Objetivos:
Monte Justicia, 7 de septiembre, 06:41 am
"Y... creo que eso es todo", resumió Percy.
La voz de Artemis guardó silencio por unos segundos antes de volver a hablar en su mente.
"Así que... fuiste a Atlantis, donde te enfrentaste a una facción militar de mercenarios que intentaban robar una estrella de mar gigante"
"Básicamente"
"¿Para después perderte en el desierto sin memoria?"
"No fue sin memoria... solo olvidé los últimos seis meses", aseguró el semidiós. "Aún recordaba cosas importantes, como a ti"
La voz de la diosa guardó silencio otro instante.
"Gracias, pero eso no te salvará de la que te espera cuando vuelva a verte"
"Lo sé, pero tenía que intentar, ¿no?"
La diosa suspiró exasperada.
"Por favor, no te mueras, ¿quieres?
Percy sonrió.
"Lo intento, Arty, es solo qué... aún no encuentro el truco para enfrentarme a estos súper-criminarles", confesó. "Cada vez tengo menos problemas, pero siguen siendo capaces de derrotarme sin demasiado esfuerzo y es... frustrante"
"Te aseguro que eso mismo pensaran tus compañeros de los monstruos mitológicos, solo tienes que esperar"
Percy suspiró.
"Supongo..."
"Y a todo esto, ¿cómo es tu nuevo equipo"
Percy ladeó la cabeza.
"Está bien, son chicos agradables es solo que..."
"¿Solo que...?"
"Bueno, todo me recuerda a casa, tal vez demasiado", reveló el joven. "Robin sospecha de todo y se desespera rápidamente al tratar conmigo como toda criatura de Atenea. Wally me recuerda a Leo antes de conocer a Calipso, pero a la novena potencia. M'gann siempre es agradable y se encarga de que todos se sientan como en casa. Superboy es... Superboy. Y es genial ya no ser el único chico pescado, ahora también está Kaldur. Y luego está..."
"¿Está qué?", preguntó la diosa.
"Es... complicado... bueno, no lo es... es solo que yo me complico las cosas"
"Solo dilo"
"¿Sabes lo difícil que es concentrarse en una misión y no pensar en el Olimpo cuando una de mis compañeras de equipo se llama literalmente como mi prometida?"
"Espera, ¿tienes una compañera que se llama "Artemisa"?"
"Y para colmo lucha con arco y flecha"
"Eso es... apropiado", concedió la diosa.
"Sí, pero sabes, no puedo oír su nombre sin pensar: mierda, ¿por qué estoy aquí y no en mi hogar con mi diosa?"
Artemis suspiró con tristeza.
"Sí... creo que te entiendo", murmuró. "Pero, hey, acaba con ese emperador asqueroso y se acabó.
"Claro, cuenta con eso"
Entonces sucedió algo un poco extraño, fue como si la conexión mental entre Percy y Artemis se apagara y re encendiera de inmediato.
"Ahora, hay un par de cosas de las que me gustaría hablar", dijo la diosa con un tono serio.
Percy, incluso a cientos de kilómetros de distancia de la diosa, se puso pálido.
"Ho-hola... D-Diana..."
"¿Hola? ¿Eso es todo?", preguntó ella en un tono engañosamente tranquilo.
Percy tragó saliva.
"Si vas a atacar, hazlo ahora"
"¡¿Cómo se te ocurre negar tu legado como hijo de Roma?!", le gritó. "¿Para qué? ¿Conseguir una piel un poco más dura?"
"Técnicamente no..."
"No me interrumpas"
"Perdón..."
"¡Jackson, eres el antiguo pretor de la duodécima legión fulminata! ¡No puedes renunciar al imperio así como así!"
Por un momento, Percy pensó en recordarle a la diosa que Roma dejó de ser imperio hacía siglos, actualmente eran poco más que una ciudad. Pero... considerándolo mejor, los dioses romanos eran demasiados sensibles en ese tema, cosa que había descubierto a la mala.
"Volveré a cruzar el Tiber y me re-enlistare en la legión cuando acabé, ¿te parece?", propuso el joven. "Solo, por favor, no me hagas daño"
La diosa suspiró.
"Bien, ya hablaremos más tarde sobre eso, ex-pretor", decidió Diana. "Ahora, cuéntame, ¿qué has estado haciendo desde que te fuiste?"
Percy hizo una mueca.
"¿No puedes... ya sabes... solo ver tus recuerdos como Artemisa?"
"Sí, pero prefiero escucharlo de ti", se encogió de hombros la diosa. "Ahora, habla"
...
El chico salió del agua en el hangar de la cueva, encontrándose con que allí estaban Aqualad, Tornado Rojo y el Detective Marciano.
—¿Cuánto tiempos llevas allí abajo?—preguntó Kaldur alzando una ceja.
Percy se encogió de hombros.
—No lo sé, no tomé el tiempo.
El joven atlante negó con la cabeza.
—Amigo, ni siquiera yo paso tanto tiempo en el agua, y tengo branquias.
—Bueno, se me fue el tiempo, estaba teniendo una conversación—dijo el semidiós simplemente—. ¿De qué me perdí?
—M'gann y Conner acaban de partir hacia su primer día de escuela?—rebeló Tornado Rojo.
—¿Conner?
—Superboy—explicó el Detective Marciano—. Es su nuevo nombre.
Percy asintió comprendiendo.
—Quisiera saber, ¿tú no asistes a clases, Percy?—preguntó Tornado.
El semidiós negó con la cabeza.
—Me di de baja en la universidad hace algún tiempo—explicó—. No le veía mucho sentido al estudiar si dentro de poco me iba a ir a vivir al bosque.
Aqualad alzó una ceja confundido.
—¿Qué?
Percy descartó la pregunta con una mano.
—Me iba a mudar a tiempo completo con mi prometida, quien no tiene una casa, solamente recorre los bosques del país acampando mientras elimina monstruos y demás criaturas peligrosas.
Los dos miembros de la liga cruzaron miradas y luego miraron al chico.
—¿Prometida?—pregunto J'onn.
Percy ladeó la cabeza.
—Ya se que actuó como si tuviera dieciséis, pero ya paso de los veinte, ¿recuerdan?
...
El joven héroe conocido como Flecha Roja se había embarcado en una persecución tras los asesinos conocidos como Cheshire y Sportsmaster después de un atentado contra Lex Luthor en una conferencia de paz, persecución que lo había llevado incluso hasta el infame Ra's al Ghul.
Después de escapar por los pelos de una difícil confrontación, el joven se arrastró hasta la orilla de un canal y activó su comunicador.
—Soy yo... creo que... posiblemente... me superaron.
...
—La liga de las sombras te quiere muerto—dijo Flecha Roja.
—¿No lo quieren todas las ligas?—respondió Luthor en tono burlón.
—No es solo Cheshire—siguió Flecha—. Es el Sportsmaster y el ministro Ra's al Ghul.
—No estoy sorprendido—dijo Luthor mientras se ponía su saco—, Ra's es más o menos un competidor mío.
Flecha miró a Luthor frunciendo el ceño.
—Tal vez deba hacerme a un lado y ver cómo se acaban entre sí.
Lex sonrió confiado.
—Tu intentó de pragmatismo es, digamos,... adorable—dijo el villano—. Pero la cumbre y la paz están en juego. Aumentaremos la seguridad, aunque... si las sombras piensan que estás muerto, quizás podamos sorprenderlo.
—Yo tengo una mejor sorpresa—decidió Flecha Roja.
...
—¡La reunificación es impensable!
—¡Nuestros pueblos ya no tienen nada en común!
Mientras los representantes de las Relasihas del norte y sur discutían, Luthor simplemente sonrió confiado.
—Caballeros, eso es pura retórica—dijo—. A pesar de sus diferencias aún comparten un reconocimiento por muchas cosas, como el arte exquisito de la ceremonia relasiahna del té.
Al tiempo que decía esto, un carro de té llevado por una chica con vestimentas tradicionales de Relasiha entró a la habitación.
Mientras se acercaba a la mesa de la conferencia, fue detenida por Aqualad quien llevaba ropas de civil.
—Ya llegaste lo bastante lejos, Cheshire.
Todo el público se volvió en su dirección, Flecha Roja le apuntó con su arco.
La asesina frunció el ceño antes de sonreír y accionar un botón oculto en el carro de té.
Cheshire arrojó con fuerza el carrito, y Aqualad apenas alcanzó a levantar una barrera de agua con sus aqua-varitas antes de que se produjera una gran explosión.
Sin embargo, lo que sucedió, viéndolo a cámara lenta fue que usando sus armas atlantes, Aqualad levantó un muro de agua usando las bebidas de los asistentes a la conferencia, y justo antes de que el carrito con explosivos pudiera chocarse con la barrera, Flecha Roja le disparó, desencadenando la explosión y mandando a la asesina Cheshire a volar.
Kaldur empezó a retroceder mientras luchaba para mantener la barrera y evitar que la explosión alcanzara a los asistentes a la conferencia.
Entonces, el esfuerzo que hacía se redujo drásticamente al tiempo en que la barrera se hacía más sólida.
—¿Algo de ayuda?—preguntó Percy sonriendo.
—Te tardaste—respondió Kaldur.
Cuando la explosión se despejó, ambos jóvenes bajaron la barrera de agua, solo para ver cómo Cheshire seguía con vida.
Kaldur se arrancó sus ropas de civil revelando su vestimenta atlante de combate, Flecha Roja apuntó con su arco a la asesina.
—Te dije que vinieras solo—gruñó en voz baja mientras hacía un discreto gesto con la cabeza en dirección a Percy.
—Es una larga historia—respondió Kaldur—. Luego te la cuento.
Flecha gruñó y se volvió a centrar en la asesina.
—Se acabó Cheshire.
Ella le sonrió mientras se reincorporaba.
—Eso piensas tú.
Un helicóptero se posicionó a un lado del edificio del lado de los ventanales rotos por la explosión.
Sportsmaster y varios asesinos de las sombras hicieron acto de presencia en el vehículo.
—¡Deténganlos!—ordenó el representante de Relasiah del sur a sus hombres de seguridad.
Los asesinos de las sombras se lanzaron al combate de inmediato.
Flecha Roja apuntó con su arco.
—¡Tomen a Sportsmaster, Chesire es mía!
La asesina sonrió mientras tomaba un par de sais y se ponía en guardia.
—¿Tan territorial y solo es nuestra tercera cita?
Flecha disparó de inmediato, la asesina desvió el disparo al tiempo que Aqualad y Percy entraban a la batalla.
Los equipos de seguridad de los representantes de las Relasiahs luchaban ferozmente con los asesinos de las sombras, pero ninguno era rival para el Sportsmaster, quien eliminó a varios de ellos son problemas antes de ser golpeado con fuerza en el rostro por el arma de agua de Aqualad.
Antes de poder reaccionar, fue embestido a toda velocidad por Percy, quien lo hizo chocarse contra una pared.
El semidiós desplegó su espada y escudo y se dispuso a atacar, pero el asesino lo esquivaba y bloqueaba hábilmente usando las mismas armas de los equipos de seguridad del lugar.
Flecha Roja disparó una nueva ronda de flechas que Chesire evitó ágilmente.
—Llamaste a unos de tus compañeritos, ¿no me dijiste que ellos no estaban en tu liga?
Kaldur se distrajo por un momento, solo para ser envestido y golpeado en el rostro con violencia por Sportsmaster, mandándolo al suelo.
Percy corrió para ayudar a su amigo, pero se detuvo cuando el asesino lo atacó con una bola de demolición en miniatura, apenas teniendo tiempo para cubrirse con su escudo y desviar el golpe.
Mientras tanto, Luthor no hacía más que observar sentado en su lugar, un tanto curioso por el chico de la espada y el escudo.
Flecha Roja retrocedió tras recibir una patada de Chesire para agacharse y evitar un golpe y responder lanzando un ataque con su arco como si se tratara de un bate de beisbol.
Chesire lo esquivó fácilmente y dio un salto hacia atrás antes de arrojar sus armas contra su enemigo.
Flecha desvió los ataques con su arco y se puso en guardia.
Las fuerzas de seguridad seguían en su batalla contra los asesinos.
Al tiempo que Kaldur y Percy tenían problemas con Sportsmaster.
El asesino desenfundó su propia espada, un estoque, y empezó un duelo de esgrima con el semidiós, quien desvió sus movimientos fácilmente y guardó su escudo para tener mejor movilidad.
—Déjamelo a mi—sonrió Percy a Aqualad—. Las espadas son lo mío.
Sportmaster se puso en guardia.
Ambos intercambiaron una serie de veloces ataques, cortes, estocadas, tajos y demás movimientos. Sin embargo, a pesar del gran entrenamiento del asesino, no tenía demasiado que hacer en contra del hijo de Poseidón. Quien sin siquiera sudar desarmó al villano y lanzó un golpe directo a su pecho.
Sin embargo, el bronce celestial ni siquiera lo tocó.
—Malditas armas discriminatorias—gruñó Percy—. ¡Allí está el malo maloso, espada! ¡Haz algo!
El asesino miró al joven con algo de interés.
—No está mal, muchacho—luego se volvió hacia Aqualad—. Mejor de lo que estuvo tu equipo en Santa Prisca o Bialya.
Kaldur frunció el ceño.
—¿Cómo supiste...?
—Solo digamos que tengo una fuente adentro—rebeló—. Muy adentro.
Flecha Roja apuntó una flecha explosiva al techo, directo a un detector de humo.
—¡Aqualad, acabemos con esto!
El sistema de apagado de incendios se activó de inmediato, bañando la habitación en agua.
Percy sonrió y se volvió hacia el Atlante.
—¿Te importa si yo...?
—Adelante.
El semidiós alzó los brazos y un huracán se desató en la sala antera, todos los asesinos fueron absorbidos y arrastramos violentamente por el agua antes de ser expulsados violentamente del edificio por el torrente.
Kaldur silbó admirado.
—Así que ese es el poder del hijo del dios del mar.
Flecha Roja miró al Atlante,
—¿Me estás diciendo que tú no hiciste eso?
Kaldur señaló a Percy.
—Fue él, ya te lo explicaré luego.
Flecha gruñó.
—Más vale, gracias a tu amigo no capturamos a Chesire o Sportsmaster.
Percy rodó los ojos.
—Se dice "de nada"—gruñó—. Además... ¡cuidado!
De entre las sombras, un último asesino saltó en un intento de acabar con Luthor, sin embargo su asistente simplemente extendió el brazo y un cañón de energía eliminó la amenaza.
Los represéntales de Relasiah miraron admirados a Lex.
—Le da un nuevo significado a la carrera armamentista, ¿no es así?—preguntó él.
—Ohh, Esta tecnología es muy impresionante, Luthor
—Le debemos nuestras vidas, señor.
Los representantes de los países en guerra estrecharon la mano de Luthor y le agradecían.
Flecha Roja frunció el ceño y se volvió hacia Aqualad.
—¿Le devén la vida a él?
...
Y así fue como dos países en guerra formaron un tratado de paz que podría ser el primer paso a una reunificación, y todo gracias (según los medios) a Lex Luthor.
Los jóvenes héroes abandonaron el edificio.
—No puedo creer que le acabamos de hacer un favor a Lex Luthor—maldijo Flecha Roja.
—No a Luthor—respondió Aqualad—. A la paz.
Percy bufó.
—Sí, bueno, a la paz y eso, pero sigo creyendo que el calvo malvado tiene más reconocimiento del que se merece.
Flecha gruñó.
—Sabes, creo que tienes razón en eso.
—Más allá de eso, si Ra's y las sombras querían sabotear la cumbre, la firma del acuerdo deja irrelevante su contrato—dijo Aqualad—. Se acabó.
—¿Ah, si?—dijo Flecha Roja—. Oí lo que dijo Sportsmaster.
Percy levantó la mano como si hiciera una pregunta en clases.
—Yo lo siento, pero no le presté atención.
Flecha Roja alzó una ceja incrédulo.
—Un asesino suelta información en extremo relevante frente a tu cara ¿y no le prestas atención?
Percy se encogió de hombros.
—Síndrome de hiperactividad por déficit de atención—dijo simplemente—. Estaba pensando en otras cosas, como en que iba a cenar esta noche. Mi mente tiende a divagar un poco y... ¿es ese un perro del...?
Y sin decir más, el chico salió disparado desplegando sus armas hacia lo que Flecha Roja únicamente podía ver como un caniche.
—Ese chico es raro.
—Él... ve cosas diferentes—dijo Aqualad—. Digamos que su realidad es un tanto distinta a la nuestra. Pero confío en él.
Flecha lo miró fijamente.
—¿Realmente lo haces?—preguntó—. ¿Sabes si hay un infiltrado en tu equipo pasándole información al enemigo?
Kaldur miró a Percy.
—No puedo descartar la posibilidad—murmuró—. Sé que podría ser casi cualquiera, pero lo investigaré, en silencio.
Flecha alzó una ceja.
—¿No les dirás?
—No quiero que la unidad se deshaga por sospechas sin base—reveló—. Y si hay un infiltrado, no deseo alertarlo o alertarla.
Flecha se colgó su arco en la espalda y se despidió con la mano antes de darse media vuelta.
—Buena suerte con eso.
—Un momento, amigo mío—pidió Kaldur—. Esta noche pudiste haberle pedido ayuda a Flecha Verde o a la Liga de la Justicia. En su lugar tu primer instinto fue llamar a la cueva.
El joven héroe miró fijamente a la nada.
—Tienes razón, el equipo merece... todo mi respeto—murmuró antes de volverse hacia el atlante—. Aún me estoy acostumbrando a trabajar solo, pero si me necesitan, ahí estaré.
Ambos héroes compartieron un apretón de manos.
Percy volvió al lugar, por alguna razón cubierto de polvo dorado.
—¿Qué me perdí?
Flecha Roja miró a Kaldur y luego al joven.
—Nada de tu incumbencia.
Flecha Roja se fue sin más del lugar.
Percy bufó.
—Valla chico—gruñó.
Kaldur se cruzó de brazos y señaló a Percy.
—Ejem, ¿qué es todo... eso?
El semidiós miró el polvo dorado del que estaba cubierto.
—Oh, eso...
...
En su edificio, Luthor se sirvió una bebida.
—Eso salió bien, tanto Li como Tseng estaban muy impresionados con el... equipo de Mercy—sonrió—. Y literalmente están creyéndose lo de la paz. Nuestro plan de asegurar la reunificación final de Relasiha bajo la guía política y económica de Lexcorp es todo un éxito.
Ra's al Ghul tomó la bebida que Luthor le ofrecía.
—Y otro rincón del mundo ve la luz.
...
¿Alguien más piensa que la voz en latino de Luthor es mucho mejor que la original en inglés?
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