Las cartas de Taehyung.
Jimin y Taehyung se encontraban tomando café, en un momento determinado, Jimin tomó valor para abordar un tema delicado.
—Taehyung, ¿has leído el periódico esta mañana?
—No, la verdad prefiero no llenarme la cabeza con los problemas que existen en el mundo, bastante tengo con los que hay en mi alrededor, ¿por qué la pregunta?
—Bueno, es mejor que estés enterado de una buena vez... La compañía de teatro JYP Entertainment vendrá a Seúl —y miró la reacción de Taehyung que ni se inmutó, al ver que no decía nada, comprobó sus sospechas—. Tú... ¿Ya lo sabías?
—Si —contestó con una tristeza infinita en sus ojos.
—¿Cómo es posible eso? ¿La noticia salió esta mañana?
—Recibí una carta hace un par de semanas.
—¿Carta... de Min?
—De Chou Tzuyu.
—¿Cómo supo tu dirección?
—Investigaría donde trabajo, dejaron la carta en el hospital.
—¿Por qué te escribió esa mujer? —preguntó con enojo al ver que una lágrima solitaria se dibujaba en el rostro de Taehyung.
—Para hacerme una petición... no acercarme a Min, mientras dure su estancia aquí.
—¿Cómo se atreve esa mujer a pedirte semejante cosa? —enojado se paró y empezó a pasearse a lo largo de la estancia.
—Quiere que Min se encuentre tranquilo y que nada lo inquiete en su estadía.
—¡Ja! ¡Y a ti que te pase un tren! ¿Verdad?
—¡Jimin! Nunca te había visto tan alterado. ¿Qué pasó con mi amigo el tímido y tranquilo?
—¡Se murió! —gritó para después bajar la cabeza avergonzado y hablar más suave—. Perdóname, últimamente externar mis emociones me ha llevado a exagerar un poco, creo que el señor Namjoon tiene razón en que debo tener prudencia.
—¿Hablas del profesor lindo que te halaga todo el tiempo?
—El mismo. ¡Pero no te me salgas del tema! ¿Y qué piensas hacer acerca de lo que te escribe Tzuyu?
—Lo que me pide.
—¡Taehyung!
—Piénsalo bien, lo que me pide es lo mejor para todos. Él sigue comprometido con ella, y pronto se casarán, para mí... para mí sería muy doloroso volverlo a ver, más si Tzuyu está a su lado —Taehyung tuvo que callar porque sus ojos se llenaron de lágrimas y estalló en sollozos.
Jimin, ya no pronunció palabra alguna, abrazó a su amigo solamente, tratando de reconfortarlo como él lo hiciera desde la separación con Jungkook, quien más que él sabía del dolor de sentir al ser amado tan cerca y tan lejos a la vez.
Un poco más tranquilo, Taehyung quiso saber como Jimin seguía llevando el tema de Jungkook.
—No para de enviarme flores, cada día llega un ramo de una flor diferente, con su dedicatoria de siempre, pidiéndome perdón por diferentes motivos.
—¿Cómo es eso?
—El domingo me envió rosas rojas, pidiéndome perdón por no saber que comida era mi favorita, ayer me envió margaritas, pidiéndome perdón por no saber que me hubiera gustado para mis cumpleaños y hoy en la mañana llegaron unas azucenas con su disculpa por no saber si prefiero el teatro o los conciertos, ¡perdón! Otra vez lo del teatro.
Taehyung sonrió suavemente.
—Jim, ¿no te has dado cuenta, de que Jungkook está arrepentido de haber terminado contigo?
—Sí, ya me di cuenta, solo que yo no quiero dar marcha atrás.
—¿Te es difícil perdonarlo y comenzar de nuevo? ¿O en verdad te has enamorado de Minho?
—Minho es otro asunto que me trae en jaque. Al principio su atención hacia mí me halagaba como persona, pero aquella vez que vi que Jisung le movió el piso, empecé a dudar de que su devoción sea solo para mí.
—¿Estás celoso?
—En principio sentí que sí, pero cuando lo veo cerca de Jisung o de otra persona atractiva, no siento la misma punzada en el corazón, como sucede con Jungkook.
—Si estás convencido de eso, ¿por qué no perdonas al tonto de Jungkook y regresas con él? ¿Tanto rencor le tienes?
—No es rencor, es miedo... un miedo que recorre todo mi cuerpo cada vez que pienso que Jungkook solo está jugando conmigo, que solo me busca por su promesa dada, porque se siente culpable... ¡Que sé yo! Todo menos que le pueda interesar como pareja.
—¡Ay Minnie! No te menosprecies, la verdad has cambiado muchísimo, te ves más seguro. ¿No crees que eso haya hecho reaccionar a Jungkook?
—No, no y mejor cambiamos de tema si no quieres que me enoje contigo.
—Ni hablar.
✧✦✧
En la enorme empresa de los Jeon, Jungkook recibía las nuevas buenas de parte de Jungwon.
—Nuestro tío me entregó ya las últimas acciones que tenía de nuestra compañía, mañana terminaremos de finiquitarlo.
—¿Y qué dice la abuela?
—Como era de esperarse, me gritó hasta de lo que me iba a morir, en este momento no me puede ver ni en pintura.
—Se tendrá que ir conformando tarde o temprano, y se terminará convenciendo cuando mire a lo lejos de lo que nos hemos librado.
—Así es, aunque como familia no podremos librarnos de ellos nunca.
—Si se pudiera escoger a los parientes...
—Bien, pasemos a otro asunto que me inquieta un poco.
—¿De qué se trata?
—De Taehyung —diciendo esto, Jungwon le entregó el periódico y le señaló una nota, Won se quedó mirando la reacción de su hermano en espera de lo peor.
—¿Cómo ese mequetrefe se atreve a pisar este lugar otra vez? —explotó el joven quitando algunos mechones de su cabello de la cara.
—Es por su trabajo, viene con la compañía JYP Entertainment, además que yo sepa no tiene prohibido venir a Seúl, él puede venir si se le da la gana.
—Pero él sabe que es la ciudad de Taehyung, no puede acercarse a él, está comprometido.
—Aunque él estuviera ya casado, no es un delincuente y si Min quiere acercarse a Tae, lo hará, si los dos quieren verse, no hay nadie que se los impida, solo la dignidad y la promesa que hicieron ambos.
—Pues yo no voy a permitir que se vuelva a acercar a Taehyung.
—No seas infantil, Tae ya tiene 25 años, él puede decidir verlo o no, sin importar nuestra opinión, tú sabes que él hará lo correcto, pero mi preocupación no es por él, sino por ti, así como te has conducido últimamente, dudo de que seas razonable y llegues a hacer alguna tontería, otra vez.
—Yo solo quiero que no lo vuelva a lastimar.
—Yo también, pero eso es asunto de dos... él estará solo algunos días, manejemos este asunto tranquilamente.
Jungkook se quedó pensativo, esto no pintaba para nada tranquilidad y ni bien había salido de la oficina de Jungwon, ya se encontraba indicándole a su chofer, que lo llevara a la casa de Taehyung, aunque su hermano le había advertido de que no hablara con el chico sobre la llegada del actor australiano, el joven no podía dejar de pensar en ello, así que decidió ir hablar con Taehyung y saber como estaban las cosas.
Llegó a las afueras del departamento de Tae, más cuando salía del coche, se presentó ante él, Jeon Yeji.
—¡Que bueno que te encuentro, primo! Necesito hablar contigo.
—¿Cómo sabías que vendría a ver a Taehyung?
—Está bien —dijo resignada como si confesara una travesura—. Te seguí desde la oficina de Jungwon.
—¿Y bien...? ¿Para que necesitas hablar conmigo Yeji?
—Quiero que convenzas a Jungwon, de que nos dé una pensión a Minhyun y a mí.
—¿Y a santo de qué ustedes merecen una pensión?
—Por todos los años que papá trabajó para ustedes.
—A nuestro tío se le dio lo que le correspondía hasta el último centavo, no es nuestra culpa si ustedes lo malgastan, además, ustedes son mayores de edad.
—¿Y eso qué? Yo tengo necesidades que cubrir, sin los negocios con los Jeon no podré solventarlos.
—¿Por qué no platicas con tu padre, a ver si pueden hacer crecer la pequeña fortuna que les queda? Si la saben manejar puede que hasta doblen la cantidad, y si dejan de extralimitarse en sus gastos, quizás la tripliquen.
—¡Deja de hablarme como si fueras mi contador! ¿Tú crees que voy a perder el tiempo metiéndome en los negocios? Eso es cosa de hombres, las mujeres solo estamos para gastar el dinero de ellos.
—Para que discuto contigo —resignado se cubrió los ojos.
—Me tienes que ayudar, Jungkook, me lo debes.
—¡No te debo nada! Ahora, si me disculpas, voy a visitar a Taehyung.
—Vienes por la nota en el periódico, ¿no es así? Será divertido fastidiarle la vida a ese estúpido un par de días.
—¡Eso sí que no! Si te atreves...
—Adiós primo, tal vez nos veamos en el teatro —y se alejó riendo.
—¡Esta mujer me saca de mis casillas con tanta facilidad! —hizo una respiración profunda y se dirigió a la entrada del edificio de Tae, al abrir la puerta, sus ojos se llenaron de una figura conocida.
—Jimin.
—Joven Jeon, buenas tardes, con su permiso —saludó e intentó alejarse con Momo.
—¿Has recibido mis flores?
—Cada una de ellas, gracias... y le agradecería que ya no me enviara más flores, son ya suficientes las que he recibido.
—Entonces podemos hablar de una invitación a tomar un café.
—No.
—¿Un helado?
—No.
—¿Por qué no?
—Se lo repito, entre usted y yo, ya no existe más que la amistad de un amigo en común.
—Pues podemos hablar de ese amigo en común —Jungkook se aferraba a cualquier cosa con tal de no dejar partir a Jimin.
—Gracias, pero yo ya hablé con él, ahora si gusta puede ir a verlo y... —Jimin miró que Jungkook sostenía un periódico—. No me diga que viene hablar sobre la nota del periódico.
—Sí, necesito saber...
—¡No!
—¿Por qué no?
—No dejaré que se meta en ese asunto, deje tranquilo a Taehyung.
—No puede impedírmelo, joven Park —y pasó de largo de él, más una suave mano tomó su brazo, recibiendo una descarga eléctrica que le caló hasta los huesos.
Jimin quizás sintió lo mismo porque lo soltó como si le quemara su contacto y bajó su mirada ruborizada.
—Perdón, yo... le pido por favor que no moleste a nuestro amigo, él sabrá enfrentar este dilema.
—No lo creo, tengo que hablar con él.
—¡No, por favor! —y lo volvió a tomar del brazo.
Esta vez, Jungkook tomó sus manos y le impidió retirarse. Jimin se paralizó y no pudo mover ningún músculo, mientras un furioso rubor pintaba sus mejillas.
—Si aceptas tomar un helado conmigo, puede que desista de hablar con Taehyung sobre la nota del periódico.
—¿Me está chantajeando?
—Si.
✧✦✧
¿Cómo es que llegó a esto? Jimin recordaba una a una las barreras que había construido para alejarse de Jungkook y ahora se encontraba a un metro de él, tomando un helado. No hablaban, solo tomaban helado, mientras Momo, la acompañante de Jimin tomaba el suyo a unos metros más atrás en compañía del chofer de Jungkook.
—¿Tendré su palabra de que no volverá a insistir sobre el tema de Min con Taehyung? —preguntó más que nada para romper el escrutinio que Jungkook había comenzado a hacer de su persona.
—Lo siento, mentí.
—¿Por qué?
—No me dejaste otra opción. ¿De qué otra manera te podría convencer para que vinieras conmigo?
—Está bien, ya estamos aquí, ¿por qué...?
—¡Por favor! No intentes saber el porqué de todo... solo disfruta de tu helado, mientras yo disfruto de la vista —lo dijo volviendo con su escrutinio sobre el cuerpo de Jimin.
Jimin se sonrojó, Jungkook lo hizo otra vez, otra insinuación sobre su persona.¡Y esas miradas! Él nunca lo había mirado así, se empezó a poner nervioso y arremetió contra su helado, provocando que se embarrase los labios.
Esa situación hizo que Jungkook posara su mirada en los labios de Jimin.
—Esos labios los he visto muchas veces... ¿Por qué ahora me parecen tan apetecibles? —y para colmo Jimin se pasó la lengua sobre ellos al no encontrar la servilleta a la vista, lo que provocó un cambio en la parte baja de su cuerpo.
Tosió y se reacomodó en su silla.
—¿Y qué me dices de tus estudios? ¿Te está gustando estudiar economía?
—Es interesantísimo y complicadísimo, me llevará tiempo comprenderlo todo, pero creo que voy por buen camino.
—¿Tú idea es hacerte cargo de las finanzas de tu familia?
—A largo plazo, ¿por qué no?... Aunque no he podido encontrar la profesión que me dé ganancias y al mismo tiempo me agrade realizar.
—¿Tocar el piano? No, creo que no... ¿Cocinar? —y se sintió satisfecho al dar en el clavo, al ver que Jimin sonreía—. Podrías poner un elegante restaurante, donde la crema y nata de esta ciudad se sintiera halagada de asistir en él.
—Ya me lo había planteado...
—Minho —y no pudo evitar que los celos lo invadieran.
—No, su prima Yuna, pero yo lo veo un poco difícil, se requiere un gran capital para montar uno que sobresalga de los grandes que ya existe aquí...
Jungkook solo podía beber sus palabras, el antiguo Jimin solo era capaz de responder en monosílabos, y la pasión con la que ahora hablaba lo tenía "embobado".
—Y por otro lado, me gustaría dar algo de apoyo a los necesitados, pero no darles solo el dinero y lavarme las manos, quisiera crear algo que se pudiera mantener por sí solo... no sé...
—Comedores comunitarios.
—¿Cómo dice?
—En Europa, surgieron los comedores comunitarios para ayudar a las personas de bajos recursos. Se les da una sopa barata, de fácil preparación; pero no por ello deja de ser nutritiva y sabrosa, estos comedores son sostenidos por las aportaciones de donativos particulares y organizaciones religiosas...
Jimin no supo como ocurrió, pero en ese instante Jungkook lució imponente, más gallardo que nunca, hablando como un experto en su materia, no pudo apartar su mirada de esos labios delgados pero masculinos, que se movían como las mariposas que sentía en ese instante en la boca del estómago.
—¡Buena propuesta! —y Jimin se puso de pie—. Muchas gracias por todo joven Jeon, ¡Momo! Nos vamos —y se encaminó hacia la calle seguido de Jungkook.
—¡Pero Jimin! ¿Qué pasó? ¿Por qué ese cambio tan brusco?
—Me pidió que lo acompañara a tomar un helado, ya lo hice, ya me voy.
—Permíteme llevarte a tu casa.
—¡No! —y se volteó a encararlo—. Si piensa que con esta invitación cambia algo entre nosotros, se equivoca, esto no significa nada, buenas tardes joven Jeon.
Y lo vio partir, dejando a su corazón latiendo como un loco.
✧✦✧
Al día siguiente, terminadas sus clases, regresaba a su casa en el coche de su padre, lo que le permitió analizar la propuesta de Jungkook.
—¡Comedores comunitarios!
Esa idea se quedó prendida en Jimin, y no lo abandonó en toda la noche. ¿Cómo podría crear un comedor comunitario que fuera independiente económicamente? Sin que dependieran de la caridad de las familias adineradas, ni del clero, sino todo lo contrario, que se mantuviera por sí mismo. ¡Era algo loco! Pero no imposible, tenía que encontrar la solución.
Al entrar a su casa, una empleada le entregó el teléfono, indicando que tenía un mensaje.
—Taehyung, ¿qué estará pasando? —y abrió apresurado, tomó el teléfono.
Lo que escuchó lo dejó más intrigado, Taehyung le solicitaba que lo fuera a ver a su departamento lo más pronto posible, para que Tae le pidiera tal cosa con urgencia debía de tratarse de algo serio.
—¡Momo!, salimos nuevamente, ¡Moonbyul!, avísale a mi madre que demoraré un poco más, no sabes a donde fui —y partió rápidamente.
Más tardó en tocar la puerta del departamento, que Taehyung en abrirla precipitadamente jalando a Jimin a su interior, cerró de un portazo, dejando a Momo afuera, un segundo después volvió a abrir la puerta.
—Discúlpame, no quise ser grosero, pero necesito hablar con Jimin a solas, toma este dinero y vete a comer algo, regresa en una hora. ¡Gracias! —y volvió a cerrar la puerta.
—¡Taehyung! ¿Qué sucede?
—Recibí otra carta.
—¿De Tzuyu?
—De Yoongi.
—¡Dios Bendito! ¿Y qué te dice?
—Quiere verme.
—¿Cómo?
—El llegará en tres días con la compañía de teatro JYP Entertainment, estarán ensayando hasta el estreno, el cuarto día, dice que quiere verme en cuanto llegue a su hotel, el Hotel The Ambassador Seoul.
—Y... ¿Lo irás a ver?
—¡No Jimin, no me atrevo! Temo que, si lo vuelvo a tener enfrente, me olvide de la promesa que hice y me arroje a sus brazos.
—Si él te quiere ver, no habrá poder humano que detenga a ese australiano testarudo.
—Por eso te he pedido que vinieras... necesito que tú vayas a verlo, en cuanto llegue.
—¿Yo? ¿Estás loco? ¿Y qué le voy a decir a ese "rebelde"? ¿Y si me quiere golpear por irle a entregar tu negativa?
—No exageres Jimin, Yoongi es un ser dulce y comprensivo.
—Lo ves con ojos de amor.
—Pero en algo tienes razón, no va a aceptar un "no" por respuesta... Tienes que convencerlo de que lo mejor para los dos es no vernos, que sigamos con nuestras vidas como hasta ahora.
—No lo sé Taehyung, esto es muy complicado... ¿De verdad es lo que quieres? —Jimin trataba de encontrar la respuesta en su mirada más que en sus palabras—. Está bien, te ayudaré hasta donde pueda, cuenta conmigo.
—Gracias Jimin.
La gran noticia corrió como pólvora.
La compañía de teatro JYP Entertainment junto con su estrella masculina, arribaban esa mañana al aeropuerto, los actores descendieron repartiendo besos y sonrisas, a toda la muchedumbre que deseaba verlos y tocarlos, pero la estrella principal era un muro impenetrable, empujando una silla de ruedas, se apresuró a abordar un taxi.
Jimin observó como llegaba ese taxi hacia la parte trasera del Hotel The Ambassador Seoul, de un salto descendió un joven gallardo de finas facciones, pero varoniles maneras.
—Creo que está más alto de lo que le recuerdo —le dijo a Momo.
—Joven Jimin. ¿Por qué estamos espiando a ese señor?
—No lo estamos espiando, sólo me cercioro de su llegada a este lugar —Jimin volvió a mirar hacia Yoongi, quien bajó del taxi una silla de ruedas; no hubo duda de quién era su acompañante.
—Vamos Momo, esperaremos una hora antes de preguntar por él —y se retiraron del lugar.
✧✦✧
Una figura masculina elegantemente vestida, se hizo presente por la parte trasera del teatro, casi con sigilo entró al lugar.
—Disculpe caballero —le dijo un empleado al descubrir su presencia—. Usted no debería de estar aquí.
—Mil disculpas, solo será un instante — diplomáticamente habló—. ¿Sería tan amable de proporcionarme información respecto a los actores de la compañía JYP Entertainment?
—¿Cómo qué?
—Su hospedaje.
—Eso no es ningún secreto, están en el Hotel The Ambassador Seoul, seguramente toda la gente aficionada al teatro estará abarrotando el lugar, tendrá suerte que pueda ver alguno en ese lugar.
—¿Y aquí en el hotel?
—Ellos empezaran los ensayos, hoy por la tarde, pero tampoco le aseguro si será recibido, el director es un hombre muy estricto respecto a las visitas.
—No se preocupe hombre, sabré mover mis influencias, me escuché como Minhyun, gracias por todo, con su permiso.
Jimin acababa de ver salir del hotel a tres jovencitas, que lloraban a mares, el gerente del hotel fue tajante, no visitas a los actores, ¡mucho menos a Min Yoongi!
—Vámonos joven Jimin, nos van a correr de aquí —suplicaba Momo.
—Cálmate mujer, no me pongas más nervioso de lo que estoy.
Con las piernas temblándoles se acercó a la recepción, —demuéstrales que tú eres único—, recordó lo dicho por Yuna.
—Señor, ¿puedo hablar con el gerente?
—Con él está hablando, y si es para solicitar ver a los actores y principalmente a Min Yoongi, lo lamento está prohibido las visitas.
—Ser coqueto, no descocado, sonrisa gentil, modales refinados nos ayudan a conseguir con suavidad y sin que lo noten, casi todo lo que queramos —recordó Jimin.
—Caballero —le dijo con una sonrisa discreta—. Yo no soy un admirador del señor Min, yo soy el enviado del señor Jeon Jungwon, le traigo una invitación al señor Yoongi, no deseo verlo, solo... si pudiera hacerme el favor de hacerle llegar esta nota, él sabrá de que se trata.
—Está bien, se la daré en cuanto baje.
—No, tengo estrictas indicaciones de no retirarme hasta que el señor Min me dé la respuesta.
—Pero acaba de llegar, no lo puedo molestar.
—No se preocupe, no será reprendido, él espera esta invitación, y si no le hace saber que ya llegó, entonces si se enfadará.
—Está bien, veré que puedo hacer.
—Estoy seguro que podrá lograr esta encomienda, ¡ah! Una recomendación, que ni el director Park Jinyoung, ni la señorita Chou se enteren, ellos no están invitados —le sonrió más ampliamente y el gerente subió hacia las habitaciones, en cuanto desapareció de su vista, Jimin se relajó y se sobó la mandíbula—. ¡Dios! Me sentí Yeji.
Jimin no aguardó mucho tiempo, el gerente llegó con la respuesta.
—Joven, el señor Min lo recibirá en nuestro saloncito de visitas, pase por favor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro