LA DECORACIÓN EN CASA DE THYME ERA EN TONALIDADES DORADAS Y PLATEADAS, INCLUSO, LA GRAN "A" DECORABA UNA PARED BLANCA. Thyme estaba ansioso, miraba como todo estaba siendo preparado mientras que miraba la hora en su reloj de muñeca.

—Aún faltan más de dos horas, joven Thyme—una de las chicas se le acercó—¿puedo ofrecerle un vaso de agua?

—No, estoy bien...

—Esta bien, de todas maneras, podría ver las otras salas y decirnos si esta bien o no

—Confió en ustedes...—respondió tosco— solo miraba

—Esta bien...—hizo una reverencia y se alejó, yendo a acomodar una copas.

Odiaba sentirse como un perro esperando frente a la puerta a su dueño que no volvería por muchas horas... y le aburría, también le molestaba, ¿por qué su madre había elegido un evento a las 6 de la tarde cuando apenas eran las 2?, no lo entendía.

ANNONG MIRABA CON ATENCIÓN Y UNA MUECA A LA manicurista le hacía sus uñas acrilicas en tonalidades negras para combinar el vestido.

—Deja de fruncir la frente, vas a envejecer más rápido

—Lamento decirlo, Sal, pero esa mierda huele horrible—apuntó con su nariz, haciendo a la chica reír.

—Eres una grosera... nadie va a querer casarse contigo así

—¿En serio?, ¿escuchaste lo que dijo ese imbécil, Sal?, ¿crees que decir mamadas funcione para qué ningún hijo de perra se casé conmigo?

Y la chica se carcajeó más fuerte, deteniéndose para no arruinar su trabajo, escuchando a Kim bufar debido a lo que acababa de decir.

—Bueno, yo dije lo mismo que tú... —secó sus lágrimas de la risa— y terminé casándome con un hombre que es más silencioso que una sala se cine vacía y sin uso, que más encima, le gustan demasiado mis maldiciones...

—Pensé que ibas a apoyarme, traicionera

—Lo siento, pero es la verdad...

—Thyme no va a querer casarse si eres así

—Con eso me conformó, ¿sabes que el quiso casarse conmigo cuando teníamos 6 años?

—¿Qué?, ¿en serio?

—Ajá, por el tuve que vivir en un internado al otro lado del mundo por diez años...

—Annong, deberías callarte—pidió Kim.

—¿Qué?, ¿por qué no puedo comentarle a ella que estoy comprometida con mi agresor de cuando era niña y no quiero hacerlo?, la sociedad tailandesa no avanza porque nos enseñan a callarnos a nosotras y a que ellos se salgan con la suya

—En ningún momento estoy avalando lo que hizo ni lo estoy defendiendo... solo digo que te calles porque eso no va a pasar

—¿Qué?, ¿cómo que no?, ¿vamos a ir a las Vegas a casarnos?—alzó una ceja— ¿ya cambiaste de opinión?

—No, pero no voy a dejar que se salga con la suya, eso es todo—se encogió de hombros.

—Dios Kim, si pudiera besarte yo...

—Que asco—dijo antes de irse.

Sal, la manicurista—y futuramente, su madre postiza— reía.

—Sabes que el realmente te coquetea siendo agresivo, ¿no?

—¿tu lo crees?

—Quizás tendré veintiséis y estoy casada, pero un ojo de madre no se equivoca—sonrió— se nota que te quiere y le duele la situación...

—¿Si?, ¿cómo es eso?—alzó una ceja, colocando la mano derecha bajo la linterna de luz.

—Bueno—activó un minuto la luz para sellar una mano— no puedo explicarlo, es un poder de super mamá que se desarrolla solo

—¿Y cuánto tiene?

—Cuatro, se llama Santino—sonrió— mi esposo es un italiano que vino de intercambio a mi escuela cuando tenia 15, bueno, salimos y nos casamos a los 19 y a los 22 tuve a mi pequeño galán... todas las niñas lo aman demasiado—admitió, orgullosa— ya sabes, es difícil ver tailandeses de ojos tan verdes como las esmeraldas

—Waoh...

—Y bueno, con respecto a lo del matrimonio... —le miró— deberías casarte con quién haga tu corazón latir y te haga sentir feliz, con quien puedas ser tu misma

—¿Con quién sienta mariposas en el estómago?

—No, con quién te sientas tranquila—aclaró— mi madre solía decirme que cuando uno siente mariposas es tu cuerpo dándote la señal de que no te sientes segura y corres peligro, ¿no lo crees?, con Armin siempre me sentí yo misma y tranquila, por eso me aferre a él tanto como pude

—¿Tu madre... cómo llego a eso?

—Bueno, es obvio que cuando estas ansioso el cuerpo te da señales cuando piensa que estas en peligro, ¿no te pasa que aveces cuando ves a alguien, sientes unas ganas horribles de correr y tu adrenalina se activa a tal punto que tu corazón acelerado te marea?

—Si, me ha pasado...¿no es eso normal cuando te incomoda algo?

—No, Annong, es es miedo en su máxima expresión... somos animales, instintivamente racionales... ¿quieres casarte con Thyme?

—Bueno... estamos tratando de llevar la fiesta en paz, ya sabes...

—¿Pero, quieres hacerlo?

—No

—¿Y por qué no?

—Aún me da miedo...

—Entonces no lo hagas—dijo como si fuera obvio— si es necesario, revélate aún más contra todo lo establecido... si le gustan las delicadas, se bruta, si le gustan las silenciosas, grita... sin olvidar, ser tu misma

—¿Y si eso no funciona?

—Bueno, al momento de firmar, quemas el documento e incluso, puedes escaparte el día de tu boda, yo, personalmente iré a buscarte en mi auto

—Gracias, Sal

—No me des las gracias, Annong...—le apretó con suavidad la mano— es lo mínimo que puedo hacer

Y el resto del proceso de las uñas, conversaron sobre Santino, relajándose un poco y pensar en cómo podía zafarse del matrimonio arreglado, sin pensar, que tanto sus padres como la madre de Thyme tenían diferentes planes.