Tosiendo y estornudando empacó lo necesario para un viaje en auto de 4 horas. Primero se tomó una pastilla, solo una, tampoco quería que la policía lo parara por conducir drogado.

Luego, revisó su correo, al parecer la policía ya había puesto bajo arresto a dos adolescentes, uno de 23 y el otro de 22 que fueron reportados como sospechosos. Los investigadores le enviaron fotos de los lugares donde los jóvenes se reunían, no había rastro de otro cadáver, pero uno de los vecinos que los reportó dijo que los había visto regresar muy tarde por la noche el mes pasado y que siempre llegaban a altas horas de la noche entre semana. Hoseok debía estar muy feliz con las declaraciones.

Cuando sintió que podía respirar con normalidad y se tomó al menos tres tazas de té caliente, tomó las llaves del auto y se tumbó en el sofá. Esperaría a Taehyung un poco más.

Analizando su desempeño de los últimos meses, se dio cuenta de que los demonios fuertes aparecían con más frecuencia. Él no tenía apoyo, tampoco se rebajaría a pedir un equipo o la iglesia empezaría a dudar de su desempeño. Su única salida, era Taehyung y su desencadenado deseo por su energía. Debía jugar bien sus cartas mientras aún podía.

Así fue como intentando leer un libro sobre lugares turísticos, se quedó dormido sobre el sofá. Sin embargo, no duró mucho. Sintió las protecciones de su departamento temblar y supo que Taehyung estaba de vuelta.

Abrió los ojos lentamente y encontró al demonio vagando cerca de su valija en la entrada.

───Iré al templo de Paymond. ───Le avisó, levantándose del sillón.

Taehyung no se vio sorprendido, se acercó a él y dijo:

───El templo de Paymond es un buen escondite para un ghoul, bien pensado.

Jungkook asintió, viendo al pelinegro caminar hacia el balcón. Apretó los labios. Pedirle que lo acompañara seguro contaba como un favor.

Acarició el rosario en su cuello y lo desenganchó. Este rosario había sido su arma durante la gran parte de sus años como exorcista, pero ahora tendría una nueva arma.

───Taehyung. ───Llamó al demonio que se apoyaba en el barandal para ver el ocaso, este se giró, analizando curiosamente el rosario en su mano. Jungkook se fijó en sus ojos exóticos cargados de grumosa oscuridad, podía ver su reflejo perfectamente. Cuando le diera el rosario no habría vuelta atrás, Taehyung no entendería la importancia de recibir este objeto de su parte, pero de todas formas iba a recibirlo. El exorcista extendió el rosario en su palma. ───Te otorgo este rosario. ───Empezó. Taehyung pestañeó confundido, pero aún así estiró los dedos para ponerlos sobre la palma, desconfiadamente. ───Este objeto lleva consigo una mínima parte de mi energía y si lo aceptas llevará una mínima parte de la tuya. ───Puso el rosario sobre la mano de Taehyung y lo obligó a cerrarla. ───A partir de ahora te has convertido en su dueño. ───Dejó caer las manos a los lados de su cuerpo, sintiendo el metal deslizarse de su tacto. ───El uso que le darás solo tú lo decides.

Qué uso podría darle un demonio, realmente no quería pensarlo. Pero cuando pensaba en Taehyung, no veía una bestia tonta y salvaje, Taehyung era un demonio inteligente y tal vez no usaría el rosario para ocasiones que no lo ameritaban.

───¿Qué es esto? ───Taehyung rascó la cruz carmesí que colgaba del rosario. ───Pesa más que antes.

--Pesa más porque ya ha tomado una pequeña parte de ti. Piénsalo como una caja fuerte, cuando te falte fuerza, él te la devolverá. ───Explicó, caminando de regreso a la entrada de la puerta.

Taehyung desenrolló el rosario de su mano y lo puso alrededor de su cuello. Luego captó el movimiento de Jungkook y resopló al verlo girar hacia él con la mirada suplicante.

───No quiero ir solo en este viaje. ───Lo miró intensamente. Jungkook no podía humillarse más que eso, le había dado su rosario también.

El demonio sonrió.

───Iré entonces.

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En Londres habían pocos lugares campestres cerca de la ciudad, Jungkook solo conocía una ruta y la aplicación del móvil afortunadamente lo envió por ella, no se sintió desamparado así que confío en que llegaría antes del anochecer.

Hubiera preferido llevar consigo a alguien más, a alguien más humano específicamente. Le pidió a Taehyung que adoptara una sola forma para no tener problemas en el trayecto por la carretera si es que una patrulla los paraba. De hecho, era muy común que hicieran operativos en invierno, ya que los choques se hacían más frecuentes.

Al inicio no pensó demasiado, solo tenía que llegar al templo y revisar si había un demonio devorador de órganos dando vueltas. Sin embargo, pronto recordó que el ghoul no tenía afinidad con Taehyung y que a penas lo viera se esfumaría.

───Tendrás que quedarte a una distancia prudente. ───Encendió la radio, viendo por el retrovisor al demonio que parecía una roca inmóvil a su lado.

───No moveré un solo dedo.

Jungkook se mordió el interior de la mejilla. En realidad, no quería decir que no interviniera, más bien necesitaba su intervención si no podía controlar el suceso, pero cómo decirle esto a un demonio que lo miraba condescendiente.

───Solo he oído de un hombre que pudo matar a un ghoul. ───El comentario llamó la atención de Taehyung al instante, sabiendo que un humano jamás podría enfrentarse directamente con un ser sobrenatural tan salvaje como un ghoul. ───El Orbe Divino.

La confusión deformando la cara de Taehyung lo dijo todo, Jungkook apretó los labios tratando de no reír.

───Felix Lee era su nombre, la OEM decidió nominarlo cuando era muy joven, solo un poco mayor que yo ahora. ───Calló un momento, pensando que el demonio había perdido el interés en la conversación como era usual cuando se quedaba en silencio, pero cuando buscó su mirada, Taehyung aún seguía allí expectante. ───"El Orbe Divino", sus ojos eran como dos piedras de oro, su energía podía verse directamente en el brillo. "Los orbes benditos", oraron en la iglesia.

Taehyung también podía ver la energía de Jungkook brillando en sus ojos, como dos faros cada vez más intensos cuando el exorcista tenía que enfrentar situaciones que hacían a su mente agitarse. Podía entender el por qué de su denominación.

───Como es propio de ser denominado, las sombras empiezan a acechar con más insistencia. ───En algún punto de su narración, había perdido la mirada en la carretera, recordando y pensando en sí mismo también. ───Un príncipe de las tinieblas encontró su alma por mera coincidencia, quizá solo estaba de paso en este plano, pero el Orbe Divino se enfrentó a él y lo derrotó. ───Enfatizó la última parte, en el fondo se sentía orgulloso de que un exorcista fue capaz de hacerse cargo de una entidad tan elevada. Taehyung frunció las cejas, tal vez no le creyó. ───Desde entonces no había escuchado que alguien más pudiera hacer tal cosa, no hasta que denominaron al Asesino de Ángeles Caídos.

Como si hubiera cometido un pecado al nombrarlo se quedó callado.

───No te agrada, ¿cierto? ───Taehyung esperó interesado.

Jungkook lo miró un segundo y luego volvió a la carretera apretando la mandíbula.

───No lo sé, hay algo raro aquí. Cuando entró a la oficina ese día, fue como si me noqueara su energía. Yo recuerdo que no me sentía tan mal al salir de la morgue. ───Pensó en voz alta. Taehyung ladeó la cabeza, él había visto la energía grisacea de ese hombre, estaba mezclada. ───Dicen que asesinó a duques y marqueses con ritos antiguos que aprendió en Italia. Información que solo él tiene y que no será compartida a la iglesia porque es el único que tiene el poder suficiente de manejarla, ¿no crees que es una tontería? ───Bufó apretando el timón.

───¿Celoso? ───Las facciones pronunciadas de Taehyung se volvieron burlescas al ver a Jungkook empezar a ponerse rojo de la rabia.

───Tengo que averigüar de qué se trata todo esto. Mi denominación no vale si estoy en la misma línea que ese bastardo. ───Gruñó. ───No estamos al mismo nivel.

El demonio sintió que se arremolinaba en su interior el apetito por la bruma que se formaba en el pecho de Jungkook, por como su piel se calentaba por el enojo y su energía encendiéndose cada vez más debido al trabajo de su mente. Taehyung se dio cuenta de que no estaba en una buena posición en ese auto, estando tan cerca de Jungkook y a la vez en su forma humana a cuatro ruedas en una autopista. Se removió estirando la maldita cosa que lo mantenía sujeto al asiento, quizá si no miraba al exorcista entonces no sentiría la necesidad de alimentarse de él.

───Y quiero tu ayuda para esto. ───Soltó al final.

Taehyung abrió más la ventana para que el viento lo golpeara en la cara, buscando distracción.

───¿Ayuda?

Jungkook lo vio por debajo de sus pestañas, el demonio evitaba mirarlo, una situación totalmente opuesta a la de hace un rato y sabía a qué se debía. Era su oportunidad.

En cuanto los autos subieron la velocidad y Jungkook desaceleró, se estacionó a un lado de la carretera habilidosamente.

───Tú me necesitas tanto como yo te necesito ahora. ───Aseguró quieto en su asiento. Taehyung se tocó el cabello revuelto por el viendo y frunció las cejas, ¿necesidad? Un demonio jamás necesitaría de un mortal. ───Una vez empiezaz a tomar de mi energía ya no puedes parar hasta que la acabas, y como sabes bien, mi energía es como un manantial sin fin. ───Sonrió de medio lado al ver la expresión del demonio deformarse, porque efectivamente Jungkook tenía razón.

Entonces, el demonio se preguntó si había caído en la trampa de un humano sin darse cuenta.

───Astuto. ───Escupió. ───Qué es lo quieres.

───Quiero que me salves. ───Respondió firmemente antes de que Taehyung achicara los ojos burlón.

───Irónicamente vengo a hacer exactamente lo contrario, pero puedo devolver el rosario. ───Balanceó la cadena en su cuello.

───No lo necesito. ───Negó de mala gana. ───Necesito que me ayudes a sobrevivir hasta el final de la luna roja, cuando tengas que recoger mi alma. A cambio, puedes tomar todo lo que quieras de mi energía cuando quieras.

Taehyung lo examinó con sus cuencas oscuras inquietas y en busca de la trampa. El demonio necesitaba volverse fuerte y tomando de la energía de Jungkook podría lograr su objetivo en tiempo récord, ese había sido el plan desde el principio y ahora lo tenía en bandeja de plata.

───Solo tienes que echarme una mano cuando te lo pida. ───El exorcista se acercó y tomó la cruz que colgaba del rosario, sus ojos encendiéndose y Taehyung tuvo que desviar la mirada para no ser atraído como una polilla hacia la luz.

───Supongo que es un buen trato. ───Exhaló y Jungkook finalmente lo soltó con una sonrisa.

───Es oficial, no puedes desligar el trato a menos de que sea absolutamente necesario. ───Advirtió.

Taehyung resopló incómodo con el ambiente, detestando no poder huir rápidamente del atractivo destello.

El exorcista bufó divertido y desabrochó el cuello de su chaqueta. El acto fue visto por Taehyung, quien estaba buscando el aire acondicionado en el tablero.

───Respira cerca antes de que te descontroles. ───Le animó haciendo un ademan.

Como buen orgulloso demonio, Taehyung quizo ignorar su comentario tratando de verse normal y conforme con la situación, sin embargo, a los segundos de que el aire acondicionado se encendiera, Jungkook tomó su mano y la puso a un lado de su cuello donde el pulso palpitaba sereno. Taehyung había resistido sus instintos por años y había aguantado sin beber de una energía cuando sentía la tentación, pero una vez el pulso de Jungkook llenó sus manos, olvidó completamente el autocontrol y apretó la piel pálida del cuello humano.

Jungkook vio las pupilas ajenas volverse más grandes y desvió la mirada sujetando el agarre en su cuello. Los ojos de Taehyung eran como ver el vacío.

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Unas horas más tarde llegaron al templo, Jungkook se abrochó la chaqueta, cubriendo los rasguños a los lados de su cuello. Taehyung se quedó dentro del auto, esperando obediente a que el exorcista terminara de sacar todas las cosas necesarias.

Jungkook trajo consigo un corazón de res, esto no podía reemplazar el de un humano, pero llamaría la atención del ghoul si estaba allí. También llevó el conjuro que recitó en la morgue, así lo haría regresar de donde había venido.

───¿No pensarás que ponerte a rezar hará algo contra él, verdad? ───Taehyung sacó la cabeza por la ventana cuando vio a Jungkook cargan con su biblia en el antebrazo.

───Lo contendré con mi energía y luego usaré el conjuro para enviarlo de vuelta. ───La expresión de Taehyung se arrugó, inconforme. Jungkook rodó los ojos ───Qué esperas que haga.

───Decapítalo.

───Ahora mismo es imposible físicamente para mí pelear cuerpo a cuerpo con un ghoul. ───Se señaló a sí mismo negando rotundamente. ───Incluso usando mi energía sería una hazaña salir vivo.

───Hacerlo regresar será aún más difícil. ───Taehyung se encogió de hombros, tumbándose en el asiento.

Jungkook se mordió el labio inferior, pensando en lo dicho por el demonio. Caminó con cuidado dentro del templo y observó el lugubre lugar.

Antes de todo, tenía que saber si el ghoul estaba allí dentro en algún rincón. Tomó la linterna de su bolsillo y examinó alrededor, parecía una casita pequeña con unas cuantas habitación y el gran salón en donde estaba parado. Podía ver un altar con una estatuilla de un demonio, las velas ya estaban secas y parecía que nadie las había encendido en un largo tiempo. Dejó su valija a un lado y sacó el corazón de su contenedor, no lo había lavado para nada así que lo dejó en el suelo frente al altar para no tener que tocarlo, también dejó la linterna a un lado visible.

Y esperó paciente.

Cuando había contado hasta treinta y lo único que escuchó fue el canto de los pajaritos afuera, se movió hacia adelante para meter el corazón en el contenedor. Entonces escuchó un rasguño.

Jungkook se quedó quieto, con la tranquilidad que lo caracterizaba se giró en dirección al ruido. Hubieron más y más rasguños después, Jungkook finalmente pudo sentir que el ambiente se congelaba, este era el momento de usar su energía debido a que no podía hallar al ghoul con su visión.

───Te he seguido para regresarte al infierno con el resto de los tuyos. ───Anunció, escudándose en su energía.

Gruñidos y rasguños, era todo lo que podía escuchar. El lugar se congelaba, Jungkook tomó la libreta en donde anotó el conjuro sin dejar de estar alerta y comenzó a resitarlo en voz alta, con una mano ajustando la navaja que había tomado de su valija.

───Un ángel caminando como un mortal. ───Escuchó el murmuro muy cerca de él, lo que lo hizo sobresaltarse y hacer que su energía también lo hiciera, al parecer eso también asustó al ghoul porque se estrelló contra él con fuerza para detener el avance de su destello.

───Muéstrate. ───Exigió el exorcista. El conjuro había caído de sus manos cuando tuvo que resistir el golpe, por suerte no hubieron daños gracias a sus reflejos.

El ghoul sabía que era más poderoso en su forma incorporea, pero Jungkook tenía una manera de buscarlo ahora que su energía estaba repuesta. Una ola de energía, suficiente para dañarlo y hacerlo salir. Eso hizo, arremolinó su energía y la extendió hasta que cubrió todo el salón.

