Capítulo 1 • REUNIÓN
Capítulo 1. Reunión.
Un tiro detrás del otro.
Recarga.
Tiro. Otro tiro.
Sentía como mis oídos cada vez oían menos, pero no podía evitar sentir ese sonido como una canción.
Recarga.
Tiro. Otro tiro.
— ¡Agente Colt! dale al pobre hombre un respiro, por favor.- mi compañero de cabina bromeó y empezó a disparar al hombre de cartón.
Yo solté una risa y negué con la cabeza, volví a recargar y a ponerme en posición de tiro.
Tiro en la cabeza. Tiro perfecto.
— Agente Colt, el señor Hurley desea verte.- el secretario de Hurley me avisó y yo asentí.
Me saqué el equipo de protección y lo guardé en los casilleros. Me dirigí hacia la oficina del jefe, Stan Hurley.
— Señor, ¿quería verme?
— Si.- éste asintió y me señaló la silla dándome permiso para sentarme. Así que yo me acerqué a él y me senté enfrente de su escritorio — Colt, tengo entendido que usted va a entrenar a los nuevos y va a decidir cuando asciende o quién no, ¿es cierto? - dijo con su tono serio.
— No me tienes por que hablar así, señor.- sonreí y éste rió.
Hurley soltó una risa — Lo sé, a veces me gusta actuar que soy serio con vos, ¡vamos! Con alguien tengo que hacerlo.
— Tiene a los nuevos, así que hágalo con ellos, señor.- reí.
— ¿Cuántas veces te tengo que decir que no me digas señor?
— Desde que tengo memoria lo llamo señor, no voy a cambiar ahora, señor.- le guiñé el ojo y éste negó con la cabeza. Siempre he tenido una buena relación con el señor Hurley, ya que él mismo me había entrenado, y había sido en mi infancia como el padre que nunca tuve. O el que yo pienso que nunca tuve — Ahora, si me disculpa, tengo que ir a prepararme para recibir a los nuevos.- cuando estaba a punto de levantarme, Hurley habló;
— ¿Sigues en mente con ese plan, eh?
Yo me detuve y miré el suelo — Si lo convenzo al agente, si.- levanté mi mirada hacia Hurley y éste me miraba serio. Suspiró y se reposó en el respaldo de su silla.
— ¿En verdad lo crees, Lydia, que puede haber una coexistencia entre nosotros y ellos?
— Si - contesté de inmediato - y también creo que éstos ataques no son nuestra responsabilidad. Hay que cambiar sus creencias, señor.
Hurley apoyó sus codos en su escritorio y se acercó a mi — Si vos lo crees. Pero todavía falta que me convenza a mi, Lydia.
— Para eso elegí al mejor, señor. Sé que no lo voy a decepcionar.
— Lo sé, Lydia, nunca lo haces.
— Jack - dije al acercarme a mi amigo mientras boxeaba — deberías poner más fuerza contra la bolsa, no te va a golpear de vuelta... uh, ¿acaso le tenes miedo?
— Ja, Ja, que graciosa.- yo reí y me puse la protección en mis manos para poder boxear junto a él.
— Mañana vienen los nuevos... - dije mientras empecé a golpear.
— No me digas que tenes ese plan en mente todavía...
— Si, sabes que es la única opción.
— No, no es la única opción. La otra opción sería dejarlo como es.
— Jack, casi 10 agentes son atacados por otros agentes cada mes. Algunos salen gravemente heridos, sabes que no lo puedo dejar pasar.
Jack suspiró — Vos y tu mente de buena persona.
— Jack, en serio, imagínate si te pasara eso a vos. Y si salís mal, no quiero tener que ir al hospital.
— Ay, Lydia, me conmueves.- Jack se hizo el dramático y puso su mano en su pecho.
— Estoy hablando en serio.- no pude evitar sonreír. Deje de golpear y me acerque a él — Necesito que me cubras ésta tarde, mañana a la mañana vienen los nuevos y si todo sale bien, ahí va a estar nuestro agente nuevo. ¿Estás conmigo?
Jack suspiró y juntó nuestras miradas — ¿Cuándo no?
Yo sonreí y lo golpeé levemente en el hombro.
. . .
Diez minutos.
Quince.
Veinte.
Y el agente Rapp no aparecía. Vamos, se que eres tan curioso como para saber de que se trata ésto.
Treinta.
Y ahí estaba. Se sentó en una silla del parque y agarró su celular, marcó un número y de inmediato mi celular sonó.
— Sabía que ibas a venir, agente Rapp.
— ¿Quién eres?
— Eso no es lo que importa, lo que en verdad importa es lo que quiero. Te espero en la esquina de la calle 31, en 10 minutos.- iba a colgar pero Rapp habló;
— ¿Por qué tengo que confiar en vos?
— No lo sé, pero sé que estás acá por alguna razón.
— ¿Y cuál sería esa razón?
— Sé que eres muy curioso para dejar pasar esto, y quieres saber quien soy y de qué se trata esto. No te quiero hacer nada, te lo prometo. No tengo ningún arma. Te espero.- sin esperar otra respuesta colgué y guardé mi celular en mi bolsillo.
Bajé de la terraza del edificio y me dirigí hacia la calle 31. Cuando llegué me paré, miré hacia mis costados, nada.
Me metí más adentro del callejón y una vez al final, sentí unos manos en mis hombros que me tiraban contra la pared.
— ¿Quién eres?
— Ya te dije, eso no importa.
— Basta con los juegos, ¿Quién eres?
— Si me dejas, te digo para que te llamé. Si quieres revísame, no tengo ningún arma.- Rapp me miró indeciso pero al final tomó mi propuesta y me revisó, y después al comprobar que no tenía nada, me soltó — Gracias.
— No hay tiempo para eso, ahora, habla.
Lo miré seria y levanté una ceja —Soy agente Colt, de la agencia FAS.- sin poder decir una palabra el agente Rapp había sacado su arma y me estaba apuntado con ésta. Yo volví a levantar una ceja — Por lo menos déjame terminar de hablar.
— No te dije que te callaras, sigue.
Suspiré — Quiero ofrecer paz entre las agencias.
— Si, ¿no crees que se me ocurrió antes?
— Quiero que te unas a nosotros, para probar que nosotros nos podemos llevar bien y terminar esto.
— ¿Y qué te hace creer que lo voy a hacer?
— Por que se que tu compañero sufrió un ataque.- noté como frunció el ceño y agarró más fuerte su pistola.
— Ustedes lo atacaron.
— No, los ataques no los planeamos nosotros. Nosotros solo atacamos si se nos ataca primero. No sabemos quién está detrás de todos estos ataques.
— ¿Por treinta años nadie pudo saber quién es quien empezó los ataques? Mientes, agente Colt.
— No, no estoy mintiendo. ¿O por qué si no crees que no te ataque con esto? - saqué de mi bolsillo unas llaves que parecían de auto, pero en realidad era un electrocutador — A veces, agente Rapp, tenes que investigar un poco más adentro y hacerlo más rápido. Manos lentas.- éste se acercó más a mi y apoyó su pistola en mi frente.
— Dame una razón por la cual no te dispare ahora mismo.
— Por que se que vos también quieres terminar con esto... ¿Qué pasa si eres el único que puede terminar con esto? Nadie más tiene que salir herido, agente Rapp. Por favor, habla con mi jefe.
El agente Rapp apretó más su pistola — ¿por qué lo haría?
— Por la misma razón por la cual no disparaste tu pistola hace unos minutos cuando te mostré el electrocutador.- levanté mi ceja y el agente Rapp aflojó su agarre de su pistola y la bajó lentamente.
Rapp frunció el ceño — ¿Cómo conseguiste comunicarte con migo?
— Larga historia corta, soy una excelente agente.- le guiñé el ojo y éste sonrió por primera vez.
— Ya lo veremos, agente Colt.
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