29 pt1
Yoko POV
Faye y yo mantuvimos la noticia de nuestro embarazo para nosotras por un tiempo. Siempre hay algo de peligro en decirle a la gente muy pronto porque si algo le pasara al bebé, más gente saldría afectada. Pero ahora a los 4 meses de embarazo, Faye y yo no podemos esperar para decirles. Disfrutamos mucho nuestra pequeña burbuja de ininterrumpida felicidad. El último mes tras haberle dicho a Faye lo de nuestro segundo bebé, ha sido increíble.
Ella ha estado más atenta y cuidadosa de lo que ya era. Es un cachorrito de corazón, siempre amorosa, siempre queriendo protegerme y cuidarme. Ha estado siendo muy cautelosa con mis niveles de estrés, alentándome a no tomar más turnos en el trabajo y a no preocuparme por las finanzas, ella y Marissa pueden encargarse de eso. Faye pronto aprendió que estar embarazada no me hace una inútil y que no me gusta que me estén mandando. Eventualmente cedió, pero no significa que haya dejado de esforzarse en cuidarme.
Nos hemos estado quedando en su casa con más frecuencia que antes. Faye decoró uno de los cuartos haciéndolo oficialmente de Nong. También compramos ropa extra para que yo tenga alguna en su casa y ella tenga alguna en la mía. Los arreglos se hicieron casi sin hablarlo. Hemos sido una familia desde antes de saber que nuestra pequeña familia estaba creciendo, y saber eso presionó a Faye a considerar mucho más nuestro futuro. Creo que nos vamos a mudar a la casa de Faye. Pero no lo hemos hablado. No estoy segura, pero estoy esperando que me lo pida. Así podríamos continuar nuestra vida como una pequeña familia real y doméstica.
No importa cuánto pensé en eso antes, nada me hubiese preparado para la reacción de Faye a este embarazo. Es abrumador.
Literal. He llorado muchas veces recientemente solo porque Faye se ha acurrucado conmigo y ha acariciado mi barriga. Tuve que culpar a las hormonas porque realmente me estoy volviendo patética.
Las dos llamamos a nuestros padres la semana pasada para invitarlos a cenar en casa de Faye este fin de semana y darles la noticia. Eso es algo que no se puede decir por teléfono, además de que Faye quiere hacerlo apropiadamente. Aparentemente sus padres lloraron mucho cuando les dijo sobre Nong. Lloraron mucho cuando la conocieron. Al parecer también lloraron cuando Faye les contó que estábamos juntas oficialmente y que yo también la amo. No sé si es lindo o casi sádico que los quiera ver llorar otra vez.
Faye se para a mi lado en el hospital, mirando al monitor con los ojos muy abiertos, esperando para finalmente ver la viva imagen de nuestro bebé con el aparato que se mueve por mi vientre. Yo solo puedo mirarla a ella. Sus ojos van de un lado a otro en la pantalla y finalmente se fijan, sus cejas se alzan y su boca se abre, por lo que se tapa con una mano. La Dra. Matthews le explica lo que ve en la imagen y lo que podrá ver pronto.
- ¿Está segura de que solo hay uno? -Pregunta con un claro tono de esperanza en su voz.
- Estoy segura.
La doctora se ríe de la decepción en su rostro y presiona algunos botones en la máquina a su lado.
- Vamos a concentrarnos en este por ahora, ¿sí?
Faye se ríe y asiente ante la pregunta, aunque deja en claro que quiere expandir nuestra familia todavía más. Y aunque un tercer hijo no está en la agenda ahora mismo, me satisface la idea de saber que a Faye le encantaría tener más bebés. La doctora llama nuestra atención otra vez y Faye vuelve a mirar el monitor, esperando que algo pase.
- Oh, wow. -El latido suena y justo como fue mi reacción hace un mes, Faye llora. Se inclina y se esconde en mi cuello, metiendo una mano entre mi cabello-. Ese es nuestro bebé. -Lloro con ella, abrazándola por el cuello y sosteniéndola cerca de mí, ella se acomoda mejor sentándose en un lado de la cama conmigo. Vagamente escucho a la doctora excusarse, pero me concentro en la madre de mis hijos, acariciándola para calmar sus lágrimas.
- ¿Estás bien? -Le pregunto. Faye me mira con los ojos brillantes, una adorable sonrisa y sus mejillas húmedas y rosadas. Yo simplemente le sonrío de vuelta, metiéndole mechones de cabello tras su oreja. Ella asiente y me da un pequeño beso en los labios. Los suyos están resbalosos por las lágrimas, pero perfectos y carnosos como siempre.
- Gracias por darme la vida que siempre quise.
+++
- Faye, ella no es un nugget.
- Pues él parece un nugget. Uno muy grande, con nariz. Y barbilla. Más o menos. Creo que esa es su barbilla. -Faye inspecciona el ultrasonido muy de cerca.
Han pasado algunos días desde que fuimos a la consulta con la doctora y varias veces la he atrapado mirando el ultrasonido. Esta vez estamos en la cama, mi respiración todavía agitada por los besos que nos dimos hace unos minutos. No me tomó mucho excitarme por ella, pero ella se separó y se acordó de sacar la foto de la gaveta para mostrársela a nuestros padres. No me hubiese tomado mucho tiempo correrme, pero no, ella no me lo concedió.
- Ella no parece un nugget.
- Sí, él parece un nugget. Él tiene forma de frijol.
- Oh, ¿y los nuggets parecen frijoles, eh? -Me mofo, cruzando los brazos, aún molesta por que estoy ridículamente excitada y ella no está haciendo nada al respecto. Dios, eso será incómodo de soportar durante la cena.
- No seas mala. ¿Cómo se supone que debo llamarlo a él considerando que no has querido discutir nombres todavía?
- No "él" para empezar. Vamos a tener una niña, Faye. Fue exactamente igual con Nong. Sé de lo que hablo. -Soy firme con eso.
- Pero todavía no estás toda panzona y gorda. -Entrecierro los ojos, enojándome rápidamente con ella por bromear sobre mi futuro aumento de peso-. Dijiste que tus síntomas de embarazo fueron diferentes y aún no sabes cómo se va a acomodar, si en el frente o más atrás respecto al peso, así que realmente no sabes nada que yo no sepa. -Dice burlona. Entrecierro los ojos otra vez como pregunta silenciosa de cómo es que sabe esas cosas. Sé que compró libros de maternidad, pero no ha llegado tan lejos en su lectura.
- ¿Dónde aprendiste eso?
- Lingling. Me ha estado guiando mucho con maneras de ayudarte, después de todo ella tuvo que ayudar a Orm cuando estuvo embarazada.
Faye y Lingling se han acercado mucho últimamente y es muy lindo de ver. Lingling tenía muchos consejos para ella, maneras de lidiar con mis cambios de humor, antojos, cosas en general para ayudarme a estar más cómoda, y ha hecho un gran trabajo.
Aparte de comerse mis mangos. Se me antojaban en las tardes y Faye se aseguró de que siempre tuviéramos, pero siempre se los come. Me iba a dormir y me la encontraba comiéndoselos en la mañana. Nong no era mejor. Mi hija fue de mucha ayuda en deshacernos de todas las bananas que compré inicialmente, pensando en que se me antojarían como cuando estaba embarazada de ella, pero al bebé número dos no le gusta mucho esa fruta.
A Faye tampoco le importó mucho cuando le revelé que su interno, su ex estudiante Chan, es hermano de Lingling. Ella lo dedujo. El parecido físico, el apellido, la mente igual de cerrada (al principio). Lingling se disculpó por ambos comportamientos, pero Faye lo había superado. Ninguno de los dos le había vuelto a causar disgustos, y de acuerdo con ella, aún si la discriminación continuara, no tiene razones para darle importancia: Ella está feliz.
+++
- Dios mío.
- ¿Qué pasa, Yo? -Faye entra a la habitación con sus típicos jeans oscuros y blusa blanca. Mira la hora en su reloj y frunce un poco el ceño al mirarme de nuevo-. Nuestros padres llegarán pronto. ¿Cómo es que aún no estás lista? -Cierra la puerta y se recuesta en la cama, apoyando la espalda en el respaldar, a mirarme.
- Mis jeans no me suben. -Casi gruño, tirando de la cinturilla con más fuerza-. Solo cuatro meses de embarazo y ya mis jeans favoritos no me pasan de las piernas.
- Porque tienes un trasero grande, cariño. -La miro feo, encontrando una sonrisa de chiquillo en su cara que normalmente me parecería adorable, pero ahora solo es irritante.
- No estás ayudando.
- No me pediste mi ayuda. ¿Quieres que te ayude?
Está tratando de burlarse de mí.
- Cállate, Faye.
Sube las manos en rendición y vuelve a recostarse en la cama, sus ojos viajando por todo mi cuerpo semi expuesto. Tiro una vez más de mis jeans antes de sacármelos enojada y lanzarlos al piso, asegurándome de gruñir para que Faye escuche lo molesta que estoy.
- ¿Por qué mi trasero se está haciendo más grande? Es ridículo. ¡Mis pechos siguen pequeños, pero mi maldito trasero, la única cosa que no necesitaba crecer más, es la única cosa siguiendo las reglas en este embarazo!
Después de un momento de sonreír adorablemente sin quitar los ojos de mi cuerpo, Faye finalmente hace algo. Extiende los brazos y espera a que vaya hacia ella. Y lo hago. Ella tal vez sea una imbécil, pero es mía.
- Tu trasero ha crecido un poco más. -Casi me alejo de ella. Bravo por señalar lo obvio-. Pero eso solo me da más de ti para amar. -Las manos de Faye se mueven de mis curvas a mi trasero y une sus labios a mi barriga-. Esto también está creciendo -dice, usando su lengua en el beso que le da a mi barriga, sus manos comenzando a apretar la nalga en cada palma-, y me encanta. -Mis rodillas tiemblan cuando besa mi barriga como lo haría con mi boca, con sus labios pegados a mi piel mientras su lengua me ofrece un masaje-. Y créeme -una de sus manos va al frente de mi cuerpo deslizándose hacia arriba hasta alcanzar una copa de mi sostén y bajarla-, estas también han crecido. -Y su boca se mueve otra vez, atrapando mi seno en su calor.
- ¿Te parece? -Ronroneo, empujando mi pecho más hacia su cara y presionando su mano para que me apriete más el culo; sus dedos rozando mi centro por detrás. Gimoteo cuando se separa y observa mi seno mojado. Ella desabrocha mi sostén y me besa en medio de los pechos, sus labios y lengua adorando cada centímetro mientras asiente enfáticamente a mi pregunta.
Faye le dio a mis pechos el mismo tratamiento la semana pasada, después de notar que mis pezones se han oscurecido un poco. Era nuevo para ella y estaba extrañamente entusiasmada. Hasta buscó el por qué en Google. A mí no me importaba, solo quería que continuara. Y lo hizo, después de que rogué.
Esa fue la única vez que tuvimos sexo desde que le dije lo del bebé. No por falta de intentarlo de mi parte, yo me quedaría en la cama con ella todo el día si pudiera. Mi cuerpo la anhela. No fue la mejor experiencia porque ella estaba muy paranoica pensando en que lastimaría al bebé, a lo que le dije que era ridículo. No pudo terminar porque estaba distraída y yo solo pude terminar bajo la atención de su boca. Pero yo sabía que ella quería. Es como si la excitara más el saber que yo lo estoy. Por eso lo que hizo la semana pasada durante el ultrasonido: como si nada le preguntó a la doctora si el sexo podría afectar al bebé, y sonrió como un adolescente entusiasmado cuando le respondió que no le causaría ningún daño.
