X. La Polilla Y La Luciérnaga
La policía llegó una hora más tarde, Jungkook les dio la información correspondiente y los forenses se pusieron manos a la obra revisando el lugar.
───El hombre en el auto. ───Señaló el oficial. ───Quién es. ───Estaba tomando nota de la escena.
Jungkook miró tras de sí, Taehyung estaba en el auto, cambiando los canales de la radio.
───Mi asistente, lo he contratado de manera privada no es enviado de la policía. ───Aseguró. El oficial alzó una ceja y luego asintió con simpleza, había trabajado en varios casos con Jungkook y el chico solía ser espontáneo a pesar de que la mayoría de veces trabajaba solo.
Ambos se desviaron, el oficial fue a revisar el patio trasero del lugar, en donde estaban los forenses, mientras Jungkook se metía a su auto.
───¿El cuerpo terminó de pulverizarse? ───Cuestionó el demonio.
Jungkook asintió encendiendo su teléfono.
───Sí lo hizo, la policía está tomando fotografías.
Tenía más de diez llamadas perdidas de Namjoon y una de Yoongi. Timbró al teléfono del mayor, debía avisarle que seguía vivo.
───Jungkook, ¿Pasó algo? Llamaste hace una hora.
El mencionado rio por lo bajo.
───No, está todo bajo control. Recibí ayuda. ───Le envió una mirada al demonio recostado en el otro asiento. ───La policía está conmigo.
───El Asesino de Ángeles Caídos convocó una reunión entre exorcistas de rango medio, me llamó para que asistiera también. Quiere reintegrarme.
Jungkook frunció las cejas.
───Por qué yo no estaba enterado.
───¿No te llegó al correo?
───No, solo hay envíos de la policía. ───Empezó a enfurruñarse porque estaba seguro de que no había sido un error, si no que Hoseok lo había hecho a propósito. ───Además, ¿reintegrarte? ¿Lo rechazaste?
Namjoon se quedó en silencio un momento y Jungkook obtuvo su respuesta sin palabras.
───No pude rechazarlo.
Literalmente hace unos meses atrás había ido a solicitarle su ayuda y no le dio más que negativas. Debido a que ahora tenía ese anillo, seguro ya no estaba atrapado en sus miedos, pero aún sabiendo esto se sintió traicionado.
───Te contactaré más tarde. Debo seguir con el caso. ───Se despidió y colgó sin esperar respuesta.
El sonido de la radio llenó su cerebro durante un largo rato. Estaba consciente de que Taehyung lo mirada en silencio, olisqueando el aire como un chacal, sintiendo el remolino de enojo que lo llenaba y a la vez disfrutando o curioseando en él tal vez.
Jungkook volvió a encender su teléfono para revisar si había algún mensaje, mas no hizo nada porque se quedó perplejo al ver la fecha del día.
───Mañana es el cumpleaños de mi papá. ───Jadeó.
Gran parte de su familia paterna ya debía estar en la ciudad u hospedándose en la casa de sus padres y él aún no había aparecido para darles la bienvenida antes del día de la celebración, además Yeji no estaba en casa para distraer a los niños y que no hicieran revuelo cerca de las decoraciones. Se tocó el pecho con preocupación, buscando el rosario, sin embargo al no encontrar rastro recordó que ahora colgaba del cuello de su acompañante.
Miró el cielo fuera de la ventana y se dio cuenta de que ya estaba atardeciendo, debía volver antes de que se oscureciera más o sería complicado manejar. Su trabajo ya estaba hecho, así que con apuro salió de allí.
───Tengo que comprar el regalo para mi papá, luego ropa decente que no parezca de funeral y... ───Miró de reojo a Taehyung. ───Tú vienes conmigo. Afuera el trajecito de abuelo y las gafas de sol, ¿vale?
Taehyung se quitó las gafas y se estiró las comisura de los ojos viéndose en el retrovisor.
───¿Me veo humano?
───Si no te ven directamente supongo que está bien. ───Resopló sin prestarle real atención.
No era su mejor idea llevarlo consigo, pero y si algo sucedía en su casa que no podía controlar. Estando casi a mitad de año ya no sabía qué más esperar. Librarse de Taehyung no era una opción ahora que lo había convertido en su arma, tenía que apoyarse en él.
═════•°✝°•═════
Para el fin de semana, Jungkook ya estaba acicalando frente al espejo con el cabello ondeado recién seco. Sorprendemente su gripe había mejora. La noche anterior compró ropa para él y buscó en su closet algo para Taehyung que lo hiciera ver... natural.
Jungkook usaba una bonita camisa blanca manga larga con diseños delicados en los bordes, además estilizaba su torso y encajaba muy bien con los pantalones negros de cintura alta.
Buscando en su closet, descubrió que a Taehyung le quedaba muy bien el verde, así que le tendió una camisa verde botella y pantalones crema para animar un poco su cara amargada. Luego le hizo un ademan para que se cambiara, mientras Jungkook se ondulaba el cabello con los dedos. Sin embargo, no pudo evitar girar la cabeza cuando el demonio se quitó la camisa por completo. Por unos segundos se quedó pasmado viendo las dos marcas frescas largas que atravesaban su espalda, justo en donde deberían haber alas, pero podía ver que no habían sido arrancadas, anteriormente ya había visto a demonios con las mismas marcas. Allí era donde nacían sus alas, y por la frescura Taehyung probablemente aguantaba bastante bien el dolor del crecimiento.
Giró la cara inocentemente, volviendo a enrollar el cabello entre sus dedos.
Salieron juntos en busca de la casa de los padres de Jungkook. El exorcista se quedó unos segundos parado junto a la puerta para terminar un cigarrillo, al mismo tiempo que Taehyung lo miraba impaciente y de brazos cruzados.
───Entiéndeme, ¿sí? No los veo hace años. Seguro dirán que engordé. ───Resopló antes de tocar el timbre y tirar el resto del cigarrillo en el jardín.
La puerta se abrió unos segundos más tarde. Lo primero que vieron fue el rostro amable del papá de Jungkook. El exorcista lo abrazó y le estampó el regalo en el pecho.
───Es un milagro que hayas llegado tarde. ───Su papá dejó de abrazarlo y miró al hombre que estaba al lado de su hijo.
───Es que vine con un nuevo invitado. ───Sonrió nervioso y señaló a Taehyung. ───Es mi asistente de trabajo, el señor Kim. Vinimos solo un rato. Hoy también es laboral para mí.
───Es un gusto, señor Kim. Siéntase como en su casa. ───Estrechó la mano de Taehyung sonriendo amablemente. El demonio también sonrió ligeramente, Jungkook lo contempló sorprendido, ese sí había sido un milagro.
Al entrar, Jungkook ya podía escuchar a los niños jugando en el jardín. También estaba la conversación en voz muy alta de sus tíos y tías, se sintió nervioso de repente. Le envió una mirada a Taehyung, quien lo empujaba para entrar a la sala.
───¡Jungkook! ───El grito conocido de su tía Hyejin lo hizo volver inmeditamente. Miró a la mujer y le sonrió.
───Tía, pensé que no vendrías este año. ───La abrazó entrando en confianza.
───Jungkook, qué guapo estas. ¿Engordaste? ───La tía JongSeo, se asomó a un lado de Hyejin, tocando sus mejillas.
───Oh, ¿en serio? ───Rio entre dientes.
───Jungkook, quién es el joven apuesto. ───Su madre se asomó por la cocina, siseando en un grito como si nadie más pudiera escucharla. Jungkook se aguantó la vergüenza inundar sus mejillas.
───Es mi asistente de trabajo, el señor Kim.
Pronto todos estuvieron entablando conversaciones con Taehyung, mientras Jungkook terminaba de saludar a sus tías y tíos, quienes escuchaban música en el tocadiscos antiguo. Cuando terminó de hablar con todos, observó a Taehyung parlotear con su familia, se preguntó qué cosas se estaría inventando para no verse fuera de lugar.
De cualquier forma, ese era un demonio inteligente, decidió que podía manejar la situación él solo.
Huyó al jardín a buscar a sus primos. Habían cinco niños adorable jugando a los ninjas, mientras su única prima estaba sentada en medio del jardín en una mesa rosa con una tiara del mismo color. Jungkook caminó por el borde del jardín para no llamar la atención de los niños, pero fue en vano porque un segundo después ya los tenía a todos abrazando sus piernas.
───¡Jungkook! ───Los cinco lo llamaron a la vez, abrazando sus piernas, mientras él luchaba por sujetarse de la pared del jardín.
───¿Les gusta jugar a los ninjas? ───Los niños asintieron.
───¿Vas a jugar con nosotros? ───Soobin hizo boca de pato.
