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ʚ🍷ɞ Capitulo 18.




EL SEÑOR CHAIKAMON



Boss ya tenía un buen rato, abrazado a Noeul, con los ojos cerrados, temía que, si los abría, él desaparecería, no había comenzado el cortejo por temor a su rechazo, percibía su miedo y no lo quería asustar... ¡Pero lo necesitaba tanto!

-¿Boss?-habló susurrando.

Boss se forzó a abrir los ojos y mirarlo, al instante el menor bajo la vista y su cara se cubrió de rubor.

-¿Me permitirías cambiarme de ropa?

-¿Cómo?-parpadeó sorprendido.

--Necesito quitarme este traje... después de tantas horas, es un poco molesto.

-Comprendo -y lo soltó muy a su pesar.

-¿Mi ropa esta en el baño? - Él seguía sin mirarlo a los ojos.

-Pert trajo tus maletas ayer, las tengo en este rincón y se dirigió a recogerlas y ponerlas sobre la cama

-Gracias- le dijo mientras abría una de las maletas y tomaba su pijama, estrujándola contra su pecho.

-El baño lo tienes atrás de ti...

Casi no termina la frase, cuando Noeul presuroso entro al baño y se encerró en él.

-Pero si quieres, yo te puedo quitar ese traje - Boss se tocó la frente -Qué patético soy- Boss no sabía qué hacer -¿Qué no se supone que entraríamos a esta habitación a consumar nuestro matrimonio? ¿Que yo lo besaría y él me correspondería? ¿Por qué Noeul rehúye a nuestro encuentro íntimo? ¿A caso me dejo de amar?¿Solo se casó conmigo por compromiso?

El tiempo de Noeul era interminable, se acercó a la puerta del baño, agudizando el oído para tratar de averiguar qué ocurría con el menor.

-Noeul... ¿Te encuentras bien?

-Bien... muy bien, en un momento salgo- Respondió Noeul tras la puerta.

-Iré por una jarra con agua, de pronto me dio sed.

Boss salió de la habitación, Noeul escuchó la puerta cerrarse y salió del baño, noto que Boss había encendido una lampara, para que la habitación no quedara totalmente a oscuras. Traía su pijama de dormir de siempre, no se había atrevido a desenvolver la ropa interior que le regalaron Peat y Yun, especialmente para su noche de bodas.

—Qué hago maldita sea —Y empezó a dar vueltas a por la habitación -Amo a Boss, de eso no hay duda, pero... tengo tanto miedo de tener intimidad con él ¿Y si después de entregarme a él, me vuelve a rechazar? ¿Y si no lo satisfago como pareja? ¿Y si considera que soy poquita cosa?... Y yo que lo deseo tanto- Ese último pensamiento la estremeció, al fin reconocía la atracción sexual que él ejercía en él.

Escucho como Boss regresaba a la habitación y abría la puerta. En un santiamén, corrió a la cama, se metió entre las sábanas y fingió que estaba dormido.

Boss coloco la jarra en la mesita, observo que Noeul estaba ¿Dormido? Perdido entre los edredones, en ese momento no supo si entristecerse o alegrarse.

No voy a obligarte a que te entregues a mí, primero te voy a conquistar.

Boss se quitó su traje de novio y se colocó su pijama color vino, apago las luces de la lampara y se introdujo entre las sábanas, a un lado de Noeul.

-Será una larga noche, amor-dijo audiblemente y cerró los ojos tratando de dormir.

Noeul apretó los ojos al escuchar lo último que dijo Boss, él lo sabía, sería una larga y fría noche, el escuchar la tela de su ropa correr por su piel fue una tortura feroz, haciendo que se le enchinara la piel.

-Quisiera que me abrazaras, que me dijeras que me amas... que me hicieras tuyo- quiso voltear y entregarse a sus brazos, pero la tempestad de sus dudas y temores fue más fuerte y... no se movió.

A la mañana siguiente, Noeul comenzó a despertar, por un momento se sintió en su antigua cama, en casa de sus padres, más sus sentidos se llenaron de un calor nuevo, reconfortante, su nariz percibió el aroma a cedro muy conocido por él.

-Debo estar soñando otra vez con Boss... sueño que estoy con él... que lo abrazo...-Y al hacerlo, la realidad termino por despertarla totalmente, se encontraba abrazado a un Boss real, acostados los dos en la cama de él.

Boss dormía profundamente, pero lo tenía acunada entre sus brazos.

-Es realmente hermoso -De golpe vinieron los recuerdos de lo vivido las últimas horas Su boda... Su marido, volteo a verse... y aún conservaba su pijama de dormir, no se sentía diferente ¡Oh decepción! Boss había sido todo un caballero al no obligarlo a tener intimidad.

Boss despertó sintiendo que algo le faltaba, dio manotazos queriendo encontrar lo que había perdido, parpadeo un par de veces y se centró en su realidad. Noeul ya no estaba a su lado.

-¿Se habrá ido? ¿Me habrá dejado? — Boss trató de tranquilizarse al recordar, que el propio Noeul, aunque dormido, había abandonado su "nido" y se había acurrucado en sus brazos, lo cual él acepto gustoso.

Se paró de la cama y con una rápida inspección concluyó que él no se encontraba en la habitación. Se vistió de prisa y bajo las escaleras rápidamente, al llegar a la planta baja se detuvo de pronto, el olor a café caliente guio sus pasos a la cocina.

Ahí estaba él, preparando el desayuno.

-Encantadora visión -Noeul notó su presencia.

-Buenos días- Lo saludó con un leve rubor en sus mejillas -No sé qué te gustaría desayunar, así que te preparé algo que a mí me gusta.

-Entonces será delicioso- se acercó a él, lo tomo brevemente por la cintura y le dio un beso en la mejilla.

Un poco más de rubor apareció en el menor.

-Toma asiento, te serviré.

Como si se tratara de un matrimonio de mucho tiempo, compartieron el desayuno, comentaban sobre los sucesos de la fiesta, de lo mucho que extrañarían a Peat y de lo borracho que se había puesto Mike.

-Bien-dijo Noeul poniéndose de pie -Recogeré la mesa y lavare los platos, después...

-Oye, tranquilo, estaremos sin servidumbre sólo hasta mañana, pero no significa que te voy a dejar todo el trabajo de hoy solo a ti, te ayudaré.

Noeul sonrió y se volvió a ruborizar, no se lo podía explicar, pero el convivir como pareja, aún sin haber tenido relaciones íntimas; tenía un ligero tono erótico, echaban chispas aún sin tocarse.

Por la tarde, Boss le mostro cada rincón de la casa, y cuáles eran sus sitios favoritos y el por qué; Noeul sentía que al hacerlo lo dejaba entrar a lo más íntimo de su ser, y eso lo hacía sentirse único.

Pero la noche llego y Noeul estaba más rígido que una tabla, repitió lo mismo de la noche anterior, se cambió en el baño, más al salir, Boss lo estaba esperando frente a la puerta. Le temblaron las rodillas cuando el rodeo su cintura y la acerco a él, sus besos fueron demandantes y él se dejó llevar.

¿Dónde aprendió a mover las manos así? Quemándome todo.

Las manos de Boss exploraban, acariciaban, estrujaban, el cuerpo de Noeul era su paraíso particular y tenía que conocerlo y marcar territorio, porque Noeul era suyo, era su esposo, y ahora sería su chico en carne. Tomo al muchacho entre sus brazos y lo llevó a la cama.

Lo colocó suavemente, como si se tratara del cristal más delicado y se recostó junto a él.

-No sabes cuánto te deseo - murmuro contra su piel, y empezó nuevamente su exploración.

Noeul no sabía cómo actuar, quería tocarlo, pero no se atrevía, así que solo se entregaba dócilmente.

Boss se conformaba con eso, devorando ese suave cuello, pronto se encontró con la orilla de la camiseta de dormir de Noeul, introduciendo su mano para acariciar su abdomen, siguió acariciando, bajando por su abdomen y entonces encontró el camino hacia el misterio de entre sus piernas.