Jadeo cuando su mano se escabulle bajo mi tanga y frota mi siempre sensible clítoris.
- Siempre estás tan lista para mí. -Murmura con sus labios aún pegados a mi pecho. Me mira mientras succiona y me frota más fuerte, y yo me siento en su regazo para intensificar la presión de su tacto. Su boca va a la mía y recibo su lengua de inmediato, olvidando por completo la frustración por que mis jeans ya no me suben, sucumbiendo en sus manos a pesar del poco tiempo que tenemos.
- ¡Chicas! ¡Oh, joder!
Rápidamente giro la cabeza y veo a Marissa en la puerta, cubriéndose los ojos con las manos.
- Mari, qué carajo, ¡al menos toca la puerta!
- ¿Qué tal que las niñas hubieran visto esto? -Dice, entretenida. Sin preguntar si era seguro mirar -que no lo era-, se descubre los ojos y cruza los brazos como si estuviera decepcionada.
- Pues no habrían entendido lo que estaba pasando. Mamás acurrucándose.
- Yo, no seas estúpida. Como sea, vine a decirte que tus padres ya llegaron -señala a Faye-, así que ya me voy. La comida aún está calentándose, pero ya está lista para comer. Mei y yo probablemente regresemos mañana en la noche porque Luca tiene planes para todo el día.
Mientras ella habla, yo me levanto de encima de Faye y me apresuro a buscar ropa, frustrada otra vez porque voy a tener que soportar la cena siendo un desastre caliente y mojado.
Después de despedirse, Marissa se va. Faye se levanta y va hacia el espejo para acomodarse la blusa y los pantalones. Me río al escucharla murmurar maldiciones por la incomodidad de dejar su erección sin atender bajo sus apretados jeans. Tal vez sea muy incómodo, pero al menos ocultar mi excitación no es un proceso doloroso.
Tal vez fue algo exagerado, pero después de darme por vencida por completo al no encontrar jeans que pasaran de mi trasero, me decidí por un vestido veraniego y fui a la sala a saludar a los padres de Faye. Sus risas me hacen sonreír, en especial las de Faye y Nong, lo que hace desaparecer los nervios que sentía de darles la noticia a nuestros padres. Sé que van a estar felices. Al acercarme a la sala, suena un toque en la puerta y me dirijo a abrirla junto a Faye, quien con confianza me ojea y me guiña antes de abrir la puerta.
- ¡Hija! -Dice mi madre en cuanto se abre la puerta. Abraza a Faye y luego a mí, y después mi padre hace lo mismo.
- Los padres de Faye ya están aquí. ¿Por qué no vamos a la cocina y nos acomodamos para comer? -Propongo.
Ellos me siguen sin cuestionar. No en realidad, considerando que mi mamá se adelanta, emocionada por conocer a los Malisorn.
Nuestras madres se abrazan de inmediato y se presentan. Los padres son más discretos, con un apretón de manos y una sonrisa. Faye y yo sonreímos al verlos. La sonrisa de mi novia se agranda al escuchar a Nong venir corriendo a la cocina.
- ¡Abuelo! -Grita. Los dos hombres se giran, pero la pequeña se dirige hacia Apinan, quien la toma en brazos. Con un cortés movimiento de cabeza se disculpa con mi papá, que solo se ríe en respuesta. Las madres ya sentadas en la mesa, entablan conversación. Um cambia la mirada de mi madre a Nong en brazos de Apinan, prestando atención a ambas.
- ¿Cómo estás, pequeña?
Nong asiente cuando Faye se lleva un dedo a los labios. Le dijimos a nuestra hija que no dijera mucho durante la cena, no confiando en que ella guardaría la noticia y se le escaparía antes de que nosotras habláramos. Ella extiende los brazos a mi papá y Apinan se la pasa, aún sonriente y con los ojos llorosos. Los Malisorn han visto a Nong un par de veces ya, y hablan con ella por FaceTime constantemente, pero su felicidad todavía irradia al ver a su primera nieta. ¿Y cuando ella está con Faye? Puedo jurar que siempre lloran.
Faye se mueve por la cocina, sirviendo porciones iguales de bistec empanizado en cada plato para que yo se los lleve a nuestros padres. Nong por supuesto se ubica en el puesto principal de la mesa y recibe un plato más pequeño.
- Esto se ve genial, cariño. -Halaga mi madre a Faye, que se encoge de hombros y sonríe en respuesta.
- Yoko, ¿cómo va todo con la panadería? -Pregunta Um.
- Todo parece ir muy bien. Si todo continúa así, yo diría que abrimos en unos 4 meses. Orm y yo estamos muy emocionadas.
Todos felicitan y Faye guarda silencio, sonriéndome con adoración. Estamos sentadas frente a frente, con Nong en el asiento principal y nuestros respectivos padres a nuestro lado.
- ¿Y tú, Faye? ¿Cómo va todo?
- Bien. Muy bien, en realidad. Tengo algunas desiciones que tomar. -Y ahora es mi turno de sonreír por el éxito de mi novia-. Me ofrecieron un trabajo en otra compañía llamada VICE que definitivamente me llama la atención. Pero FOX me ofreció un aumento para que me quede. Estoy estudiando mis opciones.
- ¿Qué te haría más feliz?
- VICE, obviamente. Tengo que escribir cosas estúpidas para FOX y no lo disfruto. Sin embargo hay más dinero ahí. Quizá averigüe sobre otras compañías, pero realmente no lo sé.
Sé que Faye se ha estado debatiendo el siguiente movimiento en su carrera desde hace un tiempo. Cuando nos conocimos ella me dijo lo infeliz que es donde está ahora. Se quedó ahí principalmente para tener una entrada de dinero estable para ver por Nong a pesar de que yo le dije que buscara algo que la hiciera feliz. Desde hace un mes cuando le dije de mi embarazo, ha estado pensando más sus opciones para ir no donde haya dinero, sino donde dicte su corazón. Yo estoy por cumplir mi sueño de tener una panadería y ella debería seguir el suyo. Claro que no es ideal abrirla mientras estoy embarazada, pero Faye insistió en que hiciera lo que me hiciera feliz. Si tan solo ella fuera egoísta por una vez y buscara lo que la hiciera feliz también.
Faye me toca un tobillo con su pie un momento después y al mirarla me sugiere con la cabeza que esta es la hora de dar la noticia. Respira, Yoko. Ellos van a estar felices, solo respira. Faye se inclina hacia nuestra hija y le susurra algo al oído, la pequeña se ilumina emocionada y aplaude, llamando la atención de sus entretenidos abuelos.
- Nong tiene algo que decirles. -Dice Faye dulcemente.
- ¡Voy a tener una hermanita!
Ella no va a tener una hermanita.
Se lo dijimos.
Nuestros padres jadean audiblemente, yo bajo la mirada hacia mis manos y Faye trata de decirle a Nong otra vez que todavía no sabemos el sexo del bebé.
- No sabemos si tendrá una hermana, ¡pero vamos a tener otro bebé! -Revelo emocionada, superando el pobre, pero ligeramente adorable anuncio de mi hija. Apinan rápidamente se levanta y viene hacia a mí, abrazándome la cabeza y los hombros contra su enorme cuerpo. Lo escucho esnifar, y aunque estamos muy cerca, no es tan alto como para no escuchar que mi mamá y Um están llorando también.
- ¿Cuántos meses? -Pregunta mi madre entre sollozos.
- 4. Pero hace apenas un mes que lo sé.
- ¿Un mes? ¿Cómo es que no me lo dijiste antes? -Chilla. Nong se ríe del raro tono de voz que alcanzó.
- Faye y yo quisimos que fuera nuestro pequeño secreto por un tiempo. Teníamos que pasar la fase crítica y quisimos disfrutar el momento solas.
- ¿Van a saber el sexo en tu próximo ultrasonido? -Pregunta Um, sonriendo, ahora de pie junto a Faye, abrazándola por la cintura.
- Faye no quiere. -Digo y miro a mi novia con falsa amenaza, habiendo tenido esta discusión multiples veces ya y estando en desacuerdo cada vez.
- ¡Arruina la sorpresa!
- No va a cambiar cómo nos vamos a sentir el día que ella nazca. Vamos a estar emocionadas igualmente. Saber el sexo ayuda con los planes, a comprar todas las cosas y con los nombres.
- ¡Ves mamá, dijiste "ella" otra vez!
- No vamos a tener una niña.
- Tal vez tengamos una niña.
- Sí, Yo, pero yo sé que vamos a tener un niño.
- Tú no podrías saber eso. Y si lo sabes, ¿por qué no simplemente lo vemos en el ultrasonido para estar seguras?
- ¡Porque yo quiero que sea sorpresa!
- ¡Pero yo quiero saber!
Nuestros padres solo nos miran y se ríen de nosotras y nuestros desacuerdos con Faye estando segura de que es un niño, yo creyendo lo contrario, y en si lo averiguamos o no.
Intercambio sonrisas y abrazos con los cuatro, mientras Faye corre a buscar el scan, mostrándolo emocionada cuando regresa. Mi madre me susurra al oído lo afortunada que soy de tener a alguien como Faye, y la mujer en cuestión escucha lo mismo de sus padres, quienes como era esperado, siguen llorando.
Sirvo el postre, deteniéndome a lado de Faye cuando se lo sirvo a ella. Me abraza por detrás de los muslos y descansa la cabeza en mi barriga, mirándome y gesticulando un "te amo". De nuevo soy una pila de emociones; no es frustración ni excitación, son lágrimas. Por el resto de la cena me siento en el regazo de Faye y ella me da mi postre a bocados... y su postre también. El bebé tenía hambre. Nuestros padres prolongan la despedida, no queriendo irse, pero sabiendo que tienen qué. Faye tiene una larga conversación con su padre y sé que ambos lloran otra vez cuando él la abraza y le susurra cuánto la ama.
Una hora después, regresando a la sala luego de un baño caliente, la cocina está limpia por insistencia de Faye a hacerlo ella y ahora está acurrucada con Nong en el sofá, las dos mirando Lilo & Stitch. Me siento a su lado y descanso la cabeza en la parte de su pecho que nuestra hija no está ocupando, abrazándola.
- Todo salió bien. -Le digo en voz baja, manteniendo mis ojos en la película.
- Mamá, silencio.
Alzo la mano a la cara de mi hija y la empujo suavemente. Nong se agarra de mi brazo para evitar caer y se ríe en el pecho de Faye. Mi novia sonríe, entretenida.
- Sí, estuvo bien. Mis padres están muy emocionados. Creo que los abrumé.
- Es probable. Dos nietos en tan solo un año. Debe ser un shock para ellos.
- ¿Un shock para ellos? ¡Yo soy la madre aquí! -Ríe Faye otra vez, sus dedos acariciando mi barriga-. ¿Tus papás están emocionados?
- Ridículamente. También les emociona que se lo diga a Prigkhing. La llamaré en la mañana. ¿Tal vez podemos llamar a Sonya y Gap al mismo tiempo?
- Ya está planeado, bebé.
- Mamá no es un bebé.
- ¿No lo es? -Nong niega con la cabeza, sin quitar los ojos de la película-. ¿Entonces por qué es tan linda?
- Porque es mamá.
- Bueno eso es verdad.
Bueno eso fue adorable.
+++
- Hoy fue un día sorprendentemente agotador.
Faye acostó a nuestra hija en su cama y ahora nos estamos preparando nosotras para lo mismo, quitando los almohadones de más y cerrando las cortinas.
- Lo sé. ¿Quién diría que los padres pueden ser exhaustivos? -Faye se ríe, reemplazando su blusa por una camiseta. Me meto a la cama mientras ella se cambia el pantalón por un short suelto, dándome las mejores vistas. Ni siquiera lo intenta y se ve hermosa.
- Verdad. -Digo con un suspiro, imaginando a Faye entrando a la cama sin ropa interior y quitándome la mía.
Me miro y pienso que definitivamente no me veo lo suficientemente sexy con mi camisón si quiero que Faye continúe con lo que estaba pasando cuando sus padres llegaron. Mientras ella camina entre el baño interior y la cama un par de veces en busca de su cepillo para el cabello -siempre me ha parecido extraño que ella nunca se peina durante el día, solo lo hace antes de dormir-, yo me quito mis panties y las tiro al piso antes de que ella se de cuenta de que me moví.
La observo de nuevo cuando se sacude el cabello después de peinarlo, las curvas de su cuerpo tan tentadoras como siempre. Realmente soy una mujer afortunada. Se mete bajo las sábanas y se desliza hasta el medio donde estoy yo, relajándose en su espalda y sonriéndome. De inmediato descanso la mitad de mi cuerpo sobre el suyo, con mi pierna entre las suyas y mis brazos en su pecho, sonriéndole con inocencia.
- Te ves hermosa. -Susurro. Besándola con lo que necesitaba ser una mezcla más larga de lengua y aliento.
- Tú también. -Responde con shock, no esperando la pasión de mi beso. Pero lo hago otra vez, sus labios son tan... ugh-. Pensé que estabas cansada, Yo. -Dice entre besos y jadeos, mi cuerpo ya encima del suyo por completo, uniendo mi cadera a la suya firmemente.
- Solo cállate. -Ruego.
Las ropas desaparecen con prisa. Mi prisa. En segundos estoy desnuda y desnudándola a ella, tomando su mano que estaba en mi cintura ahora entre mis piernas y casi colapso con el primer tacto. He estado lista para ella desde antes de la cena y eso fue hace horas, ella no tuvo que perder mucho tiempo estimulándome. Me deslizo por su pene fácilmente, moviendo la cadera despacio contra ella. No se siente suficiente para ninguna luego de unos minutos.
Con frustración me quito de encima de ella y me pongo en mis rodillas y manos a su lado.
- Tómame desde atrás.
A ninguna de las dos le gustaba mucho esta posición, pero minutos después se convirtió en una de mis favoritas. La profundidad en esta posición es jodidamente buena. Faye se acopló bien al ritmo de mi cadera y tenía un buen agarre de mi trasero todo el tiempo, así que no se estaba quejando.
Solo que ella quería ver mi cara y mi pecho.
Y que yo no fuera tan rápido para que ella disfrutara más.
Y repitiendo su miedo constante a estar golpeando al niño; tratando de iniciar una conversación sobre lo mucho que el niño puede ver y sentir.
Ella nunca ha sido de hablar sucio durante el sexo.
Después de mi climax, Faye me acostó de lado, continuando con sus penetraciones rápidamente para perseguir su orgasmo. Sus manos se llenan con mis pechos y su lengua roza mi cuello y mi mandíbula con sus movimientos erráticos.
- ¿Te estoy haciendo daño? -Pregunta en medio de un jadeo y con prisa niego, está haciéndome de todo menos daño.
Minutos después nos venimos juntas. Faye gimiendo en mi oído, yo en la almohada, mientras su mano y su miembro terminan despacio en mi centro.
La mujer colapsa a mi lado murmurando un "wow" entre cada respiración. Yo me quedo en mi trance un momento y me giro hacia ella intentando besar su jadeante boca. Uso mis dedos para guiar su barbilla hacia mí, su cansancio siendo molesto y lindo a la vez.
- Eres increíble. - Susurra, todavía en su post-coital momento de debilidad.
- Tú estuviste tan bien, amor. -La beso por unos minutos, Faye finalmente recuperando el aliento para besarme apropiadamente. Yo nunca fui de ignorar su gloriosa lengua. Hace que mi humedad y dolor entre mis piernas sea prominente y me alejo del beso ofreciendo una mirada juguetona-. ¿Crees que puedas hacerlo de nuevo?
- De ninguna manera.
- Faye, por favor. Solo uno más y nos dormimos. -Hago puchero.
- Eres insaciable, ¿sabías? -Se ríe de mí-. No, Yo. Estoy exhausta. Abrázame y duérmete. -Sugiere, guiando mi cara a descansar en su pecho y acomodándose mejor. Beso y succiono su cuello suavemente, recibiendo una risita de su parte. Y a pesar de lo linda que es su risa, no es el sonido que quería escuchar.
- Por favor, Faye. -Mi mano va de su cuello hacia abajo a la parte que más deseo-. Esto dice que puedes hacerlo de nuevo. -Provoco, mordiendo rico su piel, moviendo mi mano contra su miembro ya semi duro. Cualquier mínima atención y está listo para mí. Faye trata de inflar mi ego diciendo que su constante excitación es por mí, pero ambas sabemos que es debido a sus años de celibato y que ella aún es una adolescente puberta "de corazón".
- Pues está mintiendo. También tiene sueño.
Continúa siendo difícil. Quita mi mano de sus partes y la sostiene sobre su pecho, con los ojos cerrados lista para dormir.
- Faye tu terquedad me está calentando otra vez.
- Duérmete Yoko.
- ¡Pero esto es tu culpa!
- No es mi culpa, es tuya. Debiste dormirte cuando terminamos hace rato, así no estaríamos en esta situación.
Minutos pasan y Faye no dice nada más.
- Eres sexy cuando estás enojada.
- No estoy enojada, estoy cansada. Por favor, duerme.
- Primero tienes que ayudarme con mi situación. Y créeme, esto solo va a empeorar conforme continúe el embarazo. Tienes suerte que esté excitada todo el tiempo, algunas mujeres en mi estado pierden todo el apetito sexual.
- Bien por mí, entonces. Y no tengo que ayudarte con nada. Solo duérmete.
- Pero soy tu novia. Madre de tus hijos. Futura esposa probablemente. ¿En serio me vas a dejar que me duerma estando caliente?
Sus ojos se abren. Ya la tengo.
- ¿Querrías casarte conmigo? -Pregunta dulcemente. No, no está siendo dulce, está tratando de distraerte.
- No cuando estás siendo un culo.
- Bien. -¡SÍ!-. Ven aquí arriba. -Apresura, deslizándose hacia abajo y sosteniendo mis muslos mientras lo hace. No es la longitud que quería, pero su lengua es más que suficiente.
- ¡No te duermas! -Ordeno mientras me posiciono sobre su cara, bajando ligeramente a su boca. Ella murmura una respuesta, su boca muy ocupada para formular palabras reales.
Faye Malisorn tiene ojos hermosos, pero que te mire con ellos mientras su boca hace maravillas en ti, los hace ver aún más mágicos.
Su boca provocó hasta que tiré de su cabello y le dije que dejara de jugar. Como esperaba, no me tomó mucho tiempo llegar por tercera vez, sosteniendo fuerte el respaldar de la cama y mis muslos temblando a cada lado de su cabeza. Sin gracia alguna, caigo a su lado, para alivio suyo. Nos besamos con pereza y busco el agua que Faye había traído antes, agradecida por ello. Apago la lampara y me pego a su cuerpo, metiendo la cara en su cuello y susurrando una docena de "te amo" y "gracias". Luego de un rato en silencio, pensé que se había dormido, pero no.
- Tienes un sabor diferente.
- ¿Ah, sí?
- Sí. Sabes a insistencia y hormonas.
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