Capítulo 6: Y sigo dando pena con los cortes de mis muñecas.
Joder, a final de cuentas, sí desarrollé un apego emocional hacia Lars, pero no me malinterpreten: no es algo romántico, sino más bien, algo de amistad. Hace mucho tiempo que yo no tenía un amigo, encontrándome sumergido en la inmensa soledad de mi imaginación y yo, luego sentí esos cosquilleos, la sonrisa en mi rostro... cosas que, creo, nunca haber sentido antes, sin duda, extraño su compañía, aunque sea para hablar estupideces, la extraño.
"Cobarde, maricón, ¿acaso te enamoraste de un hombre?"
No, Zorra, dije que era algo amistoso, lávate las orejas primero antes de hablar mierda.
"No tengo cuerpo, imbécil. El tuyo es el mío, por tanto, lávatelas tú."
Me cagó con eso, maldita zorra, la odio.
"Kirk, tómatelo con calma, si logras acercarte a él, dar el primer paso, que sería conversar fuera del tiempo de la terapia, entonces, si logran tener una charla los dos y le aclaras todo lo que pasó, ya no te va a tener ese 'odio', vamos, ve con él."
Ahhh, no sé, L, estoy tan confundido...
Y así estuve, debatiendo con las voces de mi cabeza durante casi todas las clases, en serio, era algo que me superaba. Yo miraba al otro extremo en dónde estaba Lars, siendo molestado por esos idiotas... me daba pena, quería ayudar y no podía. No tenía el valor para nada, ni siquiera podía concentrarme en la clase, las putas voces, dios mío...
Me picaban las cicatrices de los cortes de mis muñecas, llevaba semanas sin herirme. Levanté, muy sigiloso, las mangas de mi suéter y me rasqué, eran sólo costras, pero picaba mucho. Cerré los ojos para silenciar todo mi entorno, me relajé pensando en sólo una cosa: mis cortes, joder, ya estaban secos y por más que rascara la costra, nada de sangre brotaba. Eso me frustraba mucho, no existía dolor alguno, sólo picazón que era rápidamente aliviada con tan sólo frotar mis uñas. No era nada del otro mundo.
Suspiré, abrí los ojos, me encargué de vigilar muy bien a este profesor con la mirada: estaba dando su clase con el proyector, toda la materia era presentada a través de un Power Point y él estaba sentado en su asiento explicando la materia, mientras que nosotros debíamos tomar apuntes. No prestaba atención a los alumnos.
Un pensamiento masoquista vino a mi mente, los gritos en desesperación por ambas voces me daban jaqueca, comencé a reír por lo bajo, no por algo gracioso, sino, de maldad. Introduje con cuidado mi mano dentro de mi pantalón, tratando de que no se viera de una forma tan sucia... algo por la cual James y mi madre siempre me llamaron locos... ¿por qué tener un bolsillo en un costado de tu ropa interior? Pues vale, ahí guardo una navaja, en caso de cualquier cosa, yo les dije que era para defensa personal y se lo han tragado muy bien por estos años.
L rogaba que me detuviera, que pensara positivo, mientras que la Zorra no paraba de burlarse en mi cara, con una risa tan malvada como la mía.
Me costaba, sin embargo, ignoré todo lo que me decían, cerré los ojos para mantener mi mente en blanco y concentrarme en las sensaciones que tendré ahora: abrí la navaja y la rocé mi despacio por las cicatrices, lo hice por debajo de la mesa para evitar sospechas. Abrí de a poquito los cortes, estremeciéndome al sentir pequeñas gotas de sangre brotar, sin escurrir, se secaban y el corte se veía más profundo, se sentía tan bien. Por ahora culpa de nada siento, en una media hora más seguro lloraré por haber hecho esta estupidez, no obstante... no me queda más que disfrutar.
Sonó el timbre para salir a recreo, mierda, todos los alumnos debíamos salir de la sala hacia el patio y no quedarse en las salas, como era invierno-primavera, nos permitían quedarnos al menos dentro de los pasillos internos para no morirnos de frío.
Aproveché de que era el recreo corto para correr al baño y encerrarme, volví a sacar la cuchilla de mi ropa interior y seguí cortando mi piel, sabía que me iba a quedar sin muñecas muy pronto así que subí aún más mis mangas para herir toda la zona del antebrazo, sin nada de compasión conmigo mismo, pasaba la hoja filosa con rapidez y agresividad, gimiendo en voz baja de dolor, ahora si sentía la sangre escurrir por piel, temblando por aquella sensación dolorosa y satisfactoria a la vez, también por la fría brisa azotando mi cuerpo.
