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CAPÍTULO 13

El dragón aterrizó en el patio exterior, un joven castaño salió, en sus brazos sostenía a un bebé mientras que una doncella cargaba a otro.

—¿Nada aun? —pregunto el futuro señor del valle.

Helaena se bajó de Dreamfyre, cuando la beta estuvo lo suficientemente lejos, Dreamfyre se alzó en vuelo. La princesa negó con la cabeza tristemente.

—Es como si se lo hubiera tragado el mar —dijo, su expresión cambió cuando Tyshara se acercó y le entregó a su hijo, dándole una sonrisa al niño que se aferró al cuello de su madre —El consejo a decidió por fin soltar a Arrax, confían que su vínculo sea tan fuerte que pueda encontrarlo.

Helaena se acercó a Nikolai, los dos se dieron un pequeño beso, para que después le diera un beso en la frente a su hija. Jaehaerys y Jaehaera nacieron dos años después de su boda, ambos tenían el cabello y la piel Targaryen, y a diferencia de su padre, estos si habían heredado los ojos azules de los Arryn.

Había sido una sorpresa y alegría que los huevos de dragón de sus hijos eclosionaran, pues la sangre de sus bebés estaba diluida, según lo que había escrito Aegon en su carta cuando supieron la noticia, su abuelo Viserys lloro, y su madre Rhaenyra había dicho que era un buen augurio para la familia mientras que su madre omega había dicho que los dioses estaban dando su visto bueno a su unión.

Shrykos era el dragón de Jaehaerys, Morghul el de Jaehaera. La gente del Valle estaba fascinada y orgullosa, pues tenían el honor otra vez de albergar y tener como señora a una princesa Targaryen. Helaena al darle al Valle dos jinetes de dragón rápidamente superó el cariño y gratitud que alguna vez tuvo Daella Targaryen.

El rugido de Dreamfyre resonó haciendo que todo dirigieran la mirada a donde había venido el sonido, que fue provocado como contestación al rugido de otro dragón.

—Está hecho, soltaron al dragón que encontrará a la perla de los mares. —dijo Helaena mientras miraba hacia el horizonte.

—Meleys es más rápida -objeto Rhaenys —Podrá seguir a Arrax sin problema.

Las miradas se fijaron en Viserys, este asintió con la cabeza dando su confirmación.

—Que los dragonkeepers se preparen, apenas Rhaenys este en su dragón suelten a Arrax.

El guardia asintió y fue a dar la orden. La Sala del Consejo se fue vaciando, dejando solo a Rhaenyra y su pequeño consejo. Esta rápidamente fue hasta Laenor, el omega lucia devastado. Hace unas semanas él junto a Lucerys habían zarpado a Lys, un viaje entre padre e hijo como herederos de Driftmark. Lo que nos esperaban era que La Triarquia haya resurgido y los atacaran en la noche al regresar a Westeros.

En la batalla habían destruido el barco en donde iban Laenor y Lucerys, cuando Laenor despertó luego de que sus hombres lo rescataran del agua le informaron que no habían podido encontrar a Lucerys.

Laenor apenas embarcó en King's Lading fue corriendo a la Fortaleza Roja, Joffrey lo esperaba en la puerta, le informo que todos estaban en la Sala de Consejo, pues tanto Seasmoke como Arrax estaban inquietos y descontrolados que ya habían quemado a dos dragonkeepers cuando fueron a ver qué les pasaba a los dragones.

Apenas Laenor abrió la puerta todos los presentes se levantaron al verlo.

—Laenor, ¿Qué paso? —Harwin llegó rápidamente a su lado.

—Nos atacaron, Lucerys...

—¿Qué pasa con mi hermano? —Jace se acerca a su padre luego del apretón de manos que Aegon le dio para mostrar apoyo.

—Desapareció, no lo encontraron.

Lo siguiente fueron órdenes tanto de Viserys y Rhaenys, para desplegar la flota de la corona, Corlys fue notificado, este ordenó que todos los barcos de la flota Velaryon salieran a la búsqueda de Lucerys. Incluso los Lannister habían apoyado con una pequeña flota de búsqueda, pues cuando la noticia llegó a Helaena esta le informo a Tyshara que no tardó en enviar un cuervo a Cerelle.


Jace observó como el dragón de su hermano se alzaba en vuelo siendo seguido por Meleys. Dio una oración a los dioses para que su abuela regresara con su hermano.

El alfa se relajó cuando los brazos de Aegon lo rodearon, Jace se giró, el omega se alzó de puntas para darle un pequeño beso en los labios mientras empezaba a acariciar las mejillas del alfa.

—Volverán, los dos, y con vida —dijo Aegon cuando por fin su mirada y la de Jace se encontraron —Luke es fuerte y fue entrenado para esto.

El omega soltó su aroma sabía que Jace no podía olerlo, pero no sabía que más hacer para calmar a su alfa.

—Siento que es mi culpa, debí haber ido con ellos —empezó Jace —Debí estar ahí para protegerlos, no sólo era un viaje de ellos dos, sé que fueron para comprar telas y cosas para nuestra boda.

Aegon dejó que Jace desahogarse, su alfa era extremadamente protector con su manada, y Aegon no podría estar más agradecido de que él fuera su alfa destinado.

El día de su onomástico número dieciocho, él esperó a sus primos y hermana en la puerta de la Fortaleza, ya que viajaron para celebrar.

Un fuerte aroma a bosque y agua lo golpeó, su mirada se posó en Jace que había bajado del caballo, el alfa le regaló una sonrisa al verlo.

Aegon no tardó en confesarle a Jace que podía olerlo, que eran destinados, estos informaron rápidamente a sus familias. Ambos podían recordar las sonrisas del otro cuando anunciaron su compromiso y la fecha de boda, esta se realizaría cuando Jace cumpliera la mayoría de edad.

Los preparativos para esta empezaron hace semanas ya que el onomástico de Jace se acercaba. Aegon recuerda de forma divertida las caras de su madre Alicent y de Jace cuando Lord Colrys trajo baúles de oro y adornos para la boda.

En palabras del mismo Corlys, su boda superaría a la llamada Boda Dorada.

—Hey alfa, mírame —Aegon tomó el mentón de Jace y lo hizo mirarlo —No es tu culpa, me escuchaste, Luke volverá, estará aquí para celebrar tu día del nombre y luego nuestra boda.

Jace beso la palma de la mano de Aegon, este le dio una suave sonrisa para llevarlo adentro, bien un alfa menos, ahora el otro.

Lucerys despertó sobresaltado, entrecerró los ojos, con sus manos se quitó el agua de sus ojos, con algo de dificultad se sentó, todo el cuerpo le dolía, su mirada fue a su pierna, vio como algunas algas estaban colocadas alrededor de esta, cuando se las retiro pude ver una herida a punto de cerrarse. Observó mejor en lugar donde estaba mientras trataba de recordar, el lugar parecía una playa, detrás de él se podía ver un montón de árboles, no parecía ver una construcción cerca, un ruido cerca de él hizo que volteara al mar.

Con esfuerzo se levantó y caminó con cuidado a donde había un montón de rocas, se subió a una. Había un pequeño estanque, el agua entraba por la separación de rocas que daba al mar.

El omega se inclinó y casi se cae hacia atrás cuando una figura emerge desde el fondo del estanque.

Tuvo que parpadear varias veces para asegurarse que lo que estaba viendo era real. Pues delante de él había una hermosa mujer, esta tenía el cabello rubio que brillaba con el sol, su torso estaba desnudo y sus pechos estaban cubiertos por su cabello, pero lo que asombró al omega fue que en vez de tener piernas tenía una cola, una sirena.

—Oh, despertaste. Ianthe despertó —gritó, fue entonces que otra sirena emergió.

Tenía un cabello rojo y estaba trenzado.

—No parece Velaryon —dijo la recién llegada.

—Pero tiene su emblema —señaló la primera mientras extendía la mano.

Lucerys dirigió la mirada a su capa que era lo que señalaba la criatura.

—Soy un Velaryon —afirmó el omega —Mi padre es Laenor Velayron, mi abuelo es Corlys Velaryon, la Serpiente Marina, mi nombre es Lucerys Strong de la Casa Velaryon, soy el heredero de Driftmark y próximo señor de las mareas.

—¿Strong? —preguntó la sirena de cabello rubio.

—Es el apellido de mi padre alfa.

Ambas sirenas se miraron.

—¿Por eso tienes el cabello negro?

—Mi cabello es herencia de mi abuela, la princesa Rhaenys Targaryen.

—Pareces sorprendido de vernos.

—Bueno, creí que no existían -respondió.

Ambas criaturas se echaron a reír.

—Tienes mucho que aprender pequeño Velaryon.

—¿Cómo es que conocen a los Velaryon?

—Somos como amigos, ya sabes, del mar viene al mar regresan —dijo la segunda que apareció —No te preocupes cachorro, te ayudaremos a sobrevivir hasta que vengan a buscarte.

Lucerys estaba conversando con Ianthe y Sereia, ambas sirenas cumplieron su palabra de ayudarlo, Luke se asombró de todo lo que ellas le habían dicho, estaban comiendo una fruta que ellas le habían llevado cuando se escuchó un rugido, él conocía ese sonido.

—Arrax —dijo mientras se paraba.

Las dos mujeres miraron arriba y fue cuando lo vieron, a los lejos, venia un dragón.

—Parece que llegaron por ti cachorro —dijo Seria.

—Eso parece -contestó con una sonrisa ya que veía como un dragón más grande seguía a Arrax —Supongo que aquí nos despedimos.

Ambas mujeres se sumergieron en el agua del estanque, Luke descubrió que era más profundo de lo que se veía.

—Y recuerda del mar vienes.

—Y al mar regresaras, espero nos volvamos a ver cachorro.

Dicho esto, ambas desaparecieron en el agua justo cuando Arrax aterriza y Meleys siéndolo.

—Abuela —gritó Luke feliz al verla.

Está bajo rápidamente, ambos corrieron a su encontró, Rhaenys abrazo fuertemente a Lucerys mientras besaba su cabello, la omega se separó para ver al joven para asegurarse que no estaba herido, encontrándolo bien, con uno que otro raspón y más bronceado por la exposición al sol.

—Vamos a casa cariño.

Luke asintió mientras caminaba hacia Arrax.

Gracias por encontrarme —dijo mientras acariciaba a su dragón, este hizo una especie de ronroneo. —Regresemos a casa, Sōvēs.

Lucerys vio como su dragón prendía vuelo otra vez, camino hacia Meleys donde su abuela ya estaba en su lomo, él hubiera querido ir en Arrax pero su abuela no se lo permitió. Rhaenys verificó que su nieto estuviera bien sujeto para dar la orden.

Sōvēs Meleys.

Luke dirigió su mirada al mar, sonrió al ver como emergen dos cabelleras, una rubia y otra roja.

Resurgiendo luego de ver los posters de la Segunda Temporada y el trailer.

Mi fanfic mis reglas, así que si yo quiero sirenas, sirenas habrán. Bueno espero que les haya gustado porque dudo que vuelvan aparecer pero ya veremos porque esta cosa se escribe sola.

Así es gente, Aegon y Jace ya están comprometidos, recuerden que a la edad de dieciocho es cuando los omegas o alfas pueden oler a sus destinados.

Como tiene tiempo que no actualizaba mientras escribía me di cuenta que hay un error en las edades así que espero en las vacaciones corregir estos. Creo que estaré buscando a un lector beta porque con eso de que mi laptop anda fallando no puede revisar bien mis errores.

Las edades de los jóvenes son estas:
Aegon II y Helaena: 18 años.
Aemond, Jace, Baela y Rhaena: 15 años.
Lucerys y Daeron: 12 años.
Joffrey: 8 años.
Aelyx (Aegon III) y Viserys II: 7 años.


Esperen actualizaciones pronto porque estoy en vacaciones.

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