CAPÍTULO 40: REVUELTAS EN LA CIUDAD
MADELINE
Tuvimos la enorme suerte que los Bartholy pudieron tomar la habitación de al lado para que pudieran descansar de todo el viaje. Aún tenía una extraña sensación al ver que la persona en la que más había confiado había resultado ser así de cruel.
Claudette era una maestra ocultando su verdadera apariencia ya que nunca pillé una sola señal que la involucrara en asuntos turbios. Aquella noticia de las torturas a las que sometió a los Bartholy, cayeron sobre mí como agua helada.
Pero era la realidad porque ellos nunca mentirían además de que podían verse las heridas de ellos, sobre todo la de Lorie.
Ella no podía ver nada, por eso y por el trauma que le supuso aquella tortura de cuatro años, ella actuaba como si el mundo quemara para sus manos. siempre permanecía tras de Drogo y apenas mostraba su rostro, escondiéndolo entre su cabello para evitar que pudiera ver su parche.
Pero al menos, desde que llegó a Ámsterdam, parecía haberse relajado y aprovechamos para poder dejarla dormir. Ahora, yo estaba sola en mi cuarto y los hermanos estaban en la habitación de al lado para poder descansar.
Íbamos a quedarnos dos días más para que las cosas en Mistery Spell se suavizaran y no me encontrasen en cuando pusiera un pie en la ciudad. Temía la ira de Alexei cuando se enterase que me había escapado, pero al menos él no sabía dónde estaba Peter, por lo que no podría hacerle daño.
Unos gritos provenientes del exterior, me alertaron enormemente, haciendo que me asomara por la ventana. Un grupo de varias personas encapuchadas estaba atacando a varias personas que caminaban tranquilamente. Pero cuando me di cuenta de que eran vampiros, la gran alarma saltó en el pecho. Teníamos prohibido atacar a humanos y, mucho menos, a la vista de todos. Debía de avisar a los Bartholy y hacer algo al respecto para que pudiéramos salvar a aquellas personas que estaban en peligro.
Cuando salí del dormitorio, me encontré a los hermanos saliendo aprisa por la puerta. Cuando me vieron, me dijo Drogo con preocupación:
-Escucha Maddy, quédate con Catherine y con mi hermana. Lo que has visto por la ventana no te preocupes por ello, pero necesito que no salgas y que te cierres con llave. No abras a nadie, aunque te lo pidan, volveremos pronto.
Justo cuando iba a decirles que podía ayudarlos, ellos me llevaron dentro de su habitación donde Lorie aun dormía y aquella chica que los acompañaba estaba sentada pegada a la ventana. Parecía muy preocupada por la situación, por lo que decidí calmarla:
-Tranquila, los conozco desde hace muchos años y sé lo fuertes que son; no tardarán en volver.
Ella asintió en silencio, pero su rostro no cambiaba en absoluto; tenía un enorme miedo por lo que pasaría en medio de la calle. Catherine hizo la misma pregunta que iba rondando por mi cabeza:
- ¿No se supone que los vampiros deben de permanecer ocultos ante la vista de los humanos?, no entiendo por qué a ellos no les importa ser vistos si siempre han sido cautos con el tema.
-Eso es justo lo que me llevo preguntando desde entonces; todo este asunto es demasiado extraño-Le dije cruzándome de brazos mientras veía la batalla que se estaba librando abajo. Parecían tenerla bajo control de momento...
Pero entonces, un ruido en el pasillo me hizo sobresaltar; parecía ser que había más y que se habían colado en el hotel. Estábamos en un aprieto y, aunque los Bartholy me dijeron de quedarme, debíamos de salir para poder tener su protección. Si no quedábamos en el cuarto, entrarían y nos atacarían y no podría hacer nada por salvarlas a ambas.
Éramos pocas y no estábamos en condiciones de luchar porque, una era humana y la otra era una vampira ciega que no podía apenas moverse por el miedo que sentía.
Miré a Catherine que aún no se había percatado del asunto, pero, mi oído superdesarrollado sí que lo había hecho. Tiré de su brazo y le dije:
- ¡Tenemos que salir de aquí, acaban de entrar al hotel!¡Necesitamos a los Bartholy para protegernos!
- ¡Pero ellos dijeron...!
-¡¡¡Si no salimos, moriremos!!!-Le grité interrumpiéndola.
Ella asintió asustada y corrió a despertar a Lorie mientras me asomaba al exterior para saber qué camino coger que fuera seguro. Debíamos de tomar el ascensor del fondo y no hacer demasiado ruido para no llamar la atención.
Cuando me giré y vi que Lorie se había despertado, Madeline la ayudó a levantarse y la sujetó agarrándola de la cintura para ayudarla a caminar; ella estaba muy débil y aun no se había alimentado.
-Seguidme en absoluto silencio; si lo hacemos bien, todo irá bien.
Todas salimos a paso ligero amortiguando nuestros pasos gracias a la moqueta que había en el suelo. Mis oídos estaban alerta de cualquier sonido que pudiera escuchar para saber qué próximo movimiento hacer. El ascensor estaba a tan solo tres puertas de nosotras, pero entonces, el sonido de la segunda puerta se hizo evidente como si alguien fuera a salir de allí.
- ¡Rápido, esconderos en el carrito de la colada!
Tomamos la sábana que cubría el carrito y nos metimos como pudimos dentro. El espacio era más que reducido, pero, gracias a nuestra delgadez, pudimos permanecer dentro sin demasiados problemas.
Aquel tipo que salió del cuarto, comenzó a hablar con otro que estaba en el pasillo por lo que agudicé el oído para escucharlos hablar:
-Oh tío, que gozada ser libres por fin y aceptar nuestra naturaleza; estaba harto de no poder cazar a mis anchas con la mierda de las leyes vampíricas, pero con el nuevo fichaje las cosas están mejorando mucho.
- ¡Totalmente cierto, vamos que tengo sed!
Ambos se fueron corriendo en dirección contraria y mi sangre se quedó congelada ante aquella conversación, ¿Ahora era legal cazar humanos?
Estaba aterrada pensando en las consecuencias que eso nos provocaría y que provocaría al mundo en general. Todos sabrían la existencia de otras razas a parte de la humana y viviríamos en un período de miedo y odio permanente. El mundo sería totalmente diferente al que es ahora y eso no podíamos permitirlo.
Cuando esos tipos se marcharon, salimos corriendo de dentro de nuestro escondite para poder tomar el ascensor. Si esa ley se había aprobado, no solo estaban los que habíamos en la calle sino que habrían muchos más vampiros que los que habíamos visto.
Cuando llegamos a la planta baja y salimos a la calle, nos encontramos con los Bartholy en plena lucha que ya estaba cesando. A sus pies, tres cuerpos de vampiros estaban desangrándose por la parte del cuello y no se movían en absoluto.
Cuando detectaron nuestra presencia tras terminar el combate, fueron corriendo en nuestra dirección y Nicolae me tomó de los hombros mostrando su cara más severa:
- ¡Os dijimos que estuvierais a salvo!¡Maldita sea, podríais haber muerto!
-Ella...ella nos salvó...habían más dentro...muchos más...
Nos dimos la vuelta y vimos a Lorie hablando y nos quedamos de piedra. Ella por fin estaba hablando por lo que no pude evitar abrazarla con fuerza mientras lloraba en su hombro.
-Ella...ella nos salvó la vida...
Los hermanos no pudieron evitar abrazarnos a todas nosotras mostrando un miedo atroz. Hacía pocos minutos, todos nosotros podríamos haber perdido la batalla pero, una vez más, demostramos que la verdadera familia se protege los unos a los otros.
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