Viejos conocidos:
Washington D.C. 31 de diciembre, 00:16 am
Flecha Roja corría tan rápidamente como sus piernas se lo permitían por los túneles de metro de la ciudad.
El arquero tomó una flecha y se detuvo por un momento mirando hacia sus espaldas tratando de ver si aún era perseguido.
Una flecha disparada desde las sombras atravesó el aire y le abrió una herida en la mejilla antes de que alcanzara a reaccionar.
Roy rodó por el suelo y apuntó, sólo para ser golpeado por una flecha explosiva que cayó justo frente a él.
El joven se las arregló para aterrizar de pie y apuntar su arco, pero un veloz puñetazo en su rostro lo hizo fallar el tiro, golpeando el techo con una explosión de humo.
Mientras Flecha se ponía de pie, la imponente figura del rey de Atlantis se cernió sobre él.
El joven balanceó su arco y golpeó con fuerza el cuerpo del atlante, únicamente consiguiendo romper su propia arma en pedazos.
Roy se quedó anonadado un segundo más de la cuenta, siendo mandado a volar por un puñetazo ascendente en su barbilla por parte de Aquaman.
Flecha trató de levantarse, muy adolorido, al tiempo que veía las luces de un tren acercándose a toda velocidad delante de él.
El joven frunció el ceño cuando el vehículo ya estaba prácticamente sobre él y el metro siguió con su camino, barriendo con todo a su paso.
Flash, Flecha Verde y Aquaman se reunieron en la zona de impacto, sólo para encontrar una rejilla de alcantarilla abierta.
...
Monte Justicia, 31 de diciembre, 07:16 am
—Podemos sentirnos orgullosos por las victoria de ayer. Pero una cosa no ha cambiado—decía Aqualad, mientras el equipo enfilaba por los pasillos de la cueva.
—De algún modo, los chicos malos siguen consiguiendo información sobre nosotros—explicó Robin.
—Al menos sabemos que ninguno de nosotros es un traidor—dijo Wally.
—Eso es correcto—dijo Batman, quien los esperaba junto a Tornado Rojo en la sala de reuniones—. El traidor era Flecha Roja.
El equipo se paró en seco, con los ojos muy abiertos.
—¿Roy?—murmuró Robin.
—No puede ser—se negó Wally.
—Batman—intervino Aqualad—. Eso no puede ser, él era el protegido de Flecha Verde, lo conocemos desde hace años.
—Infortunadamente, el Roy Harper que hemos conocido conocido en los últimos tres años es otro clon del Proyecto Cadmus—explicó Tornado Rojo.
—Supimos que el verdadero Veloz fue secuestrado y remplazado tras convertirse en el compañero de Flecha Verde—añadió el murciélago—. El clon fue preprogramado con un impulso por unirse a la Liga de la Justicia. Por eso le indignaba cualquier demora a su admisión y por eso rehusó unirse al equipo. Este Roy Harper no sabía que era un traidor, y su programación subconsciente lo condujo a convertirse en digno de la Liga, y actuó por su cuenta como Flecha Roja. Cuando finalmente fue admitido, se activó su programación secundaria e intentó traicionar a la Liga para Vándalo Salvaje. Afortunadamente yo deduje que Flecha Roja era un clon, y sumado eso a la traición del Emperador Calígula hacia con Vándalo, estuvimos preparados.
—Salvaje fue desintegrado por el Emperador, Calígula fue sometido por nosotros, pero Flecha Roja escapó—asintió Tornado—. Ahora es un fugitivo, armado y peligroso.
Conner se rascó el cuello y miró al suelo.
—Si ustedes no me hubieran rescatado de Cadmus...
—¿Qué... qué le pasó al verdadero Roy?—preguntó Robin, preocupado.
—No lo sabemos—respondió Batman—. No está en Cadmus. Debemos enfrentar la posibilidad de que el verdadero Roy este muerto.
Robin, Wally y Kaldur bajaron la cabeza con pesar.
Zatanna puso una mano en el hombro de Robin para reconfortarlo. Artemisa hizo ademán de querer hacer lo mismo con Wally, pero se abstuvo en el último momento.
—Al clon Roy, el equipo lo encontrará—dijo Aqualad, con determinación.
—Negativo—sentenció el murciélago—. Flecha Roja ahora es un miembro de la Liga, nosotros nos encargaremos
Percy empezó a pedir un alto con las manos.
—Tiempo, tiempo, tiempo—pidió—. ¿Ustedes tienen a Calígula? ¿Después de seis meses que llevó buscándolo, simplemente va y se aparece en el satélite de la Liga?
—Básicamente—confirmó Batman—. Al parecer planeaba colgarse del plan maestro de Vándalo Salvaje, y así hacerse con el poder una vez lo traicionara.
Percy bufó, molesto.
—Está bien, ¿creen poder entregarme al prisionero?—pidió—. Los dioses exigen que page y esas cosas.
El murciélago lo miró fijamente.
—Se te entregará... a su debido tiempo.
Percy frunció el ceño, confundido. Se suponía que Batman conocía de su misión, pero supuso que la Liga querría primero interrogar al Emperador por toda esa movida de los supervillanos, así que lo dejó pasar.
Independientemente, sabía que ahora todas las piezas habían caído en su sitio, finalmente sería libre de su misión y podría volver a su hogar.
—Debo volver a la Atalaya—dijo Batman, finalmente—. Tornado, quédate con los chicos.
El equipo estableció un enlace telepático.
"Clon o no clon, Flecha Roja fue uno de nosotros"—dijo Aqualad—. "Iremos tras él"
Tornado se acercó a Aqualad por la espalda, tratando de tocar su cuello, pero entonces algo extraño sucedió, y el androide se apagó, quedando congelado en su sitio, mirando al suelo.
El grupo se volvió hacia él.
"¿Tornado?"—se preguntó M'gann.
"¿Qué le pasó?"—cuestionó Superboy.
Robin lo escaneó con su brazalete.
"Esté totalmente apagado"—murmuró Wally.
"Todo desconectado"—añadió Robin.
"Chicos"—los llamó Zatanna—. "Estoy captando una fuerza mística de bajo nivel. No sé si se apagó por eso pero... ahora que lo pienso, estaba captando lo mismo en Batman"
Robin levantó la cabeza de golpe.
"Batman... nos llamó "chicos"—se sorprendió—. "Él nunca hace eso"
Wally notó algo en la mano de Tornado.
"Miren"—señaló, al tiempo que tomaba el dispositivo—. "Uno de esos chips biotecnológicos que le confiscamos a Chesire"
"Algo no está bien..."—murmuró Aqualad—. "Robin, Chico, Zatanna, Rocket, traten de activar a Tornado. Los demás, vengan conmigo a encontrar a Roy... Flecha Roja"
Robin se volvió hacia Tornado.
—El problema es el hardware, no el software, pero, ¿por dónde empezamos?
Zatanna miró hacia el techo de la estancia.
—Tengo una idea...
...
Minutos más tarde, Tornado Rojo se encontraba conectado en una mesa a el cuerpo de apariencia humana que se había construido a sí mismo en secreto.
—Descarga en progreso—anunció Robin.
Rocket miró el cuerpo en la mesa.
—Así que Tornado construyó este androide... para festejar.
—Él no lo habría dicho así—murmuró Zatanna—. Pero sí, más o menos.
En ese momento, los tubos-zeta se encendieron y una voz de computadora anunció en alto:
"Reconocido: Canario Negro 13"
—Hola, chicos—saludó la heroína entrando en la sala—. Quería verificar cómo están manejando la...
En cuanto vió lo que estaba sucediendo, se paró en seco, para luego proceder a mostrarse hostil.
—¿Qué le están haciendo a Rojo?
—¡No es lo que parece!—se apresuró a gritar Wally.
—Parece que están descargando su conciencia a un cuerpo nuevo.
Wally miró detrás de él, donde la pantalla mostraba que la descarga había terminado exitosamente, luego se volvió una vez más hacia Canario.
—Está bien, es bastante parecido a lo que hacemos, pero...
Tornado Rojo se reincorporó, ahora en su nuevo cuerpo de apariencia humana, y gritó de inmediato:
—¡Equipo, salgan de la cueva! ¡Ahora!
Canario Negro se puso en guardia al tiempo que desataba un poderoso grito sónico, el cual barrió con todo a su paso.
Tornado trató de resistir el ataque, pero su nuevo cuerpo no era ni de cerca tan resistente como el anterior, así que rápidamente perdió trozos de la cara alrededor de su ojo izquierdo, además de ser partido a la mitad.
Su parte superior cayó contra Wally, al tiempo que sus piernas caían sobre Rocket y Zatanna, derribándolas.
Robin salió desde detrás de la mesa con la que se había cubierto del ataque y se abalanzó sobre Canario.
El joven rodó en el suelo antes de dar un gran salto y tratar de asestar un velo puñetazo, sin embargo la heroína esquivó el golpe con facilidad y tomó a Robin por el brazo, haciéndolo girar en el aire para después golpearlo contra el suelo violentamente.
Para rematar, Canario Negro rodó sobre sí misma en el suelo, aún sin soltar al chico, y con el impulso obtenido arrojó a Robin hasta el otro lado de la habitación.
El chico maravilla rebotó contra el suelo una vez antes de girar en el aire y aterrizar de rodillas sobre el suelo.
Canario se adelantó para rematarlo con su grito sónico, pero un pequeño dispositivo en su hombro derecho llamó su atención.
En el segundo que Robin se había lanzado contra ella, el joven había plantado un explosivo que liberó una nube de gas somnífero.
Rocket se apresuró a crear una burbuja de fuerza alrededor de Canario, dejándola atrapada entre el gas.
En cuestión de segundos, la heroína quedó neutralizada.
Zatanna se reincorporó lentamente.
—¿Canario Negro nos atacó?
Tornado Rojo, ahora sin piernas, se levantó sobre sus brazos.
—Canario Negro es el menor de nuestros problemas—dijo—. Tenemos que abandonar la cueva.
La Esfera se desplegó, tomando su forma de motocicleta, permitiendo que el grupo se montara en ella.
En ese momento, los tubos zeta se iluminaron una vez más.
"Reconocido: Icon 20, Doctor Destino 17, Capitán Maravilla 15"
Los tres héroes entraron a la cueva, sólo para encontrar el lugar vacío.
El equipo, Tornado en su cuerpo humano y Lobo se habían montado en la Esfera y ahora volaban por el cielo a toda velocidad.
—No usen sus radios. Dejen que la motocicleta extraterrestre rastreé a Superboy y enmascaré todas las señales. No podemos permitir que la Liga nos rastreé—dijo Tornado Rojo.
—Claro, por supuesto—respondió Wally—. Sólo una pregunta, ¡¿Por qué la Liga de la Justicia nos persigue?!
...
Mientras tanto, en la bio-nave, el resto del equipo sobrevolaba cerca del Salón de la Justicia en modo camuflaje.
—La computadora indica que Flecha Roja se teleportó al Salón de la Justicia desde la Atalaya—anunció Artemisa—. Pero ya podría estar en cualquier parte.
—Cuando Roy actuaba por su cuenta, instaló equipos de memoria en varias ciudades—recordó Aqualad—. Uno está aquí.
El equipo entró a un viejo edificio de apartamentos, llegando hasta una de las habitaciones que tenía la puerta bloqueada. Aqualad la derribó de una patada, encontrándose com Flecha Roja, quien le apuntaba directamente con su arco.
—No he venido para lastimarte o apresarte—anunció Kaldur—. Pero el equipo necesita respuestas...
—Primero yo—ordenó Roy—. Dime algo que no le hayas dicho a nadie más, dime quien te rompió el corazón.
Kaldur se detuvo en seco y bajo la mirada.
—Tula... La chica que amaba escogió a mi mejor amigo y no a mi—dijo el atlante—. Y mi mejor amigo de la superficie, me apunta con una flecha.
Roy bajó su arco.
...
Poco más tarde, el equipo volvía a volar en la bio-nave por el frío y gris cielo invernal.
—Nos dijeron que eres el traidor, pero tenemos razones para dudar—dijo Aqualad.
—Olvida la duda. Yo era el traidor—respondió Flecha, secamente.
Conner se volvió hacia él.
—Batman y Tornado dijeron que tú eres un clon de Cadmus. Como yo.
Roy se sentó derecho de golpe.
—Eso lo explica...—murmuró—. Ah... yo era un agente en espera, preprogramado para infiltrar la Liga. Creo que... Sportsmaster era mi jefe.
Los recuerdos de su encuentro con el asesino volvieron a su mente: "Hoy que eras Flecha Roja... ja, mejor Flecha Rota"
—Tenía una frase clave, "Flecha Rota" que me desactivaba—siguió explicando Roy—. Me ponía en estado hipnótico para robar secretos para sus superiores o incorporar programación. Yo subconscientemente ejecutaba todas las órdenes, sin saber a lo que eso me conducía.
El joven se volvió hacia M'gann, Artemisa y Conner.
—Creo que una de esas órdenes era enfocar las sospechas sobre ustedes tres—rebeló—. Lo siento.
Kaldur lo miró confundido.
—¿Batman como descubrió eso e impidió que traicionaras a la Liga?
—El no lo hizo—respondió Roy sombríamente.
...
—Toda la Liga está bajo el dominio mental del Emperador Calígula—les contaba Tornado al otro grupo de jóvenes—. Flecha Roja fue su medio. Su método fue algo a lo que Salvaje llamaba Starro-tec. Un bioorganismo alienígena influido com nanotecnología y magia. Desactiva la autonomía mental, permitiendo reprogramar al individuo para que favorezca las necesidades del controlador. Ni mi cerebro inorgánico fue inmune, pero el proceso requiere 0.16 nanosegundos para integrarse totalmente con el sistema nervioso de su huésped. Esa demora me permitió crear un subprograba interno que desconectaría mis celdas de energía si yo intentaba infectar a otra persona. Afortunadamente, el Starro-tec es específico para cada cuerpo, como John Smith, ahora estoy libre del control externo.
Robin lo miró por sobre el hombro mientras conducía la Esfera.
—¿Éste Starro-tec funcionó con humanos con superpoderes, una semidiosa, cuatro clases de alienígenas, un androide e incluso el Doctor Destino, derrotándolos a todos sin pelear?
—En efecto—respondió Tornado—. Fue un logro sorprendente, no es fácil de contrarrestar.
...
—Lo siento pero, ¿cómo es que ya no estas esclavizado?—preguntó M'gann a Roy.
—Sin Starro-tec, al menos—respondió el joven—. Sólo tengo la programación de Cadmus, u una vez que había satisfecho su último parámetro, mi mente comenzó a despejarse. Estoy seguro de que Salvaje planeo Starro-tecnologizarme, pero entonces fue atacado a traición por Calígula, ahí escapé.
M'gann miró a Flecha con lástima.
—Prometo... que limpiaré cualquier programación residual de tu mente.
Entonces la voz de Robin resonó en sus cabezas.
"¿Señorita Marciana, estás al alcance?"
"Aquí, Robin. Enlazando a ambos equipos y descamuflando"
"Genial, porque necesitamos comparar notas"—le dijo Robin.
Justo en ese momento, Canario Negro, a quien el equipo había capturado y atado, abrió los ojos, recuperando la conciencia.
...
La Atalaya, 31 de diciembre, 23:16 pm
"Reconocido: Canario Negro, 13, Tornado Rojo 16, Flecha Roja 21"
Los tres héroes entraron al satélite con paso resuelto, encontrándose de frente con el trono dorado del Emperador.
—¿Algún problema?—preguntó Calígula, con tono sombrío.
Los héroes se pararon firmes.
—A pesar de un contratiempo inicial, pude reinfectar a Tornado Rojo y a Flecha Roja, Princeps—respondió Canario Negro.
—Así como a todo el equipo—añadió Tornado—. Están en la tierra esperando reprogramación.
Calígula los miró fijamente antes de que una sonrisa torcida de apoderara de su rostro, sonrisa que rápidamente se convirtió en una corta carcajada.
—Permítanme dudarlo—dijo el emperador—. Admito que no presté demasiada atención a las explicaciones del Neanderthal, pero sí me quedó claro que su tecnología no reprograma la mente, nos da un... control remoto de ella.
Calígula señaló hacia arriba, en donde Klarion permanecía sentado en el aire, manejando a través de una especie de consola de magia caótica a los héroes controlados.
—Sabemos exactamente quien está infectado y quien no—dijo el hechicero—. Y ninguno de ustedes lo está.
Antes de que pudieran reaccionar, un constructo de luz verde esmeralda atrapó en cadenas a los tres héroes.
El Linterna Verde Hal Jordan descendió de las alturas, reteniendo al trío de héroes con su anillo.
—Así que... solucionemos ese error—decidió Calígula.
El emperador caminó para posicionarse frente a los héroes.
—¿Pueden creerlo? Mucho presumía el Neanderthal de sus cincuenta mil años de vida, todo para que un humilde emperador de tan sólo unos dos mil lo mandara a las profundidades del Tártaro. Es posible que salga de allí algún día, pero estaré listo, no lo duden.
El emperador tomó a Canario por la cabeza y colocó un nuevo chip de Starto-tec en su cuello, haciendo que la heroína dejara de luchar contra las cadenas de luz y se quedara quieta y en silencio.
—De cualquier modo, la ayuda de Salvaje y sus aliados me resultó en extremo útil—continuó diciendo el emperador—. Ustedes, héroes, se ganaron enemigos poderosos, y esos enemigos crearon todo este plan del que me colgué con extrema facilidad.
Calígula colocó un nuevo chip, ahora en Tornado Rojo.
—Ellos se encargaron de crear y apoyar redes de agentes, colocaron individuos clave en posiciones clave, se encargaron de estar a la vanguardia de todas las nuevas tecnologías, buscando controlar todas las formas de control mental. Yo, por mi lado, sólo tuve que mantenerme cerca, proporcionar apoyo y tropas, sabía que si llamaba lo suficiente la atención de los dioses mandarían a alguien a buscarme, y eso significaría que la Luz, como se llamaba la sociedad de Vándalo, me necesitaría aún más para lidiar con este enviado de los dioses, Perseus Jackson, en este caso.
Calígula entonces colocó un nuevo chip en el cuello de Flecha Roja, quien también dejó de luchar.
Los tres héroes fueron liberados de sus cadenas, quedándose quietos y firmes en su sitio.
—Cuando Terrenos Triunvirato estaba en su apogeo, éramos una empresa capaz de dejar en la bancarrota a Lexcorp, Wayne Technologies e Industrias Queen juntos, éramos el poder acumulado de milenios. Sin embargo, cuando ese insensato de Apolo en esa apestosa piel de mortal derrotó a Nerón, quedamos reducidos a una empresa apenas con el capital suficiente para más o menos igualarse a Lexcorp. Lastimosamente yo estaba en mi periodo de recuperación por una batalla perdida en la que se me dio por muerto, así que no pude salvarle el trasero a Nerón.
Calígula le dio la espalda a los héroes y miró al planeta Tierra, que se alzaba majestuoso por la ventana.
—Al menos Apolo me hizo el favor de eliminar a esa molesta Pitón... pero de cualquier modo, necesitaba una forma de recuperar el poder que perdí. Me quedó claro que los triunviratos no funcionan, así que decidí que la mejor forma de acabar con los dioses, era con los verdaderos nuevos dioses, no esa escoria de Apokolips y Nueva Génesis. Los superhéroes de la Liga de la Justicia, la mitología moderna, los dioses entre nosotros. Y una vez Salvaje los tuvo bajo su control, sólo hizo falta un pequeño corte con un arma encantada especialmente para destruirlo.
Calígula desenfundó el cuchillo con el que atacó a Salvaje.
—Una aleación de Oro imperial romano y Acero de Hueso nórdico, ¿no es hermoso?
Calígula volvió a sentarse en su trono y miró a los tres héroes recién vueltos a convertir a su lado.
—Claro, tuve que esperar a que los demás aliados de Vándalo salieran de la ecuación, por fortuna los jóvenes héroes me fueron de mucha utilidad para ello—terminó de decir Calígula—. El único problema era Klarion, aquí presente, pero desde luego, ambos buscamos el Caos, congeniamos rápido, ¿o no, hechicero?
Klarion se encogió de hombros.
—Eres más divertido que Vándalo, lo reconozco—admitió—. Pero hubiera preferido a tu amiguito Cómodo, él sí sabía de Caos.
Calígula rodó los ojos.
—Una vez los dioses helénicos caigan, simplemente me limitaré a mover una o dos piedras por aquí y por allá, un Ragnarok en Boston y liberar a Apophis en Egipto, hacer caer al resto de panteones, ustedes me entienden. Me convertiré en el dios del nuevo mundo, un mundo en el que Roma cumplió con su destino escrito, conquistarlo todo.
Klarion se meció en su consola, ligeramente aburrido.
—¿Por qué conformarse con in solo mundo?—preguntó.
Calígula sonrió.
—Pasos de bebé, hechicero, no queremos que el Caos Primordial se altere.
Klarion, como señor del caos que era, hizo una mueca.
—Ese es un buen punto.
...
En la parte baja de la Atalaya, oculta de los sensores, la Bio-nave se acopló a la estación espacial, con el equipo entrando en silencio al complejo.
"No quiero ser pesimista"—dijo Percy—. "Pero si entramos en enfrentamiento directo con la Liga, siéntanse en total libertad de usar sus armas mágicas"
"No pensemos en eso aún"—dijo Aqualad—. "Robin, informa"
El joven miró el holograma de su brazalete.
"Tornado lo logró, eludió la seguridad para nosotros, el Emperador no debe de saber que estamos aquí"
Aqualad asintió,
"Muévanse"
El equipo se empezó a mover rápida y eficazmente por la base, tratando de localizar a tanto miembro de la Liga como Pudo.
El Hombre Plástico se encontraba descargando cajas en un almacén cuando fue sorprendido por una flecha explosiva de humo.
El héroe estiró su cuello hacia fuera de la nube, sólo para que Wally le colocará un chip en el cuello, dejando al Hombre Plástico inconsciente en el suelo.
...
Hombre Halcón patrullaba por los pasillos de la base, con su armadura metálica resonando ruidosamente a cada paso que daba.
El héroe sintió movimiento a sus espaldas, volviéndose para encontrarse con el veloz puño de Superboy, que lo mandó varios hacia atrás.
El halcón logró detener su impulso poniéndose de rodillas, pero antes de tener la ocasión de contraatacar, Robin cayó del techo sobre su espalda, colocándole un chip en el suelo y dejándolo inconsciente.
...
Átomo trabajaba en su laboratorio, tomando muestras de un espécimen con un láser, cuando silenciosamente Zatanna lanzó un hechizo, haciendo que el espécimen con el que Átomo trabajaba se elevara en el aire.
El héroe, confundido, aumentó su tamaño para recuperar la pieza flotante, momento en el que M'gann, camuflada, aprovechó para colocarle un chip en su pequeña espalda, noqueándolo a él también.
...
El Capitán Átomo, se vio de un segundo para otro encerrado en un campo de fuerza credo por Rocket.
El héroe disparó un rayo de energía contra el domo, sin causarle daño alguno.
Entonces Aqualad se posicionó detrás de él, el domo desapareció, y con un látigo de agua, el joven atlante colocó un nuevo chip en el cuello del miembro de la Liga.
...
De regreso en la sala principal, Klarion notó en su consola lo que sucedía en la estación.
—¡Los mocosos están a bordo!—gruñó—. Se han llevado cuatro de mis juguetes.
Calígula frunció el ceño.
—Trae de vuelta a los miembros que Salvaje te pidió enviar lejos...
En ese momento, Canario Negro se abalanzó sobre ellos, soltando su poderoso grito sónico.
El Emperador retrocedió levemente, a diferencia de Linterna Verde, que salió despedido con violencia y se chocó contra un pilar, dejando un catéter en el antes de empezar a caer al suelo.
Tornado Rojo entonces levantó una gran ráfaga de viento con la que golpeó a Calígula, y Flecha Roja se adelantó para tratar de colocar un chip en el cuello de Hal.
Sin embargo, antes de lograr acercarse lo suficiente, Calígula salió del viento de Tornado y golpeó con fuerza a Roy en el estómago, mandándolo hacía atrás.
Canario volvió a gritar, esta vez apuntando a Klariom, pero el hechicero ni se inmuta.
—Lo lamentarás—canturreó.
Un portal se abrió en el aire, un tubo boom, y de allí surgieron los miembros faltantes de la Liga.
Supermán, Detective Marciano, Chica Halcón, Mujer Maravilla, el Linterna Verde John Stewart, y finalmente Batman.
(Recién noto que ese es el equipo original de la serie animada de la Liga de la Justicia, claro, sin contar a Wally, por obvias razones)
Canario trató de derribarlos con su grito, pero el Detective Marciano la atravesó mientras cambiaba de fase, deteniendo su grito.
Entonces, la Chica Halcón se lanzó contra ella y le asestó un poderoso golpe con su mazo en toda la cara.
Canario cayó al suelo.
Flecha Roja disparó una flecha incendiaria contra el Detective Marciano, quien evitó el ataque haciéndose intangible. Sin embargo, el calor del fuego pasando a través de su cuerpo lo debilitó, haciéndolo tomar forma sólida nuevamente y caer de rodillas.
Roy disparó un proyectil explosivo, esta vez contra Batman.
Sin embargo, el caballero de la noche desvió el ataque con su brazo, haciendo que la explosión golpeara un pilar cercano, para acto seguido abalanzarse sobre el clon de Veloz.
El murciélago golpeó repetidas veces la cara de Roy antes de rematarlo con un rodillazo.
John Stewart creó un constructo con su anillo de poder, atrapando a Tornado Rojo con una garra robótica antes de que el androide pudiera entrar en combate.
Supermán y Mujer Maravilla se abalanzaron entonces contra Rojo, arrancándole ambos brazos y ambas piernas con un sencillo tirón.
Los tres héroes libres del control de Calígula cayeron al suelo inconscientes.
—Entonces... los niños crearon una cura... y vacuna para Starro-tec...—murmuró el emperador—. Supongo que eso me pasa por confiar en la tecnología de un cavernícola... como sea, no vale la pena atraparlos vivos.
Klarion se relamió los dedos.
—Que bueno...—celebró.
Entonces, una voz llamó la atención de ambos.
—Hey, botitas.
Calígula se volvió furioso hacia el ventanal que daba al espacio, viendo únicamente a una figura oscura que permanecía flotando en el vacío, rodeada de un aura de luz negra.
—Oh, el hijo de Hades—murmuró el emperador—. ¿Qué te trae por aquí? ¿Amas tanto la muerte que deseas experimentarla?
Nico hizo una mueca de irritación.
—Si me dieran una moneda por cada vez que alguno de mis enemigos me dice eso...—murmuró distraído—. Como sea, te recomendaría rendirte antes de que haga que los muertos te coman vivo.
