Cortando la cabeza de un hombre que intentó atacar a Lisa mientras está hacia un ritual, Jennie siguió cubriendo a la dragona, sus ojos volviéndose rojos debido a la intensidad de sus emociones a la par de Lisa que miraba a todos con superioridad.

Su vínculo de sangre que nunca se formalizó se rompió después de un mes de que Lisa lo hizo, y ella ya llevaba viviendo 6 meses viviendo con ella.

La explicación de Lisa cuando ella no perdió la magia fue que su cuerpo se adapto tan bien a ella que la conservo, a parte de poseer grandes talentos y control sobre esa energía, ella expulsaba magia en cantidades asombrosas. Era una humana mágica y la magia de dragon que Lisa le había dado sólo potenció y despertó lo escondido.

El rugido de Lisa la alertó, sin embargo se percató que el rugido era la finalización del ritual, y todos estaban muertos a su alrededor.

— Apresurate a transportar el oro pequeña humana dragon —la regaño Lisa caminando sobre sus 4 patas con su alas recogidas, se veía magestuosa, a Jennie le gustaba esa dragona— Que tanto miras, trabaja floja —

— Ya voy mandona —se quejo comenzando a tocar el oro y este se transportará— Este lugar me parece familiar —Murmuró—

— Es el pueblo de cazadores de los Kim —Respondió Lisa y Jennie se detuviera— Tu eras una cazadora Kim ¿no? —

— Corrección, vengo de un linaje de cazadores, efectivamente los Kim, pero yo nunca mate a un ser mágico —se quejo dejando de transportar el oro a manera de berrinche y Lisa terminará el trabajo—

— Bueno, ahora matas humanos —respondió Lisa volviendo a su forma humana y Jennie la escaneara de arriba a abajo— ¿que? —

— Eres sexy —respondió mordiéndose el labio y Lisa ladeara la cabeza curiosa—

— ¿Estas bien? ¿Comenzarás a tener períodos de celo ahora también? —preguntó Lisa inocentemente mientras recogía algo brillante que le llamó la atención, una piedra preciosa color roja— Linda, es-

— Déjame ver —interrumpió Jennie tratando de quitársela, sin embargo Lisa le gruñó sacando los colmillos, sorprendida se alejo y Lisa le sonriera volviendo a la normalidad—

— Es mía —gruñó ligeramente escondiendola entre sus manos con un comportamiento extremadamente celoso y posesivo—

— Suelta eso —Negó Jennie sintiendo escalofríos— es una gota de dragon, es peligroso, los cazadores las usan para...

— Para cazar dragones —respondió una voz tras ellas, inmediatamente Lisa gruñó transformándose en un dragon negro de ojos rojos, molesta— Vaya, a alguien le gustó la gota de dragon —

— ¿¡Mamá!? —grito Jennie sorprendida, una jaula salió del suelo atrapando a Lisa y en su primer descuido una cortada atravesó su cuello haciendo que comenzara a desangrarse—

Lo último que vio es a Lisa rompiendo la jaula mágica y haciendose más grande. Después de eso, simplemente había muerto.
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El rugido escalofriante sorprendió a la mujer, esa dragona adulta estaba enfurecida, incluso la piedra que tanto idiotizaba a los dragones está siendo pisada por ella y siendo destrozada en un ataque de ira puro.

Tratando de tomar la ballesta y apuntando como pudo, disparo a la cabeza, pero la flecha rebotó y se quemo al caer al piso, solo pudo temblar mientras el enorme dragon rugia en su cara.

Al ser la matriarca de la familia y pueblo de cazadores, su experiencia le brindó la supervivencia cuando aquel grito escalofriante había matado a todos menos a ella. Ver a su hija ayudando a esa bestia solo provocó el que la matara por traición.

Era sangre sucia.

— Humana arrogante, te haré pagar por quitarme a mi tesoro —

— ¡Kim Jennie era mi hija, solo yo podía matarla, sangre sucia, tu la ensuciaste con tu presencia Edhem! —grito tirando la ballesta a la cara del dragón— ¡Edhem, la de piel oscura, tu ensuciaste a mi hija y por eso la mate! ¡Ella era cazadora, su destino era matarte, pero ahora ayuda al enemigo que nos ha matado a todos! —

— Solo cállate y déjame devorarte tranquila, tu eres el boleto que necesito para que ella vuelva —