Tocaron el timbre para entrar a clases, mierda, verdad que el recreo dura sólo diez minutos, joder, yo sigo desagrándome de forma bestial, no podía regresar así. Aparte... necesitaba más, más cortes, mierda, ¿por qué tengo que ponerme así?
Me aguanté el llanto y levanté mi suéter junto a mi camiseta, hice un parte de tajos en el estómago, gruñí porque sangraba más de lo que esperé, al igual que mis brazos, las lágrimas se desprendían de a poco, mi cuerpo estaba adormecido y me costaba ejercer fuerza para seguir cortando, mi rabia era mi único impulso para continuar denigrándome de esta forma.
Tosí varias veces, hoy no me abrigué lo suficiente y mi bronquitis estaba empeorando, y estar semi desnudo en el baño, perdiendo sangre como idiota, no ayudaba mucho.
Paré de inmediato al oír a dos inspectores hablando:
- ¿Cómo? ¿Alumnos fugándose de las clases? -dijo una.
- Sí -contestó otro-, siempre hay, en invierno no es muy típico por el frío, lo que me sorprende, es que me notifican que el que se ha fugado hoy ha sido Kirk Hammett, él durante sus diez años de estudios aquí, ha sido el alumno ejemplar, no lo hemos encontrado por ningún lado.
Oh, oh...
"Te pasa por maricón."
- ¡Cállate! -me tapé la boca, mierda, ¿habrán escuchado?
- ¿Oíste eso? Señorita, vaya a revisar el baño y yo revisaré el otro pasillo, ¿sí?
Mierda.
Guardé la cuchilla en su lugar, subí mis pantalones, ordené el resto de mis ropas, puta sangre no dejaba de brotar. Para colmo elegí ponerme un suéter blanco hoy.. AHHHH ojalá la sangre no penetre la camiseta y de ahí al suéter, porque o sino, cago.
Salí corriendo del baño, hacia el pasillo principal, mi corazón se detuvo tras el grito.
- ¡Señor, deténgase! -voltee a mirar y era la inspectora esa- Devuélvase por el mismo camino en que vino.
Fui en reversa, hasta regresar al baño, me percaté de... ¡Mis muñecas seguían sangrando y la sangre chorreó dejando un camino desde el baño hasta el pasillo! Ahora si estoy frito.
- Nombre.
- Kirk Hammett... -murmuré, cabizbaja.
- Ah, usted es el supuesto alumno ejemplar -me miró con asco-, ¿me explica porqué hace fuga de las clases?
No dije nada, estaba arrepentido ya de tanto corte, me dolía demasiado.
- Y segundo, ¿por qué usted va dejando un rastro de sangre?
Abrió los ojos como platos al ver mis manos ensagrentadas, las oculté tras mi espalda, con agresividad ella tomó ambos brazos, grité adolorido para que me soltara, subió mis mangas y admiró los cortes, suspiró e hizo una mueca.
- Acompáñeme a dirección, ni crea que lo dejaré ir como si nada al salón de clases.
De inmediato, me hicieron desvestirme hasta quedar en ropa interior para ver si tenía más cortes, hasta que me permitieron ponerme al menos mis jeans, sin camiseta y temblando de frío, una enfermera fue a curarme una por una las heridas, me aguantaba las ganas de llorar con mi corazón entero.
Volví a vestirme como de costumbre después de que llenaran de curitas, me confiscaron mi navaja.
- El manual de convivencia escolar decreta que alumno que cargue con un arma blanca o de cualquier tipo, será expulsado de inmediato.
Abrí los ojos como platos tras oír al inspector general decir eso.
- Pero como usted ha sido nuestro mejor alumno y no atentó en contra de nadie excepto usted mismo, no lo expulsaremos, pero si habrá una suspensión de clases por una semana, ahora mismo llamamos a su madre para notificarle del incidente.
Oh, no...
Joder, hacer salir a mi mamá antes del horario establecido implica un descuento considerable en la paga a fin de mes, seguro me va a matar por lo que ha pasado.
Ha llegado furiosa, firmó todos los papeles que decretaban que yo no podría asistir a clases hasta la próxima semana, me arrastró a la fuerza hasta llegar a casa, sin decir nada y con el ceño fruncido, cerró la puerta de un portazo y me dio una bofetada que me dolió hasta el alma.
- ¡Creí que ya habías aprendido la lección, cabro malcriado!
Hice una mueca, sobándome la mejilla.
