. Cuando iba a preguntar, el sonido de un aleteo a lo lejos lo alertó.
El exorcista también pareció notar que algo iba mal porque se levantó de un respingón del asiento, mirando alrededor. Luego, caminó a pasos largos hacia el balcón y se inclinó para ver más allá de los edificios en la oscuridad.
───Creo que son demonios. ───Achicó los ojos intentando ver, había empezado a llover, lo cual le dificultó la visión mucho más. Se sujetó del barandal para poder inclinarse más, pero sus manos resbalaron por la humedad y el peso de su cuerpo no fue a su favor, tirándolo hacia abajo al precipicio.
Su corazón saltó del susto y se sostuvo de lo más cercano, lo cual fue un brazo firme que se opuso entre el precipio del balcón y él.
───Catabolignes. ───Habló en un susurro, arrastrando a Jungkook hacia adentro con facilidad.
El exorcista se dejó guiar y vio al demonio cerrar el balcón y apagar todas las luces. Jungkook se sentó en el sofá, buscando la silueta del demonio en la oscuridad, no supo que estaban cara a cara hasta que escuchó su voz y sintió su aliento rozar su mejilla.
───Si un ghoul es salvaje, un cataboligne es el triple. ───Informó, tomando al humano de los hombros para que se levantara.
───Nunca he escuchado hablar de ellos.
───Porque ningún vivo los ha visto.
Por alguna razón, no titubeó ni tuvo miedo de seguir ciegamente a Taehyung hasta su propia habitación, en donde el demonio se quitó el saco del traje negro que llevaba para ponérselo encima.
───Si por alguna razón llegan a sentir tu presencia, no van a dejarte en paz por un buen tiempo. ───El exorcista intentó distinguirlo a través de la oscuridad. ───Puedo cubrirte con mi olor y mi presencia, pero no deben verte por ningún motivo.
Jungkook pasó saliva, asintiendo. A los pocos segundos, escuchó garras escarbando las ventanas de los pasillos. Podía vizlumbrar la silueta de Taehyung inmóvil, sosteniendo sus hombros, lo único que podía ver claramente era la cruz de su rosario reluciendo en el pecho del demonio. Estiró la mano y la acarició con cuidado, se sentía tan fría que le quemó la piel hasta que su propio tacto la calentó. Apretó la cruz y esperó pacientemente a que los rasguños se detuvieran.
Las protecciones dejaron de templar cuando los rasguños se terminaron. Jungkook respiró hondo, un ligero aroma a ceniza y caoba llenó sus fosas nasales, no sabía que Taehyung perfumaba sus trajes. Sonrió al pensar en el demonio perfumando ropa.
───Puede que los vivos se salven de ellos hoy, pero los muertos no lo harán. ───Escuchó murmurar al demonio.
───Qué hacen ellos exactamente. ───Se separó una vez las manos ajenas dejaron de sujetarlo.
El demonio se movió a través de la oscuridad para encender una lámpara en la esquina de la habitación.
───Deben haber obtenido las almas suficientes para salir. No suelen salir del infierno para ser vistos. ───Divagó, mientras Jungkook se dejaba caer sentado en la orilla de la cama. ───La gran parte de las veces salen a visitar a los muertos para fastidiarlos un poco, pero si se topan con un vivo podrían masacrarlo. Ellos viajan en manada, al menos doce es un número considerable.
Jungkook boqueó, doce demonios salvajes en medio de la ciudad. La iglesia se volvería loca.
───Eso es inconcebible.
Mas ahora lo impensable se había vuelto una posibilidad latente. El teléfono de Jungkook sonó en la habitación siguiente.
——Ellos son tan rápidos como una flecha. ——Taehyung estiró la mano para apagar la luz nuevamente. ——Será mejor que tomemos precauciones esta noche.
Jungkook se levantó y caminó hacia Taehyung, sujetándose de los antebrazos del demonio.
——Deben viajar a una velocidad increíble. Debo revisar las noticias.
Taehyung pareció entender lo que dijo, porque sujetó sus manos y lo guió hasta la sala de estar donde estaba el televisor, luego se movilizó hacia el balcón para asegurar las cortinas y que la luz no se filtrara hacia afuera.
——Mañana tendremos mucho trabajo.
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El siguiente capítulo es full fighting. 💥💥
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