Hola mis queridos lectores, tengo la maravillosa noticia de que acabé los exámenes y ahora voy a poder escribir mucho más y ser más activa que estas últimas semanas, así que tendremos capítulos diarios y quizás alguna que otra maratón, espero que disfruteís del capítulo^^

MADELINE

Las emociones y lo que sucedió la noche anterior fue el detonante de que cayera profundamente dormida en cuanto mi cabeza rozó la almohada. El ambiente estaba tenso y no era para menos al complicarse más las cosas, pero gracias a lo que encontró Lorie podíamos tener una pista acerca de la localización del Exilio o al menos tener algo relacionado con ellos.

Y quizás podríamos saber algo más sobre Peter, la duda estaba debilitando mi espíritu lentamente y mis esperanzas amenazaban con esfumarse, pero debía de pensar en ser positiva porque bastante difícil estaba la situación.

A nuestros problemas les añadíamos la nueva ley de la caza indiscriminada de humanos que amenazaba con volver visibles a nuestras especies ante los ojos humanos que, por norma general, no solían aceptar aquello que desconocían o que era diferente.

Cuando me desperté, Drogo me dirigió una sonrisa tras el ordenador que estaba usando para programar nuestra salida en avión para mañana por la mañana lo más temprano posible, fue entonces cuando me di cuenta que Nicolae no estaba. Decidí preguntarle a Drogo, a lo que el contestó preocupado:

-Él se marchó para patrullar la zona por si acaso vienen más vampiros que pongan patas arriba la ciudad. Ya conoces a mi hermano, es como una hermanita de la caridad con músculos.

Me reí ante la broma de Drogo dándole completamente la razón sintiendo lástima por Nicolae. Desde que supo lo de Nicole, se había apagado completamente y apenas hablaba con nadie.

Pero si le ayudaba sentirse útil para poder encontrarse mejor consigo mismo, me parecía una forma muy noble de combatir la tristeza, pero me preocupaba que se metiera en un lío ahora que estaba solo. Pero Drogo no parecía preocupado porque sabía la fuerza de su hermano y sus dones vampíricos.

Me disculpé con Drogo para tomarme un baño que bien lo necesitaba para seguir durmiendo, porque una vez que mis ojos despertaban mi cabeza se negaba a dejar de dar vueltas.

Suspiré contra el agua caliente mientras que pensaba en qué haría con Alexei si encontrábamos a Peter. Técnicamente, no podía divorciarme porque era un matrimonio hecho por mi padre, así que necesitaba su firma para romperlo, cosa que él jamás haría.

Sólo me quedaba la opción de vivir huyendo de mi familia, pero, tarde o temprano, nos encontrarían.

Era una situación que no parecía tener una solución al menos no una de tipo sencilla. Respiré hondo y decidí dejar las divagaciones a un lado si quería descansar para el viaje de mañana.

Así que me sequé, me puse el pijama y me metí de nuevo en la cama con las energías positivas renovadas.

DROGO

Nicolae llegó al hotel casi al amanecer con un aspecto lamentable como si hubiera corrido la maratón de su vida. No era para menos porque permaneció cuatro horas de guardia en la calle.

Le di una bolsa de sangre porque, una vez embarcados en el avión, no podíamos llevar ninguna y el peligro de la sed de sangre era terrible en un avión lleno de humanos.

Fui a la habitación de Catherine para avisarla de que nos iríamos en tan solo 40 minutos para que estuviese lista cuanto antes.

Tras tocar la puerta, ella me abrió aun con su pijama puesto y una sonrisa un tanto cansada; estaba seguro que estaba dormida unos instantes atrás. La agarré de la cintura y le di un beso como saludo, tomándola del cuello para retenerla contra mi cuerpo ya que, lo que menos deseaba en aquel momento, era que se escapase de mi lado.

Mi febril mente evocaba la noche mientras que ella y yo, en sendas bañeras separadas por una pared, no impedían realizar nuestros deseos más carnales. Estaba ansioso por recorrer esa piel con la mayor de la tranquilidad en mi pecho y con la sensación de tener todo el tiempo del mundo. Justo cuando posé mi mano en su cintura, ella interrumpió el beso y me preguntó:

-¿Qué ocurre, porqué viniste?

-¿Debo de tener una excusa para devorarte?-Le pregunté mirando sus labios hinchados por haber sido masajeados por los míos.

Ella pareció sofocarse ante mi pregunta, dando un paso hacia atrás con expresión inocente; era demasiado adorable para un hombre de oscuros deseos como yo.

Me apoyé en el marco de la puerta y le dije con ternura:

-Debemos irnos preciosa; el tiempo apremia y la pista que encontró Lorie es bastante reveladora y gracias a tu traducción, sabemos exactamente dónde ir. Anoche reservé el vuelo para todos nosotros así que debemos de marcharnos en unos minutos. Si necesitas ayuda para hacer tu maleta, me presto encantado.

Ella comenzó a reírse y se cruzó de brazos mirándome burlonamente, adivinando que me iba a lanzar una puya:

-Si te dejo que me ayudes estás claro que vas a ir al cajón de la ropa interior primero.

Pero decidí que era hora de hacerle tragar su risa insolente; quería provocar a esa coqueta.

-No necesito esos trozos de tela que me impiden ver lo que quiero; solamente necesitaba una excusa para entrar a tu habitación y desnudarte, cariño.

Su rostro lleno de insolencia se transformó en uno cubierto de un tono rosado cuyos ojos huían de los míos avergonzados por haber provocado a la bestia, pero no había acabado...

-Tranquila preciosa, deseo estar en la tranquilidad de mi cuarto cuando todo haya acabado para tomarme mi tiempo contigo. Tengo la imperiosa necesidad de hacer cualquier cosa con ese bello cuerpo que me escondes así que más te vale preparar la maleta pronto si no quieres que te de unos cuantos azotes de castigo por ser una niña mala e insolente.

Ella tragó saliva y cerró la puerta rápidamente, provocándome una estruendosa risa en medio de aquel pasillo. Estaba encantado de provocar a mi dulce e inocente cosita pero aquella amenaza era bien real y no la olvidaría fácilmente. Iba a cumplir todos mis propósitos porque siempre cumplo lo que prometo.