Jace giró junto a Aegon, al mismo tiempo que lo hacían Lucerys y Daeron, Heleana soltó una risa cuando Aemond giro con ella, Baela hizo lo mismo con Cassandra Baratheon y finalmente Rhaena con Cerelle Lannister.

Se formaron dos líneas, una tenía a los alfas y otra a los omegas y betas, tomados de las manos se acercaban y retroceden al ritmo de la música, en el salón resonaban las risas de los jóvenes.

Se estaba celebrando el décimo día del nombre de Aegon y Helaena, la familia había decidido hacer un banquete. Por lo que varias Casas Nobles estaban en la celebración.

Rhaenyra vio como sus hijos daban vueltas y saltaban al ritmo de la música junto con sus primos y familiares, exceptuando a la pequeña leona que no era de su familia, esta se había integrado por petición de las niñas de Laena y Daemon al verla sentada. La heredera al trono no pasó por alto la sonrisa de Jason Lannnister cuando su hija fue integrada al grupo. Alzó su ceja cuando la niña pasó a bailar con Aegon.

—Sólo están bailando —Alicent puso su mano encima de la de su alfa al verla y oler como su aroma cambiaba.

—Así empiezan, y cuando menos nos demos cuenta, Jason Lannister estará proponiendo una unión matrimonial, entre ella y Aegon.

Alicent soltó un suspiro, la mayoría de los lores que tenían hijos alfas y/o betas tenían sus miradas puestas en Aegon y Helaena, y para disgusto de Harwin en Lucerys al ser omegas y beta con sangre valyria.

Y es que Aegon a sus diez onomásticos era la definición de belleza valyriana, su cabello platinado con algunas ondas como el cabello de su madre omega, su rostro fino pero estructurado de su madre alfa, y los ojos lilas claros que contrastan con su cabello y piel blanca.

Las personas incluso lo empezaron a llamar la nueva delicia del reino, por su belleza valyria, que estaba a la par de la belleza exótica de Lucerys, el segundo hijo de Laenor y heredero de Lord Corlys.

El niño se parecía a su abuela, la princesa Rhaenys, con un cabello con rizos negro como la noche, su piel ligeramente bronceada y tersa. El niño era una mezcla perfecta de su sangre valyria y su sangre de los primeros hombres, los rizos del niño eran cortesía de su padre alfa. Pero lo que más llamaba la atención del niño eran sus ojos, hasta el momento no sabían de dónde había sacado ese color de ojos, porque los ojos de Lucerys eran azul verdoso, como el color del mar, de ahí su nombramiento, La Perla del Mar. Las personas de Driftmark aseguraban que era como una señal de que era digno ser el próximo señor de las mareas ya que sus ojos tenían el color del agua.

—Vuelvo pronto —dijo Rhaenyra al ver como su padre le hacía señas de que fuera hacia donde estaba él hablando con Lady Arryn. Besó la mano de Alicent y caminó hasta ellos.

—Hija, quiero presentarte formalmente a Lady Jeyne Arryn, es prima de tu madre.

—Un gusto conocerla, me alegra que haya podido venir al banquete, desde el Valle.

—Gracias por siempre invitarnos a las celebraciones, aunque debo decir que mi visita es de interés más personal y político que festivo.

Rhaenyra miró a su padre, este solo asintió, la alfa le hizo un gesto a su familiar para que siguiera hablando.

—Como sabe alteza, lamentablemente no tengo heredero propio, y el heredero que he escogido ha levantado revuelo entre mis demás familiares, por lo que vengo aquí para que la corona me ayude, junto con una propuesta.

—¿Qué tipo de propuesta? —la alfa tenía una idea, pero quería que se lo confirmara.

—De matrimonio, la princesa Helaena es beta, por lo cual no tiene destinado, por lo que propongo que se case con mi heredero Nikolai Arryn, que igual es beta, es dos años mayor que su hija, nuestras casas volverían a unirse, su hija será consorte del Señor del Valle y sus hijos lo heredarán.

Rhaenyra se quedó sin palabras ante la propuesta, era bastante generosa, y buena, no se iba a engañar, sería una verdadera estupidez rechazarla.

—No tiene que darme una respuesta ahora, presentaré mi dictamen de heredero en el próximo consejo, ahí podrá decir lo que decidió.

Y con una reverencia se despidió tanto de su padre como de ella.

—Hija —empezó su padre, pero ella lo detuvo.

—Lo sé, hablaré con Alicent y también con Helaena, ella es la que tiene la decisión final.

Todas las miradas se fijaron en ella.

—No tienes que aceptar, no es la única propuesta de matrimonio que tendrás —habló Alicent.

Helaena miró a sus madres, su mamá alfa la miraba fijamente mientras que su mamá omega igual pero sin soltar su mano desde que le había dado permiso de sostenerla.

Su mirada viajó a donde estaban sus hermanos, en especial Aegon, el sueño que tuvo hace unas lunas llegó a su mente.

—Lo haré, aceptaré la propuesta de Lady Arryn y me casaré con su heredero Nikolai —dijo con voz firme y segura que sorprendió a todos en la habitación.

Fue entonces que en el siguiente consejo se anunció el compromiso entre la princesa Helaena Targaryen con Nikolai Arryn, la boda se llevaría a cabo cuando la princesa cumpliera la mayoría de edad y desde entonces viviría en el Valle para aprender sus deberes como consorte del Señor del Nido de Águilas, Defensor del Valle y Guardián del Oriente.

Helaena agarró la mano de su hermano Aegon y le dio una sonrisa, porque él era la razón de aceptar la propuesta, había visto que su reclamo como heredero al trono de hierro sería desafiado, pero ella apoyaría a su hermano, y no hay mejor respaldo que una de la casas principales y más antiguas de Poniente.

Laenor ronroneo al sentir las manos de Harwin en su vientre abultado, un beso fue depositado en su hombro, el omega tenía la cabeza recostada en el hombro del alfa y este estaba recargado en la bañera. La temperatura del agua cambiaba depende a quien de los dos le preguntaras, para Harwin el agua estaba caliente, para Laenor el agua estaba tibia, lo que ayudaba a relajarse ya que también contaba con el calor corporal de su alfa al estar recostado en su pecho.

—Ya estás mejor —preguntó el alfa sin dejar de acariciar el vientre de su omega, ahí donde estaba su tercer hijo.

—Si —dijo en un suspiro.

Habían venido a Harrenhal para ver los avances del castillo, les dijeron que la Fosa para los dragones estaba casi terminada, la restauración de una de las torres ya estaba completa e iniciará pronto la restauración de la torre más destruida. En estos siete años de casados, visitaban cada tiempo Harrenhal para supervisar la restauración de su hogar.

—Tu padre envió baúles por el quinto onomástico de Luke —informó Harwin, Laenor suspiro, ya los había visto, estos contenían tanto juguetes como oro y joyas.

—No manda una flota de barcos como regalo porque no hay donde atrancarlos. — Harwin soltó una carcajada, esta aumentó cuando Laenor le dio un golpe en el abdomen con su codo —No te reías, sabes que es la verdad, en unos días tendremos más por el nacimiento de este bebé.

—Hablando de eso, Helaena me dijo algo respecto al nacimiento de nuestro hijo, pero no logré entender.

—Tuvo un sueño de dragón de nuestro hijo —preguntó Laenor intrigado.

—Si, eso creo.

—Uh, le enviare un cuervo en la mañana para que me cuente a ver si puede interpretarlo.

Harwin asintió y le dio un beso en el cuello.

Los gritos se escuchaban hasta afuera de la casa, los habitantes cerca de Harrenhal y pueblos cercanos escuchaban los rugidos de Seasmoke.

—Debe recostarse mi lord —dijo una de las mujeres.

A falta de parteras y maestre, se habían solicitado omegas y mujeres betas con algo de experiencia en partos en la casa que le daba refugio a los lores de Harrenhal.

—Laenor por favor.

—No —gritó soltando un gruñido por el dolor —Ve por nuestros hijos, Harwin, quiero a nuestros cachorros aquí.

Otro grito de dolor se escuchó, Laenor se agarró de la pared. El alfa tomó en sus brazos al omega y lo hizo caminar a la cama a pesar de los golpes y reclamos de este.

—Harwin, alfa —sollozo —Por favor, necesito saber, Jace y Luke —otro sollozo junto con un gruñido de dolor.

—Los encontraré, de acuerdo, los voy a encontrar, pero ahora tienes que recostarte.

El omega negó, Harwin por fin logró sentarlo en la cama a pesar de las quejas del omega.

—Mi Lord —se escuchó como un guardia de Harrenhal entraba, estuvo a punto de gritarle que se largara cuando dos niños aparecieron y corriendo hasta ellos.

—Padre, papá, ¿Qué tienes? ¿Qué ocurre? —dijo Jacaerys al ver a su padre todo sudoroso y con rastros de sangre.

—Jace, oh mi pequeño, Lucerys mi luna bella, oh mis hermosos cachorros —Laenor abrazo a sus hijos, mientras les daba besos en sus cabellos.

Harwin abrazo a su familia, sentía que se iba derrumbar en cualquier momento, pero tenía que ser fuerte por Laenor, sus hijos y el que estaba por venir.

—Papá estará bien sí —dijo el omega mientras dejaba besos en las mejillas de ambos niños —Llévatelos, cuídalos.

Harwin separó a los niños del omega, aunque no quería separarse de Laenor tenía que poner a salvo a sus cachorros por lo que los llevó a la casa de enfrente mientras le preguntaba al caballero que había pasado.

—Sir Joffrey Lonmouth, mi lord, él fue el que sacó a los jóvenes de la torre, en estos momentos está en la zona de enfermería que se armó, tiene quemaduras muy graves.

Antes de que Harwin pudiera contestar se escucharon rugidos, las personas miraron al cielo oscuro, vieron con asombro y algo de miedo como la silueta de un dragón tapaba la luna para luego aparecer dos siluetas más pequeñas.

Seasmoke soltó un rugido que fue correspondido por los tres dragones. Dos de ellos aterrizaron más cerca del pueblo mientras que el otro por su tamaño tuvo que ser más lejos. Rhaenys y Rhaenyra bajaron de sus dragones, la omega corrió en dirección al castillo no fue hasta que un guardia la detuvo y señaló a su dirección, la primera en llegar hasta ellos fue Rhaenys.

—¿Están todos bien? —aunque la pregunta fue dicha firme pero en su tono se podía notar nerviosismo, antes que Harwin pudiera contestar un grito de Laenor se escuchó.

—Madre —gritó Laena al por fin llegar hasta ellos.

Fue cuando Harwin se detuvo un momento al ver a las tres mujeres, las tres con abrigos, en la carrera de llegar pronto el abrigo de Laena se había abierto mostrando que usaba su ropa de pijama, y a juzgar como estaban las otras dos podía decir que usaban los mismo.

—Mi lord —gritó una de las mujeres saliendo de la casa donde estaba su omega.

—Vayan, yo cuidaré de los niños —dijo Rhaenyra. Harwin asintió dándole las gracias y corrió a la casa donde estaba Laenor con Rhaenys y Laena siguiéndolo.

—Laenor — el omega volteo al escuchar su nombre —Oh por los dioses, debes recostarte.

—Madre —dijo sin aliento —Laena.

—Hermano, por favor acuéstate —pidió su hermana al ver su estado —¿Dónde está el maestre?, ¿Por qué no le han dado leche de amapolas?.

—Lord Laenor ordenó que la leche se usará para los heridos del incendio, el maestre en Harrenhal pereció en el incendio, mandamos a hombres a buscar al maestre más cercano.

Laena fijó su mirada en su hermano, su madre trataba de acostarlo mientras él negaba.

—No, no, mamá algo no está bien, he hecho esto dos veces y sé que algo no está bien.

—Mi lord —Laena miro a donde estaba Harwin esta había sido llamado por una de las mujeres —El bebé está tardando en salir, y todas estábamos de acuerdo de lo que sugeriría el maestre si es que llega.

Laena se congeló, no, no, no. Qué bueno que Rhaenyra se había quedado con los niños o ya habría golpeado a la mujer.

—Harwin, Harwin, Alfa —Laenor se había vuelto a parar con ayuda de su madre, lágrimas bajando por sus mejillas —A él, escógelo, a él.

—Laenor —dijo el alfa en un tono de angustia.

—A él —volvió a decir, se giró a ver a su madre —Cuídalos, enséñales todo lo que me enseñaste a mí, toma a Lucerys bajo tu cuidado cuando tenga la mayoría de edad, prométeme que los cuidaras madre.

—Hijo.

—Prométemelo —Rhaenys asintió con lágrimas en los ojos —Laena, tú igual, prométeme que los cuidaras.

Laena tenía la vista borrosa por las lágrimas, negó mientras caminaba hacia Harwin.

—No, porque tú los cuidaras —dijo firmemente —Ustedes tomen las almohadas y colóquelas en el piso abajo de mi hermano —ordenó a las mujeres —Madre haz que Laenor abra más las piernas y cuando estén las almohadas revisa debajo de él.

Todos se movieron a escuchar las indicaciones de la omega.

—Vas a sostener a Laenor, serás su apoyo, cuando Laenor empiece a pujar vas a soltar tu aroma para cubrirlo por completo —le indico a Harwin.

—Laena —suspiro el omega.

—Este bebé nacerá, mi sobrino va a nacer y tú vas a vivir para cuidarlo igual.

Laena hizo que Harwin se pusiera frente a su hermano quitando a su madre, puso las manos de Laenor en los brazos de Harwin.

—Madre —preguntó Laena.

—Ya —dijo luego de varios minutos.

—Hazlo —ordenó a los dos lores de Harrenhal.

Laenor apretó con fuerza las los brazos de Harwin, este liberó su aroma, el aroma a tierras, hojas y lluvia se esparció en la casa, Laena sabía que estaba funcionando cuando Laenor dejó de gruñir dolorosamente al oler el aroma del alfa.

Se arrodilló junto a su madre, subió un poco la bata que tenía su hermano, le hizo un gesto a su madre que se preparara para atrapar al bebé.

Fue luego de varios minutos que con un grito seguido de un suspiro de alivio que el bebé salió, Rhaenys atrapó al bebé antes de que cayera sobre las almohadas.

—Es un niño.

Fue lo último que escuchó Laenor para luego caer en los brazos de Harwin. 

Listo, lo prometido, gracias por el apoyo a esta historia. Apenas termino mis exámenes responderé a sus comentarios, ya sea un emoji o palabras responderé, un simple emoji me hace feliz y me motiva a seguir escribiendo.

Algunas tendrán dudas sobre el incendio, ya que la serie nos muestra que fue obra de Larys por "órdenes" de Alicent aunque sabemos que Alicent nunca imagino algo así, tranquilas habrá un capítulo donde responderé algunas cosas.

Si hiciera un libro de relatos donde exploraría mas las relaciones de los padres de nuestros chicos ¿la leerían?,  aquí ambas parejas pasan a segundo plano para centrarme en avanzar a la edad adecuado de nuestros niños para empezar su romance. Me gustaría escribir más sobre la relación de Alicent y Rhaenyra junto con la de Laenor y Harwin. Pero bueno ya veremos.

Recuerden la historia es fluff.

Créditos del fanart a quien corresponda.