───Tengo una espada que les gana a todas. ───Yeonju levantó una rama rota del pasto.
Jungkook rio bajito y acarició sus cabezas negando. Le envió una mirada a su prima menor, sentada solitaria en medio del patio y suspiró.
───Mmmmh, por qué no mejor... ───Buscó lo que sea que pudiera distraer a los niños... y lo vio, caminando perdido en el pasillo antes de entrar al jardín. ───¡Allí! ¿Ven a ese demonio?
Los niños jadearon y se giraron en la dirección en la que les señaló.
───Un ninja debe combatir hasta a los demonios que acechan en casa. ───Susurró encendiendo la imaginación de los niños.
Los cinco se miraron entre ellos y asintieron antes de salir corriendo hacia Taehyung.
Jungkook contuvo la risa y se encaminó hacia Somi. Ella estaba sirviéndole té invisible a su gato de peluche.
───Hola, princesa. ───Saludó a la niña, sentándose en el suelo al otro lado de la pequeña mesa.
───¿Cómo estás, Jungkook? ¿Quieres té? ───Cuestionó seriamente, dejando una tacita frente a él.
───Claro. Gracias, princesa. ───Jungkook tomó la tacita con dos dedos.
───¿Yeji, vendrá también? ───Cuestionó.
Jungkook sintió pesar ante la mención de su hermana, ella siempre jugaba con Somi en las reuniones. Sería el próximo año.
───No, esta vez no podrá estar aquí.
Somi infló los mofletes, jugando con algo en su regazo.
───Quería que ella también fuera una princesa. ───Le enseñó la corona púrpura con brillitos.
El corazón de Jungkook enterneció al darse cuenta de que era del color favorito de su hermana.
───Pues yo también puedo ser una princesa. ───Tomó la pequeña corona y la puso sobre su cabeza con cuidado de no deshacer las ondas de su cabello. ───¿Cómo me veo? ───Posó, moviendo la cabeza en distintos ángulos para que Somi pudiera verlo. La niña rio.
Sin embargo, la respuesta no llegó porque fue interrumpida por un grito a lo lejos.
───¡Qué hacen con el señor Kim! ───Oh, esa era la voz de su madre. ───Pídanle disculpas ahora mismo. Qué vergüenza. ───Jungkook se asomó para ver a sus cinco primos en fila haciendo cara triste, mientras Taehyung se ponía los zapatos.
Jungkook contuvo una carcajada. ¿Los niños le habían quitado los zapatos? Espero a ver la cara enfadada de Taehyung, pero este se irguió riendo y negando a la vez. El exorcista se giró hacia su prima con el rostro serio, había visto a Taehyung reírse por primera vez y pensó que esa sonrisa podría ser premiada como la mejor sonrisa del país.
───¿Quién es él? ───Cuestionó Somi con los ojos muy abiertos.
───Llámalo, señor Kim. ¿En qué estábamos? ——Levantó la tacita para sorber el té invisible. ——El té está increíble, ¿de qué es?
───De frambuesas y chocolate, Princesa Jungkook.
Jungkook alzó las cejas, simulando sorpresa.
───Me pregunto a quién se le habrá ocurrido decirle a unos niño una cosa tan absurda. ───La voz grave cerca de él hizo que Jungkook saltara.
───Ya sabes cómo es la imaginación de los niños. ───Murmuró.
───Lo niños son tontos. ───Declaró, Somi.
Miró a Taehyung, apretando los labios.
───¿Te golpearon con las ramas?
───Se colgaron de mis pantalones y me quitaron los zapatos y los calcetines.
Jungkook estalló en carcajadas.
───Ya no tengo más tiaras. ───Somi puchereó. ───Tú serás el dragón. ───La niña aplaudió.
El exorcista se limpió las lágrimas de risa para mirar a su prima.
───¿Pero el dragón no es el enemigo?
───Oh no. Los dragones también vienen a las fiestas de té. ───Le extendió una tacita a Taehyung, quien asintió solemnemente, aceptando la taza. Jungkook sonrió mirando al demonio.
───Mmh, claro, debí saberlo. ───Levantó su taza para sorber el té y Taehyung lo copió. ───¿No habrán más invitados, Princesa Somi?
───No, Princesa Jungkook. ───El nombrado apretó los labios. Con Taehyung presente ya no era divertido ser llamado princesa. ───Los plebeyos no pueden sentarse con la realeza. ───Señaló a sus primos, quienes habían vuelto a jugar entre ellos sin delicadeza.
Unos segundos después apareció su madre, caminando con una bandeja entre las manos. Se agachó y dejó dos muffins de vainilla en la mesa.
───Compartan, niños. ───Se despidió, caminando apresuradamente hacia la cocina.
En un abrir y cerrar de ojos, Somi acaparó la bandeja, sujetando un muffin entre sus pequeñas manos.
───¿No le invitarás un muffin a la princesa? ───Jungkook puchereo.
La niña negó llenándose los cachetes.
───¿A mí tampoco? ───Taehyung puchereó. La niña negó fuertemente, riendo. ───Pero me muero de hambre.
───¿Tienes mucha hambre?
Taehyung asintió, pestañeando tristemente. Pero la niña siguió comiendo y balanceando los pies como si nada mientras se reía de él. El demonio achicó los ojos, los niños de ahora nacían cada vez más corrompido.
───Si no me das, me comeré al gato. ───Amenazó, levantando al peluche del pasto.
Jungkook sopló una risa y se levantó dejándolos en su pequeña discusión. Quería aprovechar para hablar con su madre aunque sea un segundo, haber si estaba de buen humor.
Caminó fuera del patio, viendo de reojo a Taehyung pelearse con Somi por el gato de peluche. No sabía que un demonio podía ser tan bueno con los niños, en su distracción de verlos jugar, no se dio cuenta de que su tía se acercaba sigilosamente para tomarlo del brazo.
Se dio cuenta de su circunstancia cuando ya lo habían arrastrado al medio de la sala con el tocadisco a todo volumen. Habían puesto una pieza alegre y muy a lo jazz de Luisiana.
───Oh no, no puedo bailar. ───Jungkook sacudió la cabeza cuando su tía tiró de él para moverse hacia sus primos mayores.
───Por qué no, cuando eras pequeño siempre estabas por allí saltando cuando escuchabas música. Linda corona. ——Su primo le removió el cabello, quitándole la coronita. Jungkook sopló un mechón y le picó el pecho al contrario alejándolo.
───Gracias por recordármelo, Sunoo. ───Pronunció la última sílaba entre dientes, dejándole saber lo que le pasaría después. Lo abrazó por el cuello y le frotó tanto el cabello que quedó como un pollito desplumado.
Al otro lado de la sala, escuchó el plop de una botella de champán siendo abierta. ¿Champán antes de la cena? Debían estar de muy buen humor todos.
Fue tirado nuevamente por una de sus tías, quien lo obligó a bailar tomando sus manos. Jungkook negó divertido, pero le siguió la corriente riendo por los movimientos del resto que no eran coordinados ni mucho menos armonisaban con la música.
A los segundos, vio a sus tías tirando de Taehyung hacia el comedor, quien no se resistió, siendo seguido por los niños y Somi por detrás. Rio en voz alta cuando su prima Sonee intentó bailar con el demonio, pero este se movía como un tronco.
Sus tíos se acercaron a repartir el champán y Jungkook aprovechó para moverse hacia Taehyung. Tomó una copa y se la extendió al pelinegro.
───¿Bebes? ───El demomio bufó y bebió un poco del champán frunciendo el ceño.
───He probado mejores.
Jungkook rodó los ojos, sin poder dejar de sonreír por alguna razón.
───¿Me invitas? ───Una vocecita chillona en medio de ambos los hizo mirar hacia abajo. Somi levantaba una mano hacia ellos.
───No. ───Taehyung frunció las cejas y puso más cerca de su pecho la copa.
Somi puchereó caminando hacia los tíos que estaban repartiendo las copas.
───Eres mejor con los niños de lo que esperaba. ───Confesó.
───Es porque ellos aún son divertidos. ───Iba a levantar la copa para beber de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo, cinco niños pasaron como una manada salvaje atrás de él y lo hicieron balancear la copa.
Jungkook sujetó el hombro de Taehyung para que no se apretujara contra él, sin embargo, no se fijó en la copa que se inclinaba hacia su camisa blanca hasta que esta quedó chorreada de champán.
───La compre ayer. ───Bufó, viéndose a sí mismo.
Taehyung se separó para analizar el grado del desastre, mas no completó su tarea porque se distrajo en la forma en la que el líquido hizo que la camisa se transparentara, sobretodo en el lado izquierdo del pecho del exorcista, donde podía ver perfectamente las líneas de su abdomen y el botón de su pecho saltando a la vista. Observó el panorama completo de la situación, teniendo un enfoque claro solo de Jungkook y como se veía más vivo que muerto, contrastando todas las imágenes anteriores que tenía de él.
