Capítulo 28: Jason y Kirk, los traumados sociales.
Ha pasado como semana y media, Jason y yo nos hemos llevado muy bien, digo... ya no estoy paranoico creyendo que me va a robar o algo, él me ha demostrado que es un muy buen chico a final de cuentas.
Todos los días él se retiraba de clases para ir al traumatólogo -el que te revisa la columna, sí, ese mismo-, hasta que por fin se recuperó de sus lesiones en la zona baja de la columna, por tanto, ahora estaríamos juntos en todos los recreos para espiar a Lars y conversar.
Ahora era la hora del almuerzo, como siempre él se retiraba, yo me quedaba solitario bebiendo mucha agua para no morir de hambre. Pero, tuve la mala suerte de que él traiga almuerzo y me fui obligado a acompañarlo a almorzar en el casino.
Nos sentamos en una mesa muy apartada del resto, no sé, sentí de inmediato que todos me miraban, mi estómago se revolvía demasiado, no sabía si era hambre o miedo, o quizás los dos al mismo tiempo, no estaba seguro de nada. El miedo era porque un par de fantasmas me cuchicheaban cosas acerca de los alumnos que estaban por aquí cerca, me contaban de que los habían estado espiando y los oyó hablar mal de mi, se burlaban de mis piernas llenas de cortes y moretones que yo mismo me hice, que yo era un maricón por enviarle esa foto a Lars, aseguraron que iban a robarme el móvil si seguía tomándome fotos así o si sólo me veían usándolo en el colegio, joder, que pesados.
Me fui obligado a guardar muy bien mi celular y aferré a mis brazos mi mochila, menudos delincuentes éstos, dan unas ganas de golpearlos hasta que mueran desangrados.
Unas nauseas me invadieron una vez que olí mejor el aroma del entorno, comida... hace mucho que no almuerzo, son muchos meses, joder... Los fideos con salsa que trajo Jason olían muy bien, aunque me tapara la nariz y retuviera mis ganas por vomitar, el deseo extremo por comer me dominaba.
- ¿Te sientes bien? -Jason me observó confundido, negué, aterrado.
- ¿Acaso Stella está haciendo de las suyas ahora? ¿Le mandó tu foto a alguien más?
- Seguro a todo el puto colegio -rodé los ojos-. No es eso, Jase... es otra cosa... -traté de cortarme la respiración de manera disimulada para evitar torturarme de esta forma.
- ¿Qué pasó? -dejó de lado su termo con comida para prestar atención a mi al cien por ciento.
- Nada, nada...
- Anda, algo te pasa. ¿No quieres decirme? -negué- Ah, está bien, Kirk, pero si necesitas apoyo, sabes que yo estaré para subirte el ánimo.
- Um, claro...
El miró adentro del termo y frunció el ceño.
- No tengo hambre, ¿quieres? -me ofreció.
Ese era el platillo preferido de Lars, oh, Lars...
- Ahh... -babuceé en incomodidad.
- No tengas miedo, si no quieres dime y ya.
- S-sí... ¡si quiero! -admití, avergonzado, la presión me superó por completo.
- Pues... adelante, come -me entregó los cubiertos y yo comencé a comer como condenado-. Joder, Kirk... ¡que andas como canibal!
- ¡Lo siento! -repliqué con la boca llena, sentir el sabor de la salsa me hacía delirar, mierda, se sentía demasiado bien.
Tragar fue un placer exquisito, mil veces mejor que comer un sandwich a escondidas en la noche. Extrañaba mucho lo delicioso que era comer, Lars no estaba aquí para juzgarme, los fantasmas si quieren, váyanse a la mierda, necesitaba comer aunque no sea algo bueno.
Aunque comer es saludable, es malo hacerlo.
Al finalizar, suspiré agotado y limpié mi boca con la manga de mi suéter, sí, íbamos entrar a otoño y yo todavía sigo con suéteres. Oh, esperen... ¿yo comí? No, voy a engordar, es decir, Lars ya no va a querer fijarse en mi, no...
Mis ojos se humedecieron y quise hacerme el fuerte puesto que habían muchas personas aquí, nadie debía verme llorar o se burlarían de manera horrible de mi, lo presiento.
- Kirk... en serio, estás raro, ¿qué te pasa?
- No debí haber comido... -hice una mueca- Voy a... voy a engordar...
- ¿Qué? -rió demasiado fuerte para mi gusto- ¡Pero si estás escuálido! Anda, hombre, no seas melodramático, al contrario, tú deberías comer más, veo tus manos y ya creo que estás en los huesos, joder, no te sientas mal... -apoyó su mano en mis hombros y yo continué decaído- ¿Acaso tienes algún trastorno alimenticio?
- Hmm... no sé, llevo mucho sin comer....
- ¿Qué? ¡No te creo! O sea... ¿en serio? No, Kirk, no me bromees con enfermedades tan graves como son los trastornos alimenticios, sé que está de moda autodenominarse "anoréxico" sólo porque te saltaste una comida en el día y lloras porque estás "gordo", pero tú... no, vamos.
- Ha-hablo con la verdad, Jase... -hice una mueca, incómodo, hablando en un tono casi inaudible.
- Oh... ¿me quieres contar qué pasó?
- Aquí no...
- Vale, entonces salgamos y vamos a algún lugar del patio para que me cuentes, ¿sí?
- Ok... necesito desahogarme con alguien...
- Pues, aquí me tienes -sonrió con calidez y yo forcé una sonrisa nerviosa.
Salimos de allí y de inmediato, sentí la mirada asesina de James en mi... ¿qué le pasaba a ese chico? El chaval estaba completamente sólo, sin su amiguito Dave que me molestaba, ni tampoco estaba con ningún chaval de mi clase, tenía los brazos cruzados y rechinaba los dientes en furia.
- ¡Maricón! -gritó hacia nosotros- ¡Te gustan las pijas, eh, asqueroso!
Jason rodó los ojos, como si se hubiera referido sólo a él y siguió caminando más rápido.
- ¡No huyas, marica! ¡Todavía me debes dinero, sopenco!
Asustado, caminé a la misma velocidad de Jason y fuimos a sentarnos bajo un árbol, bien alejados de la pareja esa. Aparte, no había mucha gente aquí tampoco, la mayoría siempre estaba en el casino almorzando.
- Disculpa a ese imbécil, es uno de los tarados de mi clase que me molesta -se excusó finalmente con un suspiro-. Ahora... ¿qué es lo que querías contarme con respecto a tus hábitos alimenticios?
Levanté un poco mi suéter, enseñando los cortes, intentos fallidos de apuñaladas y mis costillas sobresalientes. Sus ojos se abrieron como platos y cubrió su boca en espanto, tapé mi abdomen de inmediato por la vergüenza.
- Y... ¿eso? Kirk, ¿te hiciste tú esas cosas? -asentí, mordiendo mi labio inferior, al borde del llanto- ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Y por qué?
- Es que... es que...
Acabé llorando ahí mismo, mientras le explicaba mis problemas con el bullying en años anteriores, cómo empecé el asunto de cortarme, porqué dejé de comer y duermo cada dos días -sí, como leyeron, yo mismo me fuerzo a mi mismo para no dormir noches enteras porque no considero del todo necesario dormir-, que no me agrada bañarme porque me siento limpio de todas maneras, le solté todo... excepto los fantasmas, no me quería apegar tanto a Jason ni enamorarme de él, porque sería repetir el trauma con Lars de nuevo y eso no sería nada de bueno.
Él me abrazó mientras me consolaba de a poco, no se sentía como lo hacía Lars y eso me deprimía y alegraba al mismo tiempo. Deprimía porque lo extrañaba, alegraba porque así me confiaba de que no iba a sentir nada por Jason, no quería arruinar nuestra amistad aún.
- Kirk, no estás solo... Yo también pasé por, oh bueno, paso por eso... -hizo una mueca- Me trasladé de Míchigan hasta acá porque mi padre cambió de trabajo y no han parado de molestarme, los de mi clase son un asco, me quitan dinero cada dos por tres, me insultan, me roban cosas y a la salida, me golpean... -hizo una mueca- Y en cuánto los cortes... no te voy a juzgar, no tengo derecho a hacerlo.
Levantó un poco la manga de su camiseta, enseñando un par de cortes que se notaban que fueron realizados hace no mucho tiempo, estimo que quizás una semana como máximo.
- Jase... ¿por qué? -parpadee, atónito y él se cubrió.
- Al igual que tú, no puedo soportar la presión, ¿sabes? La única solución para calmar mi dolor psicológico era causar dolor físico, ¿no te sientes tú así también?
- Es verdad, es como una tentación horrible que da... -admití, limpiando mis lágrimas.
- Sobretodo por el asunto de... -suspiró- ¿Recuerdas que yo andaba con la espalda lesionada? Pues cierto idiota que me estuvo gritando cosas momentos atrás me empujó de las escaleras y quedé con lesiones, no muy graves, en la columna. Gracias a Dios ayer me dieron de alta y ahora estoy mejor, no sabes qué miedo tengo de que vuelva a suceder algo de ese tipo...
- ¿James... te empujó por las escaleras?
Vino a mi mente un recuerdo del año pasado, Dave y James me habían amarrado en contra de mi voluntad apenas tocó el timbre para salir a recreo, me tiraron a un bote de basura y luego arrojaron el bote escaleras abajo. Sin duda recordar las risas de los demás chicos me hacía temblar porque a mi parecer es la peor anécdota de maltrato físico que me han hecho.
- ¿Conoces a ese rubio idiota?
- Se hacía llamar mi mejor amigo -rodé los ojos-. Menudo bastardo.
- En todo caso...
Entre los dos nos fuimos contando más y más anécdotas traumáticas para poder liberar todo el dolor que llevábamos adentro, nadie nos podía ver llorar en aquel instante y eso era muy bueno, porque no temíamos acerca de que podrían burlarse de nosotros. Eso nos hizo establecer mayor confianza.
Ese mismo día, cuando llegué a casa, desafié a los fantasmas, pude abrir un poco más los ojos y noté que estaba cayendo muy bajo, me puse sobre la balanza y vi mi verdadero peso:
41,6 Kg.
Demasiado poco, debería pesar según mi índice de masa corporal unos 60 kg porque soy más o menos alto, ni tanto, 1.73 pero requiero pesar al menos unos quince kilos más.
¿En qué mierda estaba pensando en no comer? ¡Yo ya estaba demasiado delgado! Quizás unos cinco kilógramos más que suba sería el peso ideal para enamorar a Lars, porque él ama a las flacas, eso queda claro... ¿Y si aliso mi cabello? Ni idea, a ver cómo salen las cosas.
Me daba muchísima rabia también el asunto de James, ¡maldito hijo de puta! ¿Por qué le hace eso a la gente? ¡Acaso no se da cuenta de los que sufrimos maltrato escolar caemos en tendencias suicidas como yo!
Idiotas, como odio a los imbéciles que hacen bullying, ¿qué ganan? ¿Que un pobre indefenso alumno se suicide? ¡Anda, ya, eso es una bazofia! No hay excusa para nada.
Los fantasmas se acercaban a mi, se sentaban en el living y ordenaron que me sentara en el suelo, al centro, obedecí y ellos comenzaban a charlar conmigo, cada uno dando sus diferentes puntos de vista. La mayoría insistía en que asesinara a sangre fría a todo aquel que ose a molestarme, que aunque la humanidad entera me odie y esté constantemente en mi contra, al más mínimo movimiento en que ellos intenten atacarme, yo deba estrangularlos.
Las ganas por querer eso me superaban, deseaba poder devolverles los mismos puñetazos que me dieron alguna vez, lanzarlos por las escaleras para que así yo sea el que ría, cortarles las muñecas para que sepan el dolor que me hicieron causar a mi mismo, quitarles su comida para que sepan la tortura que es negarse a comer, obligarlos a no dormir para que entiendan mis noches de insomnio en donde no paraba de llorar. Anhelaba robarles su dinero para que no tengan cómo regresar a casa ya que ellos viven de la locomoción pública. Humillarlos frente a miles de personas para que se desesperen como yo lo hago siempre. Los obligaría a fumarse varios cigarrillos al día sin que disfruten de la nicotina, sino, con la intención de que se ahoguen y crean que pronto van a morir.
¡Los obligaría a que deseen suicidarse, que vean la muerte como el placer más hermoso e inalcanzable de todos! ¡Los haría jugar a la Ouija para que los fantasmas los persigan las veinticuatro horas del día!
¡Que sufran lo que yo sufro! Eso es lo que deseo, que se la piensen antes de querer volver a atacarme, porque se las verán. Con un Hammett nadie se mete, ¿entendieron? ¡Yo no iba a soportar que absolutamente nadie me haga sentir mal! ¡Lars tampoco! Aunque todos me vean como un loquito, ¡no me importa! ¡Mañana juro que los haré pagar a todos y a cada uno de ellos!
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Nota: ¿Vieron que va mejorando un pelín? Ya comenzó a comer de nuevo ♥ Bueno, ahora traigo la triste noticia de que dejaré de subir capítulo tan seguido y será sólo el capítulo semanal, como máximo dos por semana. ¿Por qué? Ya acabaron mis vacaciones de fiestas patrias y me queda bastante para acabar de escribir esta novela y necesito tiempo para escribir los capítulos para publicarlos en la fecha (o sea, una vez a la semana), sin contar de que se vienen varios estrenos en octubre que debo comenzar a escribir.
Espero que logren comprenderlo uwu
Fuera de eso, espero que les haya gustado el capítulo.
Besos y abrazos pa' todas ♥
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