02
GORYA ESTABA CAMBIÁNDOSE LA ROPA MIENTRAS QUE ANONG SECABA SUS CALCETINES y zapatos en secador de manos eléctrico mientras que veía como lentamente lo húmedo se secaba.
—¿Por qué lo hiciste?, ¿no tienes miedo a que te odien?
—¿Vas a reclamarme por defenderte?, ¿vas a hacer lo que un imbécil le hizo una chica que lo defendió de Thyme?—interrumpió, usando la indignación.
—Pensé que nada podía grabarse ahí...—Gorya realmente estaba confundida al escuchar a la rubia.
—Da igual, siempre sale todo a la luz—dijo obvia.
—Oh bueno... pero no, solo quería dar las gracias... no me ha tocado nada fácil estar aquí ni a ese chico, se llamaba Somchai
—¿Y está muerto que lo mencionas en pasado?
—Thyme hizo que lo transfirieran luego de eso—se encogió de hombros.
—No digas ese nombre, lo invocas—dijo disgustada, rodando los ojos por el hecho de que también el pobre chico fue transferido.
—Bueno...—salió del cubículo— ¿gracias am..
—Anong, ¿tu debes ser...?
—Gorya...
—Gorya, mucho gusto—sonrió amigable.
—¿Puedo preguntar..
—Lo conozco desde que soy una bebé —se apoyó en el mesón de mármol de los lavamanos— los F4, Mira y yo nos criamos junto a otros niños de élite básicamente...
Y Gorya asintió, sin entender demasiado, colocándose sus calcetines y zapatos.
—Thyme provocó que me mandaran a un internado en estados unidos cuando tenía 7 y al parecer, ha hecho que vuelvan a transferirme a Tailandia
—¿A los 7?
—Ajá, ya sabes.. la vida de los ricos es incluso peor de las personas que no lo son—se encogió de hombros— no por temas de dinero, sino por las crianzas extremas y matrimonios por conveniencia, dicen que mientras más dinero y estatus tenga una familia, más desagradables son los hijos... Thyme es una red flag con piernas
—¿red flag?
—Gorya, ¿no usas tik tok o qué?—alzó una ceja con indignación.
—Solo hago bailes y cosas con mi amiga... nada más
—Oh... ¿la del renegade y eso?
—Creo que Tailandia no tiene los mismos trends que estados unidos
—Creí que Charlie era conocida por todo el mundo
LAS MIRADA SOBRE ELLA ERAN REALMENTE ALGO QUE LE DISGUSTABAN y sobre todo, porque realmente quería ir "contra la corriente" y ahí estaba, siendo prácticamente el sol y no precisamente porque estuviera platinada por culpa del agua oxigenada que sus ex compañeras americanas le habían aplicado para "decolorar".
Una bandeja se detuvo frente a la suya con una comida que se veía mucho mejor que la suya— siendo que es un colegio cariñosamente caro y tenían buena comida—, y levanto la vista, viendo a Thyme sentándose ahí, haciéndole estar alerta.
—¿Qué mierda estás haciendo?
—¿Por qué lo teñiste rubio?—preguntó comiendo de la lasaña, ignorando sus palabras — ¿es porqué dije cuando teníamos 7 que no me gustaban?
—Mi vida no gira en torno a la tuya, Thyme
—Te queda bien el rubio...—volvió a ignorar sus palabras— me gusta, te hace ver más grande y femenina
—No pedí tu opinión—gruñó como un perro.
—Esta bien...—se quedó en silencio analizándola.
Decidió echarse unos ravioles a su boca, notando el ceño fruncido del castaño al mirarla.
—¿Qué es eso de tu lengua?—apuntó con la nariz.
—Se llaman piercings, también tengo uno en mi nariz—decidió con un movimiento ágil mostrarlo— también en el obligo, ¿por qué?, ¿te gustan?—sonrió sin gracia.
—No, en lo personal no
—Que bueno, porque pensaba hacerme más
Thyme simplemente no habló, precisamente no quería comenzar una discusión estúpida por cosas banales que realmente le quedaban bien a la contraria.
—¿Qué tal Estados Unidos?—decidió buscar un tema de conversación.
—¿Te refieres al internado?, de maravilla... de hecho, planeaba quedarme allá y casarme con algún norteamericano—admitió— ya sabes, el koreatown cerca del Time Square estaba lleno de chicos guapos y correctos
—Me alegro que haya sido bueno
Y nuevamente silencio. Era incómodo estar con ella luego de tantos años, mucho más si el desprecio de ella hacía él salía hasta por sus poros, sin olvidar la vergüenza que fue al verla cuando estaba Gorya con la famosa tarjeta.
—¿Sigues intimidando personas y echándolas a tu antojo?—la mirada asesina conectó con la suya.
—Creo que eso es un gran malentendido
—Para que su hermana haya tenido que venir a golpearte, dudo que haya sido uno...
—Él vino a insultarme y le di la tarjeta, su hermana vino a golpearme y en vez de empeorar las cosas... lo transferí a una escuela de la misma calidad que esta—confesó, omitiendo lo sucedido en el baño aquel día— debería agradecerme, después de todo, le esta yendo mucho mejor allá...
Y Anong se quedó callada, comiendo su almuerzo para evitar soltar una verborrea agresiva que empeoraría las cosas, más allá de que todos estaban pendientes de su conversación, sabía que estaba metida en una jaula de leones hambrientos de cualquier equivocación para mostrar las garras.
EL COMEDOR DE LOS KHANTHONG ESTABA EN SILENCIO, AMBOS ADULTOS miraban a su hija quién estaba sentada frente a su madre y a un lado de su padre en aquella gran mesa de madera de caoba tallada.
—¿Qué te hiciste en la cabeza, Anong?
—Estaba de moda en Estados Unidos, ya sabes, no eres norteamericana si no eres rubia—admitió— deberías saber que cerrar ciclos es importante
Respiró fuerte la mayor— muéstrame la lengua
—¿Qué?, ¿Thyme te lo dijo?—se quejó con una mueca.
—¿Thyme te vio eso?
—Mamá, no es como que un piercing de la lengua pueda esconderse —rodó con los ojos— además, debería agradecerme, dicen que los besos son más ricos de esa forma
—¡Ya basta, Anong!—gritó furiosa— te enviamos a ese lugar por la escena que te mandaste frente a la psicóloga infantil y te dimos en tu gusto, no para que te convirtieras en una vulgar...
—¿Escena?, ¿haber tenido ataques de pánico a los 7 te parece que fue una escena?—soltó una risa— viaje sola más de 10 horas y no podía hablar con nadie sin pensar que iban a hacerme algo, incluso me orinaba encima cuando alguien siquiera me tocaba el brazo, así que no mamá, no fue una maldita escena
—Ya, déjala...—su padre decidió meterse en medio al ver como su mujer iba a gritar algo más— ¿por qué no nos cuentas como te fue allá?
—Bien, mucho mejor que estar aquí —admitió, mirando el plato de comida frente a ella.
—Veo que te divertiste mucho, el rubio me gusta...—el hombre confeso— ¿te dolió hacerte eso de la lengua?
—No, el de la nariz si—habló comenzando a cortar carne, sintiendo como su madre apretaba los cubiertos de rabia.
—¿Y qué tal las cosas con Thyme?, ¿se vieron?
—Bueno, lo mismo de siempre—comentó— nada más que un par de palabras y ya, tampoco me interesa relacionarme con él
—¿Por qué no le das una oportunidad?, el te quiere mucho, no por algo su madre cedió cuando él pidió casarse contigo—el tono pacífico de su padre le hacía querer vomitar.
—Porque precisamente por él fue que decidieron mandarme al otro lado del mundo y causante de todas las desgracias de mi vida—dijo obvia.
—No me importa, vas a relacionarte con él—su madre intervino— de hecho, Kim empezará a ir contigo y va a supervisar que hagas bien las cosas
—¿En serio vas a dejar manipularte de esa forma?—volteó a ver al otro extremo, donde en el mismo lado que ella comía y en el último lugar, Kim comía en silencio.
—Cállate Anong si no quieres que te castigue—su madre le regañó— y ni siquiera intentes meterte Pat
Y la rubia suspiró, sabiendo que su vida seria un jodido infierno por culpa de Thyme, aquel chico de animal print y dueño de sus pesadillas....
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro