-=₪۩۞۩₪= CAPÍTULO 10=₪۩۞۩₪=-
- Taehyung... - Jungkook observó a su mayor. - quiero que me dejes tener las cosas claras con respecto a Jimin, ¿si?
-Está bien, pero te seré honesto ese ciego debe de estar en otro lugar muy lejos de aquí con su amante.
-¿Amante?
-Habló de aquel mortal con el que te criaste Jeon...
-¿Hablás de Lee? - Taehyung asintió. - Ellos no son amantes son buenos amigos...
-Veo que no entiendes, Park Jimin y tú "amigo de niñez", son amantes por que yo los vi, no porque alguien vino y me dijo sobre eso.
-¿Qué quieres decir sobre eso?
-Ambos se besaron y yo los vi...- Suspiro. - eso no importa pero lo que me parece raro es algo...
-¿Qué cosa?
- Que Jimin haya negado tal cosa... - Taehyung observó a Jungkook al ver su normalidad. - a pesar de que ellos se hayan besado.
- Eso no es de mi importancia...- Y eso era cierto, porque si esto le hubieran contado en el pasado su sangre hervirá por causa de los celos pero ahora las palabras de Kim eran más que eso palabras que no le afectaba en lo más mínimo.- Si él hace su vida con otra persona y en este caso con Lee.- Sonrió leve.- No me afecta en absoluto...pero que difames a otras personas no está bien Taehyung.
-Dejaré de insistir con esto hasta que tú solo te des cuenta. - Suspiro leve. - Pero...
-¿Qué?
- Pero me alegra saber que no haya nadie en tu corazón...- El viento comenzó a soplar y los cortos cabellos de ambos se ventilaban con delicadeza, a ello la vista de Kim era más que perfecta.
-Deja de decir tonterías .- Tartamudeo leve mientras observaba hacia el vacío. - "Nunca deja de decir cosas sin sentido". - Penso mientras que sus mejillas se coloreaban de un rojo carmesí.
-Para tí podrían ser tonterías pero para mí, es más que eso... - La distancia dejó de ser corta hasta que el inmortal se acercaba hacia Jeon. - tal vez no te des cuenta del todo pero...- Con dulzura tomó la mano izquierda del mortal para luego llevarlo hacia su pecho justo donde su palpitante corazón latía con rapidez y fuerza incontrolable.
Jeon jamás alejó a su mayor de él, más bien le parecía familiar tenerlo tan de cerca, pero aquello no duró por mucho tiempo, Jinna los interrumpió, haciendo que ambos se separaran por vergüenza, las razones eran de Jin había llegado alarmado diciendo que Namjoon se había desmayado de la nada y que ahora tenía mucha fiebre sin saber o entender las causas de aquello.
Rápidamente ellos corrieron hacia el socorro de su amigo, en aquel instante les valía mierda lo que les podía pasar si llegaba el demonio. Namjoon estaba allí justo al lado de Jin mientras que tomaba con fuerza su mano, tenía ya veinte minutos que él no despertaba desde entonces.- ¿Qué fue lo que pasó?- Preguntó Jeon mientras llevaba una de sus manos a la frente de Kim, la fiebre era muy densa y eso le asustaba.
-Yo estaba...-Miró atentamente a ambos menores y miró a Nam con preocupación.- hablábamos, solamente pasó y no se como llegamos a esto de la nada se desmayó...
-¿Jin, verdad?- Intervino el misterioso dragón mientras que él solamente asentía.- ¿Desde cuándo lo conoces?
- No hace mucho tiempo desde que llegó aquí... - Frunció el ceño mientras recordaba como lo conoció.
-¿Seguro?
-Sí, estoy seguro de ello.
-Entonces, ¿por qué hay algo que los une como si se conocieran hace muchos años atrás?
-Ideas tuyas...-Sonrió nervioso.
-Namjoon tiene algo que ha olvidado, tal vez entre sus conversaciones hubo un recuerdo que lo hizo desmayarse. - Continuo. - Tal vez aquel recuerdo lo está atormentando y tú estás en ellas...
-¿Por qué yo?
-Eso no lo sé, pero lo que sí tengo duda es una cosa... - Ladeo su cabeza mientras miraba atentamente a Dios.
-¿Cuál?
-Qué fue lo que hablaron como para que Namjoon este de ese forma, tal vez dijiste algo que por inocencia no imaginabas que sean recuerdos de él.
Jin, solamente río levemente asombrado por tal confesión, ya que por nada del mundo recordaba a aquel hombre de piel morena. - No lo recuerdo, si me hablas de él, en tiempo pasado créeme que te hablaría de un desconocido por que no sabría quien sería él.
-Lo que debemos ahora es dejar que descanse y observar aquella fiebre, mientras ustedes lo cuidan, nosotros debemos de acabar con esa peste...- Refiriéndose al mitad humano y al mitad maligno.
-¿Quién cuidará de Namjoon? - Preguntó Jungkook mientras suspiraba levemente ante tal estado de salud de su amigo.
-Yo lo haré, yo cuidare de Namjoon mientras que ustedes acaban con esa cosa antes que hayan más víctimas.
-Bien, primero quiero que me escuchen con atención...- Comentó el dragón. - aquel demonio solamente es del que se alimenta de sangre...
Namjoon estaba muy metido en sus sueños, pensando que tal vez aquellos son su verdadera realidad...
-"¿En dónde estoy? " - Algo en aquel lugar había cambiado, no sabía qué o qué era en realidad, pero sabía que algo muy dentro de él, ya no era igual.
Su mente viajó muy lejos y de éso él no se daba ni cuenta, pero solamente lo observaba cómo aquellas pinturas hechas a pincel pintaban escenas que le parecían familiares...
Sus pies pisaban más que la fría y metida arena haciendo que estos ingresen en él. La noche brillaba con delicadeza como si el viento al soplar daba danzas y abrazos cálidos en su rostro. Su mirada viajó al de un hombre que miraba el cielo, aquel rostro de perfil se le hacía muy familiar, hasta que se dió cuenta que era el..."Jin" un Dios completamente joven ya de lo que es como lo conoce.
-"Te estaba esperando...- Sonrió mientras tomaba las manos del soñador. - vaya pensé que no vendrías, pero veo que estás aquí, pensaba que casarnos sería una de las mejores decisiones que hice en mi vida, por cierto me contaste que hablarías con tú hermano, ¿Cómo te fue? "
¿Casarse? ¿Hermano? de dónde esto salía, tal vez aquello sería más que una broma de su subconsciente, era más que una de pésimo gusto.
Por más que él quisiera soltar una palabra de su boca, de ella no salía ninguna solamente había como respuesta un largo silencio. Después de todo hacer tantos intentos ninguno servía...
-"Escuche por ahí que tú hermano es alguien muy considerado como para ser el príncipe del inframundo". - Confesó Jin mientras tomaba sus manos.
Volvió a intentar responder aquellas respuestas del Dios pero ninguna se podía era como si se ahogará en el agua como si de allí necesitará salir y poder sobrevivir.
Otra escena aparecía frente a sus ojos, todo a su alrededor se comenzaba a calcinar por las llamas de fuego hambrientas por devorar todo a su paso y frente de él, un hombre completamente decidido a acabar con Namjoon, sin remordimiento y mucho menos piedad...
-"Vaya querido hermano, al fin terminaré con todo esto con tú muerte"- Soltó entre risas mientras lo apuntaba con su propia espada. Sorpresa fue para él cuando se reflejó ante aquella arma, aquel hombre y él estaban completamente identificados eran como dos gotas de agua.
Un dolor en su abdomen lo trajo a la realidad en ese instante, y fue cambiada por otra escena.
Aparentemente su supuesto "hermano" lo había dado por muerto pero apenas podía hablar en ese instante, sentía como se desangraba, caminaba y caminaba sin descanso y otra vez la escena cambió por la de una áspera tormenta de nieve, alma como espíritu estaba desgastado y sobre todo su pobre corazón tal vez porque ya entendía dos cosas, empezaba a recordar todo y se sentía mal por el dolor que propició a su único ser amado, caía a la nieve de rodillas una y otra vez, pero él llegó hasta un punto que ya no podía más, por aquellos lares pasaba un hombre aparentemente mal de salud, el invierno también lo estaba matando, ambos cayeron al mismo instante desmayados, ambos cuerpos fueron inertes para todo el mundo, a excepción que de la poca esencia de vida de él pasó al cuerpo de aquel mortal y allí fue cuando comenzó a andar sin descanso hasta la gran puerta de aquel pueblo, lo demás ya es historia...
Habían pasado ya tres semanas desde que Namjoon seguía sin despertar, Seokjin al lado del "dormilón" como muchas veces sabía decirle, y desde que bueno acabaron con aquel ser tan despreciable.
Apenas todo iba a la normalidad, Jia se había quedado en el "Palacio de Cristal" a esperas de la mejoría de su amigo.
Jeon y Kim, se volvían más cercanos y bueno el dragón intentaba volver a poder ser lo que una vez fué un simple y celestial dragón.
-Jin...- Ingresó a aquella habitación Jungkook junto al inmortal. - es mejor que vayas a arreglarte un poco, comer y descansar... - Frunció el ceño en muestra preocupación. - no es bueno para tí, pasar sin tener nada en él estómago.
Jin por otra parte miraba con preocupación a su amigo. - No puedo dejarlo aquí, sé que los médicos me dijeron que se recuperará, pero aún no despierta y tengo miedo que la fiebre regrese como ayer anoche. - Suspiro, negando con la cabeza.
-Por el bien de todos Jin y él tuyo propio es que levantes ese trasero de ahí y vayas a la cocina a comer por lo menos algo. - Jin desvío la mirada de quién dormía para luego posarse en la de Taehyung. - No, no vas a ganar con mirarme así, y sabes que tengo razón, ¿piensas quedarte así? ¡debes de comer algo! - Jeon tomó levemente el brazo del inmortal, para que se calmara.
-Yo puedo entender que estas asustado Namjoon también es mi amigo, pero sí el despierta, dime ¿te gustaría que te viera sin ánimos de comer o de descanso? - Se acercó al mayor. - Estoy seguro que se sentiría culpable al verte tan delgado y desaliñado por cuidar de él, aunque también estaría agradecido eternamente.
Aquellas palabras fueron más que suficientes para Jin, sabía él muy bién que ellos tenían razón, pero dentro de él, se negaba a separarse de Namjoon, quería que él al despertar lo viera, quería ser el primero, pero, ¿cómo iba a serlo sí apenas comía y dormía? - Está bien, iré a arreglarme para luego ir a comer un poco y regresar a verlo, ustedes por favor encarguense de cuidarlo por favor. - Ambos se miraron y sonrieron levemente para así decirle que "sí", sin más Jin salió de allí para ir a hacer lo que tenía que hacer.
-Vaya han pasado tres semanas desde entonces y él...- Jeon lo observó de malas maneras.
-Taehyung, sea lo que vayas a decir con un poco de negatividad, va ser lo mismo que yo te de una patada en tu trasero, ¡ugsh!.
-¿Y ahora que dije? Final y al cabo él no ha despertado y eso es preocupante. - Se cruzó de brazos. - Nunca me dejas terminar la oración. - Murmuró levemente.
-Solamente mantengámonos fuertes para Jin, él... - Miró atentamente a Namjoon, mientras servía algo de agua para él y se la daba detenidamente. - él ha sido el más afectado desde que Namjoon se desmayó.
-Tienes toda la razón... - Sonrió leve mientras tomaba la otra mano libre del menor. - debemos de ser pacientes...
Se preguntarán dónde van aquellas almas que son desprendidas del cuerpo humano por tema de posición.
Pues es fácil, aquellos demonios absorbentes de sangre, regresan al "río de las lágrimas", al igual que otros "espíritus"...
-¡Maldición! - Gruño con fuerza Min, acabaron con una de las probabilidades de tener entre sus manos aquella daga.
-No, es bueno que te enojes... - Bajó la cabeza su esposo. - cálmate, buscaremos otra oportunidad para encontrar la daga..., lamento fué mi culpa.
-Claro que no lo es, para nada. - Levantó con delicadeza única el mentón de Hoseok. - Lo que sucede es que no hemos podido encontrar esa cosa por mucho tiempo y eso es...
-Desesperante... - El rey asintió. - tengo muchas preguntas que me inquietan.
-¿Cuáles querido? - Tomó atentamente su mano.
-Es sobre tú abuelo. - Suspiro. - ¿Por qué tanta insistencia con la daga? No tengo mucha información de aquel objeto pero para que quería una...
Min, amaba cierta inocencia que representaba su esposo, a pesar de que él no le diera hijos ya que como pareja no pueden ambos ser hombres, disfrutaba ciertas ignorancias. - Aquella daga tiene cientos y cientos de años. - Sonrió. - Para eso también no hace mucho mande a uno de mis mejores demonios, pero tú ya sabes la historia.
-Lo sé, él se enamoró de un mortal...
Ante esto Min volvió a reír leve. - En realidad no era un mortal, era él un cierto ser que es dueño de ese objeto.
-Quieres decir que el quien murió a causa de aquel demonio, era nada más y nada menos que el dueño de la daga. - Observó a su esposo asombrado, mientras que este solamente sonreía de lado y asentía. - Vaya...- Después de unos minutos se detuvo a pensar y observó otra vez al demonio. - entonces, el dueño de la daga está vivo, ¿verdad?
-Bueno extrañamente él si está vivo, aunque si murió en aquel entonces, tal vez se desprendió de aquél recuerdo y por eso revivió para poder encontrar a su "ser amado".
-Hasta donde me contaste la historia. Quien imaginaria que el cachorro de tigre blanco, moriría en las manos de quién amará. Pero, aún así no entiendo por qué el abuelo quiere la daga.
-Bueno se dice que la daga tiene el don de muchas cosas, no exactamente sé que és, pero por una extraña razón se ve qué él la necesita.
-¿No has pensado en investigar eso?
-¿Sobre qué?
- Las razones por la que el abuelo quiere aquella daga, debe de haber una muy poderosa como para que te pida tal cosa hasta el punto de lastimarse físicamente. - Sin más acarició la mejilla del demonio con una honesta sonrisa.
-Tendré eso en cuenta, ¿si? - Yoongi solamente sonrió besando lentamente la frente de su esposo. - y también te contaré lo que sea, para que no estés molesto conmigo.
-Está bien.
Los recuerdos de Namjoon de su "pasado", llegó a ser el más doloroso de todos. Sea por que al hermano que siempre lo vió como su " mejor amigo" lo haya traicionado de la manera más ruin.
"Asesinando"
Por eso su cuerpo como muestra de dolor en su alma, provocaba tal fiebre, pero lo que más le dolía era imaginarse llorar a quién ama por la culpa de su hermano y de suya propia, por que extraña razón no peleó por el amor que le tenían y tienen a aquel dios.
Quién diría que el destino, se empecina en volver a encontrarse una vez más, para que tal vez "se cierran sus heridas" nada está dicho, nada estaba escrito, pero lo que sí estaba era "el amor que se tenían".
"Cuando se dice adiós, sobre todo de la forma más cruel de todas, es más doloroso y sangrante". - Namjoon recordaba por completo a su otro él, quien amó y ama con delirio y deseo a Kim Seokjin, y aquellos sentimientos jamás haría que cambien. - Ambos tenían un lazo eterno, un lazo sin fin, uno en dónde aquellas almas se volverán una sola.
Ahora había recordado todo y eso era el inicio de todo para tener a su lado a Jin...
Aunque por razones obvias sabía que no era el momento de decirte quién era en realidad y que era lo que los unía.
Eran alrededor de las diez de la noche, el médico revisaba con sumo cuidado la salud de Namjoon.
-Bueno, al parecer el joven maestro, está bien, no tiene ninguna complicada condición la fiebre ya no sé presenta si qué...
-¿Qué me pasó? - Después de días al fin había despertado.
-¡Hyung! - Sonrió leve Jungkook al ver a su amigo despertar. - al fin despertaste.
-Permítanme revisar otra vez al joven maestro.
- Si,si, vaya.- Jeon dejó al doctor con Namjoon y así correr hacía el Pabellón de Taehyung. - ¡Jin! ¡Jin! ¡Jin! - Llamaba una y otra vez al dios y después de unos minutos lo encontró cerca a aquel lago con aquel "árbol de cerezos". - Jin...
- ¿Jeon? ¿Qué haces aquí?
-Nam...acaba de despertar y el médico lo está...- Rápidamente Jin corrió hacia su pabellón como si su vida dependiera de ella.- revisando.
Taehyung a los pocos minutos apareció en aquel lugar observando al pequeño mortal.- ¿Dónde está Jin?
-El se fue a ver a Nam, él despertó y el médico lo está revisando, no me dejo de terminar la oración y me dejó con media palabra en el aire.- Hizo puchero. - Bueno ya que no importa ahora esto, lo importante es que haya despertado...
-Entonces vayamos a verlo, ¿de acuerdo?- Jeon solamente asintió y salieron hacia el Pabellón de Jin.
Jin solamente corría como nunca, las palabras de Jeon fueron bastante como para ir directo a los aposentos que él brindó al otro Kim. - Deidad... - Reverencio el médico y se retiró sin más dejando a ambos hombres completamente solos.
-Buenas noches Seokjin. - Saludó Namjoon con una sonrisa muy notoria. Jin no dudó y se acercó a él con un abrazó de por medio.
-No vuelvas a asustarme de esa forma otra vez, ¿de acuerdo? - Namjoon solamente sonrió embelesado con el mayor. - ¡Oye!, responde te estoy hablando, ¡¿sigues sintiéndote mal?! - El menor de ambos dejó de estar tan pensativo y observador que solamente negó con una leve sonrisa.
-Prometo no volver a asustarte de esa forma. - Volvió a sonreír. - Has estado comiendo bien, ¿verdad? - Jin solamente lo observó y bajó su cabeza.
-Me preocupé mucho que deje de comer, - Habló un dios apenado. - pero a partir de ahora comeré porciones dobles. -Dijo con una sonrisa notoria.
-Está bien y prométeme que dormirás bien, ¿de acuerdo? - Jin solamente se sonrojo y observó hacia otro lado apenado. - ¿Jin?
-¡Sí! - Guardó silencio por vergüenza y asintió para luego tener otra vez sus mejillas coloradas. - Lo prometo...
-¡Al fin despertó el dormilón! - Comentó Taehyung con una sonrisa. - ¿Cómo te sientes?
- Me siento mejor. - Sonrió leve. - Vaya, ¿Cuánto tiempo dormí?
-Como un aproximado de tres semanas.
-¿¡Tres semanas?! ¿¡qué día estamos hoy?!
-Sí tres semanas, estamos en el cuarto día de Júpiter*. - Comunicó Taehyung.- Vaya fueron tres semanas bien complicadas y no lo digo por el estado que se encontraba, lo digo por que acabar con ese demonio no fue nada fácil.
Con solo recordar le daba dolor de cabeza pero el plan salió mejor de lo esperado, gracias al dragón pudieron acabar con ese ser nefasto.
-Bién, primero quiero que me escuchen con atención...- Comentó el dragón. - aquel demonio solamente es del que se alimenta de sangre...
Todos se observaban en silencio mientras que escuchaban la idea del dragón.- "Primero debemos de buscar llamar la atención de ese monstruo". - La primera parte del plan estaba listo, y de esa parte se encargaría el mismo que armó el plan pero vamos lo tenía claro, pero jamás imaginó estar en primera línea contra ese ser despreciable. - "Lo segundo es llevarlo a un lugar donde pueda estar acorralado lo más posible"
-"Sé donde puede ser" - Incluyó Jin mientras tomaba de Namjoon con sumo cuidado. - "Lo más probable es que..." - Y si lo acorralaron en el bosque que divide el pabellón de Jin y de Taehyung por un pequeño muro entre ellos dos.
-" Y por último entre Taehyung, la dama y mi persona acabaremos con el resto mientras que Jeon y Jin ayudan a Namjoon hasta llegar a un cuarto del pabellón de Jin"- Y así concluyó el plan después de todo salió un éxito, los tres inmortales acabaron con el demonio y el dios junto al pequeño mortal ayudaron al inconsciente de Namjoon.
Tiempo después ya la recuperación de Namjoon había sido de las mejores en ese corto tiempo, los días habían pasado y los mese con ellos, actualmente se encontraban en el décimo mes del año, se encontraban en el mes del cerdo*, del calendario lunar.
-Taehyung...- Saludó Jina con un leve sonrisa y reverencia al ver al inmortal. - quisiera saber si pudiéramos hablar.
El inmortal asintió y sonrió leve. - Claro, por favor acompáñeme a beber un poco. - La inmortal asintió y se sentó en frente de Taehyung para luego este servirle algo de vino.
-Pensaba hablar contigo...- Empezó Jina. - la razón por la que tuve la iniciativa de querer hablar con usted es porque...bueno es sobre...
-¿Jungkook? - Asintió la mujer y el inmortal solamente sonrió leve mientras se llevaba la copa de jade a beber de ella.
- Primero que nada se que te atrae mi amigo, y sí es muy notorio, mucho diría yo. - El inmortal solamente sonrió y observó atentamente quien estaba frente de él.
-Vaya por un momento pensé que no hablarías de eso, ya que...- Sonrío.- imaginé que serías tú la que estaba interesada en mí
-Para nada,- Sonrió.- yo solamente actuaba.
-Tú actuación sonó muy convincente.
-Entonces mí propósito si dio frutos, como yo lo esperaba...
-Cuéntenme ¡¿cómo ustedes fueron tan negligentes en no darse cuenta que acabarán a un alimentador de sangre de baja categoría?! - Ambos esposos solamente bajaban su cabeza ante aquel hombre.- ¡Ni siquiera son capaces de ir y encargarse ustedes! ¡ mandan a un inmundo espíritu para que acabe con aquel palacio!
Aquel anciano ya colmaba los oídos de su nieto y sobre todo su sangre hervía al ver a su esposo llorar por miedo. - Majestad ... - Habló Hoseok, fue culpa mía lamento todo esto, fué culpa mía y si...si tiene que culpar a alguien soy yo, yo tengo la culpa de todo. - Inclinó más su cuerpo hacia delante dejando su cuerpo en el suelo y de rodillas.
Por otra parte Min, solamente observó eso y se puso de pie. - Levántate ... no debes de hacer eso, no hay necesidad de tanta humillación...- Tomó con delicadeza los brazos y lo ayudó a levantarse. - No hagas esto de acuerdo... - Este solamente acarició las mejillas de su esposo.
-Está bien...
- Abuelo si usted desea y tanto anhela aquel objeto sagrado, le recomiendo que usted vaya y provoque tanto caos, pero eso sí...- Caminó hacia su abuelo. - yo no lo ayudaré en nada que tenga que ver con usted a partir de ahora, por usted mis asuntos de gobierno han sido detenidos y cierto su poder como regente* a partir de ahora ha sido vacado de aquel poder, gracias por sus consejos abuelo, pero a partir de ahora yo me encargaré de esto yo solo...- Así caminaron hacia la puerta de los aposentos del Señor Min, y su nieto se detuvo una vez más. - ¡Ah! me olvidaba abuelo...- Sonrió.- está es la última vez que permito que humille a mi esposo recuerde que es tiene un rango más alto que él de usted... - Sin más salieron de aquel lugar para así descansar juntos en su habitación.
- Esto es mí culpa, permití que esto suceda... - Miró atentamente a su esposo mientras que Min solamente negaba.
-No lo es, no es tú culpa, deja de creer cosas que no son...
-Yo...
-¡Jamás! Escúchame bien...- Tomó los brazos de su esposo sin lastimarlo mientras que el contrario solamente lloraba.- Jamás vuelvas a humillarte frente de alguien recuerda que tú eres el segundo en el poder después de mí. Por algo eres el príncipe del inframundo...
Podrían describir a aquel hombre como el ser mas despreciable de la tierra tal vez el más indolente, pero Jung Hoseok, entendió que no, que todo era más que una dura coraza que él solamente puede derretir con aquel amor y cariño que se tenían, por primera vez sea en vida o en muerte Min Yoongi, pudo proteger lo que amaba y que nadie tome lo que era suyo y Jung por primera vez sabía que solamente un ser solamente uno lo protegerá sin dudarlo dos veces.
Desde que lograron escapar con vida del "Palacio de Cristal", Park y Lee, maldecían por lo bajo al no haber pensado las cosas con claridad en aprovechar y tomar lo sagrado que tanto buscaban.
-¿Qué es lo que deberíamos hacer ahora? ¡Maldición! - La sangre le hervía en estos momentos de Lee, se sentía abrumado, sabían que jamás debieron escapar de aquel maldito palacio, sobre todo Jimin, que ciertamente un sirviente de aquel lugar le hacía recordar a Jeon.
-¡Callate! ¡Me estresas! - Gritó con sumo enojo Park. - Deja de lado tú locura...
La verdad es que ambos estaban llegando al borde de perder la cordura, pero después de todo entregaron su alma a Min Yoongi y al resto de almas. - En vez de quejarte, ¿por qué no buscas una solución?
Ahí en ese momento ambos tal vez volvieron a tener la misma mente retorcida como siempre...
Desde aquella discusión que tuvo Min con su abuelo, se ha mantenido lejos de aquel anciano, y vaya que en los últimos siglos ha sido un verdadero dolor de cabeza. - Desde entonces Min ha estado al cuidado de su rey consorte, decidieron estar lejos de las tinieblas del inframundo y pasear por los lares mortales en aquel reino que ahora está acabado gracias a ambos. A su manera eran felices pero también sufren como cualquier otra pareja.
El invierno seguía como la eternidad de ambos y sus deseos de quererse, las flores se mantenían aún vivas frente al gran e inclemente frío. Sin duda si su amor ahora sería separado como de otros amores en unas antiguas vidas ambos se encargarían de recorrer todos los universos alternos para encontrarse y esa vez jamás soltar sus manos, por más que haya tormentas, guerras hasta incluso dejen de ser dioses o inmortales para ser simplemente mortales.
Así era su amor, por más que suene retorcido, así mostraban su afecto, su verdadero yo, sin el miedo de perder una corona como reyes y poder incluso ambos estaban juntos, porque se conocieron de la forma más dolorosa y en la más oscura en el horizonte.
Min y Jung, ambos con un destino que jamás desearon y que solamente aceptaron tomados de la mano.
Nam y Jin, quien diría que sus promesas, serían cumplidas después de largos años de sangre y lágrimas agonizantes, pero que aún así se volvieron a encontrar.
Jeon y Kim, vidas completamente distintas, almas completamente destrozadas, deseos completamente anhelantes para acabar con lo que por tanto tiempo buscaban.
Park y Lee, ellos no tienen amor bueno solamente Lee, pero no sabemos que aquello solamente sería la oportunidad de Park para aprovechar de su amor y desmoronar todo, aquel hombre había dejado de ser tan inocente y tan justo como creíamos, él se había corrompido como un jarrón de jade.
Todos podemos sentir amor, pero no todos lo podemos apreciar de la misma manera al igual que sentirla, igual que cuidarlo como Nam cuidaba de las rosas y de aquellas flores que tanto ama Jin, no todos cuidan el amor de su pareja como Min cuida de Jung cuando está en sus momentos de debilidad, no todos protegen a ese necio y orgulloso ser como lo hace Kim de Jeon cuando solamente el menor lo quiere lejos de él, pero Park y Lee ambos están lejos de la palabra amar, amor y ser amado, ellos crearon su propio abismo y el que caía se llevaba al otro consigo, ambos se habían vuelto controladores y manipuladores, por que el más fuerte acabaría al débil y lo terminara bajo su dominio.
<<Las eternidades podrían acabar hoy y ahora pero se llevarían consigo mismos lo poco o mucho de aquellos amantes, tal vez en las noches que no he podido dormir mis recuerdos vagan entre las líneas de esta historia, y mi memoria la recuerde tan bien cuando vuelvo a narrar la historia como tantas que he escrito. Pero mi deseo es que el eterno siga siendo eso eterno y yo como escritor narré más de estas eternidades.>>
<<Tal vez mi destino como escritor esté escrito y acabar ahora en este otro mundo después de mi muerte, pero las historias que aparecen se que una tras otra en una otra vida ellos encontrarán su verdadera felicidad, y creo que estoy en esa felicidad en donde la luz de sus ojos jamás se apagará.>>
Quién diría que el miedo se apoderaba de aquel hombre acabado por la edad y los siglos pasados en su espalda, claro que era miedo, miedo de perder a aquella hermosa mujer y madre de sus nietos, todo lo que hizo con tal que aquella mujer esté lejos de su hijo que no dudo en acabarlo como así su nieto hizo con su hermano gemelo.
-Descuida querida haré lo posible para que sigas con vida, para que despiertes de aquel horrible sueño y regreses a mi solamente a mí... - Quién diría que detrás de esa gran puerta escucharía todo el rey consorte* - Buscaré la manera para que tú hijo encuentre como sea esa maldita daga...
El corazón de Jung, se estrujo con fuerza, todo lo que hacía era para que la madre de Min despierte, pero habían cosas que no cuadraba, Yoongi siempre le contó que él y su hermano jamás conocieron a sus padres...
-No me arrepiento de acabar con mi propio hijo con tal de tenerte a mi lado, total tú aquí eres quien importa. - Y eso fue lo que detonó la bomba, el padre de su esposo había sido asesinado por las manos de su padre, todo para tener en manos a la madre de su esposo.
El asombro y de cómo se lo diría a su esposo corrió por su cabeza una y otra vez saliendo de aquel lugar hacia la habitación y no contó que se chocaría en el pecho de su esposo.
-¿Sucede algo?
(5163 Palabras)
Maybe not in this life but in the next
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