- ¿Cómo eso de que te estás cortando la venas? ¿Qué mierda vas a conseguir con eso? Si de verdad quitarte la vida quieres, adelante, súbete al techo y salta, te estoy esperando.
Mordí mi labio inferior, reteniendo el llanto, ¿cómo era posible que mi propia madre deseara mi muerte? Lo peor, no era la primera vez que me venía con una mierda así.
- ¿Qué? Tan hombrecito para andar escapando de clases e ir a cortarte las venas, pero no puedes suicidarte. Por la mierda, Kirk, ¿cuándo vas a entender que la vida es hermosa? ¡Eres un idiota!
Me insulta, quiere que me muera y dice que la vida es hermosa, ojalá la que se muera seas tú, madre.
- Tantos niños en situación de calle que tienen una sonrisa en el rostro y tú, que lo tienes todo, ¿vas a andar llamando la atención como retrasado mental? Joder, vas a tener que ir al loquero, eres un idiota, aprende a razonar de una vez.
Limpié la lágrima que se me escapó.
- Loquero es la persona que cuida a un trastornado mental, no el lugar en que ayudan al enfermo, estúpida.
Otra bofetada más.
- ¿Cómo me llamaste, imbécil? -me eché para atrás, asustado- ¿Qué es lo que te está pasando? ¿No puedes ser un niño normal?
No quiero ser un idiota ignorante, discúlpame, estúpida.
- Ah, y te quedas callado, llorando. ¿No te atreves a afrontar tus problemas?
- ¡Cállate!
Salí corriendo en dirección a mi cuarto, en las escaleras, ella me agarró del cabello y tiró fuerte, yo tropecé y caí sobre los escalones. Me agarró del cuello de suéter y me miró directo a los ojos, llenos de furia.
- Eres igual de cobarde que tu padre -reprochó llena de ira.
Le escupí en la cara y me soltó, me pateó y la patada de la devolví, huí hasta mi habitación y me encerré a llorar, bloqueé la puerta con un par de muebles, ella golpeaba salvajemente la puerta.
- ¡Ábreme!
- No, maldita, ¡no soy mi padre para abrirte la concha y abandonarte!
Ups... me excedí con eso.
Encendí la computadora y coloqué música a todo volumen, nadie que me joda por ahora.
Cogí el cargador de la laptop y lo amarré al techo de forma que no pueda deshacerse el nudo, me subí sobre la cama, cogí el cable y lo fui enredando en mi cuello hasta ejercer una presión grande e hice el nudo.
"¿Qué estás haciendo? ¿En serio piensas en quitarte la vida?"
- Soy un idiota que se corta las venas, su madre quiere que se muera, no tiene amigos y habla con seres imaginarios, que vida más mierda es esa... -limpié mis lágrimas- Mejor ponerle fin.
- No lo hagas, hay mejores maneras de solucionar todo.
- L, entiendo tu apoyo y todo pero...
Percibí unas cálidas manos acariciando la zona baja de mi espalda, cerré los ojos y una respiración hacía cosquillas en el lóbulo de mi oreja.
- Kirk, debes ser fuerte, acabar con tu vida será una estupidez. Hay personas que les interesa tu vida de verdad, que van a llorar por ti... lo mejor será que soluciones tus conflictos, que seas fuerte en esta vida. Piensa que muchas de tus reacciones son las típicas de un adolescente, las cuales irán desapareciendo de a poco, debes tener paciencia.
Las manos terminaron dándome un cálido abrazo, lleno de seguridad y consuelo, me sentí protegido, querido.
- Debes seguir adelante, la vida es así: con altos y bajos, no importa lo que pase, debes tener la frente en alto, vas a llegar lejos, chico.
- L... gracias... -sollocé- nunca nadie me había dicho algo así...
- Kirk, se fuerte, hay personas que te quieren... ellos sufrirán si te vas... Por favor, quédate...
- Oh, L... -limpié las lágrimas que no cesaban.
- Lars regresará si tu hablas con él y le aclaras todo lo que pasó, pueden ser grandes amigos... él te ayudará a seguir adelante, créeme.
- Tienes razón... -sonreí- gracias.
Deshice el nudo y desamarré el cargador del techo, puse a cargar la laptop y me tumbé en la cama.
- Recuerda, Kirk, se duro de matar.
- Lo seré, L, lo seré -sonreí, mas tranquilo.
----
[Nota: Ayy, que triste todo :'v
Bueno, subí capítulo hoy porque ya tengo varios escritos y porque hoy es mi cumpleaños, ámenme(? :v
Ay, bueno, espero que les esté gustando la novela.
Besos y abrazos pa' todas ♥ ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro