CAPÍTULO 49: BUSCANDO LA BASE ENEMIGA
CATHERINE
Tras aquel encuentro candente con Drogo que me hizo acelerar el pulso, cerré rápidamente la puerta temiendo que sus amenazas se hicieran reales. Tenía poco tiempo para recogerlo todo antes de irnos, pero lo bueno es que había venido ligera de equipaje.
Contaba con diez minutos antes de que él tocara mi puerta de nuevo así que me concedí unos minutos para respirar hondo para prepararme lo que nos encontraríamos allí. Recordaba el viaje a la India que hice en soledad cuando terminé mis estudios para poder estar sola durante un tiempo. El tema de la enfermedad de mi madre me había estresado mucho y mi vida se reducía a ver como se encontraba en cada momento y en socorrerla cuando su cuerpo no le correspondía.
Fue antes de que ella se enterase del mito del lago de los lobos de Mistery Spell, terminando de obsesionarse de tal forma que no paraba de hablar de otra cosa. Cuando ella se enteró de la enfermedad, estuvo un tiempo ocultándoselo a mi padre con el miedo de que él no aceptase estar con una moribunda. Y aquel día que le confesó todo, él se encerró en su despacho y a la mañana siguiente desapareció.
Fue el momento más oscuro de nuestros días; yo acababa de sacarme los estudios meses atrás pero mi hermana era aún una adolescente. Mi madre se quedó a cargo de ambas con el peso no solo de su enfermedad sino de la enorme soledad en la que se sumió tras la marcha de nuestro padre.
A las pocas semanas, ella decidió hacer la maleta para marcharse a probar suerte en aquellas aguas mágicas de las que tanto hablaban las revistas locales de Mistery Spell. Nosotros al pertenecer a una ciudad cercana, aquellos periódicos y revistas llegaban hasta nosotros, los cuales mi madre recopilaba cada artículo que encontraba al respecto.
Cuando ella se marchó, mi hermana poco a poco empezó a enfermarse cada cierto tiempo, pero luego se recuperaba. Su salud era intermitente y los médicos no nos daban una respuesta ante la rareza de su condición.
Pero mi madre, tras marcharse de casa, no habló con nosotras en todo el tiempo que permaneció en Mistery Spell, ni siquiera mandó una nota o una carta: se esfumó en el aire y nunca supimos nada.
Hasta que nos llamó el hospital para decirnos que nuestra madre estaba muerta a causa de la enfermedad, pero, por mucho que preguntamos, no nos supieron decir nada más. La muerte de mi madre fue extraña, pero lo peor fue el no saber nada de ella durante ese tiempo. Nicole cada vez era más frágil y estaba más débil, temiendo por su vida en más de una ocasión.
Fue a raíz de la muerte de mi madre cuando las cosas cambiaron mucho. Mi hermana se volvió una persona desconfiada y realmente tenía un gran rencor hacia mi madre por abandonarnos así, pero ese sentimiento de profundo rencor sobresalió al enterarse que ella tenía la misma enfermedad que mi madre.
Por esa razón, aunque no tuve la oportunidad de conocer mucho a Nicolae, le agradezco a Nicolae cada día todo lo que hizo por mi hermana. Él le trajo la luz que perdió a lo largo de su vida y me devolvió a la Nicole que siempre conocí. Parece irónico que haya sucedido algo así para que nuestras familias se unan en una causa común, pero es cierto que los caminos que tomamos son misteriosos a la par de extraños.
Desde que me senté en el asiento del avión, el cansancio me jugó una mala pasada, cabeceando cada pocos minutos. Drogo, que estaba a mi lado, puso su brazo a mi alrededor para que me apoyara en su hombro. Con una gran dulzura, me dijo al oído:
-Duerme cosita, yo cuidaré de ti.
Cerré los ojos deleitándome de la suavidad de la piel de Drogo. Sentía la calidez de su abrazo a pesar de la tibieza natural de su piel provocándome que mis sueños fueran un tanto movidos.
Temía que las hormonas del embarazo me hicieran perder la cabeza, pero lo que peor llevaba era ocultar mi incipiente barriga a Drogo. Contaba más o menos con dos meses de embarazo así que cada vez era más complicado por lo que tenía que luchar por que no me viera con ropa interior. Por eso siempre intentaba huir de sus abrazos o sus sugerentes acercamientos.
No sabía en qué ocasión decirle lo que me pasaba, pero, dadas las circunstancias, ahora era el peor momento de todos. Íbamos camino a zona enemiga por lo que no debía de añadirle un peso más a la presión que ya de por sí tenía en sus hombros.
Tras unas buenas horas de sueño reparador que bien necesitaba, el avión por fin llegó a nuestro destino. Me estiré con una sonrisa y Drogo aprovechó para darme un beso de buenos días:
-Uhm cosita, cada vez te noto más deliciosa contra mis labios, ¿Serán las ganas que te tengo?
Le besé en la mejilla y me puse de pie para salir del avión; debía de tener mucha cautela con él hasta que todo el asunto se solucionase.
Lentamente, nos hicimos con las maletas y el guía del aeropuerto nos condujo hasta el hotel que habíamos reservado. El edificio era magnífico y era como una réplica del Taj Mahal pero muchísimo más pequeño. Drogo había tenido un gusto enorme al elegirlo y no solo lo pensaba yo por las caras que tenían todos. Nicolae, aun con la boca abierta, le dijo:
-Drogo, te recuerdo que no estamos en vacaciones...
-Lo sé hermano, pero no sabemos qué será de nosotros de ahora en adelante por eso debemos de disfrutar de todo lo que tengamos a nuestro alcance.
Al echarme una mirada me di cuenta que me incluía dentro de esos "placeres", causándome una gran vergüenza a ojos de todos.
Madeline carraspeó con cierta seriedad y les dijo a ambos hermanos:
- ¡Dejad de discutir y vamos a investigar, maldición!¡Quiero recuperar a mi Peter!
Cuando ella dijo esa frase, Drogo y Nicolae pusieron una cara de diversión. Drogo iba a ser terrible...
- ¿TU Peter? ¿Desde cuándo es tuyo, Maddy?
Pero ella no se iba a frenar así que decidió seguir el mismo juego:
-Desde que él cruzó su mirada con la mía en aquel concierto, desde aquel día, Peter Bartholy me pertenece.
Y con una sonrisa de satisfacción, cogió su maleta y se adentró al hotel a paso orgulloso. Drogo parecía estar pasándoselo bien hasta Nicolae tenía una media sonrisa simpática.
Acercándose a Lorie y a mí, Drogo puso sus brazos a nuestro alrededor:
-Bueno señoritas, es hora de que entremos y podamos hacer un bueno descanso, espero que la estancia sea de su agrado.
Parecía que lo habían sacado de un anuncio de hoteles de vacaciones. Desde luego, Drogo era el mejor para sacar una sonrisa cuando lo único que deseábamos todos era llorar amargamente.
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