Noeul abrió los ojos como platos, esa invasión a su intimidad lo sacudió.

-No... no-comenzó a balbucear, pero Boss no se percató porque estaba entregado a sus caricias-¡No por favor! -y con todas sus fuerzas lo alejó de él, se echó para atrás, hasta topar con la cabecera, dejando a un Boss asombrado y asustado.

-¿Qué te sucede, Noeul?-le dijo perplejo, más angustiado de haberlo lastimado, que de su orgullo herido.

-No puedo... no puedo, lo lamento mucho Boss-Y saltó de la cama y se fue a encerrar al baño.

-Noeul...- El corazón de Boss comenzó a sangrar -No puedes por qué no me amas, fue un error casarnos.

Estuvo un buen rato hincado sobre la cama, con las manos enterradas en el colchón y la cabeza agachada, hasta que finalmente se paró, tomo sus zapatos y se acercó a la puerta del baño.

-Noeul, podrás salir tranquilo, me iré a dormir a uno de los cuartos para huéspedes, yo... yo ya no te molestaré más-. Y salió del cuarto.

Noeul se encontraba sentado en el piso abrazando sus piernas, llorando silenciosamente.

-No te quiero perderte, Boss... pero tengo tanto miedo de entregarme a ti.

A la mañana siguiente, cuando Noeul bajó a la planta baja, se encontró con una casa llena de bullicio, empleados limpiando hasta el último rincón de la casa, se encontraban entregadas a su labor, y Jung, el mayordomo de Boss, fue a su encuentro.

-Señor Noeul, buenos días -la saludó con una leve reverencia -Mi nombre es Jung, el mayordomo de la casa, y estoy a sus órdenes.

-Gracias, el señor...

-Ya salió para la Universidad, señor.

-¿Tan temprano?

-No me expreso el motivo, pero así es, sólo me encargo decirle mis obligaciones hacia usted, y que tiene a su disposición el auto para llevarlo a la Universidad, ¿Desea que se le sirva su desayuno?

—Sí, gracias.

-Entonces, ordenaré que se lo sirvan, permiso señor Noeul-Y volviendo hacer una leve reverencia se retiró.

Noeul se dirigió al comedor a esperar su desayuno.

¿Señor? Qué grande me queda esa palabra ¿Qué pasara ahora? ¿Boss me regresará con mis padres, por... defectuoso? ¿Qué le diré cuando me lo encuentre en la facultad ¿Qué hará él?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de su desayuno traído por una amable mujer de mediana edad.

-Aquí está su desayuno, señor, espero que le guste, el señor Boss, me mencionó lo que le gustaba a usted.

-Gracias, muchas gracias, se ve que esta delicioso.

-Permiso.

Cuando la mujer se retiró, Noeul se permitió derramar una lágrima sobre su desayuno, el mismo que ella preparó el día anterior, para Boss y el






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Cuando Boss entró a su salón de clases, fue recibido con silbidos y aplausos, muchos de sus colegas le palmearon el hombro y ponía el dedo pulgar hacia arriba.

-¡Felicidades Chaikamon! —le dijo uno de ellos -No cualquiera se casa antes de terminar la carrera, y continúa con sus clases como si nada ¿Por qué no te fuiste de luna de miel?

-Bueno... él y yo.

-¡No quisieron esperarse! -grito otro desde el otro extremo del salón —¡Ya sabemos de tus visitas nocturnas! -y más pulgares arriba se vieron.

-¡Sí! Así es, afortunadamente mis padres me heredaron en vida- Boss sudaba frío ante la explicación que daba - Económicamente, puedo mantenernos sin trabajar y seguir estudiando.

-¡Qué suerte has tenido, amigo! Mira que tener a tu esposo en la misma institución y en tu casa también, espero que no se aburran pronto.

-No... claro que no- -Boss dio gracias al destino que, en esos momentos, llegó su profesor y puso orden a ese improvisado festejo.

Cuando Noeul llegó a la Universidad, entró algo dudoso a su salón, sus compañeros lo observaron de arriba abajo, curiosos lo examinaron. El menor los dejó que su escrutinio terminara, pero se desesperó y les gritó.

