Capítulo 36: Amoríos en Metallica.
Que bueno que el asunto del "cyber-bullying" logró ser detenido de inmediato. Bloqueé de todas mis redes sociales a Stella y a sus esbirros -amigas, chupa tulas, sirvientas que le hacen caso en todo-, desde entonces, ni un sólo mensaje pesado me ha llegado. Mi madre revisa muy bien mis redes sociales, lo que publico, y a quiénes le hablo. No me hago mayor drama por eso, al principio sí, pero acabé comprendiendo de que está en el derecho de saber qué cosas hago yo porque hasta el acto más mínimo puede afectarme o al menos eso es lo que medio mundo me dice.
Debo acatar a cada orden médica que me dan, aveces me siento algo oprimido, no lo niego, entonces, debo hacérselo saber a los que me rodean para cambiar esa orden por una que me convenga a mi condición.
Por cierto, ni crean que Metallica se ha conservado como una banda de sólo covers, los fines de semana, cuando no tienen que estudiar los chicos, olvidé mencionar que... nos juntamos para ensayar. A día de hoy tenemos un par de canciones originales escritas, las cuales presentaremos el último día de clases -y no falta mucho para eso-, muy preocupados ellos estaban no obstante les dije que podría hacer lo de la otra vez: ocultarme tras la cortina para evitar un ataque de pánico. La primera vez resultó, veamos si ahora que me encuentro más tranquilo resultará.
En cuanto a los fantasmas, no sé qué les habrá picado, me han dicho que no me preocupe y lo hago de tal forma, ¿por qué tan callados? No es que me ignoren por completo, al menos, K y La Zorra parecieron irse, no estoy seguro del todo aún, aveces los veo en mis sueños pero no los he vuelto a ver, ni susurrarme cosas. Los estudiantes y los niños no están burlándose de mi, una que otra conversación tienen entre ellos. Los demás seres fantasmagóricos se mantienen en silencio.
Es como si me ignoraran. No sé, qué loco todo. Quizás se van a dormir, no estoy seguro de nada, no lo sé.
En cuánto mis estudios voy muy bien, las psicopedagogas me suelen felicitar con frecuencia ya que creen que soy muy inteligente.
¿Y cómo voy con Lars? Caliente. Ah, no, que no... Bueno, sí y no. Mejor les explico qué ha pasado hoy para que dejen de mirar con cara confundida, sé que lo están haciendo, por eso lo digo.
Hemos sido muy precavidos, como máximo nos besamos una vez a la semana aunque nos lo nieguen, tampoco es de forma muy apasionada, un poco de roce y ya está. Como máximo logro apoyarme en su hombro y que él acaricie mi espalda, nada más, era la única manera de demostrar cariño que teníamos en forma física.
En tres semanas más él tenía los exámenes finales y me ofrecí para ayudarle, sin contar de que teníamos con Metallica una pijamada en la casa de Lars, entonces... hoy que era un fin de semana, a las dos de la tarde, él me pasó a buscar para llevarme hasta su casa, obviamente, yo llegaba mucho más temprano que los chicos para que los dos podamos estudiar en tranquilidad. James y Jason llegarían como a las cinco.
Con sólo leer un poco los libros de las asignaturas, logré quedarme al día con respecto a la materia que yo no he pasado, entonces, fui explicándole a grandes rasgos para que al menos aprobara raspando las asignaturas.
Algo que debo confesar: me da mucho miedo la madre de Lars, que sabe muy bien mi condición mental, no podía dejarnos solos por más de media hora, solía entrar sin tocar a la puerta para preguntar si yo estaba bien, que si me había tomado mis pastillas, que si veía algo extraño o si me sentía enfermo, cualquier cosa, también cuestionaba si Lars me estaba besando o manoseando para que ella lo regañara. Joder, que mal rollo daba, en serio...
Eran más de las cinco y los chicos no llegaban, teníamos música a un volumen moderado ya que mi "suegra" quería estar segura de que no hiciéramos nada sucio, lo que me incomodaba bastante. El aburrimiento comenzaba a llegar y mentalmente eso me hacía mal, Lars trataba de entretenerme con bromas y cosas de ese tipo, hasta que eran las seis y media y los chicos continuaban sin dar rastros de vida. Los llamábamos, no contestaban.
Finalmente, mi "novi-amigo" cogió mi mano y me llevó fuera de la habitación, le advirtió a su madre que estaríamos en la... "sala" -lugar que hasta ese día desconocía por completo-, que por favor, ella no fuera a interrumpir porque estaríamos esperando a los chicos y que en caso de cualquier cosa, yo avisaría. Muy dudosa, mi suegra accedió.
En el patio trasero, había una especie de casucha aparte a la casa de Lars, entonces, nos metimos a esa casucha que no tenía ventanas y la puerta parecía un bloque gigante, no había ningún rayo de luz allí dentro. Con suerte había una ampolleta ordinaria que Lars encendió. Mi mirada se centró en una enorme batería con siete toms, un snare, dos bombos y cinco platillos: dos china, dos ride y un cymbal. Mis ojos parpadearon varias veces ante tal maravilla.
- El pequeño juguete que usa James no se compara a esta maquinita, eh -alzó las cejas y asentí maravillado-. ¿Te gusta?
- Me encanta... -murmuré a su vez que caminaba adentro de la habitación y él cerraba la puerta de golpe, lo que me hizo dar un salto en impresión.
- Disculpa -sonrió y señaló el entorno-. Es una habitación a prueba de sonido, así que... como mi madre trate de ponerse tras la puerta, no oirá nada.
- ¿Qué me insinúas? -crucé los brazos sin estar molesto- ¿Me tienes que contar algo muy importante o...? -me quedé a medias, para que entendiera a qué me refería.
- Sí y no, los dos, sí pero no.
Le contemplé confundido.
- Nada... -suspiró- Sabes, dudo que los chicos me dejen incorporar ésto que he compuesto para las canciones, sin embargo, me gustaría mostrarte lo que hice, ya sabes... Algo así como... te lo dedico porque sé que nadie más va a querer oír ésto.
Reí un poco, cubrí mi boca y sentí como mis mejillas se sonrojaban de a poco.
El tomó asiento en el piso que estaba frente a la batería y comenzó a tocar algo que... era complejo y a la vez no, impresionante, muy potente y rápido.
Doble bombo por varios tiempos, un golpe a los toms. Doble bombo por varios tiempos y luego un golpe a los toms. Así sucesivamente hasta que después era mucho más rápido y se incorporaba un golpe adicional a los platillos en dos tiempos.
No me considero un gran sabiondo con respecto a este instrumento pero algo entendía.
Me he quedado flipando, en serio, era algo increíble, ¿por qué se supone que los chicos rechazarían tal idea impresionante? Al finalizar, volteó para mirarme directo a los ojos y posó ambas manos en sus caderas, con una mueca bastante floja, sin mostrar mayor cansancio.
- ¿Qué dices?
- Es... impresionante... -opiné boquiabierto- No... ¿por qué los chicos rechazarían esa idea? ¡Es genial! Te lo juro, es tremenda, es... -me quedé en silencio porque estaba hablando demasiado rápido.
- James dijo que "nada de solos de batería", entonces... Ah, me jodo -rodó los ojos-. Es un gusto que te agrade, porque pensé en ti cada momento en que componía eso -volví a sonrojarme y él fue acercándose cada vez más a mi, no hice nada por apartarlo, aunque no solemos estar muy apegados a decir verdad-. Te noto algo tenso, ¿estás bien?
- Sí, sólo que... estoy flipando aún... -confesé, tragué saliva con muchos nervios al sentirlo tan cerca de mi rostro.
- ¿Quieres que te enseñe a tocar eso?
Parpadeé varias veces.
-... ¿qué?
- Que si quieres que te enseñe a tocar eso. No sé, quiero hacer tiempo hasta que lleguen los chicos...
- Um, vale... Aunque nunca he intentado tocar ni he cogido unas baquetas en mi vida.
- No importa, yo te ayudo -sonrió con calidez y tomó mi mano, guiándome hasta sentarme frente al enorme instrumento.
Me entregó sus baquetas y yendo mi lento, me hizo presionar un sólo pedal del bombo y luego golpear un tom, yendo lento, me costaba mucho en realidad, nunca he sido alguien muy "sincronizado" por decir así con mis extremidades y esas cosas. Entonces, costó bastante para que yo fuera en los tiempos correctos y una velocidad más rápida, todavía con un sólo pedal y sin llegar a la velocidad a la que Lars fue originalmente.
Hasta que me cansé, sí, suelo darme por vencido de forma fácil.
- No estuviste tan mal -posó su mano sobre mi hombro-. ¿Quieres que te dedique otro solo? -asentí, emocionado- Vale, hace un par de días que lo saqué así que disculpa si fallo en algunas partes, posiblemente sea la mierda más difícil que haya tocado en mi vida... -reímos un poco y dejé que ahora él tomara el control- Espero que te guste... -me lanzó un beso e hice como que lo recibía con mucho gusto.
Con mucha atención traté de descifrar qué canción era tan compleja y no había mucho que debatir al respecto, aquel solo de batería legendario me halagaba muchísimo que él me lo dedicara.
Moby Dick de Led Zeppelin. Compleja, larga e impresionante. Las personas que no son verdaderos amantes de la música jamás comprenderán lo hermoso que es que te toquen exclusivamente para ti una pieza de arte musical como ésta.
Desde el principio hasta el final, esforzándose al máximo en que todo saliera espectacular. Por poco y se me salen las lágrimas de emoción, joder, que sentimental me puse, en serio, era demasiado hermoso todo.
Agotadísimo y jadeando, Lars arrojó lejos las baquetas, me hizo señas para que me acercara. Eso hice, volvió a hacer señas para que me acercara más. No hice nada y señaló su regazo para que yo me sentara allí. Muy nervioso porque hace meses que no hacía eso, me senté allí tratando de que no sea algo tan... sexual.
Admiré sus hermosos ojos verdes brillando, mirándome sólo a mi... él acarició mi mejilla con delicadeza, nos sonreíamos enamorados, me asusté un poco al principio porque se echó para atrás con el piso, balanceándose. Yo me aferré a él en caso de que nos cayéramos pero sólo fue para que él pudiera alcanzar el interruptor de la luz y lo presionó para que quedáramos a oscuras. Ni un solo rayo de luz entraba a la habitación, oscuridad total que me asustó bastante.
No pude evitar estremecerme cuando colocó el piso en su lugar, aunque más tarde sonreí al percibir sus brazos alrededor de mi cintura.
- Ahora si te digo lo que tengo que contarte... -susurró en mi oído- Aunque no te niego que me preocupas ahora, ¿estás bien?
- Creo que... no sé, pueden venir... los fantasmas, en la oscuridad suelen...
- Shh... no vendrán, sólo estamos tú y yo aquí, ¿vale? Nadie nos va a interrumpir, no mientras yo esté con vida para protegerte.
- ...¿estás seguro?
- Más seguro que nunca.
Sin poder ver mucho que digamos, nos las arreglamos para que nuestros labios se unieran en un beso un tantico forzado, de roce nada más.
- Estamos contra las reglas... -musité sobre sus labios- Ya nos besamos esta semana, ¿recuerdas? -me separé un poco y reí.
- Oh, claro que lo sé, recuerdo ese beso con mucha nostalgia como si hubiera sido hace muchos años...
- ¿Podrías decirme qué es lo que anhelas contarme?
- No es nada del otro mundo, querido, te amo. Eso es todo. Te amo y quiero besarte, no una vez si no muchas y de manera lujuriosa, acariciarte para más tarde hacerte de mi propiedad hasta que nuestros cuerpos no resistan más.
Mis mejillas ardían en calor por esas palabras que susurraba en mi oído, palabras sucias y románticas, sólo Lars podía ser lo suficientemente directo y sutil para que resultara en una hermosa sinfonía.
- ¿Sabes lo peligroso que es, Kirk? Mucho, no quiero hacerte daño, por eso te he traído aquí porque mi madre no me interrumpiría estando yo en mi preciado instrumento musical, ¿no es así?
Esbocé una ligera sonrisa.
- Podríamos... -sugerí e interceptó.
- No... bueno, ¿podemos besarnos al menos? Lo otro... no sé, es que la última vez te causó muchos problemas, no quiero...
- Hagámoslo.
- Um, vale, a ver qué se puede hacer...
Sonaba impaciente y nervioso, al igual que yo, no era como antes que sin miedo iba y me tocaba. Ahora... fue mucho más tímido, cariñoso, acariciando la parte baja de mi espalda y mis caderas con suavidad. Sus labios volvieron a unirse con los míos, siendo delicado, muy delicado. De a poco fue introduciendo su lengua en mi boca y juntó la suya con la mía, en una lentísima danza apasionada. Al principio se me hizo incómodo, no sabía como mover la lengua y creo que hice el ridículo por varios segundos hasta agarrar un buen ritmo. Íbamos yendo mucho más apasionados, necesitados de más, sus manos fueron para agarrarme el culo de una y di un salto porque no me esperaba que fuera así de acelerado. Gemí en su boca y me forcé a mi mismo para continuar con eso, ¿por qué "forcé"? porque me daba nervios, cada caricia y agarrón que me daba me hacia excitar, lo cual conllevaba mucha desesperación, jadeos y otras sensaciones extrañas.
¿Y saben qué significa tener esas sensaciones extrañas? No placer, sí traumas, si miedo, si alucinaciones, sí... lo negativo.
- Hmmnn... -gemí en incomodidad, separándome de sus labios y traté de captar aire, joder, la misma sensación de cuando fumaba con mucha frecuencia- para, para... -titubeé- no lo estoy, um...
- ¿Disfrutando? Oh, vale, lo siento... creo que no debí ir tan rápido contigo... -sonaba un poco decepcionado.
- Este... ¿podemos tratar de nuevo? -insistí, no quería dejarlo así.
Menos sabiendo lo... duro que él estaba en aquellos momentos, sí, lo podía sentir debajo de mi, quizás eso era lo que más me excitaba de todo. Joder, como mi o su madre se enteren de ésto, nos matan...
- Es que... ya lo intentamos, o sea, si con tan sólo agarrarte allá abajo te desesperas, bueno... no resultará si meto mi cosa adentro tuyo, ya sabes a qué me refiero...
- Ah, pero... podríamos, ¿cómo lo digo? -el hecho de que mi estómago se revolviera complicaba todo- Eh... hacer cosas... así pero no tan "así", no sé si me entiendes...
- ¿Follar pero sin follar?
- Sí, eso... ¿crees que podemos...?
- Um, déjame pensar... -hubo un silencio prolongado- Podría ser, sólo que tú no obtendrías de ninguna forma placer y eso no me gusta, pero tampoco puedo darte placer ya que te estaría hiriendo, joder, menudo dilema que tenemos.
- Es ésto o nos separábamos para siempre -reproché con un suspiro-. Me da igual, es que... no quiero dejarte así con ganas de...
- No, no importa, Kirk, quizás en algunos meses más estés mejor de la cabeza y podríamos...
- No, es ahora o nunca, es la oportunidad y punto. ¿Vale? -ahora yo sonaba mucho más molesto, vaya, el litio aveces me ponía gruñón, no lo niego.
- ¿E-en serio? Ah, vale, prometo ir despacio para no dañarte, ¿sí?
- Está bien...
De la nada sentí el sonido de un cierre abrirse y sentí su... cosa, contra mis caderas. Un poco nervioso, acurruqué mi rostro en su hombro y permití que todo lo que él quisiera que pasase, que pase de una jodida vez.
Me abrazó con mucha fuerza y besó mi mejilla, con suma lentitud fue moviendo sus caderas, frotando su miembro erecto contra mis caderas. No era una sensación incómoda, tampoco era algo que hacía desesperarme, me relajaba bastante la verdad, sobretodo porque le oía suspirar en mi oído mientras me recalcaba lo mucho que me amaba, que quería estar junto a mi por toda la eternidad, que yo era su todo, que estaría para mi en todo momento... cerré los ojos dejándome llevar por la corriente y que ésta me llevara a donde Lars quisiera, un lugar seguro para mi, en dónde no habrían más daños y él me protegería de todo monstruo que quiera atacar en mi contra.
Aquellas hermosas palabras de amor pronunciadas se mantuvieron pegadas en mi memoria, rebotaban en mi mente encantadoramente hasta que... Joder, tuvimos que parar lo que hacíamos porque...
- ¿Lars, por qué tienes tan oscuro acá? -oímos a su madre decir mientras abría la puerta.
El pulso cardíaco suyo se aceleró al igual que el mío, gracias a dios no encendió la luz.
- Ehh... -vaya, el pobre estaba re emocionado todavía allá abajo, lo sentía muy duro, más que nunca diría yo y se nota que hizo un esfuerzo por no jadear- Nada, nada... ¿pasó algo, mamá?
- No, sólo venía a ver si necesitan algo, nada, ¿verdad? ¿James y Jason aún no llegan?
- Uh, pues no... en cualquier momento llegarán, en todo caso. Mamá, no te preocupes, estamos bien, eh... ¿puedes irte y dejarnos a solas un ratito? Juro que no hacemos nada malo.
- ¿Seguro?
- Sí...
- Ok...
Cerró la puerta. No pudo haber oportunidad de que nos viera porque estamos en otoño, casi invierno, ya saben, finales de Noviembre y a esta hora ya está oscureciendo. Muy buena ventaja para nosotros que no vio la extraña situación en que estábamos metidos.
- ¿Lars...?
- ¿Um...?
- ¿Vas a seguir o...?
Me calló con un beso. No creí que la falta de sexo lo pusiera de esta forma, bueno, Carla me explicó hace un tiempo que es muy común que mi apetito sexual disminuya bastante al consumir antipsicóticos, mientras que Lars es alguien hiperactivo medianamente controlado, tiene mucha energía y necesita gastarla en... ya saben. Somos polos demasiado opuestos entre sí. El simple hecho de que logremos sobrepasar estas grandes barreras significa mucho para mi.
Hicimos como si esa interrupción no sucedió y volví a acurrucarme en su hombro, sintiendo su tibia mejilla rozando con la mía, joder, él estaba gimiendo de nuevo, se esforzaba por no mover de manera tan salvaje sus caderas, pero sí frotaba duro, lo sentía y me relajaba saber que él lo disfrutaba entretanto yo estaba pacífico en sus brazos.
Las palabras de amor regresaron junto a juramentos que no resultarían en vano, besos delicados, suspiros delirantes y pequeñas caricias en mi espalda, cosas que quedaron grabadas en mi memoria y no olvidaría jamás, momentos como este que cambian tu vida, segundos que parecen horas u horas que parecen segundos, los dos casos se fusionaban y acababa todo en una extraña mezcla llamada: "estar enamorado".
Un movimiento muy brusco nos hizo a los dos caer al suelo, mierda, que dolió aún así, Lars que me retuvo en sus confortantes brazos, prosiguió su labor de demostrarme su amor, aumentando la velocidad de a poco, los gemidos se hacían un poco más fuertes también. Me manoseaba con desesperación, vale, lo tenía justo donde quería, en su límite...
- Uhh... Lars, no tan... -no pude evitar decir en un gemido algo satisfactorio y nervioso al mismo tiempo, tenía miedo de estas sensaciones raras que antes me encantaban, a día de hoy sólo me traen dolor, por ello no quería ir más allá.
- Joder, Kirk... que me voy a... -muy desesperado, más que las otras veces en que hemos mantenido relaciones de este tipo.
- Córrete -ordené y mordí mi labio inferior-. Córrete por mi -volví a cerrar los ojos para tratar de relajarme un tantito.
A los pocos segundos después él gimió mi nombre en voz alta y sentí como tenía espasmos tras alcanzar el clímax. Nos quedamos en el suelo, yo sobre él y apoyado en su pecho, él estaba cansadísimo.
Bueno, ¿cómo no? Tocó Moby Dick y luego restriega su pija contra a mi como si el mundo dependiera de aquello, yo ni en puta broma resistiría toda esa presión.
- Te amo -admití-. Aunque nuestras madres nos matarán cuando Carla les cuente de ésto... ha valido la jodida pena -sonreí, encantado.
- Ni me digas... -entrelazó sus dedos en mis rizos y comenzó a jugar con éstos- Qué mejor prueba de amor es dejar que yo te haga ésto sin lastimarte, maldita sea, Kirk, te adoro.
Nos dimos un corto beso en los labios y...
¿Por qué la vida es tan cruel?
La puerta se abrió y el interruptor fue presionado, por lo tanto: la luz se encendió y se dejaba a la vista la pornográfica escena nuestra para las dos personas que entraron a la habitación.
- ¿Pero qué...? -James se quedó a medias, impactado al vernos en el suelo y en el caso de mi "novio", a medio vestir.
- Ah... ¿interrumpimos algo? -Jason interceptó, igual de impactado que el rubio, sin quitar la mirada de nosotros.
Oh, oh... Creo que la hemos cagado.
No sé, ¿ups? ¡¿Qué mierda hago?!
----
Nota: OHHH :0 dejo esta nota no más para decir que ya vamos por la recta final y quedan 4 capítulos solamente ;-;
Díganme, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Demasiado explícito o está bien? ¿Les está gustando el rumbo final de la novela?
Besos y abrazos pa' todas :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro