—¡Maldita sea, Slith! ¡Es mi trasero el que pateaste!—Mochida masculle.

—No lo siento, Nahui.

Slith [Multimedia] es un demonio que conocieron hace tres años, uno que se unió a su grupo meses después en que esos seres atacaron a todos.

Esos seres eran una nueva raza que cazaba a todos solo porque sí, mataban por placer y comida, eran feas criaturas grises de ojos morados de tres metros de altura, andaban en cuatro patas y cada una tenía ocho ganchos filosos, su boca era redonda con diez hileras de dientes y una lengua bífida con ganchitos pequeños que se pegaban a sus víctimas. 

Habían aparecido de la nada y no morían fácilmente, esas bestias lograron lo que nunca se creyó capaz, formar una alianza entre todas las razas para poder exterminar con eso.

Un rayo blanco cayó detrás de ellos pulverizando dos bestias, miraron en dirección de Selina que agitaba su báculo lanzando rayos pulverizadores a esas bestias.

—¡Muevan su maldito culo! ¡No se distraigan par de cabrones!

—Se supone que las sacerdotisas no maldicen, Selina—la voz de Tsuna es un poco ahogada por las bestias que aparecen.

—¡Me vale mierda! ¡Esas perras solo tienen la boca para chupar polla por lo mucho que me importa!

La batalla, o la gran guerra como es llamado este campo, aquí fueron enviados a luchar contra esas bestias, magia, armas y puños, todo legar a la reina y poder tener un fin de esos tres años basura. Los cinco ya estaban muy heridos y cansados, sus ropas ya era solo harapos y estaban cerca de la reina, podían sentirla en sus huesos, las bestias venían con más fuerza y más fuertes que las que habían dejado atrás con otros aventureros y solados.

—BlackHole— Tsuna grita apuntando sus manos frente a ellos y lanza con fuerza un orbe negro.

—Avisa con una mierda, ¡HolyShield!—Selina grita, todos se agrupan detrás de ella.

Selina entierra su báculo en la tierra y se comienza a formar una cúpula blanca que los rodea y protege, todos miras a través del escudo cómo las bestias son jaladas por un enorme agujero negro que abarca mucho espacio. El escudo comienza a quebrantarse y temen, miran a Tsuna que ya no está en su cuerpo de 20 años, si no en el suyo verdadero de diez años, el agujero lo estaba drenando tanto que su ilusión había caído.

—Corta ya el maná, Apocalypto.

—Es lo que trato de hacer, Slith.

—Mierda, mierda, mierda. ¡Lypto te aviso que tengo una hija por ver crecer!—Enya maldice acercándose, junta sus manos en la cabeza de Tsuna—Pido perdón de antemano, Lypto.

—¿Qu----

Manda un pulso a su cuerpo cortando de manera abrupta el flujo de maná, Tsuna se convulsiona un poco pero el agujero se hace más pequeño hasta casi no existir.

—Ahora, corran porque más bestias vienen y debemos matar a la jodida reina.

Tsuna asiente y agita sus alas volando al mismo tiempo que Enya y Kensuke, Enya agarra el cetro de Selina y vuela con ella a su vez que Tsuna agarra con sus garras a Slith de los hombros.

Sobrevolaron muchas bestias que al verlos comenzaron a apilarse con tal de llegar a ellos y derribarlos, a lo lejos pudieron ver al reina sobre un montón de cadáveres devorando un minotauro, fue identificada por ser enorme, grotesca y ser roja en comparación a las demás bestias.

"Kukuku~" Tsuna mira el cielo, esa voz vino en su mente.

Con un grito se lanzan poniendo sus ataques más poderosos a ese ser grotesco.

—Apocalypse/Mercy/FairyDust/FlamingDeath/TorrencialCut— gritaron Tsuna, Selina, Enya, Slith y Kensuke.

El ataque combinado dio de lleno, ante sus ojos todo un pequeño país se hizo hueco oscuro, quemó, cortó y evaporó vida alguna, en sus rostros hubo expresión de felicidad, se habían deshecho de la amenaza.

Sus cuerpos cansado ya no podían más, vio a Enya desmayarse cayendo en el hueco oscuro junto a ella, Selina caía. Kensuke se lanza a por Enya y agarra a Selina del tobillo, pero descienden rápidamente, puede ver que Yul gastó mucho poder en ese último ataque.

Caen a tierra, es cómoda y suave por la ceniza, está junto a Slith y Selina, Kensuke y Enya están desmayados a unos metros de ellos. Sonríe, puede ver crecer a su ahijada, Millena sonreirá al verlos llegar.

—Lypto, por favor, perdóname.

—¿Eh? ¿Por qué lo dices, Selina?

—Lo siento, Apocalypto.

—¿Slith? ¿Por qué se disculpan? ¡Por fin podremos festejar esta unión de razas! ¡Podemos ver a los niños jugar sin importar la especie! ¡Veremos a los mestizos ser libres con esta guerra!

Selina mordió su lengua y enterró de golpe su báculo murmurando con rapidez, Tsuna se puso nervioso cuando lazos oscuros lo encadenaron al suelo, forcejeó usando una roca para impulsarse mientras abría sus hermosas alas y los miraba con traición, reconocía ese hechizo.

—¡Yul!—grita a Kensuke en el suelo—¡Enya!

Tres días después al anochecer Kensuke despierta y al verlos atacar a Tsuna se lanza con rencor en los ojos, pero Slith lo ataca mandándolo muy lejos, Tsuna alza su mano tratando de alcanzar a Kensuke pero la voz de Selina lo detiene.

—CrystallizedPrison—un ser poderoso que no se puede derrotar se sella.

En menos de un segundo, Tsuna estaba sellado en una prisión de cristal, Slith lo soltó y coloca las manos en el suelo.

—Dugeon—murmura señalando a Enya.

Un gran calabozo creció de la nada, Enya fue encadenada a la tierra y no podrá salir, entonces al ver su trabajo hecho, salen del agujero, cada uno sin mirar atrás y en opuestas direcciones, entonces un día pasó, Enya por fin despertó y se encontró en un territorio desconocido, voló alto para poder salir pero algo se lo impidió, fue una cadena invisible que la arrastró de regreso al hoyo, entró en pánico sin saber que  pasaba.

Así que voló a la última planta de ese edificio alto, tardó un poco por las corrientes de aire que amenazaban con tirarla, todavía no se recupera del todo. Ve un arco de rocas y entra, la luz del día todavía no entra y por ello no ve casi nada, solo es un curto vacío, piensa mientras entra y prende fuego en su mano, alumbra todo y cuando da la vuelta mirando donde hace rato se recargó se queda congelada, entonces un rayo de luz entra y alumbra con fuerza el cristal, las lágrima comienzan a caer con fuerza y le es inevitable sollozar.

—...Lypto...—solloza—¿Q-que p-pasó?

—Nos traicionaron...esos jodidos bastardos

En la entrada ve a Yul escurriendo en agua y algas, está enojado y sus heridas aún no terminan de cerrarse, se acerca y acaricia la superficie del cristal, aleja su mano un poco cuando ardió al toque.

—No puedo salir, Yul. Algo hicieron que me encadenaron a la torre...no puedo ir a ver a Surya, mi pequeña Surya.

La imagen de la pequeña hada hija de Enya viene a su mente, Izel Millena (Surya) que está en la Aldea Tla.

—Yo puedo salir, iré a la aldea y hablaré con la madrina, será una viaje de semanas por mis heridas.

—Si...puedes quedarte a sanar, cuando estés mejor podrás ir allá.

Al llegar a la aldea se sorprendió mucho de verla destrozada, sobrevoló todo el lugar y no hubo pistas, estaba a punto de darse por vencido pero un abrazo sorpresivo le hizo detenerse en el aire, allí Millena sollozaba, detrás de ella la reina y varias hadas venían.

—Sabía que vendrían, los demás sobrevivientes se han ido cuando atacaron. ¿Y Apocalypto?

Kensuke tuvo que decirles, la reina entonces había dicho que se mudarían al hueco, allí donde su futura reina está encarcelada. 

Y lo hicieron, llegaron allí y formaron una aldea, pronto Enya fue coronada y Brumilia pudo descansar en paz, fue una sorpresa ver que la Reina había muerto en la Aldea Tla pero había dejado una proyección de ella (su alma) para que su gente no perdiera la esperanza.

Entonces Kensuke salió, se enteró en sus viajes que la Santa había caído en un sueño para recuperar sus heridas, cuando quiso ingresar en territorios de la iglesia notó que había barreras que o dejaban entrar a demonios y ardían al toque, como mestizo no pudo entrar. Por el otro lado, Slith había sido nombrado Rey demonio al tomar la cabeza del anterior rey y que se había casado.

Los dejaron atrás, los traicionaron y ahora viven sus vidas.

Traicionaron a Tsuna y eso no se puede perdonar.

¡Tenían planes! ¡Unificación de las razas para que los mestizos como ellos pudieran vivir sin el temor de ser asesinados!

Y entonces Enya enfermó, no sabían de qué pero las cadenas ahora envolvían a cada hada del lugar, Millena temía por su madre, se había puesto muy débil.

—Mi hija, mamá sabe que serás una gran reina....—ella solo tenía doscientos años, todavía es una niña —Yul, llévame con Lypto, necesito hacer un último favor....

Ella ya no podía volar, sus alas coloridas habían sido comidas por la enfermedad. Kensuke la toma en sus brazos y despega, vuelan mirando el atardecer hermoso hasta llegar al arco de piedra.

Millena abraza el crista donde Tsuna está aprisionado y comienza a cantar en el lenguaje de las hadas, pronto su cuerpo brilla y miles de pequeñas llamas son absorbidas por el cristal, Enya ya no está allí. Llora porque Enya se sacrificó por Tsuna, llora porque Tsuna está frente suyo pero no puede tocarlo, llora porque Lypto no puede bajar la torre y llora porque su consuelo no es suficiente.