Mis queridos lectores, estamos casi en el final pero no os preocupeís que subiré todos los capítulos hoy hasta terminar la historia aquí os dejo uno antes de cenar para ir preparandoos, espero que os guste el capítulo^^

NICOLE

Sebastián y yo nos quedamos mirándonos en silencio como si de un fantasma se tratara. Él estaba tan conmocionado como lo estaba yo así que ambos estábamos en igualdad de condiciones.

Lentamente, él comenzó a acercarse a mí como si tuviera miedo de haber perdido la cabeza o pensara que yo era fruto de su imaginación, pero al estar cerca de mí comprobó que yo era tan real como parecía.

Entonces inesperadamente me abrazó con fuerza a pesar del aspecto esquelético que parecía tener. Su fuerza era desmesurada y se notaba que intentaba medirse para no hacerme daño. No entendía ese despliegue de cariño ya que él fue mi médico durante un período corto de tiempo así que esa reacción era bastante extraña. Por no hablar de entrar a la mansión de aquella forma tan extraña y con apenas ropa en el cuerpo.

Tras un abrazo demasiado largo para mi gusto, susurró emocionado:

-Dios...estás viva...

No entendía nada, ¿Acaso él me buscó?¿Pero por qué razón?

Al ver que no reaccionaba, él se alejó de mí con una débil sonrisa. pasó una mano por su cabello negro y comenzó a hablar:

-Creo que debo de contarte unas cuantas cosas, a fin de cuentas han pasado cuatro años desde que desapareciste y te debes de preguntar las razones por las que sé que desapareciste y el motivo por el que me alegro de verte.

Asentí en silencio sin quitarle la vista de encima. Torpemente, se sentó en la silla de la cocina y me miró serio:

-Digamos que tu hermana, cuando se enteró que te curaste y te escapaste del hospital de tu ciudad, ella comenzó a buscarte y dio con un panfleto que le dio una pista de dónde podrías estar. Preguntó por ti en cada rincón de la ciudad hasta que llegó al hospital donde yo trabajaba y le dije que fuiste mi paciente meses atrás. Entonces fue cuando decidí ayudarla a buscarla ofreciéndole mi casa para que pudiera quedarse el tiempo que le hiciese falta.

Sebastián paró para beber un poco de agua y darme tiempo para asimilar lentamente la información. Por lo que deduje, cuando ella me buscaba era cuando acababa de convertirme en vampira y Nicolae me impedía salir de la mansión para evitar que atacase a los humanos hasta acostumbrarme a la presencia de ellos.

Tras un respiro, Sebastián continuó:

-Tras un tiempo en casa, poco a poco fuimos cogiéndonos cariño y fuimos forjando una relación más estrecha. Cuando por fin supimos que estabas con los Bartholy y fuimos a buscarte, nos enteramos que habían venido a buscarte para llevarte lejos, en concreto al Exilio. Le prometí a tu hermana que haría cualquier cosa para encontrarte y así lo hice durante estos cuatro años pero, como cada pocos meses, tenía que ir a mi manada para ayudar a los partos de las hembras de mi especie ya que los embarazos son complejos y más bien cortos. Dejé a tu hermana sola con todo el dolor de mi corazón como cada vez que me iba y entonces, al llegar a mi manada, sentí que algo no iba bien. El ambiente era extraño como si algo fuera a pasar...

-¿Y pasó realmente algo?-Le pregunté intrigada.

-Efectivamente. Hubo una redada a mano de un grupo enorme de vampiros y se llevaron a todas las mujeres embarazadas que había. Además, la mayoría de nosotros acabamos o muertos o encerrados en algún lugar pero los que escaparon prometieron sascarnos de aquel lugar pronto. Donde nos encerraron fue en una de las plantas inferiores del Exilio, dónde realizan los experimentos con humanos.

-Espera, ¿Qué experimentos?

Sebastián se puso más serio y bajó el tono de su voz; parecía realmente triste:

-Ahí abajo a todos los que fuimos encerrados, nos sometieron a torturas y vejaciones por manos de aquellos vampiros. Lo que pudimos comprobar al estar ahí abajo es que varias humanas estaban sometidas a ciertos experimentos que en un principio no entendíamos que finalidad tienen pero un buen día, uno de los vampiros que entendía bastante de medicina, habló con Víktor y pude escuchar lo que decían. Aquellas humanas se usaban para extraerles todos los óvulos y congelarlos para usarse para implantarlos de alguna forma en las hembras vampiro o aquellas que no pudieran engendrar. De esa forma, los vampiros podían tener hijos.

-Pero eso haría que las mujeres fueran fértiles, no los hombres...

-Entre otras cosas para eso nos querían a nosotros. A algunos de nosotros nos extraían esperma mediante técnicas realmente asquerosas. Tomaban algunas mujeres para provocar que algunos de nosotros eyaculáramos al hipnotizarnos y otros se usaban para extraernos el veneno de nuestros colmillos.

-Espera, ¿Y eso por qué?

-Porque nuestro veneno puede usarse para matar a vampiros así que, si capturan a todos los lobos de la zona y los castran además de dejarlos sin veneno, seríamos totalmente inofensivos y no podríamos engendrar más vida.

-Pero eso...eso...eso es una locura. Yo estuve en el Exilio y no tenía ni idea, pude escaparme por los pelos y recorrí varias de esas plantas pero en ningún momento escuché nada parecido-Dije con preocupación.

-Eso es porque es una operación secreta que no todos lo saben. Por esa razón, está en la planta más profunda del edificio y casi nadie puede acceder a ella, solo algunos que poseen unas tarjetas magnéticas con el logo de la empresa médica afiliada con ellos. Esa empresa estaba situada en medio del desierto donde se encuentra el Exilio y es de ahí de donde Víktor sacaba todas las máquinas e instrumental de laboratorio.

-¿Y cómo pudiste escapar?

-Eso es lo más increíble-Dijo de forma enigmática.

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