Calígula se acercó a la ventana, observando con detenimiento el traje de Nico.
—¿Qué eres? ¿Alguna clase de Linterna Negro?
—Un Death Lantern, sí—confirmó el hijo de Hades—. Y te diré algo, hay muchos muertos que ansían verte de nuevo, la mayoría para destriparte.
Nico apuntó con su anillo hacia el emperador.
—Además, cuando Percy me llamó, supe que no podía dejarle toda la diversión a él.
Calígula miró a Klarion.
—Envía a los Linternas Verdes a por él—ordenó—. Mátenlo, éste no me interesa, huele a muerto.
Nico hizo una mueca de desagrado, pero se vio obligado a retroceder cuando Hal Jordan y John Stewart salieron de la Atalaya para hacerle frente.
Nico retrocedió levemente.
—Está bien...—se dijo a sí mismo—. Te enfrentas a dos de los héroes más poderosos de la Liga de la Justicia, quienes buscan matarte sin contemplaciones, y tienen anillos como el tuyo pero más coloridos... sin presiones... ah, me debes una grande, Jackson.
...
"Reconocido: Capitán Maravilla 15, Icon 20, Doctor Destino 17"
Los tres héroes entraron a la Atalaya por los niveles inferiores, sin embargo, ninguno de ellos contaba conque M'gann los estaría esperando camuflada, escondida sobre los Tubos-zeta.
El el momento en que los héroes llegaron, ella lanzó tres chips hacia sus sus cuellos, logrando conectar en Doctor Destino, y noqueándolo.
Sin embargo, Icon reaccionó velozmente y destruyó los otros dos con un rayo de energía, golpeando también a M'gann con su ataque.
Rocket se lanzó a toda velocidad sobre la espalda de Icon, logrando colocarle un nuevo chip, dejándolo inconsciente.
El Capitán Maravilla miró a su alrededor sorprendido, abalanzándose a toda velocidad hacia Zatanna, quien se encontraba más cerca de él.
La joven lanzó un hechizo, obligando al héroe a gritar en alto: "SHAZAM" convirtiéndose en Billy en pleno vuelo.
El niño cayó violentamente sobre Zatanna, derribándola, aunque, gracias al cambio de cuerpo, Billy recuperó el control de su mente.
"Lastima que Cura-tec no funcione tan rápido como Starro-tec"—se lamentó Rocket mirando a los miembros inconscientes de la Liga—. "Podríamos usarlos"
"Es un milagro que la reina Mera y los doctores Roquette, Spence y Vulko hayan podido crear una cura con ingeniaría inversa"
La voz de Wally resonó en sus cabezas.
"Oigan, si no están ocupados..."
"Voy en camino"—respondió Aqualad, para luego volverse hacia M'gann, Rocket y Zatanna—. "Ustedes tres vayan con Robin, Percy y Superboy"
Zatanna miró a sus compañeras.
"Voy detrás de ustedes"
Una vez ellas se hubieron ido, la joven se arrodilló al lado del Doctor Destino y trató de removerle el casco, recibiendo una descarga eléctrica en respuesta.
Zatanna se levantó frustrada y lanzó un hechizo, rayos de energía cruzaron el aire y golpearon en la cabeza del héroe, pero no sucedió nada más que un rebote de poder.
Zatanna salió disparada contra el suelo. Billy se apresuró ayudarla a levantarse, aunque ella estaba más frustrada que herida.
—Puedo salvar a Destino de Salvaje, pero aún no puedo salvar a mi padre de Destino...
...
El resto del equipo no la estaba pasando tan bien.
Artemisa disparó una flecha, sin embargo Flash logró atraparla en el aire, al igual que un segundo proyectil.
El velocista escarlata embistió a Wally, derribándolo.
Artemisa, entonces, disparó una tercera flecha, ahora con explosivos, que cayó justo frente a Flash, mandándolo a volar con la explosión.
Flecha Verde apuntó y disparó de inmediato, Artemisa esquivó el tiro, sin embargo era una flecha explosiva, y la joven fue mandada violentamente contra el suelo.
Wally y Artemisa se cubrieron tras una pared y observaron a sus mentores.
"Me asombra que aún estemos vivos"—murmuró la arquea.
"Es porque ellos están controlados"—explicó Wally—. "Quien sea que los maneje les ha puesto un límite. Lo mismo que nos pone en peligro, nos está dando una oportunidad"
El joven velocista estiró una pierna y luego la otra, de cada una sus botas surgieron un par de alas.
"Bien, veamos que tan bien funcionan estas cosas..."
Wally se lanzó a toda velocidad a la batalla, Flash pasó a su lado y lo derribó con un puñetazo en la cara.
Chico Flash, entonces, empezó a lanzar patadas tan rápido como pudo cuando su mentor trató de rematarlo, mandando al velocista escarlata contra una pared.
Wally se paró mareado.
"Eso... no salió como quería..."
"Puedes correr más rápido que Flash"—le dijo Artemisa—. "Pero en todo lo demás sigues siendo más lento que él, concéntrate"
La joven tomó una flecha de su carcaj, una con punta de bronce, y disparó.
Flecha Verde movió su cuerpo, lo suficiente para esquivar con amplio margen a un proyectil común, sin embargo, aquella flecha se dividió en varias más, con cables unidos a estas.
La flecha dividida en ganchos se asió de todo sitio que pudo, Flecha Verde incluido.
El héroe se vio arrastrando por el suelo por el cable del proyectil, el cual se retraía rápidamente.
Artemisa se agachó y colocó un chip en su cuello.
Flash se abalanzó a toda velocidad contra Wally, sin embargo, al pasar por donde él, sólo golpeó el aire.
Wally bajó desde las alturas, habiéndose elevado gracias a sus botas aladas, y aterrizó en la cabeza del velocista escarlata.
Flash se deshizo de él con un golpe, haciéndolo retroceder.
El rayo de Central City corrió en línea recta contra Wally, tratando de acabarlo con un sólo golpe, sin embargo, se sorprendió cuando Wally se le adelantó, soltando un veloz puñetazo en su rostro.
Flash trató de reincorporarse y correr, pero gracias a las zapatillas de Hermes integradas a su traje, Wally le dio alcance y colocó un chip de Cura-tec en su cuello.
Dos menos, quedaba uno.
"¡Artemisa, Chico!"—avisó Aqualad, entrando a toda velocidad a la bahía de carga en donde los héroes luchaban.
Aquaman se lanzó sobre la pareja desde la espalda.
Wally giró sobre sí mismo y pateó al rey de Atlantis en el rostro.
Artemisa disparó una flecha con espuma, la cual impactó directamente en el rostro de Aquaman.
El rey de Atlantis se arrancó la espuma del rostro, sólo para encontrarse con el puño de Aqualad, que lo hizo retroceder.
Aqualad tomó de su cinturón entonces el arma mágica que Percy le había entregado, en un inicio de aparecía igual a sus aqua-varitas, sin embargo, rápidamente se extendió hasta convertirse en una espada de estilo griego con gravados atlantes en la hoja.
Kaldur lanzó un tajo, el cual arañó el brazo de Aquaman.
El atlante retrocedió desconcertado, momento que Aqualad aprovechó para levantar su hoja y pronunciar una oración en su idioma natal.
De la espada salió un torrente de agua que tomó una forma sólida, envolviendo a Aquaman en cadenas, permitiendo así que Kaldur colocara un último chip, dejando inconsciente a su mentor.
—Mil disculpas, mi rey—dijo Aqualad respetuosamente ante su maestro.
...
Nico se alejó tanto como pudo de la Atalaya antes de ser alcanzado por los linternas, esperando así no causar demasiados daños colaterales en la batalla que ahora se avecinaba.
Hal Jordan fue el primero en alcanzarlo, disparando un poderoso rayo de energía verde directamente contra él.
Nico resistió el ataque creando un escudo con su anillo y procedió a contraatacar con un increíblemente poderoso rayo de luz negra.
Hal salió disparado violentamente en dirección a la Tierra, llegó hasta una gran ciudad, atravesó varios edificios y cayó al mar, rebotando varias veces en el agua antes de chocarse contra un nuevo edificio.
Nico, aún en el espacio, miró en dirección en la que había desaparecido su oponente, maravillado y horrorizado al mismo tiempo.
Sin embargo, su sorpresa fue detenida cuando se percató de la presencia de John Stewart a sus espaldas.
El segundo Linterna Verde disparó con potencia un rayo de energía, el cual impactó de lleno en la espalda de Nico y mandó al semidiós contra la Tierra.
Nico se precipitó desde los cielos hasta Manhattan, sin embargo logró recomponerse y volver a ganar altitud antes de estrellarse contra el asfalto.
El hijo de Hades empezó a volar entre los edificios tan rápido como pudo esquivando los disparos de energía que John le enviaba desde las alturas.
Estaba siendo cazado, y eso Nico lo sabía.
