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-=₪۩۞۩₪= CAPÍTULO 06 =₪۩۞۩₪=-

El día continuaba sobre todo para Dhana, mientras trabajaba en aquel jardín sin ningún problema, sin imaginar lo que pasaba entre las puertas del "Pabellón Rojo", solamente disfrutaba de la fría mañana mientras recitaba entre susurros un poema, un viejo poema que alguien muy especial para ella le recitaba...

"La Luna brilla entre el río.

Un pequeño reflejo alumbra entre las cristalinas aguas.

Lágrimas están bajo el arroyo, tus pensamientos bajo las montañas.

Tus besos bajo el manto de la noche.

Y la brisa del viento es un manto cálido en invierno.

Solamente soy un triste mortal que se enamoró de la noche.

Uno que desea alejarse del dolor y sucumbir ante mis deseos más humanos. "

Un poema quién por años lo escuchó de una sabía y hermosa mujer, alguien de canas muy notorias en sus cabellos de piel arrugada por los años de sabiduría que en un soplo desvaneció como polvo, sí, hablamos de su abuela, mujer quién la crió desde el día que sus padres murieron en un "accidente", ella fue quien la cuidó, fue su mejor amiga y guía hasta cumplir los trece años.

Nunca imaginó que quien en más confiaba, al que más quería, se había lastimado. Dicen que todos ocultamos un pasado oscuro, ella también tiene uno, mismo en el que confío y en quién le traicionó.

-"Jiangsu, mató a tus padres"

-"Imposible que mi tío haya asesinado a mis padres..." - Susurro aquella oración.

-"Es verdad... las pruebas están en las investigaciones que hice, me pediste que hiciera una investigación exhaustiva y así lo hice" - Confesó el general.

-"Dan...¿cómo mi propio tío me haría tal cosa?" - Preguntó con lágrimas en los ojos.

-Este le dio un abrazo. - "Tú también ibas en el coche, eras apenas una niña de cuatro años, pero según las investigaciones las ruedas del coche fallaron"

Su expresión era alejada de la realidad, no entendía el por qué el hermano de su propia madre fallecida había provocado tal atrocidad, la muerte de "su propia sangre".

-"Jinna, estoy a tus órdenes y mis hombres están a favor tuyo con tal de que puedas recobrar..."

-"Solamente quiero a ese hombre bajo tierra "- Declaró calmando sus lágrimas.

Está más que claro que Dhana y Jinna son completamente distintas una de la otra por más que una solo cuerpo lo ilustre.

Dhana es como el día mismo buscando lo más hermoso a las cosas por más que no haya en él y Jinna, es la noche, misteriosa pérdida entre su propio dolor y sed de venganza, después de todo perdió a quienes siempre amo, por culpa de quien también le juro cariño.

-"Yo soy la heredera de la montaña Han de pilar de las estrellas y de la Luna, solamente pido tener entre mis manos mi poder como Han Jinna".

La noche llegó, misma dónde la Luna no deseo ser partícipe de tal acto.

-"¡Han Jiangsu! " - Habló con seguridad Jinna, después de patear la puerta y encontrar a su tío y una prostituta justo en el acto sexual en pleno trono. - "¡Quedas detenido por asesinato doble!" - La mujer solamente grito de vergüenza al ver su cuerpo expuesto y más ver hombres con armas en mano, escapando de aquel lugar.

-"¿Qué?, ¿qué carajos dices niña?" - La menor dio la orden que lo detuvieran.

-"Tienes mucho que declarar Jiangsu"- Intervino el general Dan. - "Sobre todo a su sobrina"

Lentamente, Jinna se acercó al asesino abofeteando su mejilla dos veces para luego escupir en su rostro sin vergüenza alguna, el viejo solamente rió con burla.

-"Veo que ya sabes la verdad niña" - Sonrió con cinismo.

-"¿Por qué lo hiciste?" - Susurro. - "¡Responde ¿por qué mataste a mis padres?!"

-"Adivina, ¿por qué mataría a tus padres?, observa todo niña..."

- "¿Todo por tu maldita y perra ambición?" - Río la menor entre lágrimas. -"¿Solamente por eso?" - El mayor recibió otro golpe en su mejilla. - "¡Ella era tú hermana!"- Gritó al mayor.

-"¿Y eso qué? ¿Acaso no sabías que tu madre estaba enferma? " - Sonrió. - "Piensa de la siguiente manera, yo solamente la ayudé a que no sufra, y sobre tu padre pues que acompañe al amor de su vida, es lo más lindo y tierno que había hecho en mi vida" .- Confesó. - "Aunque debiste morir tú también, lastimosamente tú sobreviviste, quería que todos ustedes murieran y total al morir... la vieja me quedaría con todo".

-"¿La vieja? También era tu madre, si yo hubiera muerto lo más probable es que tú la hayas asesinado de la peor forma..."

-"Eres muy inteligente niña, eso me gusta. Pues diste en el blanco, yo quiero todo para mí, y ahora..."

-"No tienes nada Jiangsu, ahora tú solamente eres más que un maldito asesino". - Dijo Dan.

-Sonrió el acusado e inmediatamente guardias llegaron al salón. - "¿ En serio eso crees Dan? "

Rápidamente, Dan sacó su espada en su cuello al mayor. - "No es lo que creo Jiangsu, es lo que es y tú estás más para ser alimento de gusanos".

Por otra parte, Jinna, ella solamente tenía en manos su navaja, lista para poder atacar y defenderse.

-"General, usted más que nadie sabe que está cometiendo traición a la montaña Han" - Dijo con una sonrisa. - "Tú y mi linda sobrina me están haciendo esto, ¿acaso no fui lo suficientemente bueno para ustedes?"

-"¿Suficientemente bueno?" - Se burló la menor. - "¿Qué más mentiras vas a decir Jiangsu?"

-"¡Lee Dan yo te críe hijo de perra suéltame!" - Explotó.

-"Eso es verdad, me criaste como tu hijo y yo te hago recordar que tú violaste y asesinaste a una pobre campesina, para calmar tu sucia conciencia criaste a su hijo, idiota" - Susurro en su oído sin dejar de apuntar en su yugular. - "¿O acaso ha pasado tanto tiempo que tú ya preferiste olvidar?"

-"Señorita Jinna, libere al Amo Han Jiangsu, por favor"

-"¿Y sí no quiero?"

-"Señorita no queremos lastimarla, por favor"

-"¿Y quién dice que me van a lastimar?, sé defenderme sola, y puedo acabar con ustedes en poco tiempo".

-"Será entretenido ver a mi alumna pelear con los guardias" - Ánimo Dan.

-"Bien... ¿quién empieza?"

-"¡Mátenla malditos hijos de perra, es una orden del amo de esta maldita montaña!"

Los hombres solamente asistieron y fueron sin piedad a atacar a Jinna con sus espadas, ella no dudó y se colocó en posición de defensa, y sus movimientos eran perfectos casi limpios para liberarse de aquellos hombres.

Dan, solamente la observaba perdida en sus perfectos movimientos, se veía tan hermosa, él la había visto crecer, más bien... Ambos crecieron juntos.

Y por más que exista la diferencia de algunos años que prefiero mantener en anonimato, el amor de Dan hacía Jinna, nunca fue de hermanos, fue algo más allá de una amistad es amor puro y honesto.

Un amor que él reservó o sigue reservando hasta la actualidad. Un amor que jamás declaró, ¿por miedo?, tal vez, ¿por cobardía?, existente, pero ¿cómo un general podría tener miedo?, es una duda clavada en la mente de aquel joven hombre.

Su distracción provocó que Jiangsu, aproveche y se suelte del agarre de Dan, sonriendo victorioso. El menor se dio cuenta y lo apuntó con su espada mientras que el mayor también lo apuntaba con el suyo.

-"Que tierno... el general Han Dan, se enamoró de una princesa caprichosa"- Burló. - "La verdad, no te culpo, Dan hijo, ella es muy hermosa y sobre todo muy valiente... pero es una lástima que no vas a poder decirle tus sentimientos" - El mayor no dudó dos veces y atacó al menor, mientras que este solamente hizo chocar su espada con la de su adversario.

Esa noche se armó una batalla, los hombres de Dan todos fueron asesinados por los hombres de Jiangsu.
Y los hombres del mayor acabaron por Jinna.

Solamente quedaban en pie los tres. - "Debes de tomar en cuenta que... en cualquier momento pueden llegar más de mis hombres Dan". - Dijo el mayor mientras atacaba con su espada, hasta en el punto que Dan perdió su arma y su mano.- "¡Ahora dile adiós a Jinna!"- Su arma punzante lo apuntó al pecho del adversario, lo que no pensó que quién terminaría clavado por una era él.

-"¿Jinna? Tú..." - Pregunto Dan confundido por verse aún con vida y ver caer al mayor inconsciente.

La menor tomó la mano de su menor. - "Debemos de irnos de aquí antes de que vengan más de las ratas de Jiangsu" - Determinada a caminar escuchó los pasos de los guardias para luego estos esconderse bajo los arbustos del lugar.

Esa misma noche escucho por palabras de la esposa de su "querido tío" que ella y Dan eran acusados de "intento de suicidio al amo de la montaña, al igual que otros delitos de mayor grado y que debía de ser capturada para pagar con el alto castigo de la montaña".

El enojo era existente por parte de Jinna, sabía que para recobrar algo que perdió debía de volver a tener más poder.

-"¿Estás bien?" - Preguntó Dan tomando sus brazos mientras la observaba de pies a cabeza para luego tomar mejilla ajena, para él eso era lo más importante, que ella esté bien.

-"¿Es verdad que te gusto?" - Y bueno para ella... era algo que desde el instante que logró escuchar por boca del malnacido de su tío, quería saber si era verdad o no. - "Dime, ¿te gusto?"

-"Yo..."- Dan, sabía que tarde o temprano debía decirle cuánto la ama y cuanto muere por ella, pero no imaginó que sería tan... pronto.- "Sí, te amo, me gustas, te quiero como un loco yo..."

No terminó de completar su oración y fue besado por ella, quedó inmóvil, no sabía qué hacer, pero después de un tiempo, tomó aquella pequeña y fina cintura para luego seguir el beso.

¿Acaso era un hermoso sueño sacado de su mente? No, no lo era, podía sentir esos labios carmín, suaves y deleitables sobre los suyos.

-"¿Por qué... ? ¿por qué lo hiciste?" - Preguntó el pobre muchacho. - "¿Por qué me besaste?"

-"¿Por qué? Es fácil Dan, tú también me gustas, y es más sé que te amo, solamente que lo he guardado también durante mucho tiempo." - Confesó Jinna.

Ambos se corresponden, pero su amor ¿se estaba preparando para acabar y lograr sus objetivos juntos?... . Lógicamente, no sabían si en realidad su amor podría cumplir aquel camino., pero no perdían nada con arriesgarse.

-"Ahora debemos de salir de la montaña, lo más probable es que nos estén buscando y deseen cerrar las puertas" - Comentó Dan.

-"Descuida, sé por dónde salir de aquí sin que nos vean" - Jinna, sonrió para luego tomar la mano de su mayor y llevarlo hasta aquel pasaje secreto en el jardín cerca a los árboles de melocotón.

Ella solamente movió aquella reja para luego abrir esta e ingresar, Dan solamente quedó asombrado al ver que ella conocía más la montaña que él, no dudó en ingresar llevando en mano una antorcha, cerró la entrada con unos arbustos y ambos continuaron su camino.

La ruta tomó un aproximado de treinta minutos hasta llegar fuera de la montaña saliendo por un pequeño túnel y observar cerca de ellos un río. No dudaron y subieron a aquella pequeña balsa cerca a la orilla, sabían que tenían que salir de ahí, y sobre todo buscar la manera de acabar con la maldita corrupción de Jiangsu.

La mañana llegó y ambos al fin habían llegado a un pequeño pueblo, uno solitario aparentemente. El invierno estaba llegando, tenían que mantenerse abrigados porque sufrirían grandes consecuencias y entre ellas morir por causa de hipotermia y eso ambos no lo deseaban. Caminaron por más de veinte minutos en todo el camino de aquel silencioso y misterioso pueblo, encontraron un santuario, uno que aparentemente estaba en buen estado, ya que se podía ver cómo estaba cuidado este.

Ambos ingresaron por más que exista la duda de ¿por qué en un pueblo abandonado está un santuario cuidado a la perfección?, dentro de ella encontraron a personas de buena vestimenta, aparentemente gente aristócrata de aquel pueblo.

Ellos fueron recibidos amistosamente, el punto es que iba a poder pasar la noche en un lugar cálido y buscar la manera de cómo acabar con Jiangsu y su corrupción.

-"Me resulta muy misterioso este lugar Dan..."

-"A mí también, pero por ahora debemos de adaptarnos a esto, por más que te resulte incómodo."

-"Más bien no es eso Dan..., sino la situación en cómo está este pueblo, ¿entiendes?, fuera de este Santuario todo es solitario y triste, mientras que aquí... hasta florecen las flores de Cerezos, mientras que haya no hay ninguna planta que florezca"

-"No estaremos por mucho tiempo, tranquila..."

Los días pasaron y ellos seguían refugiados bajo el manto de aquel Santuario, en ese lapso ellos buscaron ideas para regresar a la montaña Han.
Esa misma noche planeaban irse de aquel sitio en busca de algo sagrado para la montaña...

- "¡La fiesta del Gran Dragón Rojo es hoy!" - Gritó una de las niñas aristócratas, cuando Jinna abrió la puerta de donde ella dormía.

- "¿Fiesta del Dragón Rojo?"- Susurró la princesa.

- "¿Sucede algo Jinna?" - Preguntó mientras él la abrazaba por la cintura.

- "¿Ah? No, no para nada Dan, solamente... pensaba cosas sin sentido"

-"Y... ¿qué pensabas?"

-"La fiesta del Dragón Rojo... ¿Qué tipo de fiesta es? "

-"¿Fiesta del Dragón Rojo?, he escuchado de ella, dicen que es una fiesta que veneran a un demonio de colmillos, en una imagen humana que se alimenta de sangre, más es como de una secta... la mayoría de quienes realizan ese tipo de fiestas son demonios también."

-"Entonces es una fiesta que halagan a un demonio..." - Susurró. - "Bueno... estemos listos para salir ahora"

-"¿Ahora?, pero... ¿Por qué?"

-"Dan... así podremos acabar con todo en menos tiempo, si nos quedamos hasta la noche correremos peligros."

-"Tienes razón, son fallas mías."

-"Tontito"

El momento había llegado, tenían que salir de allí si o si, al menos que quieran ser comida por otros demonios., eso tenía más que claro Jinna.
Caminaron hasta la puerta del santuario, pero esta estaba completamente cerrada, ¿por qué?

Apenas tocaron aquella puerta del santuario y su ambiente se tornó a uno oscuro, el cielo dejó de verse soleado y estaba más que nublado, todo estaba más que gris, aquel lugar estaba más que tenso.

Ver aquel lugar en "perfecto estado" era más que una maldita ilusión óptica. Y aquellos nobles eran más que seguidores de una secta.

-"¿Qué significa esto? " - preguntó Dan.

-"Los de la secta del Dragón Rojo"- confesó Jinna.

-"¿Los de la secta del dragón rojo?"

-"Ellos son los seguidores de la secta... hoy es el Festival"

El Festival daba inicio teniendo en bandeja de oro a la pareja, ambos sabían que era aquella secta maldita.

-"¡El Festival del Dragón Rojo empieza!"

Jamás pensó Jinna actualmente Dhana ver otra vez su mundo completamente acabado en tan solo un segundo...

-Dan...- Suspiro y no se dio cuenta cuando se pinchó con una espina de una de las flores.

De su dedo corría sangre gracias a la espina, su dedo lloraba, pero ella...no sentía nada, nada de dolor.

-Tal vez entendí que no deba de llorar...

Taehyung dedujo que su dolor o miedo de Jungkook tenía que ver algo con Jimin y su acompañante.

"Ellos existieron y fueron parte de su pasado". - Pensó.

Él sabía de la identidad de Jeon, recuerda muy bien que él era aquel muchacho que salvó de morir a causa de las sombras.

Pero había algo que entendió de más, Jeon no recordaba o estaba consciente de que él era sonámbulo, y que por causa de su estado se desmayó y él por evitar que sé lastime, estuvo en cama por días a causa de aquella arma blanca.

-Ah...-Suspiro.- que bueno que no fue la daga, esa vez Jeon si me hubiera matado. Pero... estuve en cama por días.,- Sonrió- eso no es nada, la herida se curó rápido es más ya no está. - Observó atentamente la palma de su mano.

Apenas empezaba un nuevo día y Taehyung se enteró de que hoy llegaría aquel hombre de muy lejos para hablar con el Señor.

-Taehyung, ¿por qué me buscabas? - Llegó un Jeon cansado después de haber corrido por mucho tiempo.

-Te falta condición física Jungkook. - Sonrió al verlo para luego reír leve.

-Si haces ese tipo de bromas, eso significa que estás bien y que no necesitas, adiós me voy... -Este se dispuso a desaparecer de la vista de Kim, pero el mayor lo impidió.

-Aún sigo malito, me duele mucho mi cabeza, ¿no te parece correcto cuidar de este pobre enfermo? - Hizo puchero.

-Escuche por ahí que los inmortales se curan muy rápido en tan poco tiempo eso quiere decir...- Se volteó para estar frente de su mayor. - ¡que estás sano y que no tienes nada Kim! No me gusta que me mientan.

Por otro lado, pues que le quedó a Kim, que escuchar en silencio todo lo dicho a causa de su menor. - Pues es verdad te he mentido sí estoy bien, es más la palma de mi mano ya se curó aunque hay una pequeña marca ahí, pero eso ya no importa. -Mostró su mano. - Pero no me culpes Jeon, acaso hay algo malo en mentir para que tu amigo esté a tu lado y tengan... - Sonrió. -una cálida charla, solamente fue una mentirita blanca.

-Blanca o no, es mentira Kim, y tuve que venir desde lo más lejos del Palacio hasta aquí...

-¿Eso quiere decir que te preocupas por mí? - Sus ojos brillaron al escuchar eso.

-No dije eso Kim.

-¿Entonces no lo haces? - Hizo un puchero leve.

-Tampoco dije eso Kim.

-¿Entonces qué quieres decir Jeon? - Se cruzó de brazos mientras hacía ojitos como si de un niño pequeño se tratase.

Jeon lo pensó y no supo qué decir. - "¿Por qué vine corriendo hacia aquí si él no me interesa?" - Pensó, pero no sabía qué decir. - Eso no te interesa Kim. - Miró hacia otro lado para poder entender él ¿por qué?, corrió para nada y sobre todo por él mientras que sus mejillas se tornaban algo rosadas.

-¡Oh!, e-entiendo... -Un puchero apareció. - pero aun así estoy feliz de que hayas venido rápido hasta aquí, te lo agradezco Jungkook. - El mayor no dudó y lo abrazó por atrás colocando su mentón en su hombro.

La imagen se volvió enternecedora mientras que Taehyung disfrutaba del dulce aroma de Jungkook mientras lo abrazaba enlazando sus dedos en su vientre; el menor solamente parecía una estatua con mejillas rojas a causa de... él no entendía la causa, pero sabía que si existía.

A lo lejos Jin, sonreía al verlos juntos, entendía que en algún momento ambos caerían en la palabra "amor".

- Señor Kim...

-¡Shh! Nam, mira... -Sonrió Jin mientras miraba aún al frente suyo. - yo digo que estos dos tontos caerán tarde o temprano, bueno... - sonrió. - más temprano que tarde.

-¿Habla de Jeon y del Amo Taehyung? - Observó en silencio y luego miró atentamente a Jin, con una dulce y enternecedora sonrisa, aquella vista de Namjoon hacía que él por una extraña razón le resultase familiar. - ¿Qué quiere decir que ambos caerán? - Preguntó volviendo a mirar a esos dos pequeños tontos como su mayor los había descrito, algo sonrojado.

-Lo que quiero decir es que ambos...- Volvió a sonreír. - Ambos caerán en la palabra amor...

-¿Entonces me dices que ambos se enamoraran tarde o temprano?

-Si, se enamoraran, no sé, pero me gusta verlos juntos, siento un déjà vu al verlos juntos. -Sonrió. - ¿Tú qué piensas del romance de dos hombres Nam?

El menor lo pensó y miró atentamente a sus menores. - Pues creo que todos somos libre de amar y sobre todo elegir a quien amar... - Ambos cruzaron miradas, con una sonrisa en los labios de ambos.

-Me gusta como piensa Namjoon. - Sonrió una vez más y volvió a mirar por última vez a sus menores. -Vamos tenemos que estar presentes en la bienvenida de la nueva visita. - Suspiro y rodeó los ojos.

-¿Te molesta estar en ese tipo de visitas?

-No, es eso, el problema está en quién va a venir, para mí no es alguien grato.

-¿Quién es?

-Alguien que es capaz de acabar con todo lo valioso, es el "dueño" de la montaña Han.

-¿La montaña Han? - Proceso de información. - ¿Pero acaso el heredero no era una niña?

- ¿Cómo sabes de eso?

-Viví un tiempo cerca de la montaña, se cuenta que los padres de la heredera fallecieron en un accidente cuando era una niña.

-No sabría decirte mucho sobre ese tema, pero la heredera actualmente ha sido...

Jin fue totalmente interrumpido al escuchar por uno de los guardias comunicando que había llegado el señor de la montaña Han.

-Maldición, no quiero ir...

-Entonces Jin, no lo hagas.

-¿Eso crees?, lastimosamente no es fácil, ese idiota haría lo posible para que esté ahí.

-¿Por qué?

-¿Por qué? - Sonrió de lado. - Ese idiota piensa que porque soy el Dios de las estrellas puedo ver su maldito futuro...

-¿Y... ves el futuro?

-Claro, claro que lo hago, pero no lo hago gratis. -Sonrió. - Ese imbécil piensa que sí, pero no es así, maldito viejo.

Namjoon al ver tal expresión de su mayor este solamente reía leve. -Entonces no vayas...

-¿Qué?

Sonrió su menor una vez más y lo miró atentamente. - Sí no quieres ir no vayas no tienes que hacer caso a alguien que te cae mal.

-Tal vez, pero ese imbécil nos tiene a todo Palacio en la mira., según sé, es que él quiere el Palacio de Cristal.

-¿Para qué?

- Para que más Nam... lógicamente quiere esto para tomar más territorio, pero no lo va a lograr.

-Estás muy seguro.

-Lo estoy porque hace un tiempo ese idiota quiso hacer ese jueguito con la típica visita, pero Taehyung logró acabar con él y logró retirar todas las tropas de ese imbécil.

-Entonces crees que Taehyung, ¿lo volverá a hacer?

-Sí, por qué si él quiere hacer ese juego otra vez estoy seguro de que Taehyung esta vez si lo matará. - Sonrió orgulloso de su menor.

Namjoon solamente sonreía, no entendía las muchas o pocas razones por las que su mayor deseaba no ver a aquella visita, pero debe de haber muchas.

-Aparte no quiero ver a ese mocoso...

-¿Mocoso? - Jin asintió mientras tenía sus brazos cruzados.

-Sí, el hijo mayor de ese idiota, cada vez su padre viene él también lo acompaña.

-¿Te molesta el niño?

-¡Ja!, ¿niño? ese niño tiene ciento veinte años...

-Claro que ese niño tiene ciento veinte años... ¡Espere! ¡¿tiene ciento veinte años?!

Jin solamente asintió mientras reía al escuchar y ver la reacción de su... menor. -¿Pensabas que era un niño?

-¡Sí!, por lo menos que tenga una edad de ciento ocho por lo menos. Pero... analizando las cosas... - suspiro leve. - entiendo por qué te fastidia.

- ¿Y por qué Namjoon?

-Tal vez esté interesando en usted...- Jin al escuchar solamente río por tal cosa. - ¿Dije algo fuera de lugar?

-No, no Nam, es que...me da risa la idea de que ese imbécil se enamore de mí, ósea sé que soy alguien muy guapo, ¿pero tú te imaginas estar yo al lado de alguien como él?

-Entonces...- Namjoon interrumpió.- ¿Cuál es su tipo de chico?

Jin solamente lo miro en silencio y luego sonrió. - Alguien inteligente, guapo, un poco más alto que yo, que tenga buen físico, alguien al que pueda abrazar como una gigantesca almohada y finalmente que alguien...alguien parecido a ti. - Dijo inconsciente las últimas palabras cosa que Nam lo observó y se sonrojó.

-¿Alguien como yo?

Jin procesó lo que dijo y miró hacia otro lado por vergüenza, no entendía el porqué dijo eso tan deliberadamente, ¿existía una razón? - Es que tú eres alguien muy amical, sobre todo muy inteligente y... y alguien abrazable.

"¿Abrazable? ¡En serio Kim Seokjin!"- Pensó Jin avergonzado por lo que dijo, pero vamos si lo es, un hombre como él que tiene en frente suyo cumple todas sus expectativas.

-Tú también cumples las mías Jin...- El mayor lo observó confundido y sonrió nervioso.

-¿Yo?, ¿las tuyas, Nam?

-Si, me gustan los chicos lindos y tiernos como tú, sobre todo que tenga un buen sentido del humor y... y que la expresión de sus ojos sean las más hermosamente puras, ¿sabes?, eres igual que una rosa...

-¿Yo, igual a una rosa? - Jin sonrió.

-Sí, eres tan bonito como ellas, pero también tienes espinas...- La antigua expresión de Jin desapareció. - Lo que quiero decir es que eres alguien de carácter muy fuerte por más que tu belleza lo haga ser lo contrario... eso me gusta de usted, por más que exista un corto tiempo siento que lo conozco de toda la vida...

El mayor solamente sonrió y al escuchar lo último su corazón se detuvo por unos segundos. - "Yo también siento lo mismo Namjoon"- Pensó mientras se recompone.

-Entonces tú eres como una estrella... - Confesó Jin.

-¿Por qué?

-Eres alguien que da mucha paz...no sé por una extraña razón desde el momento que nos conocimos entre los rosales, en ti encontré paz y... luz..., talvez suene algo tonto, pero en ti encontré algo que jamás volví a creer...

-¿En qué?

-En...

-¿Qué hacen aquí?, pensé que estarían ya en la bienvenida del invitado.

Interrumpió Taehyung mientras abrazaba aún a Jungkook por atrás mientras que él guardaba silencio y observaba atentamente las expresiones de sus mayores.

-¡Ja!, no tengo ánimos de ir... - Declaró Jin. - ¿Te hago recordar las razones por las que no quiero ir?

-¿Razones? - Preguntó Jungkook.

-Es...es una larga historia que contar.- Confesó Taehyung.

- "Amor... - Dijo un tierno demonio mientras se acercaba a su amado dormido en el sofá cerca al calor de las llamas de la fogata. - dormilón". - Sonrió mientras acariciaba la mejilla ajena de su amante, el demonio no reaccionó y se vio debajo de su Señor.

-"Siempre que tengo sueño o me quedo dormido estás ahí para despertarme". - Las mejillas de quien estaba debajo de él se tornaron rojas.

-"Lo siento mi Señor..." - Dijo mientras lo miraba a los ojos, Min Yoongi y Jung Hoseok, ambos totalmente desiguales y a la vez iguales ambos que por una extraña razón sus destinos se cruzaron para que ambos muestren su verdadero yo.

Uno lejos de los prejuicios y de la desigualdad entre la sociedad y familiares por una exacta razón para decirlo así.

Ambos juntaron sus oscuras almas. - "Me gusta que lo hagas..."- Ambos aprendieron a depender y cuidar el uno del otro.

-" Pero... mi señor sabe usted que no puedo incomodar".

-"Ya lo hiciste..." - Sonrió para luego atacar los pequeños labios de su menor, de la forma más lenta para de este modo no asustarlo.

Aquel beso fue correspondido, Hoseok no se sentía acorralado y menos tímido ante aquel beso, más bien se sentía bien muy a gusto, y con eso a Yoongi le bastaba y le sobraba, ese fue su primer beso de tantos después, mismo en el que sabía que debía ser parte de la rota vida de su amado.

Desde aquel momento Jung Hoseok no suelta la mano de Min Yoongi.

-¿En qué piensas cariño? - preguntó su amante mientras besaba el cuello de su amado.

-No pensaba que recién recordaba cuando nos conocimos y sobre todo cuánto tiempo ha pasado estando juntos. - Dio más espacio a su cuello mientras acariciaba la cabeza de Min. - Perdóname si te preocupas por cosas sin razón.

-¿Quieres beber una copa conmigo amor? - Pregunto y solamente su menor asintió.

-Sí, no estaría mal beber con mi rey. - Asintió su mayor y sirvió la bebida en ambas copas.

- ¿Qué haces despierto? -preguntó mientras ofrecía la copa de jade verde. - ya es demasiado tarde para ti mi reina.

-Lo mismo digo por ti, supuse que después de hacer lo que planeamos nosotros, bueno tú me tomarías un poco de tiempo mi señor. - Bebió de la Copa. - Te esperé, pero estabas con la arquería y pues decidí esperarte, pero no llegaste, entonces deduje venir aquí y esperarte.

-Me conoces tan bien, creo que a veces me conoces más que yo, gracias cariño. - Sonrió.

Hoseok solamente sonreía mientras dejaba ambas copas en la mesa, para observar a su rey, y sin previo aviso atacó sus labios salvajemente.

Los labios de Min Yoongi sabían a dulces notas de frutos rojos completamente bañado en fermentación y justo eso era lo que pedía Hoseok a gritos desde el momento que ingresó a esa cámara. Mientras que su rey solamente se dejaba guiar por el deseo, el alcohol, la lujuria y sobre todo lo más importante el amor que le jura y profesa sin miedo, no importaba quién escuche detrás de esas paredes o puertas lo importante era que ambos disfrutaban de uno del otro.

-¡Mi señor~! - dijo dando espacio a su cuello mientras recibía los besos de él en aquella zona. - ¡ah~!

-Por hoy... solamente por hoy dime por mi nombre por favor. - Dijo mientras seguía besando el cuello y apretaba el trasero de su amante.

-¡Sí, sí ah~ sí Yoongi! - Hoseok asintió, no dudó más y comenzó a quitar las ropas de su esposo...

Todos tenemos una debilidad, una ficha que nos hace bajar la guardia, algo que nos hace ser débiles. Sea una cosa o un alguien en específico, todos somos débiles, todos caemos en nuestro propio miedo de perder a ese algo. Pues por naturaleza cualquier ser es débil, sea porque el cazador hace vulnerable a su propia presa o la misma quiere aparentar ser una débil para así acabar con su vida...

La noche hacía la participación de la bienvenida a aquel invitado especial, aquel ser que jamás imaginaría que tal vez ahí acabaría su propia tumba de su sucia vida. Aquel hombre que no imagina que su fin está más próximo de lo previsto.

- ¡Jungkook!

-Hola Dhana, ¿cómo estás?

-Bien, hace tiempo que no te veía, te he extrañado mucho.

-Yo también, ¿vas a ir a la bienvenida de aquel invitado?

-¿Tengo otra opción? - Río su mayor. - Sí, vayamos antes que nos castiguen por llegar tarde.

-Solamente vayamos. - Dijo Jungkook y la menor asintió.

Nadie se imagina que tal vez sus últimos momentos o días de vida estén muy próximos. Pues el Dios de la muerte está acechando listo para dar su último ataque...

(5005 Palabras)

Maybe not in this life but in the next

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