Rhaenyra miró atentamente a los tres guardias que estaban frente a ella.

—Sir Criston, usted será el encargado de proteger a mi Omega, si ella se mueve a la derecha, usted se mueve a la derecha, si se mueve a la izquierda, usted se mueve a izquierda —ordenó —Se convertirá en su sombra, ¿Entendido?

El beta asintió. Rhaenyra ahora fijó su mirada en los gemelos.

—Sir Arryk y Erryk, espero que sean buenos corriendo porque serán los encargados de proteger y cuidar a mis cachorros, en especial a mi primogénito, el príncipe Aegon —los alfas se tensaron —Como sabrán mi hijo es muy enérgico, sugiero que se turnen, mis otros hijos, la princesa Helaena, el príncipe Aemond y el príncipe Daeron son más tranquilos, además de que Aemond sigue siendo supervisado por su nodriza y mi esposa, al igual que Daeron.

La alfa se levantó de su asiento.

—Pueden retirarse.

Los tres hombres hicieron una reverencia y salieron de la habitación.

Rhaenyra suspiro, camino hacia la ventana, está daba a los jardines, desde ahí pudo ver a su familia. Alicent tenía a Daeron en brazos, el cuarto de sus hijos había nacido hace cuatro lunas, antes del tercer día del nombre de Aemond.

Helaena estaba sentada a lado de Alicent con Aemond en su regazo, sus miradas en las manos de la beta, estaba segura que tenía a uno de sus animales, todavía recuerda el día el que se dio cuenta que su hija era una soñadora, una habilidad que podría ser una bendición como una maldición, esa noche tuvo una conversación larga con Alicent, ya que su omega se preocupó por la salud de Helaena al ver como balbucea sola y le gustaban los bichos, tanto así que trajo una Septa desde Oldtown, misma que regresaron cuando su omega comprendió lo que sucedía con su hija, para Alicent fue difícil, su Fe en los Siete era fuerte, pero esta comenzó a menguar al ver cómo la Fe veía a sus hijos.

Observó como Aegon llegaba a los jardines escaldado por Arryk Cargyll, desde que Aegon había cumplido los seis onomásticos había iniciado sus estudios, ambas estuvieron de acuerdo empezar a instruir a Aegon.

La puerta se abrió, Rhaenyra se giró, una de sus doncellas había entrado.

—El príncipe Daemon, princesa —dijo.

Rhaenyra hizo un asentimiento, su tío entró a la habitación.

—Ya está todo listo para irnos —comenzó —Aunque sigo firme que los niños se queden como Alicent, dejar a mi hermano con la víbora de Otto no me deja tranquilo.

—La decisión está tomada, confío en que mi padre pueda con Otto.

—Espero que tengas razón de que esté de tu lado.

—No tiene otra opción, no si quiere conseguir lo que anhela, Otto no es tonto, y lo sabes —hablo —Solo conseguirá lo que quiere si sigo siendo la heredera, aunque ya ha empezado a mover sus piezas para que Aemond sea mi heredero y no Aegon.

Daemon miró a su sobrina, vio la determinación en sus ojos.

—Confía en mi tío.

Daemon esperaba que así fuera, no quería retomar su plan original.

Un barco acaba de llegar a Driftmark, mientras dos dragones se dirigían a Pentos.

Alicent juntos con sus hijos bajaron del barco seguidos por la comitiva que los acompañaban, caminaron hasta las puertas de High Tide donde los esperaba Corlys junto a Laena con sus hijas y el pequeño Jacaerys.

—Bienvenidos, mi madre se disculpa por no estar presente —Laena se acercó a Alicent para abrazarla y darle un beso en la mejilla —No quiere separarse de Laenor que hasta ya lo tiene fastidiado.

La razón de que viajaran hasta Driftmark es que Laenor estaba próximo de dar a luz a su segundo hijo. La convivencia de los tres omegas en King's Landing dio inicio a una hermosa amistad, el haber compartido embarazo los unió más. Y solo se fortalece con la amistad que tenían sus hijos.

Y es que Laenor al ser esposo de Harwin y este ser Comandante de las Capas Doradas, vivían en Keep Red. Y desde que Daemon había regresado, Rhaenyra junto a Alicent hicieron planes para que el Príncipe Canalla estuviera de su lado y no en su contra, creyeron que no lo habían conseguido cuando este tomó a Laena como esposa, lo que no se espero es que Laena le fuera fieramente fiel a Rhaenyra, nunca nadie sabría lo que Laena le dijo a Daemon para que este aceptara la propuesta de Rhaenyra.

Rhaenyra le había propuesto que, si Daemon la apoyaba, ella convencería a su padre de que fuera consejero en el consejo y una vez que Harwin tuviera que tomar su puesto como Lord de Harrenhal, lo nombraría nuevamente Comandante de la Capas Doradas, y le prometió que una vez que fuera reina, destituirá a Otto como Mano, Daemon le pregunto que si su omega le dejaría sacar a su padre del consejo, grande fue su sorpresa cuando Alicent apareció y dijo que fue su idea.

Fue cuando se dio cuenta que Alicent amaba realmente a su sobrina, que era verdad que eran destinadas, que no estaba con ella por poder, estaba con ella por amor. El alfa aceptó, porque tenía que asegurarse que eso siguiera así, que el bastardo de Otto no arruinara eso. Porque Daemon Targaryen sería muchas cosas, pero una cosa era segura, amaba a su familia.

Alicent dejó que sus hijos fueran a la guardería de High Tide mientras ella seguía a Laena para ver a Leanor, siendo seguidas por Sir Criston, los gemelos Cargyll se habían ido con los príncipes.

Al llegar a la habitación vieron como el omega estaba sentado en un sofá comiendo pasteles de limón, este se giró a verlas cuando la puerta fue abierta.

—Alicent, hermana —dijo sonriente el omega.

—Hola Laenor —contestó la castaña.

Laenor dejó sus pasteles en la mesa, Harwin inmediatamente se puso a su lado para ayudarlo a pararse, los que estaban en la estancia pudieron observar las sonrisas y miradas brillantes que los dos hombres se dirigían.

Ambas mujeres se apresuran a acercarse cuando vieron que Laenor tenía la intención de ir hasta ellas.

—Estoy embarazado, no enfermo —se quejó el omega cuando lo obligaron a sentarse.

Cuando anunciaron que ya era hora de comer, Harwin y Rhaenys ayudaron a Laenor para ir al comedor, el omega solo viro los ojos y suspiro resignado, cosa que hizo reír a las mujeres.

En el comedor ya estaba Colrys con los niños, en su regazo tenía a Rhaena, Helaena a Baela mientras Aegon batallaba un poco ya que tenía a Jacaerys en una pierna y Aemond en otra, mientras ambos niños jugaban con su cabello, que consistía en jalarlo.

—Egg, Egg —dijeron los dos niños con entusiasmo y jalando más el cabello del mayor.

—A-E-G-O-N —habló lentamente el omega y soltando un quejido de dolor —Si, sé que mi cabello es hermoso, pero dejen de jalarlo o me quedare calvo y así ya no seré bello.

—Egg —volvieron a decir los pequeños alfas pero uniéndose esta vez Rhaena.

—Madre —chilló el omega al ver como sus primos y hermano no dejan de llamarlo huevo.

Alicent le sonrió divertida, lo que indignó a su primogénito, su querida madre se ría de él, esta tomó a Aemond para sentarlo en su silla a lado de ella.

Harwin se acercó a Aegon para agarrar a Jacaerys luego de ayudar Laenor a sentarse, pero el pequeño alfa no tenía intenciones de alejarse de su primo, ya que se aferró a él cuando su padre lo agarró, sus bracitos se habían envuelto alrededor del cuello de Aegon, sus piernitas trataban de rodear la cintura del omega.

—Vamos Jace, deja a tu primo que va a comer —Harwin empezó a quitar las manos de su hijo del cuello de Aegon, lo que provocó el llanto del pequeño.

—Está bien Sir Harwin, puedo hacerlo, tengo experiencia —dijo el omega, ya que él en ocasiones alimentaba a Aemond.

Aegon volvió acomodar a Jace sobre sus piernas, limpiando con sus pulgares las lágrimas del niño que estaba hipeando por el llanto anterior.

Harwin se sentó en su silla, que estaba a lado de Laenor, al ver como Aegon alimentaba a su hijo.

—Debería sentirme ofendido que mi hijo prefiera a su primo que a mi —hablo el alfa.

—Pasan mucho tiempo juntos, no es de extrañar que generen un vínculo —explicó el omega —Lo cual me alegra, es lo que siempre hemos querido Rhaenyra, Laena y yo, que nuestros hijos formen una amistad.

Harwin asintió y siguió comiendo, mirando de vez en cuenta a Jace y Aegon.

Rhaenyra y Daemon se alzaron en vuelo con sus dragones para regresar, ambos alfas habían ido a Pentos para hacer tratos, tanto políticos como comerciales, gracias a los contactos de Daemon en dicha ciudad, los recibieron con gran entusiasmo, rápidamente la alfa vio que lo que les impresionaba de ellos eran sus dragones.

Tanto como la visita y negociaciones había sido un éxito, incluso llevaban regalos que compraron cuando visitaron el mercado de Pentos, el sol ya se estaba ocultando cuando Driftmark apareció en su campo de visión, al acercarse más empezaron a escuchar los rugidos de Seasmoke, ambos se miraron, Laenor, le indicaron a sus dragones que fueran más rápido, estos obedecieron, empezando a descender.

Cuando los dos alfas bajaron de sus dragones, Seasmoke ya se había calmado, ambos caminaron rápidamente al castillo, guardias lo seguían con las bolsas que contenían los regalos.

Estaban caminando a la habitación de Laenor cuando se encontraron con sus hijos siendo escoltados por los gemelos Cargyll y una doncella que no quitaba la mirada de Helaena que cargaba a Daeron.

—No deberían estar dormidos, todos —habló Daemon y fijó su mirada en sus hijas.

—Queremos conocer al bebé —explicó Halaena cuando Rhaenyra le quitó a Daeron para ella cargarlo.

—Los llevaremos a la habitación, pueden retirarse —dijo Rhaenyra, los gemelos y la doncella se inclinaron para luego irse.

Cuando Daemon y Rhaenyra junto con los niños llegaron a la habitación de Laenor, el nuevo bebé estaba en los brazos de Lord Corlys, que parecía no querer soltar al bebé.

—Y a quién se parece —preguntó Daemon al llegar junto a Laena —Gane y se parece a Harwin.

—De hecho, todos perdimos, no se parece ni a Harwin ni a Laenor —dijo Laena.

Dejando a los dos alfas confundidos.

—¿Entonces a quién? —quiso saber Rhaenyra que ya estaba de lado de Alicent.

—A mi —dijo una emocionada Rhaenys y por fin quitándole el bebé a su esposo.

Camino hasta donde estaban ellos, Daemon y Laena alzaron a sus hijas para cargarlas para que pudieran ver al bebé, Rhaenyra le había pasado Daeron a Alicent para sí ella poder cargar a Aemond. Aegon y Helaena se alzaron en las puntas de sus pies.

—Les presento a Lucerys.

Fue cuando los recién llegados por fin vieron al bebé, era como ver a la Reina de Nunca Fue, en bebé y versión varón. Lucerys tenia el cabello negro como la noche, su piel era blanca, y sus ojos, eran de un impresionante color azul verdoso.

—Hermanito —dijo Jacaerys en los brazos de Harwin y estirando sus manitos para poder tocarlo. 

—Si, Jace, él es tu hermanito. —afirmó Harwin.

El dedo de Jacaerys se encontró con el de Aemond, ambos habían estirado sus manos para tocar al bebé, ambos alfas se vieron, ninguno quería desviar su mirada.

—Perla de mar y tormenta —no fue hasta que Haleana habló que apartaron la mirada solo para descubrir que Lucerys había cerrado su manito en el dedo de Aegon.

Ok, por fin me decidí que hacer con Daemon (recordemos que lo olvide), como todos sabemos Daemon ODIA a Otto, y por consecuente a su hija, pero creo que el odio a Alicent se creó cuando ella se casó con su hermano, y reafirmó su odio cuando apareció con el vestido verde.

Leí en algún lugar, ya no me acuerdo si en Facebook o un comentario de tiktok, donde decía que Daemon lo que quería en realidad era que lo notaran, aceptación y amor de su familia, en este caso su hermano y que él creía que la única manera para hacerlo era ser el heredero, que él nunca quiso el trono (hablando desde la perspectiva del Daemon de la serie, creo), independientemente si esto es cierto o no, lo vamos a usar aquí. Daemon es un personaje MUY complejo, espero manejarlo bien.

Recuerden, yo uso la serie de referente porque no me he leído el libro, lo que se sobre él son cosas que veo y leo en Facebook y Tiktok.

Vemos un poco más sobre la interacción de nuestros niños. Solo falta uno de parte de Harwin y Laenor y tres de parte de Alicent y Rhaenyra.

Agárrense gente, que en el capítulo que sigue, es donde un sueño de nuestra Helaena se hará realidad.