Capítulo 4 • PRIMERA MISIÓN
Capítulo 4. Primera Misión.
— Quiero repasar cuál es nuestro objetivo.- Rapp preguntó.
— Son unos terroristas que tienen de rehenes a diez personas, nuestro objetivo es salvar a esas personas tirando abajo a los terroristas. Obviamente, sin lastimar a las víctimas.
— ¿y ese es el entrenamiento?
— ¿qué? ¿Es demasiado fácil vos, Rapp?
— no, pensaba que sería difícil para vos, Colt.- bromeó.
Levanté una ceja y noté como Rapp dirigió su mirada hacia ellas — Debes dejar de mirar tanto mis cejas, Rapp.
— Entonces deja de moverlas tanto, Colt.
— A eso se le llama expresión.
— ¿en serio? No noté que tenías eso porque siempre estás tan seria.- ahora él levantó una ceja y yo lo miré seria.
— Prepárate, Rapp.
El equipo se puso en posición y todos estaban listos para entrar por la puerta y entrar en acción, una vez que el silbato sonara.
— Una vez que el tiempo empiece, Ross y Michaels vayan justos para la derecha, Bright y Rapp, vengan conmigo hacia la izquierda.- todos asintieron y el silbato sonó.
De inmediato todos se fueron hacia sus respectivos caminos, y con Jack a mi lado y Mitch atrás mío, fuimos viendo por puerta por puerta.
— Nadie en ésta.- Jack dijo una vez que vio la primera puerta.
Le señale a Mitch que se fijará la que sigue y éste asintió.
— Despejado.- Mitch confirmó y yo asentí.
Me dirigía hacia la última puerta, y al intentar abrirla estaba cerrada — Está cerrada.- le dije a Jack quien se apartó de mi costado.
— Deja que la abra.- Rapp se adelantó pero yo lo detuve.
— Yo puedo.- Rapp levantó sus brazos en forma de rendición y yo patee con todas mis fuerzas la puerta, y ésta en cuestión de segundos estaba en suelo.
— ¡que nadie se mueva! ¡o si no disparo! - el que hacía de terrorista gritó y yo me detuve.
— Buena actuación, Martínez.- éste asintió y puso su cara de serio de vuelta.
— ¡lo digo en serio! ¡Dejen sus armas o si no disparó!
— Está bien, está bien.- dije y miré para donde estaban Jack y Rapp, quien les indique que bajen sus armas. Jack me miró extrañado y frunció el ceño, ya que si nosotros nos rendíamos ellos ganaban, pero, Jack, vos sabes que tengo siempre un plan bajo la manga.
Una vez que estaba por dejar mi arma al suelo, cuando estaba a dos centímetros del suelo, fui rápida y logré dispararle al "terrorista", y marcas de pintura aparecieron en su camiseta.
— Bueno actuación, Martínez, pero manos lentas.- Martínez me estrechó la mano y le guiñé el ojo a Rapp, quien tenía una pequeña sonrisa en el rostro.
— Siempre voy a envidiar tus manos rápidas, Lydia.- Hurley me felicitó una vez que salimos del campo de entrenamiento.
— Todo se lo debo a usted, señor.
— No no, todo eso es todo tuyo.- se giró hacia Rapp — Bueno, felicitaciones, agente Rapp. Está elegido para la misión de mañana. Pásense temprano para que les de los detalles.- yo asentí y le sonreí a Rapp.
— Buen trabajo, Rapp.
. . .
Abrí la puerta del despacho de Hurley y éste estaba revisando unos papeles, me coloqué enfrente de su escritorio junto a Mitch y Jack.
— La misión es fácil; el vendedor que estaba investigando el agente Bright, es hora de atraparlo. Él sabe todo los detalles sobre él y sus horarios, ésta noche irá abajo.- Yo asentí — Empiecen a prepararse, salen en media hora.
— ¿estás lista? - Jack me preguntó cuando cruzó la puerta del Arsenal, seguido por Mitch.
— Si, así que ya veo que ya se presentaron ustedes dos.
— Si quiero que esto salga bien tengo que tener una buena relación con el nuevo.- Jack estiró sus brazos en forma de rendición.
— Ey, tengo nombre.- Mitch bromeó y yo sonreí.
Guardé todas las pistolas necesarias en mi bolso y me lo colgué en mi hombro, salimos del Arsenal y nos dirigimos hacia la camioneta.
Las horas pasaron y Jack estacionó en lo que era un valley.
— ¿trabaja aquí el hombre? - pregunté.
— No, de acá saca la mercadería. Siempre viene con menos guardias aquí.
Nos bajamos del auto y guardé mi pistola disimuladamente en el costado de mi pantalón, tapándola con mi grande campera. Nos dirigimos hacia un café y nos sentamos en una de las mesas.
— A las 5 pm, él entra a esa tienda - señaló Jack con su dedo - dos guardias entran con él y otros dos se quedan por la puerta.
— Vaya manera de disimular.- Mitch se puso sus anteojos de sol y miré hacia los costados.
— Yo distraigo a los de la puerta.- dije mirando a los hombres.
— Ahí está - miró su reloj - puntual.
— Haz lo tuyo, Lydia.- Jack sonrió y note la cara de confusión de Mitch.
— ¿lo suyo?
Le sonreí a Mitch y me dirigía hacia unas cajas que estaban al costado de la cafetería, las puse en mis hombros y me dirigía hacia los hombres haciendo como que me costaba llevar las cajas.
Al estar cerca de los hombres me tambaleo y se me caen las cajas al suelo. Levantó mi mirada hacia los hombres que me miran con cara extraña.
— ¡hombre! Ayúdenme por favor, se los suplico.- éstos se miraron entre sí y a paso lento se acercaron a mi — Que amables, muchas gracias.
— No hay por qué señorita.
Le sonreí al hombre y... que la seducción comience.
Lo miré y apreté mis labios cuando uno de los hombres acomodaba una de las cajas encima de la otra y giró su mirada hacia mi. Le toqué el hombro y lo apreté — En serio, muchas gracias. Con éste calor - me ventilé con mi mano — no se puede trabajar, ¿no creen?
El hombre asintió y cuando terminaron de poner las cajas en orden se giraron para ir de vuelta a la puerta y vigilar. Los seguí con las cajas de vuelta en mis hombros y las coloqué al lado de la puerta, me giré hacia ellos y me relamí los labios.
— Díganme, ¿no tienen calor con esos trajes?
— No, es nuestro uniforme.
— Pero, ¿no prefieren estar en una playa y estar en malla, mojándose con el mar? - dije y me acerqué a ellos mientras miraba al cielo.
Levanté mis cejas y vi rápidamente a Mitch y a Jack dentro de la cafetería. Iba a decir algo más cuando un golpe fuerte llegó a mi espalda, como si un pedazo de madera la hubiese golpeado. Perdí el equilibrio y termine en el suelo. Ignoré el dolor y me levanté rápidamente sacando mi pistola. Pero ya era demasiado tarde.
La gente estaba corriendo para todos lados ya que los guardaespaldas del hombre habían sacado sus armas, Mitch y Jack se encontraban tratando de sacarse a los otros dos hombres de encima, cuando vi al vendedor correr detrás de sus otros dos guardaespaldas. Corrí hacia él ignorando el dolor tremendo que tenía en la espalda. Estaba a centímetros de él cuando un hombre vestido de negro se interpone en mi camino, uno de los guardaespaldas que llevaba al vendedor puso cara de confusión y comenzó a caminar más rápido apuntándome con la pistola. Pero ese ahora no era mi problema, veía como el puño de éste extraño hombre se dirigía hacia mi cabeza, pero lo esquivé rápidamente. Su pierna voló hacia mi cadera y la paré con mi mano, y de repente unos disparos empezaron a sonar y vi como el hombre salía corriendo tratando de esquivar los tiros. Trate de salir corriendo hacia él pero el dolor de mi espalda era peor que antes.
Mitch intentó salir corriendo hacia él pero Jack lo detuvo — Debemos llevar a Lydia a la agencia, puede ser grave.
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