Capítulo 15: PARTE 4 All of my Love.
Colocó en el buscador una web de este tipo y entró a la zona de categorías.
- ¿Cuál? -ok, ésto se me hacía un tanto incómodo.
- Uhh... no sé. Nunca he visto ésto antes...
- ¿Y no sabes tampoco lo que te gusta? -negué- Ah, tranquilo... pero déjame saber una cosa primero que me come la cabeza de hace tiempo -asentí-. Ok, yo te gusto y todo, la cosa es... ¿siempre te han gustado los chicos o yo soy el primero? -tragué saliva con nerviosismo.
- Eres el primero...
- Oh, eso quiere decir que antes de mi sólo te gustaban chicas... -negué- ¿Ah, qué? ¿Soy la primera persona que...? -asentí- No, eso no es posible Kirk, ¿no se te hace atractiva alguna chica o chico aparte de mi? ¿O antes de yo gustarte? -volví a negar.
- Llámame loco, aún así, nunca me había sentido atracción por alguien antes de ti...
- Wow... Bueno, supongamos que te gustan los chicos solamente, al ser yo el primero... ehh, bueno, vamos allá -llevó el cursor hasta la categoría "gay"-. Porque, aunque yo sea bi, ando con ganas de ver a dos tipo follando, ¿ok? Ok -volví a reírme- Dios mío, Kirk, tu risa es demasiado encantadora, no quieres saber lo cuánto que me estoy resistiendo a dar el séptimo beso.
Sonreí, joder... yo estaba igual.
Colocó el primer vídeo que apareció. Era de dos chicos que no debían tener más de 20 años besándose de forma... ¿cómo lo digo? Igual que Lars y yo, eso me hacía pensar en nosotros dos, imaginar que éramos él y yo. Aunque lo único que nos diferenciaría de ellos es que ellos se besaban sin ropa, acariciando sus miembros erectos además... Al rato, se mostraba una escena en dónde uno de ellos le realizaba sexo oral al otro, luego terminaban follando duro contra la pared.
Mis mejillas más rojas no podían estar, ¿y cómo? Ésto me estaba calentando demasiado, la idea de que seamos Lars y yo...
Mierda... más dura la cosa allá abajo no se pudo poner, literalmente. Iba a cubrirme en vergüenza por ello, hasta que por curiosidad, miré a Lars y él estaba en las mismas. Admiré impresionado el bulto de sus pantalones, no podía creer que ambos estábamos de este modo. Traté de desviar la mirada cuando él me miró también, no valía la pena, ya me pilló observándole con deseo.
Mordió su labio inferior y apagó la laptop desde el botón de encendido. La dejó bajo la cama y mantuvimos la mirada fija en los ojos del otro. Fuimos acercando nuestros cuerpos de a poco hasta sentir nuestras respiraciones unificarse, las miradas se posaron en los labios. Una mano de Lars la puso sobre mi muslo, subiendo con lentitud hasta mi entrepierna y la dejó allí. Me dedicó una mirada necesitada, dándome a entender que él quería que lo tocara también. Así que... puse una mano en su muslo y repetí lo mismo que él hizo hasta llegar a su entrepierna.
Nuestros labios estaban a punto de rozar, con urgencia de querer hacerlo, no lo hacíamos todavía. No era el momento indicado para el beso final, no.
Comenzó a frotar su mano contra mi erección, dejé escapar un suspiro placentero, yo imité el mismo acto y él tuvo una reacción parecida a la mía. Frotábamos de forma casi sincronizada, yendo a una misma velocidad. Al principio lento, muy lento y de ahí aumentando la velocidad, también haciéndolo más fuerte.
La necesidad era demasiada. No pudimos contenernos. Nos acercamos para dar aquel beso final que prometimos por el trato, el más lujurioso de los siete. Con lenguas batallando por predominancia, frotando más duro y gimiendo en la boca del otro. Estábamos yendo muy lejos y eso nos gustaba, no podíamos ni queríamos dar vuelta atrás.
Deshicimos el beso y las caricias solamente para ir al siguiente paso; bajarnos los pantalones con la ropa interior de una. Admiramos nuestras virilidades por un momento, anhelando por más.
Lars tomó mi mano y la guió hasta su miembro, me hizo acariciarlo un par de veces hasta que empecé a hacerlo yo por mi cuenta. Él me acariciaba también, jadeábamos juntos por lo increíble que se sentía ésto. Más, más y más besos, era imposible detenerse, una vez que estás así de excitado simplemente NO PUEDES PARAR.
Llegamos al punto en que él me tumbó completamente en la cama y se posicionó sobre mi, agarrándome de las muñecas y dejándolas a un costado de mi cabeza. Frotábamos nuestras erecciones y gemíamos por más.
Se acercó a mi oído y susurró:
- ¿Puedo hacerte más marcas como esa? Es que me gusta ver el resultado de mi amor por ti...
Me estremecí y negué, él rodó los ojos en disgusto.
- Mi madre me va a regañar por eso...
- ¿Y si te las hago en la parte baja del cuello y en los costados? Así los tapas con el cabello, ¿no? vamos...
- Bueno, hazlo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro