🍃 ˚｡⋆ CAPITULO X

POV HANA

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? —dije de repente, haciendo que Suhyeok saliera del trance en el que parecía haber entrado.

—Como cinco minutos —dijo Woo-Jin apareciendo de la nada —Creímos que habías muerto —se sentó en la silla que estaba a mi lado —Todos estabamos asustados. Suhyeok casi se pone a llorar.

—Eso nunca pasó —sin calcetines le golpeó el hombro, lo miré de reojo.

—Ajá, nunca pasó —dijo Dae-Su con ironía tomando asiento en otra silla. La sonrisa en su rostro desapareció cuando se encontró con la fulminante mirada de Suhyeok —Pero lo que importa ahora es que estás viva —miró hacia mí.

—Lo que importa... —alcé las cejas con ironía.

—¿Qué quieres decir? —Dae-Su ladeó la cabeza con ingenuidad.

Fruncí los labios y dejé salir una leve risa nerviosa, no esperaba que me preguntaran por eso.

—No, nada, no sé por qué lo dije, no importa.

—Sí importa —se metió Joon-Yeong apoyándose del otro lado de la mesa —Que estés viva importa.

—Sí, ya lo sé —hablé por lo bajo.

Joon-Yeong se sentó del otro lado de la mesa y puso una caja de pañuelos sobre ella.

—¿Por qué crees que no importa que vivas? —respondió estirando las piernas.

Agaché la cabeza algo avergonzada, creo que lo arruiné con ese comentario. No creí que fuera a interesarles tanto hablar de eso. 

—Hana, no dejes que Na-Yeon te meta sus propias inseguridades en la cabeza —dijo Woo-Jin en un tono despreocupado.

—No, es que, no es eso, no tiene nada que ver con lo que Na-Yeon dijo —traté de sonar convincente para desviar la atención a otro tema —Oigan y...

Los cuatro chicos me miraban con una ceja en alto y cara de "Ajá". Me callé y alterné la vista entre ellos, obvio sabían lo que estaba intentando hacer. Jugué con mi boca algo nerviosa y luego suspiré rindiéndome ante su insistencia.

—Es que antes de esto jamás me habían hablado... —expliqué en un murmuro.

—Antes creíamos que eras... especial —mencionó Dae-Su —pero ahora es diferente.

—¿Porque hay zombies? —cuestioné no muy alagada.

—En parte es culpa de ellos —confesó.

Solté una risilla y apoyé los brazos sobre la mesa. Antes hubiera sido una locura poder compartir mesa con ellos.

—Malditos zombies —suspirée.

—Malditos zombies —repitió Woo-Jin.

Joon-Yeong soltó una risilla y se unió a nosotros.

—Malditos zombies de mierda. 

Todos comenzaron a reír, creo que era la primera vez que escuchaba a Joon-Yeong decir una grosería. Uno a uno todos mandaron a la mierda a los malditos zombies. La señorita Park no se molestó en regañarnos por nuestro vocabulario, supongo que también comprendía nuestro odio hacia esas cosas.

De pronto, Joon-Yeong sacó un pañuelo de la caja y tomó un espejo para comenzar a limpiar la sangre en su rostro. Los demás copiaron su acción, incluso Suhyeok tuvo el descaro de quitarse uno de los zapatos y limpiar el sudor de sus pies. Hice una mueca de asco al verlo. 

Recordé que Woo-Jin me había dado un paño antes y pensé que tal vez sería un buen momento para usarlo. Lo saqué y me dispuse a limpiar la sangre que tenía encima, no tenía espejo así que sólo me quedaba adivinar donde tenía las manchas y tratar de quitarlas por completo. 

La cabeza aún me dolía un poco, pero definitivamente me sentía mucho mejor, aún así no podía asegurar que no me volvería a desmayar. Todos estuvimos charlando un rato acerca de los zombies y lo que sabíamos de ellos hasta ahora, claro que no habían muchas teorías que tengan sentido, pero tratabamos de hacer nuestro mayor esfuerzo para encontrarles alguna debilidad.

—Tal vez los atraen ciertos olores —supuso Woo-Jin señalando a Dae-Su —Por eso corren hacia ti como loco.

—Yo no huelo mal —se defendió.

—Pero sudas mucho —dije.

—Sí sudo, pero no huelo mal —movió la nariz un poco, como olfateando —¿Qué es ese olor?

—Tú sudor genio —habló Woo-Jin.

—No estaría tan segura de eso —desvié la mirada hacia otra persona, más especificamente, alguien a quien no le gustaba usar calcetines.

—¿Ahora qué hice? —me miró.

Puse cara de "¿En serio?" y pestañeé varias veces. Suspiré pesadamente y le pedí el espejo prestado a Joon-Yeong al ver que había dejado de usarlo. 

—Pues yo creo que son más sensibles a los sonidos.

—No es una película —dijo el de gafas.

—Yo voto por el sonido —bajé el espejo —Cuando estábamos en el otro salón, Suhyeok y yo logramos escapar gracias al ruido.

—Además, ¿ya vieron sus ojos? Yo no creo que les sea posible ver así.

—¿Ustedes en serio creen que todo haya empezado aquí? —pregunté.

—Pues, tendría mucho sentido la verdad —intervino Woo-Jin.

