Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30: Do you love me?

No saben lo genial que se me hace ahora tener amigos, no uno, sino dos. Éramos un grupo de metaleros que adoran la buena música, con personalidades muy opuestas entre sí pero que lograban llevarse bien. James y Jason se mostraban muy amables conmigo, durante esa semana de suspensión de clases, siempre me preguntaban si comí, me duché y dormí bien. No siempre esas respuestas eran positivas, todavía no me acostumbraba del todo a esas cotidianas rutinas. Aparte, teniendo a muchos fantasmas que te ordenan que hagas lo contrario... era re complicado todo.

Créanme que poco a poco fui abriendo los ojos para mantener ambos pies en la realidad, me refiero a estar sin fantasmas, seguía viéndolos aveces, aunque no me hablaban siempre a mi, sólo cuando me daban las crisis de pánico o cuando planeaban molestarme, ya no era algo de todo el rato.

Fuera de eso... sólo confìo en mis amigos de carne y hueso, los demás humanos... seguía sintiendo asco hacia ellos, no lo sé, dan muy mal rollo. Los chicos me vienen con cosas de que son buena gente o que no sea tan pesado pero es la verdad, me dicen perseguido también. ¡No soy perseguido! No más me preocupo de mi mismo, ¿a que si tienes a todo el mundo en tu contra y con ganas de matarte no te sentirías extraño todo el rato?

Ni en mi casa me siento bien, porque tengo el miedo de que algún picado que quedó después de mi pelea con James, vaya a mi casa a robarme o pegarme, no lo sé, en los dos casos me asusto un montón.

Pero, ya, fuera de mierdas, es mejor contarles el asunto con Lars, ¿recuerdan el asunto de que íbamos a reencontrarnos? Pues vale, tuve que pedir un consejo a mis amigos en el recreo -vaya, eso suena tan digno de una persona normal, voy progresando, creo-, y ésto sucedió:

- Lars era tu novio, ¿no? -me le quedé mirando impactado a James, estábamos sentados en el suelo del patio, yo no recordaba haberle dicho nada de mi relación con...

- Ahh... James... -murmuré, nervioso, sabía que él era homofóbico y eso me perjudicaría aunque creí que Stella pudo haberle contado acerca de la foto, no lo sé, es que sigo temeroso con ese tema.

- Newkid me contó todo por whatsapp, aunque igual te venía viendo medio amanerado de hace tiempo... -miré feo a Jason y luego suspiré- Marica... -dijo y luego rió- Nah, no creas que te odiaré ni nada, anda, cuéntanos que pasó con él ahora.

- Es que...

- ¿Te volvió a hablar? -asentí ante las palabras de Jason- Anda, ¿qué te dijo ahora?

- Que quería que nos juntáramos hoy después de clases...

- ¿Remember? -preguntó James y le contemplé confundido- Que se junten para besarse y esas cosas -negué, un poco decepcionado-. ¿Culember, entonces? -volví a mirarlo así- O sea, que se juntan para foll...

- No creo -le interrumpí hablando muy rápido-. Nunca tuvimos relaciones, menos las tendríamos ahora -traté de mentir un poco.

- ¿Seguro? -ambos posaron una mirada picarona en mi, lo que hizo que mis mejillas se sonrojaran.

- ¿Qué te dijo exactamente? -prosiguió Jason.

Opté mejor que escucharan el audio completo y luego...

- Cuando menos te lo esperes -adviritó Hetfield con una sonrisa burlesca-, te va a chantar el paté y te va a quedar gustando.

Mientras que Jason hizo un facepalm épico.

- No quiero hacerte enojar, Kirk, pero este idiota tiene razón.

- Te juro que... ¡No! -cubrí mi rostro rojo de vergüenza- ¡Sólo vamos a conversar, lo juro!

- Kirk, conozco a los hombres, más de ese naturaleza como ese imbécil -se explicó James-. Ese mensaje fue una manera indirecta de decirte: "Hola, mi novia actual no me deja todavía metérsela, ¿puedo metértela a ti para quedarme satisfecho?", se nota a kilómetros lo que quiere.

- Eso es verdad, Kirk, hazle caso a James.

- No sé, Jason, no sé... -hice una mueca- ¿Qué hago? Estoy confundido, no sé qué hacer...

- Jason, no sé qué le dirás tú pero yo me limito a decir: Si quieres que te llenen el culo de leche, adelante, ve con él. Si quieres mantener la virginidad de tu retaguardia, mejor asegúrate de que apenas toquen el timbre para salir de clases, tú salgas corriendo.

- Ahh... James está casi en lo cierto, no hay forma de refutar de que Lars sólo quiere... - formó un círculo con la mano izquierda y adentro de éste metió un dedo de la mano derecha- Ahora, si tan desesperado que haz afirmado estar por volver a verle, entonces, ve, eres libre de hacerlo.

- Uhh... -hice una mueca- ¿Creen que él sienta algo por mi ahora que me ha llamado a mi siendo que podría follar con su novia? -ambos negaron. Eso me dolió mucho- Oh... ¿y si sólo quiere conversar?

- Kirk, no te dejes ilusionar por ese imbécil, es poco probable que te llame para eso.

- Um... creo que tienen razón...

Realmente me dejaba muy dolido todo eso. De todas formas, yo continuaba desesperado, aunque sea sólo para follar, yo me arriesgaba a lo que sea. Deseaba de manera alocada tener a Lars, así que.... que ocurra lo que tenga que ocurrir.

A la salida, espere demasiado impaciente a Lars fuera del salón de psicopedagogía, no me atrevía a entrar por nada del mundo porque no quería ver a la señora y que me preguntara porqué ando tan raro, seguro se iba a burlar de mi o qué sé yo. Cuando él salió del aula, nos quedamos mirando por mucho rato, sin decir nada, era demasiado incómodo para funcionar. Optamos por chocar el puño solamente.

- Así que... ¿iremos a mi casa? -asentí, con mi estómago revolviéndose de manera horrible. Tenía ganas de vomitar ahí mismo- ¿Tu madre sabe que vas a ir? -negué, nervioso- Ah -sonrió-, la mía tampoco -rió un poco-. Vamos, entonces.

Asentí, percibiendo como la ansiedad me comía vivo.

Fuimos caminando a pasos de caracol fuera del colegio, no habían alumnos. Todos se habían ido ya a sus hogares. De la nada, en medio del trayecto, él saca una cajetilla de cigarros, sacó uno y se lo mete a la boca, topamos miradas.

- Sé que eres alguien sano, de todas formas... ¿quieres? -me ofreció y asentí- Ah, no creí que...

Se quedó en silencio, cogí un cigarrillo y lo metí a mi boca, saqué un mechero para enceder el cigarro, le ofrecí a Lars y encendí también el que estaba en su boca. Guardé el implemento en mis bolsillos. Proseguimos caminando mientras íbamos en completo silencio, fumando. Yo sabía fumar como una persona normal, y no querrán saber la tentación que tuve por querer ahogarme porque, a final de cuentas, es por ello que opté por fumar. No obstante, esa ocasión tuve que conformarme con disfrutar del amargo sabor de la nicotina.

- No sabía que fumabas... -murmuró, luego botó la colilla del cigarrillo y la pisó, continuamos caminando. Me limité a sólo asentir.

Tenía miedo de responderle, decir algo que no le guste y que me odie. Amaba este estado, neutro. En donde no me ilusionaba ni tampoco me hería, era perfecto. Llegamos a su casa, él echó varios vistazos por las habitaciones hasta decirme:

- Hala, al parecer estamos solos... Que curioso, ¿no? -sonrió con perversión y recordé lo que me dijo James. Oh, oh...- Bueno, vamos a mi habitación o... ¿Tienes hambre? Podemos comer algo primero y de ahí subimos, no sé, me da igual a mi... ¿qué dices tú?

- Um, sabes... mi madre sale temprano del trabajo, creo... Mejor que me digas de una vez lo que querías decirme, no quiero malgastar mi tiempo contigo.

Vaya, sonó más pesado de lo que creí que sonaría. Aunque esa era la verdad. Lars parpadeó un par de veces, anodadado.

- Uh... vale, entonces subamos.

- ¿No puedes decirme aquí? -negó- ¿Por qué? -cuestioné, mucho más cabreado.

- No es lo mismo aquí, que allá... Allá hay más privacidad, ¿vale? Pero si no quieres, entonces mejor que te vayas porque yo tampoco pienso en malgastar mi tiempo.

Ay, eso me dolió, hice una mueca en decepción.

- Vale, subamos.

Una vez que llegamos a su habitación, cerró la puerta con seguro y suspiró.

- Disculpa el desorden... -señaló la cama sin hacer y la ropa tirada en el suelo- Y disculpa si te estoy quitando tiempo, Kirk, es que... -suspiró de nuevo, se le veía bajoneado- estoy preocupado también, si Stella se entera de que estás tú aquí, uuhh... Me mata.

Rodé los ojos en disgusto y crucé los brazos.

- El punto es que, yo quería decirte que... Umm, bueno, aunque me cueste caro, te traje para acá porque te extraño mucho, demasiado. Necesito tenerte a mi lado un rato y así podría tranquilizarme o sino, voy a explotar.

No dije nada, sólo mantuve la mirada fija.

- ¿Me darías un abrazo? -extendió ambos brazos, no di ningún tipo de respuesta, me mantuve neutro.

Oí como muchos me gritaban que no y que si lo hiciera, algunos conversaban de cosas nada que ver, me ponía más nervioso. Al final, acabé cediendo antes de que los nervios me mataran. Forcé una sonrisa y me acerqué a él para darle un abrazo. Él me lo devolvió y nos mantuvimos de esa forma., nos miramos a los ojos y nuestras respiraciones comenzaron a unirse.

- Te quiero... -susurró con una leve sonrisa.

- Yo también... -respondí, con una sonrisa de enamorado.

Sin darnos cuenta de nada, ya teníamos nuestros labios unidos de manera muy apasionada, las leves caricias que nos hacíamos, joder, cómo extrañaba ésto... Sus labios bajaron a mi cuello, sentí una fuerte presión contra uno de los cortes, además de qué él acariciaba mi espalda mutilada sobre la ropa, lo que me hizo soltar un gemido, no de placer, sino, de dolor. Se percató de aquello y se quedó mirando los cortes de mi cuello, hizo una mueca y con mi cabello los tapó. Se me hizo muy incómodo eso. Volvimos a besarnos en los labios y él fue retrocediendo, como yo no quería cortar el beso, lo fui siguiendo hasta caer en su trampa.

Acabamos recostados en su cama, él cogió las mantas y nos cubrió hasta arriba. La habitación se veía oscura porque las cortinas estaban cerradas y estar entre las mantas hacía que mis cortes no se vieran, lo que hizo que la acción lujuriosa prosiguiera. Más y más besos, él me fue despojando de mis ropas, acariciaba mi piel con el sumo cuidado de no tocar los cortes, me excitaba, me encantaba. Ya no se mostraba tan tímido como nuestra primera vez, se le veía más decidido con sus acciones, no tenía miedo a tocarme. Y yo no mostraba miedo a que me tocara -en realidad sí, aunque ni idea porqué-, yo lo deseaba como nunca antes, este momento rogué para que ocurriera..

Una vez que comenzó a embestirme, me di cuenta de que ya no se trataba de un sueño, era algo real, aquella sensación de satisfacción, combinada de besos, gemidos y suspiros ahogados en desenfreno... Maldita sea, era demasiado genial para ser real y aún así, lo era.

PERO todo lo bueno se jodió con...

Sonó el celular de Lars y él se detuvo, prácticamente salió corriendo a contestar afuera de la habitación para que supuestamente yo no escuchara, aún así...

- Um, sí, amor, estoy solo... ¡No! No puedes venir.... No, no te estoy engañando, linda, sabes que sólo a ti te quiero, sí, sí, a la noche paso a tu casa... ¿Eh? Vale, me quedaré a dormir, ay, obvio... ¡Te amo! ... No, yo más, ¡yo más, dije! ... Ahh, corta tú... No, tú... Vamos...

Estaba siendo utilizado y lo sabía desde un principio, de todas formas, yo me dejé utilizar, dejé que me usaran como un juguete para que luego me desechen. Mordí mi labio inferior mientras temblaba de frío en la cama de Lars, la pasión del momento ya había muerto, me sentía demasiado decaído. Al rato, que pareció eterno, Lars regresó y se recostó a mi lado.

- ¿Seguimos con...? ¿O prefieres dejarlo?

Rogaba por decir "no", no podía soportar el sufrimiento ahora, temía con que en cualquier momento los fantasmas llegarían para molestarme y me dolía tanto el corazón, que me estaba ya aguantando las ganas por llorar.

- No podemos dejar a medias lo que empezamos -forcé una sonrisa temblorosa, esperando que mis lágrimas aún no cayeran.

- En todo caso... -sonrió y besó mi mejilla, yo cerré los ojos para dejarme llevar por el falso placer que iba a sentir.

Ya comencé a ser utilizado, lo mejor seŕia que él utilizara el producto hasta destrozarlo y sea inúltil, sin uso para que nadie más pueda usarlo nunca más, que sólo él pueda usar el producto y desecharlo las veces que él quiera.

Pretendí y fingí un orgasmo mientras él de verdad tenía uno, nos quedamos recostados allí, sin decir nada, mi cuerpo volvió a tornarse frío y yo temblaba. De la nada, me abrazó con todas sus fuerzas y me dejó recostado sobre su pecho, besó mi frente. Recordé los bellos momentos a su lado, cuando yo creí que todo su amor era de verdad, ahora, revivirlo y saber que todo es mentira. Me destrozaba, no aguanté más y liberé mis lágrimas de manera silenciosa. Los dos estábamos cansadísimos, él por follar y yo por mi dolor psicológico, acabamos quedándonos dormidos en esa posición.

Horas más tarde, él me despertó con un beso en la mejilla, me decía que era tarde y que él debía ir a casa de Stella. Pretendiendo felicidad, asentí y volví a colocarme mi ropa, sólo cuando él lo haya hecho y saliera de la habitación. Estuve solo en su cuarto vistiéndome mientras lloraba. Cogí mi mochila y salí del cuarto, Lars me contempló por varios segundos.

- ¿Nos vemos mañana? -negué con la cabeza- Me refiero, en la escuela...

- Ojalá y no -bufé, tratando de recuperar los microscópicos pedazos de mi corazón porque más roto no podía estar.

Abrió la boca impresionado, no dije nada. Me limité a salir de su casa con mis ojos inundados en lágrimas, el reloj marcaba cada paso que yo daba, mi pulso cardíaco se aceleraba. Oía risas, muchas risas. Los humanos se burlaban de mi ahora porque fui rechazado, de nuevo.

Llegué a mi casa y silencié el grupo de whatsapp con mis amigos, seguro ellos estaban re ansiosos por saber cómo me patearon, o seguro, ya lo saben y esperan a que yo les cuente para que me molesten. Que horror de vida tengo; obligado a estudiar, soportar fantasmas, que un chaval juegue con mi corazón a cada rato, huir de los humanos imbéciles que quieren acabar conmigo. Es que... no, no puedo más... es demasiado para mi...

Cerca de las doce de la noche, recibí un audio de Lars por whatsapp.

- Hey... disculpa si hablo tan bajo, estoy en casa de Stella, ella duerme en su habitaciòn y tuve que levantarme para ocultarme en el baño para recién poder hablarte. Te vi muy decaído cuando saliste de mi casa, ¿sucede algo?

Kirk Hammett 12:02
No.

- Ah, vale... yo creí que sí. Bueno, ehh... te quiero, ¿vale? No, qué digo... te amo, espero que esta noche puedas dormir bien.

Kirk Hammett 12:04
Ok.

- ¿Tú no me quieres?

Kirk Hammett 12:05
Ojalá que no.

- Oh, vale... bueno, yo si te amo. Mucho, mucho más que a Stella, por eso me estoy arriesgando a hablarte. Te adoro, Kirk, con tus cortes y todo, eres muy lindo. Te quiero.

Kirk Hammett 12:07
Mejor acuéstate y déjame en paz, quiero dormir.

- Um... vale... veo que no estás de humor para hablar, ok. Te dejo, que tengas una bonita noche, bye, cuídate, besos... -hizo el sonido de un beso y cortó el audio.

Que pesado.

Se pone a jugar con mis sentimientos de esa forma y tiene el descaro de continuar.

Sorbí mi mucosidad nasal, cogí las pastillas para dormir de mi madre y me tomé una, sería una noche larga y dolorosa si no consumía una pastilla. Requería relajarme, que los cantos de las sombras me arrullaran hasta caer en los brazos de Morfeo completamente...

---

Nota: Me daba pena que de todas mis otras novelas, que acabé de escribir y subía cap día por medio, ésta siguiera subiendo cap una vez a la semana.

Aquí un pequeño regalito porque todavía me falta para poder acabar la novela.
Espero que les esté gustando el rumbo de la trama. Porque las cosas con Lars ahí no se quedan :0

Besos y abrazos pa' todas :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro