Nota: Dedicado todas las personas que han leído esta novela, que me han dado apoyo ya sea votando o dejándome hermosos comentarios, o simplemente leyeron sin más, a todos ellos les dedico este capítulo.

Se lo dedico no sólo a los que han leído, sino, también a personas que quizás nunca leerán ésto y de cierta forma influenciaron mucho en la obra: a mi madre, a mis amigos que nunca me han fallado, a la psicóloga de mi escuela y la que me atiende de manera particular, a los que alguna vez me molestaron y tuvieron el valor de pedirme perdón, e incluso, los que me miraron raro cuando escribía ideas para esta obra en clases en vez de estudiar como yo debía hacer.

Cada uno aportó en algo, de manera directa o indirecta, se los agradezco mucho.

Aquí va el final, espero que les guste.

Besos y abrazos pa' todas ♥

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El proceso para adentrarme de a poco e integrarme finalmente a la sociedad fue duro, demoró años, sí, pero ha dado como resultado los frutos del arduo esfuerzo que hice yo con el apoyo de mis seres queridos y ah... pastillas, sí, muchas pastillas que a día de hoy, tras estar en un tratamiento intensivo de tres años y ocho meses, he dejado por completo de consumir.

Más o menos en el segundo año de tratamiento, regresé a un salón de clases lleno de alumnos, obviamente ya no estaba con Lars y me encontraba un curso más abajo porque, a pesar de que me consideren increíblemente inteligente, habían ciertas asignaturas que no estudié y debía reforzar más.

Metallica sacó su primer disco de estudio y nos mantuvimos lejos de los escenarios por bastante tiempo porque yo tomé la decisión de proseguir con mis estudios hasta el final, sin contar que yo necesitaba adaptarme al entorno social que alguna vez me derrumbó, no negaré que tuve algunos problemas a principio de año que se fueron resolviendo de a poco, porque claro, a unos chavales que son dos años menores que tú es muy difícil hacerlos entender que tienes un grave trastorno psiquiátrico y que te cuesta relacionarte con gente que no sean tus seres queridos.

Sin contar de que yo me negaba a toda costa a estudiar en una escuela de... "niños especiales", no sé, aunque me lo sugirieran una y otra vez, me forcé a mi mismo para mejorar.

Mi relación amorosa con Lars... fue mejorando de a poco, teníamos una que otra discusión estúpida que era solucionada de inmediato, nunca se hacía algo monótomo porque mis rutinas iban cambiando acorde mi tratamiento, cosa que casi siempre iba cambiando porque habían métodos que me ayudaban y otros me tiraban hacia atrás, probé de todo con tal progresar. Más o menos, casi llegando al tercer año de tratamiento, fuimos yendo más cariñosos con mayor contacto físico y yo me sorprendía porque ya no me desesperaba como en antiguas ocasiones.

En mi nueva clase tuve... "amigos" y amigos, compañeros e idiotas ineptos, no lo negaré, pero ninguno de ellos superaría a James o a Jason, que me demostraron lealtad ante todo momento sin importar cuántas diferencias hallamos tenido.

Aprendí que no todas las personas eran malas ni que todas eran buenas, sino, intermedias, que sólo debía confiar en unos pocos e ignorar a los que me perjudican, tomó mucho tiempo aprender también que no debo temer a los humanos, por fin estaba yo en la no tan cruel y dolorosa realidad, ahora era mucho más tranquila.

Controlar mis ataques tras tanto tiempo se me hizo relativamente fácil, ya no me angustiaba por cualquier cosa.

Hasta que... ah, al cumplir el cuarto año en tratamiento, me dieron la noticia más hermosa del mundo, porque, estuve muchos meses viviendo como un ser humano normal, me sentía normal y sano, me hicieron unos últimos exámenes y ¿adivinen qué? Tal como me sentía, tal como estaba: normal y sano, con secuelas pequeñas tras tanto dolor que... no afectarían a mi diario vivir.

Así es, Kirk Hammett venció tras cuatro años de batalla al trastorno esquizoafectivo tipo depresivo.

Me gradué de la escuela días después de que recibiera esa noticia. En mi discurso, hablé acerca de que fue un camino difícil, que muy pocas personas fueron testigo o son conscientes de las atrocidades que viví a tan corta edad y ni hablar de los pocos que me ayudaron en un principio, luego el número iba incrementando, que a pesar de tenerlo todo, aveces me decaía sin razón aparente.

Ahora, con diecinueve años de edad, una mente más o menos estable, con secuelas que no son nada notorias, me voy a la universidad para seguir mi futuro porque desde niño los estudios eran mi mayor prioridad. El amor también lo era pero venía después... Mi novio Lars fue muy paciente ante todo y saber que todo se había esfumado era lo mejor que podía pasar. Recibir y dar la noticia de que soy una persona normal era una maravilla utópica que me hacía llorar de felicidad por horas.

Dimos un par de conciertos más en Metallica, y sacamos otro disco más, no es que tuviéramos muchas expectativas, lo hacíamos más por hobbie y no por trabajo, porque fuera del estudio y los escenarios cada uno tenía una vida diferente.

Comencé relatando mi historia desde lo más bajo, que siempre estuve solo por muchos años sin ayuda, yendo a la deriva y empeorando mentalmente hasta que caí sumergido en lo más profundo de la locura. En cosa de un año yo estaba en la ruina total y tomaron cinco años para reparar todo eso.

Así que, todos aquellos que se dan por vencidos por estupideces, díganme: ¿se rendirán ahora que saben que yo pude mejorar? ¿Que sin importar nada salí adelante aunque sentía que todo el mundo iba a derrumbarme?

La vida es difícil, señores, uno nace débil y debe fortificarse por sus propios medios, unirse al sistema, porque más que intentes alejarte y mantenerte con la ideología de que no puedes cuando SÍ PUEDES, te hace caer más y más abajo, ¿recuerdan lo tonto que me ponía creyendo que todos me querían robar o pegar? ¿O que todos hablaban de mi y nada que ver? Todo comenzó porque a mi me molestaban en el colegio y en vez de decir que soy fuerte y enfrentarlos, preferí quedarme el dolor para mi mismo y llorar en silencio.

No sean tontos, si tienen un problema que les cueste resolver, busquen a alguien de confianza y cuéntenselo, buscar ayuda es lo esencial porque no todas las batallas se ganan solas, en ocasiones se necesita a alguien que te dé cierto apoyo emocional o moral para guiarte por el buen camino, porque no siempre tomamos las mejores decisiones aunque creamos que sean correctas. Una opinión llena de experiencias y sabiduría vale más que un intento en vano por querer huir de los dramas cotidianos.

Yo nunca creí que un par de bromas acabarían en una tragedia tan grande, ni tampoco creí que al llegar a esa tragedia, yo obtendría una solución definitiva. Me encontré sumergido en un mundo de fantasía, alucinando con cosas tan idiotas que yo juraba por reales, sintiendo miedo la gran parte del tiempo.

Cuando por fin comprendí, semanas más tarde de que me dieron mi diagnóstico, que yo tenía un trastorno muy grave, pude afirmar una sola cosa y era que el sueño es mi realidad. Oh, bueno, en aquellos momentos sí, el sueño era aquel mundo de fantasía y además, un sueño era recuperarme. Hoy en día me atrevo a decir que el sueño FUE mi realidad, sé que soy alguien fuerte que dejó de soñar hace rato para simplemente darse el tiempo de volver el sueño de mejorar en realidad. Que el mundo ese desapareció hace rato y que vivo en el mundo real, con gente real que no siempre va a querer herirme.

Tras tantos años luchando sin saber a dónde iba, logré hallar el camino indicado hacia la felicidad, al éxito total. Por favor, usen mi historia como una referencia a salir adelante, que todo problema solución excepto la muerte y por eso mismo, quitarte la vida no servirá de nada, lo ideal es atacar el problema desde adentro para acabar con todo de una sola vez.

Finalmente, deseándole un gran futuro lleno de momentos felices a todos quiénes me siguieron desde un principio o desde el medio o incluso el final, me despido de todos ustedes dejando por sabido que yo ya estoy bien y no les miento, me despido porque no vale la pena seguir contando cosas sabiendo que por fin he hallado la paz.

Kirk Hammett... se despide.