Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

09

LOS VESTIDOS ESTABAN APILADOS UNO SOBRE OTRO, COLORES, ESTAMPADOS Y TELAS DIFERENTES estaban siendo desechados por la platinada que al parecer, nada le gustaba.

—¿No tienen algo más...

—¿Más qué?, Anong, eso es casi la tienda completa—Kim se quejó.

El chino estaba con el ceño fruncido mientras que rascaba su frente disipando la rabia que estaba sintiendo en aquel momento. Anong siempre podía ser caprichosa y arruinarle un buen rato a él con tal de desobedecer a su madre.

—Es que, no es por ofender chicas... pero ¿no crees que eso es muy siglo XIX?, digo, todas van a usar cosas más juveniles

—Bueno...—se miraron todas las jovencitas.

—No les quito más tiempo, ven conmigo, Kim—comentó la chica, tomando la mano del chino— nos vemos

Y salieron de aquella tienda mientras que caminaba para ir a otras tiendas con vestidos más juveniles y bonitos, que le definieran su figura y sentirse bien al presentarse en sociedad como "comprometida con Thyme"... a pesar de que odiaba esa posición, mínimo debía verse bien, ¿no?.

LA RUBIA GIRABA Y SE MIRABA AL ESPEJO CON UNA SONRISA ENORME, MÁS ALLÁ DE VESTIR EL FAMOSO vestido de fresitas en negro, le hacía sentir como si fuera una princesa.

—¿Podemos comprar una corona de plástico?, me siento una princesa, Kim—habló, volteando e inclinándose para quedar con su rostro frente al suyo.

—No hagas eso...—desvío la mirada, levemente ruborizado.

—¿Qué?, oh vamos... como si nunca te he mirado de esta manera cuando éramos pequeños

—Si, pero con la diferencia de que no tengo dos grandes fresas frente a mi...—se quejó, haciéndola reír.

—¿En serio te pondrás nervioso por un par de boobies?, oh vamos... —se puso recta, posando sus manos en sus caderas— ¿me vas a decir que nunca viste marranadas en internet?

—No soy de los que ven videos para... esas cosas—se puso incómodo— ¿podemos hablar de otra cosa, Anong?

—Oh vamos, masturbarse es natural...—dijo con toda confianza— créeme que haber vivido en norteamerica y en un internado me hizo demasiado... ¿cómo puedo decirlo?

—¿Sin vergüenza?

—No, solo una persona con mente abierta... —justificó— además, no me sorprende de los que usan audios

—¡Anong!—gruñó molesto— cállate

—Cállame—le retó con una ceja en alto.

Usualmente Anong siempre discutía y provocaba a Kim cuando eran pequeños, pero ahora habían crecido y sobre todo, ambos eran dos adolescentes bastante desarrollados.

—No te atrevas a desafiarme de esa manera—se puso de pie.

—¿Por qué?, ¿vas a censurar mis fresitas?—alzó una ceja curiosa con una sonrisa socarrona.

Kim reprimió sus labios en una línea recta, tensando su mandíbula de rabia, vergüenza y sobre todo, ocultando la pizca de atracción que estaba sintiendo.

—¿Por qué mierda insistes con tus "fresitas"?

—Tu comenzaste con ellas—se cruzó de brazos— ellas solo existen y no le hacen daño a nadie

—No cuando las pones frente a mis ojos

—Yo no hice nada, Kim—y era cierto.— sólo te pedi una corona de princesa, pero parece que no se va a poder por tus intenciones pervertidas

Y volteó.

—Te espero afuera, voy a pagar eso—comentó incómodo, yéndose mientras carraspeaba.

Nunca había caído tan bajo frente a Anong, incluso, siempre ignoraba todo lo que no fuera su rostro, pero... quizás sus hormonas salían a flote con la única mujer que provocaba que su piso se moviera casi como un terremoto.

—Bien... ¿crees que debo usarlo en rosa?—preguntó, juguetona.

—Jódete, Ann—le escuchó, haciéndole reír.

LOS TACONES Y LAS DEMAS COSAS HABÍAN SIDO COMPRADAS BAJO LA SUPERVISIÓN DE KIM, MÁS QUE NADA, LA MENTALIDAD estadounidense provocaba que Anong quisiera ser extravagante... aunque esa excusa utilizaba para justificar su rebeldía, porque eso era, rebeldía.

—¿En serio vas a comerte el helado de esa forma?—la rubia alzó una ceja confundida— ¿para qué mierda pides un helado de cono con tres bolitas si vas a comértelas con una cuchara?, no tiene sentido

—¿Y la forma en que tu comes si?, muerdes el helado, eso no es normal

—Mucha gente muerde el helado para cortarlo, genio—rodó los ojos— además, pides helado de chocomenta, piña y pistacho... eres un sociopata de pies a cabeza

Rodó los ojos. Quizás no era la mejor combinación del mundo, pero al menos, funcionaba para mantenerle el azúcar alto y no discutir con Anong, quién andaba demasiado contestona.

—¿Y pedir eso si?, ¿helado sabor "cielo"?

—Es solo crema batida con colorante—suspiró— el de chicle esta bueno y el chocolate... el chocolate nunca falla

—¿Acaso eres un osito cariñosito?

—¿Quieres probarlo?

—¿Qué?

—El helado, bobo—le acercó el helado— ¿qué pensabas?, ¿qué te proponía besarnos?

—Para nada, no eres mi tipo—y sacó con su cuchara para comer la mezcla de los tres.

Era una mezcla asquerosamente dulce, algo que sin duda daba náuseas.

—¿Cómo no vas a vomitar comiendo eso?—hizo una mueca.

—Si te digo que me intoxique muchas veces con exceso de dulces y golosinas...—comentó, riéndose mientras volvía a comer de su helado— pensé que si algo me pasaba, mamá y papá irían corriendo a Estados Unidos y me traerían a casa... pero, luego, a los 10 dejó de importarme, me hice más agujeros en las orejas e incluso, pude decir que las educadoras fueron más mis madres que mi mamá

Kim miró el suelo, comiendo con aquella cucharita plástica el helado mientras recordaba cuanto había sufrido porque enviaran a la chica lejos. Incluso, Pat le había criado con una doble intención: que fuera un buen hombre y que tomara el puesto de Thyme —y aquello, estaba secretamente pactado entre el mayor y él—... pero dar pasos le era difícil, sobre todo cuando Thyme ya había tanteado terreno.

—¿Y qué te tuvo cuerda?

—No voy a mentir... el vodka black—admitió— es malísimo, pero, sí

—Me refiero a que... ¿no había alguien en quién pensarás como si fuese tu hogar?

—Mmmm... solo tu cara llorando por los gusanos—dijo graciosa.

—¿Estás bromeando?

—No... —comentó, sonriendo mientras que sus labios eran embarrados con aquel helado celeste— además, eras mi único amigo, ¿no?

—No somos amigos—aclaró.

—Bueno, mi compañero entonces... —se encogió de hombros— de todas maneras, sabes que esa fiesta sera un fracaso, ¿no?

—¿Por qué dices eso?

—Porque es obvio que la mamá de Thyme y la mía son las dos agresivas, ten en cuenta que mi madre sólo aceptó la propuesta de su madre porque ambas compañías van a favorecerse mutuamente... y mi papá ... el ni siquiera se había enterado hasta que mi madre me envió a Estados Unidos... y teniendo en cuenta de que voy en contra de todo, su madre abrirá la boca y va a ser la tercera guerra...

Y Kim sonrió. Todo era cierto, de cierta forma le favorecía porque su pacto con Pat funcionaria, pero sólo había un maldito inconveniente: Thyme. Thyme estaba tan enamorado de Anong que sabía que iría en contra de todo solo por ella.... Más allá de que cuando eran pequeños, su madre le había detenido cuando iba solo al aeropuerto para conseguir vuelos a estados unidos o simplemente trataba de enviarle cosas al internado... y lo detestaba, Thyme simplemente era un tonto enamorado con mucha suerte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro