::07::
— ¿Por qué ese hombre gordo y feo me está vendo así? —preguntó Lisa a Jennie sin disimulo cuando el hombre que les vendió las cosas les "ofreció" llevarlas a su casa y Lisa cargará sola la mesa y las sillas sin esfuerzo alguno— ¿Esta enfermo? —
— Mocos-
— No me insulte, solo dije una verdad que todos aquí pueden corroborar, usted es desagradable —dijo Lisa frunciendo el ceño y el hombre hiciera amago de pegarle— me golpea y le arrancó la mano —
— S-solo vámonos —dijo Jennie muy nerviosa jalando a Lisa de la mano y huyendo del lugar, Lisa la siguió enfurruñada y solo habló cuando entraron al bosque— No puedes andar diciendo esas cosas, las personas son muy distintas a las criaturas mágicas —
— Groseros también —se quejo Lisa— de todos los machos con los que me he involucrado ninguno me había levantado la mano nunca, y mira que los trataba mal en ocasiones —
— Creí que te gustaban las hembras —dijo Jennie curiosa—
— Los machos fuertes y grandes también me gustan —asintió Lisa— en mi especie los machos son bastante respetuosos y sinceros, no resolvemos conflictos a golpes a menos que sea algo demasiado violento —Negó Lisa— sólo decimos la verdad y si a cualquiera de los dos no nos gusta, nos retiramos, al menos en conflictos conyugales, cuando son disputas territoriales nos volvemos violentos sin importar si es macho o hembra, hay tolerancia, pero sólo en los bebés que son curiosos —
— ¿No hay diferencias marcadas entre machos y hembras? —preguntó Jennie curiosa, el hecho de que hablara de violencia territorial sin importar su sexo le llamó la atención—
— Solo hay diferencias biológicas, las hembras tienen crías y los machos ayudan a hacerlas —dijo Lisa divisando la casa a la distancia— nuestros tamaños y características no cambian ni varían demasiado, en forma humanoide ambos somos grandes solo adquirimos diferencias que copiamos a los humanos, pero la conducta que poseemos no cambia —continuo su relato— igual no es mal visto las relaciones entre dos hembras o dos machos, a nadie le importa, a nadie le afecta, como dragon me preocupa mas que alguien se robe mi oro o que alguien entre a mi territorio que el hecho de ver a dos dragones del mismo sexo juntos —
— Espera —dijo Jennie deteniéndose cuando llegaron a casa— Dijiste dragones —
— Que como dragon no me interesa...
— ¡Eres un maldito dragon! —grito Jennie cayéndose a la nieve y los ojos de Lisa cambiaran a un tono rojo, las escamas negras aparecieron en su cara y sólo entró a casa dejando las cosas y volviendo para levantar a Jennie que estaba muy sorprendida— Un dragon, una maldito dragon —
— Pero no me digas maldito dragon —se quejo Lisa haciendo un puchero— yo no digo maldita humana —
— S-solo llévame adentro y explícame —
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