¿Cómo acabé aquí? Todo habría sido diferente para mí si hubiera decidido ir a Seúl sin poner peros. No estaría escondiendome de los zombies. Probablemente me encontraría viendo hilos de twitter explicando la situación de Hyosan, preocupada por Cheong-San y los demás chicos de la escuela, pero seguiría a salvo.

Volví a poner mis ojos en el espejo, pero algo que ví en el reflejo llamó mi atención. Na-Yeon estaba en la esquina. Moví el espejo para ver mejor lo que hacía, tenía un paño en la mano, y por alguna razón estaba huntandolo en el palo del rincón, el mismo que habían usado para tirar a la zombie. 

No entendí por  qué lo hizo, pero traté de no darle mucha importancia.

—¿Cómo se habrá contagiado Hyeong-Yu? —Suhyeok habló.

—¿Y si alguien creó el virus? —sugirió Dae-Su —Tal vez lo crearon para vendernos una cura y hacerse millonarios.

—¿Recuerdan los venados zombies? Hace unos años salieron muchos casos.

—¿Eso no fue un invento para promocionar Estación Zombie? —Joon-Yeong puso cara de confusión.

Encogí los hombros. La verdad es que a este punto cualquier cosa que explique esto me servía.

—Yo creo que tal vez fumó algo... raro —Dae-Su participó nuevamente —Ya saben, ella siempre consumía cosas extrañas.

—Tal vez la mordió un animal o comió algo intoxicado—dijo sin calcetines.

—Eso suena más probable —señaló Woo-Jin.

—¿Alguno sabe si tenía alguna enfermedad?

Todos negaron indicando que no tenía nada, y si la tenía, no estaban enterados.

—¿Y si el señor Lee causó esto? —solté, la tensión se intensificó —Piénsenlo, él era un genio, un científico loco. Su hijo desapareció unos días antes y luego... pasó esto. Yo creo que él pudo ser quien lo inicó.

—¿Por qué lo haría? —Joon-Yeong puso la pregunta sobre la mesa.

Ninguno pudo responder esa interrogante. Continué limpiándome el rostro, hasta que con el rabillo del ojo pude ver Nam-Ra completamente sola. No estaba segura de si le agradaba o no, pero aún así fui hacia allá para ver si quería compañía y sentarme con ella un rato, o sufrir un rechazo que acabe con la poca dignidad que me quedaba.

—Hola —moví la mano tímidamente.

Nam-Ra levantó la mirada y sus labios formaron una pequeña sonrisa.

—Hana, hola.

—¿Te molesta si me siento aquí un rato?

La pelinegra negó con la cabeza. Tomé asiento en el piso junto a ella.

—¿Estás mejor? —preguntó.

—Sí, sólo fue un susto, por suerte. 

—Te golpeaste muy duro.

—Me parece que Suhyeok debe aprender a controlar sus impulsos —lo miré un segundo.

Nam-Ra alternó la vista entre él y yo y luego dijo algo que en lo personal, me pareció una locura.

—Creo que le gustas. 

Alcé las cejas y una sonrisa de extremo a extremo apareció en mi rostro. Quería estallar de la risa en ese mismo instante. Es que no entendía como alguien tan inteligente como Nam-Ra podía pensar eso.

—¿A Suhyeok? De verdad... —hice una mueca — ¿A Suhyeok gustarle yo? —dejé salir una carcajada —No hay forma. No podemos vernos ni en pintura.

—Y creo que a ti también te gusta.

No me aguanté más y comencé a reír descontroladamente llamando la atención de más de una persona.

—Eres muy divertida Nam-Ra —la señalé —No creí que tuvieras tan buen sentido del humor.

—¿Cómo es que no te das cuenta? —dijo —Sólo piénsalo un poco.

—No hay nada que pensar. Es imposible.

—Si tú lo dices.

—En serio, a mí me gusta alguien más —suspiré viendo hacia Cheong-San, quien estaba charlando en la ventana con On-Jo.

Mi sonrisa desapareció poco a poco y sentí un sabor amargo en la boca. Tragué grueso y clavé la mirada en el suelo. ¿A quién engañaba? Claro que me dolía ver a Cheong-San con On-Jo.

—¿Te gusta Cheong-San? —Nam-Ra arrugó el entrecejo —Wow, eso sí no lo esperaba.

—No se lo digas a nadie por favor, no podría resistir un rechazo seguro en este momento.

—No te preocupes. Nadie se enterará por mí.

Me quedé sentada pensando en como nunca jamás de los nunca jamases Cheong-San iría a corresponderme. Contrario a lo que muchos pensaban de mí, jamás había tenido un novio, ni siquiera había dado mi primer beso o sido capaz de confesarme a alguien. Siempre quise creer que no necesitaba amar o ser amada para ser feliz, pero en el fondo era lo que más anhelaba.

El problema aquí era que un apocalípsis zombie se había interpuesto en mi vida. No quería morir sin saber lo que era estar enamorada realmente, pero parecía que al destino le daba bastante igual lo que quería y lo que no. 

—Hana —pronunció Nam-Ra de pronto, con la voz temblorosa —Tu nariz. 

Me paré y fui directamente a tomar el espejo de Joon-Yeong.

—Tu nariz —dijo Woo-Jin cuando me acerqué a la mesa.

Todos me miraron con preocupación. Tomé el espejo y lo alcé para ver mi reflejo.

Mi nariz estaba sangrando.

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[NOTA]

Otra vez, este no es mi capítulo favorito, pero ya que.

Los quiero muchísimo :).