El ruido de un gruñido y las garras en el techo lo recibieron cuando volvió a escudarse. Podía verlo y definitivamente le había dolido la descarga. El ghoul bajó del techo y se alzó frente a él, era como una pared enorme y huesuda, superaba la altura de Jungkook al menos en dos cabezas.

───Si mato a un ángel, Paymond estará muy feliz. ───Rio la criatura, antes de abalanzarse sobre Jungkook.

Era rápido, tan rápido que Jungkook solo tuvo tiempo de esquivarlo y correr de un lado a otro hasta llegar a una puerta, la abrió la rápidamente y aprovechó para respirar. Quizá sí necesitaría ayuda, palmeó su bolsillo para encontrar su teléfono y llamó a Namjoon. La puerta empezó a ser golpeada insistentemente, las garras rompiendo la madera, Jungkook usó su energía para ayudar en el bloqueo mientras buscaba en la oscuridad algo que le sirviera.

Namjoon no contestaba, lo llamó dos veces más pero no hubo respuesta, luego buscó a Yoongi, la respuesta fue nula. Jungkook exhaló guardando su teléfono agresivamente en su bolsillo. Entonces, cuando pensó que la puerta iba a caérsele encima, el ghoul dejó de empujar.

El exorcista sujetó la perilla, la cual prácticamente estaba inusable. La hoja con el conjuro estaba afuera tendida en el piso, Jungkook pensó que si corría hacia él, el ghoul le saltaría encima y lo haría añicos en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, no tuvo escapatoria, confió en que su energía era lo suficientemente fuerte para resistir al ghoul, así que salió corriendo como nunca y se agachó en el suelo para tomar el conjuro. A los segundos escuchó el gruñido del ghoul y exhaló.

───Taehyung. ───Lo llamó en un susurro que solo el nombrado podría escuchar.

Justo frente a él se arremolinó una sombra que a penas pudo ver por la luz de la linterna en el altar. Taehyung lo cubrió del ghoul, usó sus garras para inscrutarlas en el estómago huesudo de la criatura. Jungkook aprovechó ese momento para recitar el conjuro y dibujar el símbolo en el suelo con la navaja, pero era demasiado tedioso y el corazón le palpitaba en el oído al pensar en que Taehyung quizá no podría con el demonio salvaje él solo. Iría por el plan B.

Apretó la navaja y pasó su dedo por encima para asegurarse de que estuviera filuda como un bisturí. Esta sería su gran hazaña.

Observó los movimientos de Taehyung, no estaba en su forma demoníaca y peleaba cuerpo a cuerpo con el ghoul. La criatura había acumulado toda su voluntad para arremeter contra el demonio del que había estado huyendo, solo para conseguir el alma de Jungkook.

El exorcista esperó un momento más, usando su energía para bañar la navaja en ella. Taehyung dio un golpe en la cabeza del ghoul y logró hacer que se sometiera, entonces Jungkook se aproximó a la nuca del demonio y clavó el filo de la navaja con toda la fuerza de su cuerpo y su alma.

Y el ambiente se descongeló. Jungkook se levantó rápidamente y tomó el conjuro tirado en el suelo para leerlo completo y así evitar que el ghoul por alguna razón volviera a regenerarse. Solo le faltaban un par de palabras cuando sintió las manos de Taehyung rodear sus muñecas, sus pulsaciones estaban tan fuertes que incluso podía sentirlas en sus sienes.

El demonio estaba tras él, podía sentir su cuerpo frío. Lo dejó tomar un poco más de su energía. Ni un alma se levantó para ayudarlo, no hubo respuesta ni de sus más cercano, nadie más que Taehyung fue a buscarlo. Este era el mínimo pago.

───En las tierras que los mortales pueden pisar, no osen tomar ni amedrentarse de ellas. Enviado sea a la entrada que custodian los crueles a los infatuos que habeís pecado de arteros y avezados. ───Finalizó

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Que fuerte que sí le dio el rosario 👀. Vrd, este es el final del primer arco 👏👏👏