Cómo era posible que mientras más energía extraía de él, más vivo se veía el exorcista. El sabor de un sentimiento que no era hambre, si no mas bien deseo llenó su boca. Una vez más se sintió como una polilla persiguiendo el resplandor.
───Iré a la cocina a limpiarme. ───Avisó, Jungkook, luego de haber intentado limpiar su camisa con una servilleta.
Pasó a un lado de Taehyung sin fijarse en la forma en la que este olfateó el aire cerca de él ni en como estiró los dedos para rozar su camisa.
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En la cocina pudo ver inmediatamente a su madre y a su tía Hyejin vigilando el horno, a penas lo vieron ingresar ambas se fijaron en él.
───Oh, cariño, qué pasó con tu camisa. ───Su tía se acercó a examinar la ropa. Tomó un trapo de cocina e intentó secar el licor.
───Un pequeño accidente, solo voy a lavarla para que se le quite lo pegajoso del champán. ───Se acercó al lavabo, viendo de reojo a su madre bajarle el fuego al horno. ───Madre, ¿puedo hablar contigo un minuto?
Su tía captó que era una conversación privada entre madre e hijo y decidió salir de la cocina sigilosamente. Jungkook terminó de limpiar su camisa rápidamente y se giró hacia la mujer, quien parecía estar lista para tener una charla con él.
───¿Yeji está bien? No sé cuál es el nuevo horario de visitas. ───Cuestionó suavemente. Su madre se quitó el delantal, lo dejó a un lado y se cruzó de brazos frente a Jungkook.
───Pregunta por ti todos los días. ───Reveló, desviando la mirada hacia la puerta. ───Puede visitarla solo una persona a la vez todos los días en la mañana, en la tarde o en la noche.
Jungkook asintió silenciosamente.
───Me gustaría comunicarme más seguido con ella.
Jiyeol lo observó ladeando la cabeza y frunciendo las cejas a la vez.
───Ve a visitarla entonces.
───Mamá, sabes a lo que me refiero. ───Suspiró. ───Quiero poder comunicarme con ella cuando quiera y que ella pueda hacerlo también.
───Jungkook, ya hablamos de eso. Ella aún es muy joven——
───Tiene 16, mamá. ───Contraatacó, el tono quizá se le fue un poco de las manos ───Es una edad considerable.
La mujer negó.
───¿No confías en tu hija?
───No, Jungkook. No lo hago. ───Entornó los ojos. ───Después de lo que pasó...
Jungkook pensó que ya había olvidado el tema del demonio, que oh coincidencia, estaba en su casa.
Cuando iba a responder, la puerta de la cocina se abrió, dejando entrar todo el ruido y también a su padre, quien los miró a ambos alzando una ceja.
───¿Pasa algo?
Su madre y él se miraron mutuamente y luego sonrieron negando. Sungwoo pasó sus ojos de un lado a otro antes de asentir y salir de la cocina, dejando la puerta abierta por precaución.
───Mamá, ¿y si tiene una emergencia? ───Retomó la conversación, acercándose más para que su madre pudiera oírlo. ───Qué pasa si se siente mal y no hay nadie cerca.
───Tiene un botón para llamar a la enfermera justo al lado de su cama.
───Un apagón. ───Respondió fugaz. ───Pongámonos en todos los casos.
Su madre rodó los ojos como si estuviera diciendo tonterías. Jungkook estaba a punto de darse por vencido cuando ella tomó esa actitud, desvío la vista hacia la sala en donde todos bailaban sin coordinación, observó a Somi bailar con Yeonjun, y a Taehyung dándole vueltas a Soobin, mientras este se reía a carcajadas.
───Por qué incomunicarla. ───Dijo ───Yeji podría hablar con su familia cuando quisiera, incluso ahora podría estar hablando con papá.
Su último haz, su última carta. No recibió respuesta, así que caminó arrastrando los pies hacia la puerta, hasta que...
───Le daré tu teléfono antiguo. ───A duras penas escuchó la voz de su madre por encima de la música. ───Tendrá que conformarse.
Jungkook se giró esperanzado y asintió, sonriéndole a su madre, quien suspiró encogiéndose de hombros.
═════•°✝°•═════
Mientras Namjoon la malogra, Taehyung la arregla 🥳🥳🥳
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