-Sólo me case, no tengo nada de diferente a como la última vez que nos vimos.

-Claro que hay diferencia "señor"— abrió la boca Mike -¿No vienes adolorido?

-¡No seas grosero! -le grito Soob - ¡Respeta a Noeul!

-¡Largo de aquí! -le grito otro, y comenzaron a rodear a Mike, insultándolo, hasta que lo sacaron del salón, justo cuando entraba el Señor Nam

-¿Qué sucede aquí? ¿A dónde va el señor Chaikamon?

-No se sentía bien el día de hoy-
Respondió Soob

Conforme con la respuesta, prosiguió a dar la clase, fueron las horas más aburridas para Noeul, en su mente aún tenía en mente los comentarios de Mike, sin embargo, al término de las clases, el Señor Nam retuvo a Noeul un momento.

-Sólo quiero expresarle mi admiración, joven Nuttarat... perdón, señor Chaikamon. Cualquier otro joven al casarse hubiera abandonado los estudios, me alegra que continúe con nosotros.

-Espero no defraudarlo Señor Nam

-No se defraude a usted mismo.

Noeul salió del salón rumbo a la salida, durante los descansos de las clases no se había topado con Boss, pero ahora.

-¡Boss!

Él estaba parado cerca de la puerta de salida, distinguido como él solo, con un porte que le hizo temblar las rodillas, lo estaba esperando.

-¿Cómo fue tu día? ¿Tus compañeros te dejaron respirar?-le dijo con una sonrisa de medio lado.

-Bien, ellos se portaron bien.

-¿Nos vamos?

-¿A dónde? -Por un momento Noeul pensó que lo llevaría devuelta a casa de sus padres.

-A casa, nuestra casa.

-Si, por supuesto -y se mordió un labio- Qué tonto soy -y salieron los dos juntos, mientras todos los presentes los observaban, algunos hasta suspiraron ¡Hermosa pareja! Fue el veredicto de todos.

El viaje duró una eternidad, Noeul tenía muchas preguntas, pero sólo una era la más importante ¿Qué pasaría entre ellos? Boss se había comportado muy correcto y gentil, pero era un tímpano de hielo ¿A dónde quedo su sonrisa? Esa mirada cálida

¿Dónde estaba?

Murió cuando lo rechacé.

Los señores Chaikamon llegaron a su casa, Boss invitó a Noeul a pasar a la biblioteca.

-Puedes disponer del servicio como mejor te plazca, ellos ya saben que te tienen que obedecer, al menos el tiempo en que estemos juntos.

-¿A qué te refieres? -y la sangre se le heló.

-Es obvio que cometimos un error al casarnos, no te culpo, las circunstancias te obligaron...

-Bueno, Boss...

--Déjame terminar, antes de que pierda el valor...- Boss aspiró profundamente -No sería bien visto, si nos separáramos ahora, tras unos días de casarnos y financieramente, no te correspondería nada.

-No me casé por tu dinero.

-Lo sé, pero, aun así, no quiero que te quedes sin nada, un hombre divorciado, sin una carrera no tiene muchas oportunidades...

-¿Divorciado?

-No podemos fingir que somos un matrimonio normal, tú no soportas que me acerque a ti... no te voy a obligar.

Noeul no podía articular palabra alguna.

-La ley te otorga una indemnización después de los seis meses de casados... espero que los puedas soportar...

-Boss, no...

-Mudaré mis cosas a uno de los cuartos de huéspedes, los sirvientes pensarán que somos de esos antiguos matrimonios con cuartos separados...

-No es...

-Cuánta razón tuviste el día que rompí nuestro compromiso.

- Boss-las lágrimas hicieron presa del menor.

-Me dijiste que yo conocería tu dolor, porque el hombre que amo nunca me correspondería... felicidades Noeul, ya se cumplió lo predijiste.

Negándose a escucharlo, salió de la biblioteca dejando a Noeul llorando a mares.











Pido perdón por lo desaparecida que estoy.

Últimamente no han sido mis días, me he sentido un poco baja de ánimo y energía. :(


















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