El semidiós empezó a elevarse, acortando más y más distancia entre él y John, sin embargo, en un momento de descuido, Nico recibió un poderoso impacto en el hombro izquierdo, perdiendo el equilibrio en pleno vuelo.
Nico levantó la mirada hacia arriba una vez se recompuso, sólo para ver como el Linterna Verde disparaba un nuevo rayo de energía directo hacia él.
El hijo de Hades apuntó su anillo y respondió con un rayo propio, con ambas energías chocando en el aire.
Sin embargo, el ataque de John había tomado a Nico por sorpresa, y fue rápidamente obliterado e impactado por el rayo de su oponente,
Una gran nube de polvo cubrió el cielo, y cuando se despejó, no había ni un rastro de Nico.
John usó su anillo para escanear por sobre la ciudad de Manhattan, tratando de dar con el paradero de Nico, sabiendo bien que aún no había sido eliminado.
No muy lejos de allí, en el Olimpo, Hermes y Apolo miraron desde la distancia la batalla sobre la ciudad.
—¿Ese es...?—preguntó Hermes.
—Nico di Angelo, sí...—confirmó Apolo.
El dios mensajero dejó escapar una carcajada.
—Hades lo va a matar cuando se entere...
Una fría voz habló a espaldas de ambos dioses.
—¿Cuando me entere de qué?—preguntó el dios del inframundo.
De regreso en la ciudad, John seguía sobrevolándola velozmente, tratando de ubicar a Nico, pero silencioso como una sombra, el hijo de Hades se posicionó a sus espaldas y preparó su anillo.
Rápidamente Nico creó un constructo de luz negra con forma de un gigantesco palo de golf, balanceó sus brazos y dio un swing, golpeando de lleno en el lateral al Linterna Verde y mandándolo a volar fuera del planeta.
Hal Jordan sobrevolaba el cielo a toda velocidad en dirección a Manhattan cuando vio una centella verde abandonando el planeta a toda velocidad.
Muy lejos de la Tierra, cerca de la órbita de Marte, John logró detener su impulso y estabilizarse, aunque no contaba conque en la oscuridad del espacio, Nico haría un viaje sombra justo a sus espaldas, y creando un gigantesco constructo de un bate de beisbol se prepararía para rematar a su oponente.
John saldría despedido una vez más, llegando hasta la órbita de Saturno y entrando en sus anillos.
Nico se adelantaría al linterna y crearía un nuevo constructo, un gran martillo.
El hijo de Hades se posicionó con su arma en alto, esperando a que su oponente llegara hacia él para acabarlo de un golpe, no obstante, un nuevo rayo de energía golpearía a Nico por la espalda y lo mandaría a volar.
Chocándose contra cuatro de los satélites del planeta y atravesándolos de un extremo a otro.
Mientras Nico giraba descontroladamente entre los anillos, pensó distraídamente en todas esas lunas a las que había sin querer atravesado de extremo a extremo.
"Lo siento... Teleso, Calipso, Tetis y Dione..."
El semidiós logró recuperar el control y se detuvo en seco, mirando a quien lo había atacado.
Hal Jordan les había dado alcance y no se veía muy contento.
—Malditos anillos que pueden viajar más rápido que la luz...—empezó a maldecir Nico.
Pero antes de poder decir o hacer nada más, fue golpeado por la espalda por John, quien disparó un rayo de energía contra él.
Nico salió disparado una vez más, chocándose contra un nuevo satélite: Febe.
Hal disparó un rayo de energía sin contemplaciones, haciendo estallar la luna en pedazos, aunque no encontró ni rastro del semidiós.
El par de Linternas Verdes empezaron a recorrer los anillos buscando a Nico, disparando rayos de energía y haciendo estallar pedazos de roca, hielo y lunas que se les ponían en frente.
Nico observó desde las sombras, oculto detrás de Titán, la luna más grande de Saturno.
Entonces, mirando a su alrededor, vio a dos Grandes satélites que podrían serle de ayuda.
Disparando con su anillo en ambas direcciones, Nico logró tomar a las dos lunas y empezó a acercarlas entre ellas para hacerlas chocar.
—Saturno, tienes más de ochenta y tres satélites, dos menos no te harán daño...
Haciendo acopio de toda la energía que pudo reunir en su anillo, alimentándose de la muerte que emanaba, Nico logró empezar a juntar a Mimas y Encélado.
Sin embargo, Nico no contaba conque entre aquellos dos satélites también orbitaban varios más pequeños, como Metone, Palene y Anthe, entre otros.
Como resultado, antes de poder darse cuenta, John Stewart fue aplastado desde ambos lados por una lluvia de satélites hechos pedazos.
El Linterna Verde creó una burbuja protectora a su alrededor antes de que el choque de los satélites, mezclados con el poder de la muerte que Nico emanaba crearán una gran explosión que sacudió el espacio.
Nico salió despedido violentamente, aunque logró recomponerse antes de que el campo de gravedad de Saturno lo absorbiera.
El joven miró a la zona de impacto, divisando el cuerpo de John flotando inconsciente a la deriva.
—Por favor que no éste muerto, por favor que no éste muerto...
El hijo de Hades voló hasta donde el Linterna, soltando un enorme suspiro al descubrir que estaba vivo. Con la mitad de huesos rotos, pero vivo.
Nico tomó un chip de Cura-tec.
—Más vale que esta cosa funcione como prometiste, Jackson....—murmuró, colocando el dispositivo en el cuello de John.
Nico se alejó ligeramente, volviéndose para buscar a Hal, sólo para se apresado por cadenas de luz verde esmeralda.
Hal Jordan sujetó a Nico con su anillo y lo miró desde una distancia prudente.
El Linterna Vede creó una gran cierra eléctrica con su anillo, al tiempo que las cadenas de Nico lo obligaban a estirar la mano permitiendo que la cuchilla de Hal tuviera vía libre para rebanarlo.
La cierra bajó sobre el brazo de Nico, echando chipas mientras trataba sin éxito de amputarle la extremidad.
Nico rió con esfuerzo.
—El anillo verde de los Grean Lanterns se alimenta de la fuerza de voluntad—murmuró—. No sé cuánta voluntad pueda tener una mente controlada. Pero por otro lado, el anillo negro toma poder de la muerte, y yo tengo mucho de eso...
Con un tirón, Nico hizo pedazos su prisión de energía.
Hal retrocedió levemente, sólo para ser golpeado en la cara por un gran puño constructo de luz negra.
Nico volvió a atacar con otro puño de luz, mandando a Linterna Verde hacia atrás una vez más. Luego, un tercer ataque.
Hal se recompuso y disparó un rayo de energía que Nico esquivó volando, al tiempo que acortaba la distancia con su rival.
Hal disparó una vez más, Nico lo esquivó y le dio un puñetazo en el rostro, después otro, Hal golpeó a Nico en respuesta, y Nico lo volvió a golpear.
Rápidamente la batalla había pasado a ser un duelo de puñetazos sin sentido, soltando oleadas de poder con cada golpe que brillaban a través del espacio.
Entonces, Hal recordó que para algo tenía su anillo y creó un puño americano con el que soltó un poderoso golpe en el rostro de su rival.
El semidiós retrocedió, notando como la batería de su anillo se empezaba a agotar, y no contaba con una linterna de poder con la cual recargarse.
Hal cargó a toda velocidad hacia él.
Nico entendió que tenía que terminar con la batalla de inmediato, por lo que concentró todo su poder en un último ataque, un rayo de energía disparando directamente hacia Hal.
Linterna Verde fue incapaz de esquivar el ataque, se limitó a crear una burbuja protectora con la cual recibir el golpe, pero el poder del impacto fue tal que Hal fue arrojado millones de kilómetros hacia la Tierra, impactándose en medio del desierto de sonora en un estruendoso impacto.
Linterna se quedó tendido en medio de un cráter, tratando de levantarse a muy duras penas.
Nico se quedó en medio del vacío del espacio, su anillo se quedaba sin energía y su traje se estaba desvaneciendo en el aire, en poco tiempo su aura de poder se extinguiría y se quedaría atrapado en medio del vacío.
Con el último gramo de energía que le quedaba al anillo, y haciendo acopio de su propio poder, Nico dio un último viaje sobra hasta la tierra, apareciendo al lado de Hal Jordan.
Nico le colocó un chip en el cuello antes de que Linterna se recuperara, dejándolo inconsciente.
Nico dio tres pasos y cayó al suelo.
—No tienes idea... de lo mucho que me la debes... Jackson.
El hijo de Hades quedó inconsciente, aunque habiendo cumplido con su misión.
...
Dentro de la atalaya, una nueva batalla se llevaba en ese momento.
Chica Halcón bajó su mazo violentamente tratando de aplastar a Robin, el joven esquivó el ataque de un salto antes de que Lobo se abalanzara sobre la espalda de la tanagariana.
Robin aprovechó para colocar un chip en su cuello, liberándola del control de Calígula.
La Mujer Maravilla manipuló su laso y trató de atar a Robin por la espalda, sin embargo un campo de fuerza creado por Rocket protegió al joven.
Diana retrajo su laso, y momento en el que Robin lanzó una orden:
"¡Ahora!"
