Capítulo 16 • LA VERDAD (final)
Capítulo 16. La verdad.
Abrí mis ojos y enseguida el dolor en mis muñecas por estar atada con fuerza a una silla llegó a mi. La luz me lastimaba por darme directamente en los ojos y los entrecerré.
Nadie se encontraba en ésta habitación conmigo. No escuchaba ningún sonido ni adentro ni afuera.
Miré mi estado y no había posibilidad fácil de que pueda salir de ésta situación. Mis manos y pies estaban atados a una silla y un dolor fuerte me molestaba en mi cabeza.
Intenté moverme con fuerza pero era imposible. Mire a mi alrededor por algo que me podía ayudar pero no había ni un pedazo de mugre, nada. Completamente vacío. Sólo yo y la silla.
Cerré mis ojos con fuerza para poder pensar algo para salir de la situación en la que me encontraba, cuando escuché la puerta abrirse y un hombre que nunca había visto apareció en mi vista.
Quería decirle algo pero la cinta que tenía en mi boca me lo impedía. Se acercó a mi y rió.
— No puedo creer que tengo a la famosa agente Colt en mis manos.- volvió a reír y se acercó a mi rostro — Nos vamos a divertir, tú y yo.
Me moví con fuerza para poder golpearlo pero se alejó rápidamente. Rió y dejó la mochila que tenía en su espalda en el suelo. La abrió y empezó a sacar cosas que no podía descifrar qué eran, pero cuando se movió hacia la derecha vi que eran agujas, diferentes tipos de cuchillos y pistolas.
Bajé mi mirada y sentí que mi corazón empezaba a latir la rápido. Volví a mirar a mi alrededor pero seguía sin ninguna opción.
Agarró un cuchillo chico y se paró para acercarse a mi. Lo acariciaba con sus dedos mientras me miraba con sed y sonreía.
— Si no quieres que te lastime, querida agente Colt, tienes que decirme todo lo que sepas. Así, sales sin ni una... lastimadura.- gruñí y miré hacia la cinta que tenía en mi boca — Claro, mala mía.- sonrió y tiró de la cinta.
Apreté mis labios por el dolor y bajé mi cabeza — ¿qué es lo que quieres?
— Quiero... que me digas todo lo que sepas.- unió nuestras miradas levantando mi mentón hacia él. Corrí mi rostro y volvió a sonreír.
— ¿sobre qué? - pregunté con disgusto.
— Tú sabes de qué.- negué — Vamos... la mejor agente de la FAS, uno diría que ella sabe miles de cosas.
— ¿quieres que te diga cosas de la agencia? - levanté una ceja — tienes a la persona incorrecta.
Rió y volvió a acariciar el cuchillo. Me miró y después al cuchillo — Eres muy valiosa, Colt.
— Yo no lo vería así.
— ¿y cómo lo verías? - se acercó a mi y quería golpearlo con mi propia cabeza, pero sentía que no era el momento indicado ya que lo iba a enojar más.
— No sé los secretos de la agencia. Sólo soy una agente. Nada más.
Puse cara de perro mojado — Oh, yo no desvalorizaría así, Colt, eres mas valiosa de lo que crees.
— ¿piensas torturarme o qué? - pregunté de una vez.
Rió — Si, si lo vemos así te estaría torturando a ti, pero en realidad estaría lastimando a otra persona.- lo mire confusa y levanté una ceja — Me encanta esto.- rió y se emocionó —¡tengo para torturar a la agente Colt! ¿quién lo diría? ¡yo! - no paraba de reír — Ya sé que mi tortura no debe ser nada a lo que ya has pasado, obviamente, debo ser un principiante para ti.
— Generalmente no hablan mucho. ¿Quién eres?
—Nadie.- sonrió y se acercó a mi. Lo miré desafiante y su puño se estrelló contra mi rostro — ¡Oh! ¡Si que fue increíble! - me volvió a golpear y sentí el dolor en mi rostro — ¡Otro! - y me golpeó por tercera vez.
— Creo que ya es suficiente, Félix.- alguien en la puerta habló y con el dolor que tenía en mi rostro lo levanté para poder ver de quien era la voz.
Abrí mis ojos al ver al señor que nos había atacado el día del baile con Mitch. Miré su brazo que estaba al descubierto y luego giré mi mirada hacia el brazo del hombre que tenía adelante mío. Éste lo notó y se subió la manga de su remera negra.
Asintió y sonrió — Si. ¿te gusta? - levanté mi mirada con odio y éste me volvió a golpear en mi rostro.
— Ya está, niño.- una voz conocida llegó a mis oídos y levanté mi cabeza con dolor.
Hurley estaba apoyado en la puerta con una cara seria. Me miró y sentí mi corazón saltar. Quería decirle algo pero mi garganta se cerró. No podía creerlo. Sabía que algo pasaba con él, pero no que me había traicionado. Jack llegó a mi memoria y cómo él tenía razón. Una parte de mi no quería creerlo y la otra parte de mi quería matarlo ahí mismo.
— ¿por qué? - fue lo único que me salió de mi boca, no sabía que más decir.
— ¿por qué? - Hurley repitió - Déjenme solo con ella.- los otros dos hombres salieron de la habitación después de dirigirme una mirada —Primero, déjame contarte una pequeña historia - se acercó a mi y se arrodilló enfrente mío — Desde el día que entré a ésta agencia, quería ser el mejor. El mejor en entrenamiento, en las clases, con mis compañeros, en las misiones... y lo conseguí. Era el mejor. Lo era. Todos me amaban, bueno - rió — excepto por mis enemigos. Pero después de unas semanas, dos personas nuevas llegaron a la agencia. Y por lo poco que estaban allí, se notaba que eran increíble. Les iba bien en todo, les daban todas las misiones, todos los felicitaban. Era un talento... natural. Ella era increíble. Con sus ojos celestes y la manera en la cual se movía. Estaba perdido por ella. Ella era tan dulce pero seria al mismo tiempo. Siempre la quería tener cerca. Pero, a pesar de todo, yo quería ser el mejor. Y ellos dos eran, mejor. Nunca los pude superar.- dijo con enojo y tomó aire — después de años y de ser el tercero en todo, ellos... se enamoraron. La perdí. Ella se fue con él. Perdí la oportunidad de ser el mejor y de tenerla. Mi odio crecía hacia ellos cada día.- se enojó y apretó mi mano contra la silla — Así que decidieron ser 'normales' y dejar la agencia. Yo, era el único que estaba feliz porque ellos dos se iban. Volví a ser el mejor, pero no era lo mismo. Todos se acordaban de lo buenos que eran ellos, los admiraban y querían ser como ellos. El ejemplo de la agencia. Poco después de estar como su maldita sombra aunque ellos no estén, me enteré de una noticia maravillosa. Iban a tener una adorable hija.- sonrió y me acarició la mejilla con su pulgar — Tienes los ojos de tu madre, sus labios.- las acarició y me sentí disgustada.
Corrí el rostro pero Hurley lo agarró fuerte con su mano. Sentía lágrimas que querían caer por mis ojos al escuchar una historia de mis padres que nunca había oído.
— No podía dormir sabiendo que ellos, él con la mujer que aún amaba aunque no lo quería admitir, iba a tener un hijo. Quería... hacerle daño. Mucho daño. Pero, maldita sea. Se dieron cuenta, por lo buenos que eran, se dieron cuenta que algo andaba mal. Así que decidieron irse, pero, yo también era bueno.- sonrió — Así que fue así como quedaste en la agencia. Como yo me quedé contigo. Me armé todo un plan para hacerte sufrir como ellos lo hicieron conmigo. Ser la mejor y arrebatarte todo, un amor trágico...- Mitch llegó a mi mente y lo miré sorprendida pero con odio — ¿cómo te crees que los papeles del agente Rapp cayeron a tus manos? - se señaló — No fue coincidencia. Hay una parte que no te conté de la historia, ellos; tus padres, se hicieron amigos con alguien del otro bando. Los padres del agente Rapp.- sonrió y apretó más fuerte mi rostro contra su mano - Si, Mitch y tú no tienen sólo lo de agentes como algo común. El "accidente" automovilístico de ambas familias fue algo tan trágico.- dijo con sarcasmo — Cuando eras chica, al ver esa... cicatriz del accidente - señaló mi estómago — sabía que iba a ser algo para toda la vida. Me recordaría el momento más feliz de toda mi vida. Después de que ambas familias estaban fuera de mi lista, decidí empezar los ataques entre las agencias. Sabía que cuando eras adulta ibas a tratar de arreglarlo, tal como tu madre habría hecho. Unirlos, hacer que vayan a misiones juntos, algunos sentimientos iban a surgir entre ustedes. Pero no sabía que tantos... Mi plan iba a la perfección, hasta que el agente Bright decidió investigar. Averiguó mucho, más de lo quería. Así que, tenía que deshacerme de él. Pero si que es bueno también, logró escaparse y lo dimos por muerto, supusimos que era lo suficientemente egoísta como para hacer su vida y salir. Pero creo que le importas mucho como para volver y protegerte.- una lágrima salió de mi rostro y Hurley la limpio — Toda tu vida fue un plan mío, Lydia.
La puerta se abrió rápidamente y un hombre entró arrastrando a Mitch y mi corazón saltó. Negué con la cabeza y Mitch quedó a mi lado en el suelo.
— ¡que buen momento! ¡Los enamorados se me juntan! Ahora si que voy a poder deshacerme de los dos juntos...- sonrió pero un sonido de bomba sonó en toda la habitación. — ¿qué mierda fue eso? - Hurley gritó enojado y le indicó al hombre que se quedara con nosotros. Éste asintió y giré mi mirada hacia Mitch quien lo miraba. Apenas Hurley salió de la habilitación Mitch se levantó y en segundos el hombre ya estaba tirado al suelo.
— Lydia... - me desató y besó mis labios — Vamos... me agarró suavemente del brazo y me guió hasta la salida. Corrimos hasta que llegamos a una puerta donde Jack salió de ésta y me estiró una pistola nos dirigió hasta otro lugar. Yo solo seguía a los dos ya que en mi cabeza solo pasaba todas las palabras de Hurley.
Cuando estamos por cruzar una puerta alguien me agarra los hombros y me tira hacia atrás. Intento zafarme pero siento la fría pistola contra mi cabeza.
Jack y Mitch se pararon en seco.
— Podríamos haber hecho esto de la manera fácil - Hurley habló enojado — pero ustedes niños deciden enojarme y hacerlo difícil. Me empujó hacia adelante y alguien golpea a Mitch y Jack dejándolos inconscientes — Ahora si....
No lo dejé terminar de hablar ya que mi cabeza golpeó con su rostro. Perdí un poco el equilibrio pero enseguida me recuperé. Hurley ya estaba corriendo hacia mi y esquivé su mano tirando su pistola al suelo, la patee hacia otro costado y sentí como Hurley pateaba mi espalda. Les indicó a los hombres que vayan a buscar el camión y éstos se fueron.
Me levantó del suelo tirándome del pelo pero yo ignoré el dolor y golpeé sus piernas con toda mi fuerza. Se quejó del dolor y aproveché a golpear su cabeza con mi puño. Mi rodilla golpeó su estómago y quedó tirado en el suelo.
Corrí hacia Mitch quien estaba tirado en el suelo y no podía encontrar a Jack, vi como Mitch abría los ojos pero algo me golpeó la espalda y me caí al suelo.
Hurley me volvió a agarrar de los pelos y ésta vez me agarró de los hombros y evitó que me pudiera mover apretando fuertemente. El camión había llegado pero enseguida los hombres que estaban dentro de éste cayeron al suelo después de alguien les haya disparado. Jack entró rápidamente y le apuntó a Hurley quien me apretó más fuerte hacia él.
— Si me disparadas, muere ella conmigo.- Hurley dijo en mi oído.
— Déjala ir, Hurley. Y te dejamos ir.
— ¿Dejarme ir? No me voy a escapar. Esperé toda mi vida para éste momento. No me voy a ir.
Estaba por usar mi peso contra el de Hurley pero sentí como la fuerza que Hurley estaba haciendo contra mi se iba lentamente. Giré hacia atrás y Mitch le habíamos golpeado en la cabeza con su puño.
Me clavé en el suelo por unos segundos pero Jack me agarró del brazo sacudiendo de un lado para el otro.
— Ly, nos tenemos que ir.- me empezó a mover para la salida pero yo me quedé quieta.
— ¿Qué vamos a hacer con él? - señalé a Hurley quien estaba tirado en el suelo.
— Ya vengo.- Jack se digirió hacia la salida y enseguida sentí los brazos de Mitch rodeándome.
Me giré hacia él y uní nuestros labios. El calor llegó a mi cuerpo y me sentía segura. Escuché un sonido de movimiento en el suelo y me separé de su rostro pero sentí que un dolor llegó a mi estómago después de un ruido de disparo. Mis ojos se empezaron a poner negros y lo último que escuché fue otro ruido de disparo y Mitch gritando mi nombre.
. . .
Abrí mis ojos y el ruido de maquinas conectadas a mi cuerpo llegó a mis oídos. Giré mi cabeza hacia mi costado y Mitch estaba mirando la ventana. Como si supiera que me había despertado, Mitch se giró para mirarme y se acerca rápidamente.
— Mitch... - me interrumpe uniendo nuestros labios — ¿Hurley?
—Muerto.- dijo cortante y cerré mis ojos con la noticia de la muerte de Hurley. No estaba ni feliz ni triste, ya que el Hurley que había conocido toda mi vida había muerto hace semanas.
El silencio inundó la habitación pero después de unos segundos Mitch apretó mi mano entrelazándolas.
Miré a Mitch con lágrimas en mi rostro, éste acarició mi mejilla y sentí el roce de la venda que cubría su mano.
— ¿Ya lo sabes? - pregunté.
Mitch asintió y miró hacia abajo — Pasé toda mi vida sin ellos, sabiendo que una vez tuve padres y pero era algo tan lejano. No sé qué hacer con esa nueva información.- asentí y junte nuestras frentes — ¿Y ahora? - preguntó.
— ¿Un nuevo comienzo? - le sonreí a medias.
— Un nuevo comienzo.- asintió y unió nuestros labios en un beso.
. . . fin . . .
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