Drogo en la foto(L)

DROGO

Cuando volví a la mansión con Catherine, le expliqué a Nicolae que ella iba a venir con nosotros en el viaje a Ámsterdam. Él no se opuso ni dijo absolutamente nada; parecía seguir sumido en una total oscuridad que iba creciendo lentamente.

Hablé con Lorie acerca de lo que le ocurría y la operación a la que tenían que someterla. Aunque las enfermedades no azotaban a nuestra especie, las heridas eran otro cantar. Aunque fuéramos tremendamente resistentes, no éramos invencibles y menos en la situación de mi hermana en el momento que pasaron las agresiones. Cuando los vampiros no nos alimentamos adecuadamente, las heridas tardan mucho más en cicatrizar y las marcas nos duran mucho más tiempo. A veces, las marcas pueden quedarse permanentemente en nuestro cuerpo si no nos alimentamos con rapidez, pero en el caso de Lorie, algunas de esas marcas le quedarían en el cuerpo.

Cuando llegó el momento de ayudarla a bañarse, vi como quedó su cuerpo; tenía cardenales por cada parcela de su piel, marcas como de filas de agujas de algún instrumento de tortura que no lograba identificar e incluso encontré varias quemaduras.

Pero lo peor no era como la dejaron sino las cicatrices emocionales, a pesar de que ella estaba más recuperada, no era ella misma y dudaba que alguna vez lo volviera a ser.

Pero al menos el problema de la operación salió bien y ella comenzó a recuperarse en casa. El doctor nos dijo que en un par de días estaría recuperada pero la gran realidad es que, al ser vampira, le costaría tan solo unas horas.

Cuando lo tuvimos todo en orden, comenzamos a hacer las maletas y llamé a Madeline para avisarla que en unas horas estaríamos allí. Nos envió la localización de su hotel y prometimos partir en la mayor brevedad posible. Necesitaba que toda la gente importante para la familia pudiéramos juntarla porque así seríamos más fuertes y podríamos protegernos. El estar separados nos hacía débiles y puntos fáciles para ser dañados por el enemigo y eso era algo que no iba a permitir.

Dentro del avión, estábamos en la zona VIP porque no deseaba que fuéramos muy visibles y porque quería que Lorie estuviera tranquila. Había dormido durante todo el trayecto y, desde que salió del quirófano, parecía encontrarse mejor aunque apenas hablaba pero al menos había dejado de llorar y sonreía a veces.

Cuando Catherine se enteró de los cuatro años a los que mi familia fue sometida, ella comenzó a temblar y a llorar de profunda pena. Podía ver como lo sentía por todos nosotros pero ella también habría sufrido por la desaparición de Nicole. Decidí no contarle sobre la muerte de ella al menos hasta que las cosas se estabilizaran un poco.

Prefería sufrir por ella aunque fuera un tiempo más pero ese tiempo estaba llegando lentamente a su fin y la terrible noticia pronto saldría a la luz.

NICOLE

Decir que no sentía el culo era una forma ligera de definir el estado de mi retaguardia; literalmente, se me había borrado el culo.

Antonella parecía estar en su elemento y cabalgaba como la típica dama de la realeza pero yo más bien parecía que tenía piojos porque me picaba/dolía absolutamente todo.

Pero llevábamos varias horas sin cesar en el camino y yo ya estaba con una necesidad de poner los pies en el suelo. Aquel saco de pulgas, para colmo, parecía tener el tránsito intestinal como una bala porque no paró de hacer caquitas durante todo el maldito camino pareciendo que en vez de ir por el desierto, me estaba paseando por un campo de coliflores.

-¿Qué coño come este bicho? ¿Se le atascó la cena del mes pasado o qué?-Le pregunté a Antonella.

-Comen sobretodo cactus; es su principal fuente de hidratación.

-No me creo que se coman algo así...

Pero fue mencionarlo y aquel idiota comenzó a correr en dirección a un enorme cactus que había cerca de nosotras. Comencé a gritarle para que parase pero ese bicho parecía que tenía demasiada hambre para escucharme:

-¡¡NO, NO, PARA IDIOTA!!¡¡VOY A TERMINAR COMO UN PUTO COLADOR!!

Pero antes de que llegara al fatídico lugar, decidí tirarme al suelo, quedando hundida hasta el cuello en arena. Y para mejorar el asunto, caí de boca contra el suelo dejando mi dignidad sobre la grupa de ese saco de pulgas.

La risa estridente de Antonella se me metió en las sienes y yo no paraba de gruñir. Cuando levanté la vista, pude ver como Muffin se estaba comiendo aquel cactus entero sin pestañear. Mi cara era todo un poema al ver cómo era posible que pudiera comer algo que técnicamente tenía que provocarle un enorme daño, pero esos dientes parecían estar hechos en Saturno.

Cuando terminó de comer y yo de beberme uno de los viales de sangre que Antonella llevaba en la bolsa, proseguimos el viaje intentando centrarme en ver lo bueno. Era cierto que el desierto era realmente bello y más ahora que la noche iba cayendo.

-Nicole, coge la chaqueta que metí dentro de la bolsa que lleva colgada Muffin; en breve las temperaturas serán bajo cero así que hará muchísimo frío.

Asentí y me puse la chaqueta, quitándome el sombrero porque no lo necesitaba. Al ver que me lo había quitado, Antonella me dijo con seriedad:

-Es importante que ocultes tu identidad; ponte la capucha del abrigo y no te la quites por nada del mundo. Llegaremos al amanecer a la frontera, por lo que queda un buen trecho de la noche.

Aun quedaba mucho trayecto pero al menos me había amoldado al movimiento de ese animal sin incomodarme demasiado. En unas pocas horas estaría de vuelta a casa y podría ver a mi adorada familia. Mi corazón estaba tan lleno de felicidad que no me creía que tras cuatro años iba a volver a besar a Nicolae, que iba a volver a dormir en su cama y a ver su hermosa cara. Estos cuatro años me sirvieron para apreciar aun más lo que tenía a mi lado y también en lo mal que se lo hice pasar cuando era una humana rencorosa con todo lo que me rodeaba. Él supo abrir mi coraza en varias ocasiones, incluso se arriesgó a que lo odiara cuando decidió salvarme la vida quitándome mi humanidad. Pero lo que vi como un acto egoísta, comprendí que era más bien lo contrario porque Nicolae sabía bien las consecuencias. Él se arriesgó a saber que podría pasar una eternidad sin mí pero al menos estaría viva, que era lo que más le importaba. Él hacía las cosas no para obtener algo a cambio sino porque, simplemente, lo siente así. Había desconfiado tanto de la gente que no supe distinguir la pura bondad sin esperar nada a cambio.

También pensé en mi hermana, en lo que pudo pasar cuando desaparecí y y ella se quedó sola en el mundo. Ella merecía una explicación y recuperar el tiempo perdido era una de las cosas pendientes que tenía por hacer. No sabía si seguía o no en Mistery Spell pero la buscaría donde fuera necesario para no volverme a separar nunca más de ella.