Rocket creó un campo de fuerza alrededor de la amazona, atrapándola.
La hija de Zeus empezó a golpear con fuerza la esfera, sin conseguir nada con ello.
"¿Ella puede escapar de tu burbuja de fuerza?"—preguntó Robin.
"No si continúa golpeándola"—respondió Rocket—. La energía cinética sólo la hace más fuerte. Pero no puedo hacer nada más, cualquier movimiento y ella queda libre.
Percy desplegó su espada, escudo y se cubrió con su armadura.
"Suéltala"—pidió.
Rocket lo miró insegura.
"¿Estás loco? No puedes..."
"Confía en mi"—pidió el semidiós—. "Sé lo que hago"
Rocket miró insegura a Robin, quien se limitó a asentir con la cabeza.
La joven dejó caer el escudo, y la diosa de la guerra salió despedida a toda velocidad contra ella.
Percy interceptó a Diana, golpeándola con su escudo y embistiéndola contra la pared, dando inicio a la batalla entre semidioses.
Diana se recompuso rápidamente y se quitó a Percy de encima con una patada.
El hijo de Poseidón cayó a unos metros de distancia de ella, se reincorporó y se puso en guardia.
—Revancha, primita—dijo él.
La amazona se abalanzó a toda velocidad sobre él, Percy alzó su escudo esperando detener el golpe, sorprendiéndose cuando el puño de Diana atravesó el bronce y lo golpeó de lleno en el pecho.
La Mujer Maravilla tomó luego a Percy por las correas de la armadura y lo arrastró por el suelo dejando marcas profundas por donde pasaba, para luego proceder a embestir una pared con el y atravesarla de extremo a extremo.
Como acto final, ahora en una bodega, la hija de Zeus se elevó en alto dando vueltas sobre sí misma para luego arrojar a Percy contra el suelo violentamente.
Percy se levantó tembloroso, miró su escudo, ahora con un gran agujero en el centro, y luego se volvió hacia Diana al tiempo que se desabrochaba las correas y soltaba su ya inservible defensa.
—Déjame decirte algo—gruñó el hijo de Poseidón—. No tienes ni la menor idea de lo difícil que fue recuperar ese escudos después de años de haberlo perdido en Alcatraz, vas a pagar caro por dañarlo.
Percy embistió contra Diana sin contemplaciones.
La amazona bloqueó velozmente varios tajos y estocadas usando sus brazaletes metálicos, sin embargo Percy estaba atacando de una forma salvaje e impredecible, era como luchar contra el mar mismo.
En pocos segundos, el cuerpo de la diosa de la guerra estaba cubierto de heridas y cortes.
Diana tampoco estaba para juegos, cargó violentamente una vez más, arrancándole a Percy su espada de un golpe, para luego golpearlo en el pecho una vez más, reduciendo a chatarra su armadura y haciendo que el chico cayera de rodillas.
Percy tosió sangre, lo que indicaba herida interna.
—Esas...—murmuró—... esas eran mis costillas...
Percy se abalanzó, ya desarmado contra Mujer Maravilla, apretando su cuello con sus manos y golpeándola contra una pared antes de arrojarla tan lejos como pudo.
Diana se recuperó rápidamente y se preparó para seguir luchando. Percy le conectó entonces un fuerte puñetazo en el rostro y luego trató de hacerlo una vez más, siendo detenido por la descomunal fuerza de la amazona, quien atrapó su puño en pleno vuelo.
Diana giró sobre sí misma varías veces más antes de arrojar a Percy y hacerlo atravesar nuevamente otra pared.
Mientras el hijo de Poseidón se levantaba a duras penas, Diana se lanzó sobre él, tomándolo por el cuello y levantándolo en alto mientras trataba de aplastar su garganta.
Percy trató de luchar, pateando el cuerpo de la amazona y arañando desesperadamente sus brazos.
Finalmente extendió sus manos y las cerró sobre el cuello de la amazona, aunque no tenía fuerzas suficientes para aplicar presión.
—¿Por... qué... mis primos y yo... siempre acabamos... tratando de matarnos....?
"¡Percy!"—lo llamó Zatanna por telepatía.
"¡Algo de ayuda, por favor!"
La joven echizera extendió los brazos y se concentró:
—¡Onaeco le Reart!
Una gran masa de agua apareció de la nada llenando la bodega en la que el par de semidioses luchaban encarnizadamente.
Percy soltó el cuello de Diana y flexionó los brazos mientras ponía toda su fuerza de voluntad en su hidrokynesis.
El agua se arremolinó alrededor de la Mujer Maravilla, atrapándola en un torbellino que la arrastró por el suelo, dejando profundas marcas por el suelo y las paredes.
Percy siguió manipulando el agua, levantando contenedores y cajas y golpeando a la amazona con ellas antes de estrellarla contra el suelo e inmovilizarla con cadenas de líquido comprimido.
—¿Sabes lo difícil que es comprimir un líquido?—jadeó como esfuerzo mientras la amazona luchaba contra las cadenas—. Si me desconcentro aunque sea un poco podría...
El agua estalló, golpeando violentamente a la Mujer Maravilla y dejándola inconsciente en el suelo.
Percy se arrodilló a su lado y le colocó el chip de Cura-tec.
—Sip, mojar a las hijas de Zeus es un gran pasatiempo—murmuró el hijo de Poseidón, antes de salir de la sala cojeando, recoger su escudo y volver a la batalla.
...
El caballero de la noche se abalanzó sobre Robin, quien esquivó el golpe saltando sobre su mentor y cayendo a espaldas de él.
El murciélago se volvió lentamente hacia Robin y lo miró fijamente.
Batman hizo crujir los nudillos, Dick se puso en guardia.
El primero en atacar fue Robin, lanzando un puñado de bombas de humo contra su padre y mentor.
Batman se cubrió con si capa del golpe y retrocedió.
El joven maravilla lanzó una veloz patada voladora hacia el humo, pero sólo abanicó el aire.
Bruce salió de entre la oscuridad y le asestó un poderoso golpe en el rostro, haciéndolo retroceder.
...
No muy lejos de allí, Conner miró como Supermán se abalanzaba sobre él sin poder hacer realmente nada.
El hombre de acero golpeó violentamente el rostro de su clon, para luego soltarle un gancho que lo mandó a volar contra una pared.
Superboy cayó al suelo, y trató de reincorporarse débilmente.
Supermán y el Detective Marciano se mostraron imponentes ante él, sin embargo la Esfera embistió al marciano, y Lobo se abalanzó sobre la espalda de Supermán.
Clark giró sobre sí mismo golpeando a Lobo con el antebrazo, arrojando violentamente al animal.
La Esfera, entonces cayó sobre Supermán con todo su peso, a lo que el hombre de acero respondió levantándola y arrojándola contra el techo, empotrándola allí.
Conner tomó las armas que Percy le había proporcionado, no le agradaba la idea, pero sabía que los kriptonianos eran débiles ante la magia, y era su mejor opción.
El clon de Supermán se colocó un par de nudilleras en cada mano y cargó contra el hombre de acero, asestándole un demoledor puñetazo en el rostro que lo hizo retroceder con torpeza.
El Detective Marciano se puso de pie. M'gann trató de alcanzarlo silenciosamente por la espalda, pero J'onn giró su cuerpo mientras cambiaba su forma, agarrando con fuerza los hombros de su sobrina, aún si ésta estaba camuflada.
M'gann entonces creció hasta adoptar su verdadera forma de marciana blanca, quedando muy por encima de la cabeza del Detective.
—Lo siento, tío J'onn—se disculpó M'gann—. No me dejas opción.
Los poderes síquicos de M'gann, mucho más poderosos que los de J'onn, se abrieron paso en la mente del Detective Marciano, haciéndolo verse a sí mismo rodeado de un infernal campo de fuego.
El peso y carga mental fue tanto que el Detective sólo pudo gritar en agonía antes de caer inconsciente, al mismo tiempo que M'gann le colocaba su chip en el cuello.
Supermán se abalanzó sobre la marciana, mandándola a volar de un puñetazo.
Conner rugió furioso, lanzándose contra Clark.
Supermán se volvió y lanzó un demoledor puñetazo, el cual Conner respondió con un propio.
Quizá el hombre de acero fuera infinitamente más poderoso que su clon, pero la magia seguía siendo devastadora para él.
Las nudilleras de Conner hicieron el trabajo mientras a base de puñetazos trataba de noquear de una vez por todas al hombre de acero.
Sin embargo, incluso con aquella ventaja a la hora de dar golpes, Clark seguía siendo las veloz.
Supermán evadió el siguiente golpe de Conner, lo tomó del brazo y, usando el propio impulso de Superboy, lo arrojó contra el suelo, mandándolo a atravesar varias plantas con el golpe.
Conner aterrizó al lado de Robin, quien se alejaba a base de saltos de su mentor.
Batman lanzó dos puñetazos que Dick logró esquivar, uno agachándose y otro com un quiebro.
El murciélago logró poner a Robin donde lo quería, y lo mandó hacia atrás de una patada.
El joven usó sus brazos para saltar y aterrizó de pie nuevamente, momento que utilizó para desplegar su confiable par de bastones y lanzarse al ataque una vez más.
Batman bloqueó un ataque hacia abajo y trató de contraatacar con un puñetazo, Robin lo detuvo y trató de presionar una vez más, pero sin importar cuánto tratase, seguía siendo infinitamente inferior a su padre.
Robin lanzó una patada giratoria mientras saltaba, Batman la desvió y aprovechando la desventajosa posición de su protegido lo arrojó lejos de él.
Robin giró en el aire y aterrizó de pie, sorprendiéndose de no ver a Batman por ninguna parte.
Entonces, se volvió hacia su espalda, sólo para ser recibido por un poderoso golpe del murciélago en el rostro.
Robin cayó por el agujero que había dejado Conner mientras caía, encontrándose con él un piso más abajo.
Ambos jóvenes se reincorporaron como pudieron.
—No vamos a vencerlos uno a uno—dijo Robin.
—Entonces plan B—decidió Conner.
Los jóvenes héroes miraron hacia arriba, Supermán descendía desde las alturas, majestuoso como él solo, al tiempo en que Batman, como una sombra, proyectaba sus negras alas de murciélagos sobre ellos mientras caía.
Entonces, un par de puños de agua derribaron a ambos héroes.
—¡Hey Batman!—Percy se lanzó desde arriba, embistiendo al murciélago en plena caída—. Atenea manda saludos.
El murciélago rodó sobre sí mismo mientras sujetaba a Percy, lo arrojó lejos de él y luego lo remató con un batarang explosivo.
Percy cayó inconsciente al suelo.
Antes de que pudiera hacer nada más, el murciélago fue embestido por Superboy, quien lo estampó contra una pared para que Robin, veloz como una sombra, colocara el chip en el cuello del caballero de la noche.
Supermán se lanzó sobre Robin, pero Conner lo interceptó con un puñetazo en el rostro con sus nudilleras de bronce.
Clark se lo quitó de encima, y con un disparo de su visión de calor redujo las nudilleras a charcos ardientes de metal divino.
Entonces un brillo esmeralda iluminó el lugar, pero no el verde de la voluntad de los linternas, sino algo mucho más letal.
Conner cayó de rodillas, y Supermán quedó sin fuerzas en el suelo.
Robin colocó el último chip en el cuello de Supermán antes de cerrar la pequeña caja de kriptonita que tenía en la mano.
Conner respiró pesadamente mientras se sentaba, el ser mitad humano lo había protegido de los efectos más devastadores del mineral sobre su cuerpo alienígena.
—La kriptonita... duele mucho...
Robin le tendió la mano.
—Por eso Batman siempre la guarda en una bóveda totalmente hermética en la Baticueva.
Conner aceptó la mano de Robin, poniéndose de pie.
—Bueno—se corrigió el joven maravilla—. Una bóveda casi totalmente hermética.
Conner y Dick miraron los cuerpos inconscientes de Batman y Supermán, maravillados y sorprendidos por igual que haber conseguido hacerles frente.
Robin camino hacia Percy, quien ya estaba recuperando la conciencia.
—¿Por qué una diosa le manda saludos a Batman?—preguntó Dick.
...
Calígula vio como los últimos héroes de la Liga habían sido derrotados finalmente.
—Eso no me gusta—gruñó.
—Aún podemos vencerlos—dijo Klarion, dejando su consola ya inservible.
Calígula miró al agente del Caos.
—¿Sabes? Salvaje quería a la Liga con vida para la siguiente fase de su plan, pero... ¡Me da igual, acaba con ellos! ¡Si destruyes todo este satélite, mejor!
Clarion empezó a sonreír maquiavélicamente, hasta que algo llamó su atención.
—¿En serio creíste que Percy vendría a enfrentarse a un señor del Caos sin pedir ayuda especializada?—sonrió una joven, saliendo de un portal abierto en la nada.
Klarion retrocedió cuando notó la presencia se varias entidades sobrenaturales en aquel grupo de recién llegados.
Tres hechiceros y un dios, una de los hechiceros estaba estrechamente ligada a Ra, dios del orden.
—Kane—murmuró Klarion.
—¿Quienes?—preguntó Caligula.
El hechicero se volvió hacia él.
—Lamento decirte esto, botitas, pero esos niños vencieron a Apophis, un antiguo señor del Caos mucho más poderoso de lo que me gustaría, así que, te huelo luego.
Klarion desapareció en un portal rojo Carmesí.
Sadie se volvió hacia Walt.
—¿Lo seguimos o nos quedamos a ver como superhéroes aplastan a un emperador?
Anubis negó con la cabeza.
—Sabes que no nos podemos quedar, vamos antes de que alguien más nos vea.
Carter miró a Calígula desde la distancia.
—Nuestro trabajo era deshacernos de, hechicero, si él se fue, nosotros también.
Calígula retrocedió al tiempo que tomaba una lanza de oro imperial.
—Egipcios...—murmuró—. Este día no se puede poner peor.
Zia miró por el pasillo que llevaba a la habitación.
—Yo creo que sí lo hará.
El grupo de magos egipcios volvieron por el portal del que vinieron, dejando a Calígula sólo en la Atalya con un montón de héroes no muy contentos con él.
...
Aqualad fue el primero en entrar en la habitación, siendo sorprendido por el furioso agarre de un emperador con fuerza divina, quien lo sujetó del cuello y sostuvo una lanza bajo su garganta.
El resto del equipo entró en la sala, quedándose paralizados al ver a su líder a punto de ser asesinado por el emperador.
—¡Ni un paso más!—rugió Calígula—. ¡¿Dónde está Perseus Jackson?!
Percy entró en la sala con cautela, mirando con odio a Calígula.
—Emperador Cayo César Augusto Germánico—gruñó el semidiós,
—Hijo de Poseidón—respondió Calígula—. Voy a serte muy claro, aún debilitado, sigo siendo un dios, has una sola cosa sin que te lo diga y mataré a todos tus amigos en esta sala.
Zatanna empezó a murmurar un conjuro, pero Percy la detuvo con un gesto.
—Dice la verdad—gruñó—. No puede matarme, pero ustedes son otra historia...
Wally hizo crujir los puños.
—Somos más que él, podemos...
—¡No!—gritó Percy—. No... no podemos, ya vi a Calígula enfrentarse a Supermán, además el está como nuevo mientras nosotros venimos de varias batallas... no voy a perder a ningún otro amigo por parte del emperador.
Kaldur miró a Percy a los ojos.
—No te preocupes por mi, Percy—le dijo—. Cumple con tu misión.
Percy golpeó el suelo.
—¡Mi misión no importa! ¡Calígula no puede volver a dañar a nadie!
El emperador presionó el filo de su lanza contra la garganta del atlante, haciéndole sangrar levemente.
—Diles que se retiren—ordenó Calígula.
Percy miró en disculpas a sus compañeros de equipo.
—Chicos... por favor...
El equipo retrocedió mientras bajaba sus armas.
Calígula empezó a caminar lentamente, aún con Kaldur como si rehén, hacia los tubos-zeta, no quitándole ni por un segundo los ojos de encima a Percy.
El semidiós miraba con ira pura a Calígula, su cuerpo resentía cada segundo de conciencia, sus costillas rotas gritaban de dolor mientras cada pocos segundos, Percy se detenía para toser sangre.
—No dejaré que te vayas de aquí sin más...—gruñó Percy.
Calígula sonrió arrogante, recuperando la confianza que había perdido hacia segundos.
—Oh, Jackson, pero sí que lo haré—gruñó—. Fallaste en atraparme, ahora tendrás que iniciar otra cacería, y el ciclo se repetirá hasta que finalmente cumpla mi objetivo y acabe con los dioses, no puedes hacer nada al respecto.
—Suelta-a-Aqualad—ordenó Percy.
Calígula rió, ya a pocos metros de los tubos-zeta.
—No estás en posición de dar órdenes, semidiós—respondió, para luego reírse en voz baja—. Matar a un atlante... eso hubiera funcionado mejor que apuñalar al mar, ¿no crees? Ya sabes, mi guerra contra tu padre y esas cosas.
—Suéltalo...
Calígula presionó aún más el filo de su lanza contra el cuello de Kaldur, todo el equipo permanecía en un silencio de muerte.
—Arrodíllate—ordenó Calígula.
—¿Qué...?
—Arrodíllate ante tu emperador, muéstrame tu Talón de Aquiles. Entonces consideraré soltar a tu amigo.
Percy miró fijamente a Calígula.
—Mi Talón de Aquiles está en mi espalda baja—dijo finalmente—. A la altura del obligo... lo juro... por el estigio.
—¡Percy! ¡¿Qué haces?!—cuestionó Robin.
Percy camino hacia Calígula, soltando su espada, su perforado escudo y deshaciéndose pieza por pieza de su armadura, quedando sólo con su traje.
—Percy, no lo hagas...—rogó M'gann.
—No vale la pena, Percy, sólo no lo hagas—dijo Wally.
Percy no los miró.
—Mi defecto fatídico es la lealtad—murmuró—. Solían decirme que sacrificaría el mundo por un amigo. Eso no es verdad, pero sacrifícateme a mí mismo a un emperador sociopático... esa es otra historia....
Kaldur miró a los ojos al hijo de Poseidón, y en su mente, tal vez hablando directamente con el corazón del hijo del dios de los océanos, Aqualad entendió lo que sucedería.
—Fue un honor estar a tu lado en este equipo—dijo solemnemente el atlante.
Percy agacho la cabeza, hincó la rodilla y se quedó allí, desprotegido y arrodillado ante Calígula.
El emperador soltó a Aqualad, tomó su lanza y se encaminó hacia el semidiós, apuntándole hacia la espalda baja, a la altura del ombligo.
—¿Cómo le gustaba decir a Nerón...? "Muerte a mis enemigos"
Una pequeña sonrisa se apoderó del rostro de Percy.
—Oye, Calígula... ¿alguna vez has visto 300?
—¿En?
Artemisa lo entendió, se lanzó a toda velocidad mientras cargaba su arco, Percy se reincorporó, permitiendo que la arquera lo usara como impulso y escalón.
Una flecha con punta de oro imperial voló por el aire hacia un confundido Calígula, la cual se enterró profundamente en su cuenca ocular Izquierda.
Calígula gritó de dolor mientras retrocedía.
Percy se lanzó hacia adelante al tiempo que sacaba su bolígrafo de su bolsillo y lo destapaba.
Contracorriente trazó un arco en el aire, letal en cualquier otra situación, pero Percy estaba cansado y herido, por lo que logró desviar el golpe muy a duras penas con su lanza, pero ganándose un profundo corte en la frente a cambio.
Conner se abalanzó de frente, dándole un puñetazo en el rostro al emperador que lo mandó a volar contra una pared.
M'gann lo arrastró por el suelo con su telequinesis y Wally le asestó un golpe supersónico.
Rocket se lanzó de frente embistiéndolo, tomándolo por la capa de emperador y arrojándolo contra Robin, quien le dio un fuerte golpe en la cabeza con sus varas.
Aqualad tomó sus aqua-varitas y les dio formas de mazos con los que dio un nuevo golpe en el pecho al emperador.
Tres flechas se encajaron en la espalda de Calígula, cortesía de Artemisa, antes de que Calígula decidiera que tuvo suficiente.
Justo cuando Zatanna iba a lanzar un hechizo, el emperador se abalanzó sobre ella, tomándola por el cuello y arrojándola contra Rocket.
Conner y Kaldur se lanzaron al mismo tiempo contra él, pero Calígula los detuvo a cada uno con una mano, los hizo chocar cráneos y los golpeó contra M'gann.
Artemisa disparó, Calígula atrapó la flecha en el aire, giró sobre sí mismo, derribado a Wally en el proceso, y le arrojó la flecha de regreso a Artemisa, cortando la cuerda de su arco y haciendo que esta golpeara en la cabeza a la joven.
Robin se lanzó hacia un lado evitando un puñetazo, desplegó su arma mágica, su lanza, y la arrojó con todas sus fuerzas.
Calígula vio como el arma pasaba a su lado, sin siquiera rozar su piel.
—Ni siquiera cerca.
Robin lo miró fijamente.
—A ti no te apuntaba.
Entonces, Calígula fue atravesado de extremo a extremo por la lanza, siendo empuñada por Percy.
El semidiós se acercó al oído del emperador.
—Eso... es por Jason...
Percy retiró la lanza, le dio la vuelta a Calígula y volvió a enterarle el arma, ahora en el pecho.
—Eso... es por dañar a mis amigos...
Percy retiró la lanza una vez más y volvió a enterrarla, ahora en la entrepierna del emperador.
—Eso... es por mantenerme alejado de mi muy cómodo retiro con mi muy querida prometida.
Percy retiró la lanza una última vez y la sujetó con fuerza, mirando con odio a los ojos de Calígula.
—Y esto... esto es porque yo quiero.
Percy enterró la lanza en el cráneo del emperador, atravesándolo de extremo a extremo.
Percy soltó a Calígula, retrocedió y cayó al suelo, mirando como el cuerpo de Calígula se deshacía en el aire, desapareciendo para volver al Érebo, en donde Hades tenía reservadas mil y un torturas para él.
El equipo miró fijamente a Percy, en un inicio abrumados por la muestra de brutalidad, pero luego procedieron a calmarse y a sonreírle.
—Misión cumplida PJ—le sonrió Robin—. Podrás volver a tu hogar.
Percy ladeó la cabeza.
—¿"PJ"? ¿Finalmente me gané un apodo de tu parte?
Robin ladeó la cabeza.
—Que no se te suba a la cabeza.
Aqualad caminó hasta el cuerpo sin extremidades de Tornado Rojo, quien lo esperaba con ansias.
—Felicitaciones, equipo—dijo el androide—. Han ganado ésta batalla.
En ese momento, un holograma se proyectó en la sala.
"FELIZ AÑO NUEVO, LIGA DE LA JUSTICIA"
El equipo miró la proyección, satisfechos con su trabajo.
Wally se acercó a Artemisa y de sorpresa la cargó al estilo nupcial, algo a lo que la arquera no se qiejó:
—Debí haber echo esto ase mucho tiempo—murmuró el velocista.
Artemisa pasó los brazos por sobre su cuello.
—No me digas.
La pareja compartió un beso, lo que pareció ser alguna clase de señal, porque M'gann y Conner decidieron seguir su ejemplo, Zatanna jaló a Robin hacía ella y lo besó de igual modo, para la alegría del chico maravilla, y no queriéndose quedar atrás, Rocket se acercó a Aqualad y depositó un pequeño beso en su mejilla, aunque no muy lejos del labio.
—Cada día me gusta más este equipo—dijo la joven.
Tornado, aún sin extremidades, se quedó mirando al techo incómodo.
—Nunca entenderé las costumbres humanas...
Percy se sentó junto a él.
—Estamos rodeados de adolescentes hormonales—se lamentó.
—Tu eres peor que todos ellos—respondió una voz detrás de él.
Percy se volvió con los ojos brillándole de emoción, encontrándose con la figura de una diosa quien lo observaba con los brazos cruzados.
—¿Y bien, Jackson? ¿No vas a saludarme?
—¡Arty!
Percy se abalanzó sobre ella, derribándola en un fuerte abrazo. La pareja rodó por el suelo brevemente antes de caer en cuenta de que estaban en público.
Percy se paró avergonzado y se volvió hacia sus amigos.
—Eh... sí, equipo, ella es mi prometida, Artemis, la diosa...
Los jóvenes saludaron tímidamente.
Percy los señaló uno por uno.
—Bueno, ellos son Robin, M'gann, Wally, Kaldur, Conner, Rocket, Zatanna y... ejem, Artemisa.
La diosa miró a la joven con una sonrisa.
—Es un lindo nombre, ¿no crees?
Artemisa asintió tímidamente, sin saber como debía comportarse precisamente en la presencia de una deidad antigua.
Artemis tomó la mano de Percy.
—Se acabó, Perce, podemos ir a casa... a nuestra casa...
Percy sonrió emocionado, pero se detuvo para mirar al equipo.
—El punto de entrar en el equipo era evitar que el mundo mitológico saliera a la luz—murmuró—. A partir de ahora... tendré que mantener las distancias con ustedes, pero... si me necesitan... o simplemente se encuentran conmigo en la calle... no duden en llamar...
Robin se acercó para darle la mano.
—Oye, para ser un lunático, eres genial.
—Te digo lo mismo, cabeza de búho.
Aqualad se acercó también.
—Sabes que siempre serás bienvenido en Atlantis... tal vez demasiado bienvenido.
Percy se rió.
—Dejemos las despedidas para después, ¿de acuerdo?—dijo—. Aún tendré que sacar mis cosas de la cueva, esta ves quiero hacerlo sin ayuda divina.
Wally le dio un empujón a Percy para que volviera con Artemis.
—Ya, ve con tu familia, disfruta Año Nuevo, te veremos después.
Percy asintió agradecido, tomó la mano de la diosa, miró a su equipo una última vez, y desapareció en un destello plateado.
...
Nico abrió los ojos a mitad del desierto, con la oscura presencia de su padre sobre él.
—Estas en muchos problemas, Nico di Angelo. Ahora, dame el anillo.
...
Gotham City, 2 de enero, 9:27 am
—Amo Bruce... quizá... debería venir a ver esto...—murmuró Alfred.
Bruce Wayne, Batman, el caballero de la noche, caminó confundido hasta la puerta de su mansión, sin entender que podría ser tan importante.
El murciélago miró con total sorpresa la canasta dorada que caía del cielo, traída por Céfiro, viento del Oeste, en la cual lograba distinguir a un pequeño infante de tormentosos ojos grises.
Bruce pensó en aquella mujer de ojos igualmente que había estado frecuentando hacia no micho y se palmeó la cara.
—Alfred...
—¿Sí, amo Bruce?
—¿Tienes idea de cómo se cuida a un bebé semidiós?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro