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Capítulo Ocho


NUEVAS OPORTUNIDADES

SEÚL

BeomGyu se despertó con un terrible dolor de cabeza y con un amargo sabor de boca.

— Eso de que el alcohol te hace olvidar... Se tendría que replantear — salió de la cama tambaleante y se metió a bañar.

Al salir y con la mente despejada, se vistió rápidamente y bajó al comedor, justo para ver a YeRim salir de la oficina de NamJoon hecha una furia. Sus miradas se encontraron y pronto se oyó la amenaza que ya esperaba.

— ¡Tú tendrás toda la culpa si algo le sucede a MinHyun!

— ¿Yo?

— ¡Sí! ¡Has puesto a NamJoon en nuestra contra!

— NamJoon no necesita que nadie le diga las fechorías que hace tu hermano porque él se da cuenta perfectamente solo.

— ¡Si NamJoon no ayuda a mi hermano, hablaré con la abuela SeungHee!

— ¿Y por qué no lo has hecho? Quizás porque sabes que ahora NamJoon tiene más poder que la abuela SeungHee. ¡No, espera! O tal vez sea porque, lo que ha hecho MinHyun, es tan vergonzoso que no se lo puedes decir a la abuela.

YeRim lo miraba con rencor a punto de desbordarse, apretando sus puños con tanta fuerza que se le pusieron los nudillos blancos, comenzando a temblar.

— Me las vas a pagar, BeomGyu, tal vez no ahora, pero te juro que te haré pagar por cada una de tus humillaciones — se dirigió a la salida y, sin esperar que algún sirviente le abriera la puerta, ella misma la abrió y cerró de un portazo al salir.

En esos instantes, NamJoon salió de su oficina.

— Creo que esto no pinta nada bien.

— ¿Te vino a pedir para que abogaras por MinHyun?

— Sí, estabas en lo cierto… Hay gato encerrado en esa acreditación de la escuela de economía, y YeRim me pidió que moviera mis influencias para que no expulsaran a MinHyun de la Universidad de Seúl.

— ¿Y qué le respondiste?

— Que, si existían pruebas de fraude, me lavaría las manos. No voy a exponer la buena reputación que tiene la familia Choi por culpa de ese muchacho desubicado.

— ¿Y la abuela SeungHee?

— Evitaré que se entere de este asunto hasta donde me sea posible.

— Quizás YeRim y MinHyun se dirijan a ella.

— Tal vez, pero sabré sortear esa situación, no te preocupes... ¿Desayunamos?

— No, gracias, creo que dejaré que mi estómago descanse un poco por cómo lo traté ayer… Y prefiero regresar a mi casa — BeomGyu empezó a dirigirse a la salida, cuando volteó a ver a NamJoon. — Y nuevamente discúlpame por lo de anoche, prometo ser más inteligente la próxima vez.

— Eso espero, BeomGyu. Te daré una última oportunidad porque, si no, tal vez MinHyun no sea el único expulsado de la familia.

— Bromeas, ¿verdad?

— ¿Tú qué crees?

BeomGyu vio el rostro de NamJoon, mostrando que no estaba bromeando esta vez y prefirió ya no preguntar más, retirándose así de la mansión Choi.

Pasó una semana desde el Año Nuevo, y la gran ciudad de Seúl volvía a su ajetreada vida, pero un gran conflicto se vivía en las instalaciones de la Universidad de Seúl.

BeomGyu salía de una de sus clases cuando le llamó un compañero de otro grupo.

— ¡Hey, BeomGyu! ¿Sabías que tu abuela y tu hermano están con MinHyun y sus padres en la oficina del rector? ¿Sabes a qué se debe esta visita?

BeomGyu se puso pálido por un instante, tratando de buscar la solución a la lluvia de comentarios, preguntas y chismes que se aproximaban.

— No lo sé, pero, en cuanto tenga la respuesta, tú serás el primero en saberlo. Ahora, si me permites...

Y salió casi corriendo hacia la oficina del rector, donde encontró ya a un considerable grupo de estudiantes curiosos a lo largo del pasillo, murmurando sobre las inesperadas visitas.

Todos voltearon al verlo llegar y estaban a punto de abordarlo con mil preguntas, si no fuera porque la puerta de la oficina del rector se abrió. Se hizo un silencio sepulcral, y de allí salieron la abuela SeungHee, que era sostenida por NamJoon, y MinHyun casi transparente con unas ojeras sumamente marcadas, apoyado por sus padres, que casi lo llevaban en brazos; el rector solo salió para ordenar.

— ¡Todos a sus clases, aquí no ha pasado nada! — y regresó a su oficina.

BeomGyu quiso alcanzar a sus parientes, pero la masa de estudiantes se lo impidió. Trató de salir por la parte trasera del edificio, pero solo consiguió golpearse de frente con alguien. Cuando recobró la compostura, no pudo evitar sonreír al ver a la persona frente a él.

— ¡JungWon! Me alegra verte, disculpa el golpe, pero estaba algo apurado — dijo, reconociendo con quién había chocado y se apresuró a levantarle los libros que se le habían caído por su culpa.

— No te disculpes, solo fue un accidente. ¿Te encuentras bien? ¿Sabes porqué es todo este alboroto?

— Es muy largo de contar y muy complicado, de hecho, ni yo mismo lo entiendo todavía… ¿Por qué no mejor me dices que tal te fue en tus vacaciones?

— Muy bien, gracias, y espero que tú también la hayas pasado de maravilla.

— ¡Ni que lo digas! — expresó con un dejo de burla. — ¿Cuándo saldremos otra vez?

— Cuando tú lo dispongas — le respondió, sonrojado.

— ¿Te parece la próxima semana?

— ¡Fabuloso! Ahora me tengo que ir, debo entregar estos libros antes de que terminen las clases.

BeomGyu lo vio alejarse rumbo a la biblioteca y empezó a reflexionar sobre la propuesta que le hizo a JungWon.

"¿Me estaré precipitando al volverlo a invitar a salir? Quizás, si lo sigo tratando así, nuestra relación cambie por algo más sólido y duradero… Creo que debo de darle una nueva oportunidad a esta naciente amistad… quizás él sea lo que estoy buscando."

BeomGyu casi llegó corriendo a la mansión Choi.

— ¡NamJoon! ¡NamJoon!

— ¿Qué gritos son esos, BeomGyu? La abuela por fin se quedó dormida y tú la vas a despertar.

— Lo… siento — dijo, tratando de recuperar el aliento. — ¿Qué fue lo que sucedió en la Universidad?

— Te lo trataré de resumir: El rector llama a mi oficina, atrapan a cómplices de MinHyun con el examen final y confiesan, la abuela se entera y todo es pánico, debo tratar directamente con la Universidad, no a la expulsión de MinHyun, le dan una nueva oportunidad, lo regresan a cursar a la carrera de economía como cualquier principiante sin privilegios de ninguna clase, y a cambio la familia Choi aportará una cuantiosa suma a nombre de la Universidad de Seúl y nada de esto se hará público.

— ¿Y tú lo aceptaste?

— No tuve otro remedio… La salud de la abuela estaba de por medio, incluso no me importa enlodar el nombre de la familia porque ella está primero.

— Tienes razón… Somos unos desconsiderados.

— Por favor, BeomGyu, ahora más que nunca te voy a pedir prudencia… Se nos avecinan vientos muy fuertes.

— Te lo prometo, NamJoon. ¿Está la abuela sola?

— SooBin la está cuidando, después lo relevaré para que él descanse.

— Si necesitas de mí, solo pídemelo.

— Gracias, pero solo te pido que pienses las cosas antes de actuar.

— Te juro que estoy en ello y, aunque me es difícil, lo haré por la abuela SeungHee.

GANGNEUNG

Los señores Kang se encontraban arreglando sus maletas para regresar a Seúl, cuando tocaron la puerta de su habitación.

— ¿Quién es?

— Soy yo, mamá, TaeHyun.

— Pasa, hijo — sonriente la señora Kang le abrió la puerta. — ¿Ya está lista tu maleta?

— De eso quería hablarles… Papá, mamá, quiero pedirles un gran favor.

— ¿Qué sucede, cariño? — preguntó preocupado su padre.

— Quisiera pedirles su permiso para quedarme una semana más aquí, en Gangneung. YuNa me dice que no hay inconveniente y sus padres también están de acuerdo.

— Pero, TaeHyun… — exclamó la señora Kang.

— Creo que es una buena idea, amor — interrumpió el señor Kang. — TaeHyun necesita un tiempo más largo fuera de Seúl.

— Está bien, ChangWook — aceptó la madre de TaeHyun. — Si lo consideras prudente, te apoyo… los apoyo a los dos — y abrazó a su hijo en un cambio de actitud que sorprendió a TaeHyun. 

TaeHyun, en compañía de YuNa y su novio Kai, despedían a los Park y a sus padres en la estación de trenes. Él abrazó fuertemente a su papá y, al momento de despedirse de su madre...

— Mamá… Quiero que me perdones por lo que te dije ayer… Fue muy grosero de mi parte, no sé qué me pasó.

— TaeHyun, cariño, no te disculpes. Es mi culpa por hostigarte tanto con lo del "buen partido". ¿Qué tal si nos damos otra oportunidad?

— Claro que sí, mamá — exclamó, abrazándola.

Los señores Kang subieron al tren, seguidos por los Park, pero JongSeong se retrasó para poder tener unos minutos con TaeHyun.

— TaeHyun… Quisiera pedirte algo.

— Dime.

— Cuando regreses a Seúl, quisiera que me dieras la oportunidad de demostrarte que puedo ser más que tu amigo — TaeHyun abrió la boca para decirle algo, pero JongSeong se lo impidió. — ¡No, por favor! Déjame terminar... No me contestes nada ahora. Me darás tu respuesta cuando regreses a tu casa, ¿te parece?

TaeHyun no pudo hablar, solo asintió y JongSeong se despidió de él con un beso en la mejilla y una enigmática sonrisa.

En minutos el tren partió, dejando a TaeHyun envuelto en mil preguntas.

TaeHyun regresaba de su caminata matutina por la playa.

Les había dicho a sus padres que solo estaría una semana con los Park y ese plazo estaba llegando demasiado pronto, pero TaeHyun no tenía ánimos para regresar. Por un lado, no quería encontrarse con BeomGyu y, por el otro, la petición de JongSeong lo tenía abrumado. Solo tenía el consuelo de haber entablado una entrañable amistad con YuNa.

Habían hablado de todo, de los padres de ambos, del novio de YuNa, de su relación con sus primos, JongSeong y JungWon, y sobre su triste historia con BeomGyu. TaeHyun también recordaba lo interesante que era la familia Park.

— Mira... — le platicó YuNa. — Tú sabes que mi familia es una familia de contadores, JongSeong y su papá… contadores de tus padres; mi padre es contador también de una familia adinerada de Gangneung. Mi Kai es estudiante de economía y hasta mi madre estudió economía.

— ¿De verdad? ¿Y qué pasó?

— Le ganó el amor porque decidió dejarlo para cuidarme a mí y, aunque no me lo dice, pienso que ella todavía extraña ese mundo. Sobre todo al ver cómo le brillan sus ojos cuando plática con mi papá de su trabajo.

— ¿Y tú también quieres ser contadora?

— Bueno, a mí me ganó el cerebro.

— ¿Perdón?

YuNa rió ampliamente.

— Lo que pasa es que un requisito para ser contador es tener "cabeza" para las matemáticas y, para mí, es como si me hablaran en chino. Si no fuera por ese detalle, te aseguro que estaría estudiando economía también.

— Eso no lo dudo, eres muy emprendedora y valiente.

El menor de los Kang suspiró, recordando aquella conversación.

— ¿Qué tal la brisa matinal, TaeHyun? — fue el saludo de YuNa, que hizo que TaeHyun regresara de sus recuerdos.

— Siempre reconfortante… YuNa… Creo que ya es hora de regresar a mi casa, creo que he abusado de la hospitalidad de tu casa.

— No digas eso, sabes que te la ofrecimos de todo corazón.

— Gracias por todo.

— De nada… ¿Y ya sabes qué es lo que vas a hacer cuando regreses?

— ¿Qué hacer? ¿Sobre JongSeong...? Aún no lo sé.

— ¿Y sobre ti?

— Menos.

— Deberías dedicarte a lo que más te gusta.

— Ya me lo han dicho antes, pero, al parecer… Lo que creo hacer mejor, no me sirve para nada.

— Analicemos… sabes tocar muy bien el piano. ¿Puedes dar clases?

— No creo que solo dando clases de piano me pueda mantener.

— ¡Sabes cocinar delicioso! El pollo a la naranja de ayer estuvo para chuparse los dedos.

— El sueldo de una cocinera tampoco es para tener una buena solvencia económica, agrégale que "no sería un digno empleo para un Kang" — concluyó TaeHyun, imitando el modo de hablar de las señoras de sociedad.

— ¿Y por qué una simple cocinera? No quiero menospreciar la labor de esas valientes mujeres, pero… ¿Por qué no pensar en grande?

— Explícate.

— Sí, ¿te acuerdas de que te dije que yo no tenía cabeza para ser contadora?

— Así es, pero no me dijiste qué era lo que te gustaba hacer.

— Desde muy niña me gustaba hacerle vestidos a mis muñecas. Cuando crecí, me hacía mis propios vestidos y a toda señora que se me paraba enfrente.

— Por eso es que estás tan enterada de la moda.

— Pero yo no pienso en solo ser una costurera. Quiero ir un paso más allá… y ser diseñadora.

— ¿Diseñadora?

— Sí, y es por eso que te digo que pienses en grande. ¿Qué tal si pones el mejor restaurante de Seúl? Comandado por ti y tus recetas serían una locura.

— La verdad es que no lo había pensado… pero hay dos cosas más que me inquietan.

— ¿Cuáles?

— No sé si me casaré algún día y, aunque así sucediera, me gustaría no depender de mi marido… Y sobre todo: ¡odio la tonta idea de que el marido de uno tenga que hacerse cargo de la fortuna de tu familia, como si viviéramos en siglo pasado!

— Te lo dije — respondió YuNa entre risas —, pero recuerda que las damas estamos en desventaja y también los chicos de muy buenas familias, como tú... ¿Acaso estás pensando en hacerte cargo tú misma de los negocios de tu familia?

— ¿Y por qué no?

— ¿Qué negocios tiene tu familia?

TaeHyun se petrificó, ni idea tenía de los negocios de su familia.

— Creo que no tengo idea sobre a qué negocios se dedica mi papá — reconoció con angustia.

— Me temo que primero tienes que empezar por ahí — y se botó de la risa. — TaeHyun, ¿qué más te preocupa a parte del futuro de tu familia?

— Lo que te voy a contar es un poco vergonzoso para mí… Sabrás que no soy hijo natural de los Kang.

— ¿Te avergüenza?

— ¡No! Pero hubo una época de mi vida en la que lo quise ocultar. Hoy en día estoy en paz con esa parte de mí y, de cierta manera, necesito regresarle a la vida lo mucho que me ha dado, ayudando a los más necesitados y así regresó al mismo punto de partida… No tengo ningún oficio beneficiado para lograrlo.

— Sí que tienes la vida complicada eh… Tener una profesión, cuidar el patrimonio de tu familia y ayudar a gente necesitada. Ojalá se pudieran resolver con una sola solución.

— ¿Resolverlas con una misma solución? Qué interesante reflexión... Pero, por lo pronto, tengo que regresar a Seúl.

— No sin antes probarte algunos de mis diseños.

— Te los compro.

— Pero si no los has visto.

— Confío en ti. Yo necesito regresar diferente a Seúl; nueva ropa, nuevo TaeHyun.

— Muy bien, amigo, pero también deberías cambiar por dentro. ¿Por qué no le das una oportunidad a mi primo, JongSeong?

— Tal vez lo haga… Será una nueva oportunidad para mí también.

Esa tarde TaeHyun regresaba a Seúl con muchas ganas de atrapar las nuevas oportunidades que se le presentarán, y así poder dejar atrás la etapa donde solo existía Choi BeomGyu.

¡Gracias por leer! <3

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