19
Yoko POV
Luego de otra noche con Faye, una irritante vibración me despierta, solo dura un segundo, no como la alarma, pero aún así me despertó. Me despertó de un sueño acurrucado y cálido en los brazos de Faye. Abro los ojos con un gruñido y levando la cabeza de su pecho, tratando de mirar por la habitación, pero todo está oscuro. Busco el reloj de la mesa y veo que son la 1:30am. Escucho la vibración otra vez y el celular de Faye se ilumina junto al reloj. Viendo que ella sigue dormida, estiro mi desnudo cuerpo sobre el suyo para alcanzar el aparato; una decisión inconsciente para ver qué está pasando, pero concluyo que estoy preocupada en caso de que su mamá la esté llamando. Una excusa racional para mi deshonestidad.
Engfa
Mensaje de voz
Engfa (2)
Primero siento enojo. ¿Por qué le está mandando mensajes a mi novia a estas horas? Y lo más importante, ¿quién carajos es ella? Antes de este fin de semana, no había sentido ninguna razón para entrometerme en la vida de Faye y preguntar quién es Engfa. Luego vi lo cercanas que son. Sin embargo no le pude preguntar, por primera vez temí su reacción. Además, ella me ha mantenido ocupada con nuestras actividades. Pero Engfa es la novia de Gap, ¿entonces qué es lo que pasa entre ella y Faye?
Lo segundo que siento es tristeza. Me entristece que en realidad pueda haber algo ahí. Ninguna fue obvia sobre lo que sienten una por la otra, pero yo noté los detalles. Los textos, las llamadas, la manera en que tocaba a Faye cada vez que tenía la oportunidad y cómo Faye se ve nerviosa cuando mencionan su nombre en mi presencia, como temiendo que haga preguntas.
Un poco de celos inundan mi estómago al pensar en lo cercanas que podrían ser en realidad. Pero tristeza es lo que más siento. Todavía no sé la verdad, pero ya me siento herida de que algo haya pasado entre las dos hermosas mujeres. Faye solo ha sido mía por el fin de semana, por lo que no debería sentirme herida. Pero lo estoy. Solo ha sido oficialmente mía por el fin de semana, sin embargo, ella ha sido mía desde el momento en que nuestra familia encajó tan perfectamente bien junta.
No puedo leer el comienzo de los mensajes, ni acceder a su celular porque tiene contraseña, así que solo me quedo viendo la pantalla. Mirando el nombre de Engfa contactando a mi novia por encima de su fondo de bloqueo, Nong y yo. La foto fue tomada en un día regular en mi apartamento, no fue una ocasión especial, nada estaba pasando, pero fue perfecto. Las tres estábamos sentadas en el sofá, con una película de fondo, pero ninguna la estaba viendo o escuchando. Nong estaba a horcajadas en las piernas de Faye, con sus manos en el rostro de ella, tratando de identificar las similitudes entre las dos. Hay muchas. En situaciones así te das cuenta de lo mucho que se parecen. Además de la piel y el cabello, Nong es la doble de Faye, y es hermoso.
Se convirtió en un pequeño juego cuando yo me uní; Nong y yo señalando y tocando la cara de Faye para molestarla, riéndonos de sus gruñidos y manos defensivas. Fue entonces cuando tomé la foto. Un perfil de Nong tocando la cara de su madre, las dos riendo mientras yo me metía en la foto, mi cabeza en el hombro de Faye y mi torpe expresión saliendo por el final de la imagen. Ella me pidió que se la enviara y de inmediato se convirtió en su fondo. Eso pasó el día que la conocimos y ha sido su fondo desde entonces.
Cuando la luz del celular se apaga otra vez, lo dejo caer en la cama y me siento a lado de Faye. Simplemente no sé qué hacer. Sé que tengo que preguntarle quién es Engfa, pero también sé que no me va a gustar la respuesta.
Veo a la belleza a mi lado y mi corazón se detiene ante lo malditamente difícil que es esto. Mis ojos se pasean por su piel de porcelana y ajustándome a la oscuridad, me las arreglo para dibujar la suave curva de sus pechos mientras su cuerpo sigue cubierto por la cobija. No sé por qué, pero sonrío. Sonrío entre la duda y la inseguridad que sufro al pensar en Faye y Engfa, y solo me concentro en otros pensamientos sobre ella y nuestra relación, lo lejos que hemos llegado. Siempre quise que Faye alcanzara este nivel de comodidad conmigo y ahora que lo tiene, es el mejor sentimiento. Saber que ella está feliz y cómoda, especialmente conmigo, es todo lo que podría pedir. Eso y el hecho de que el sexo con ella es increíble, no podría pedir nada más.
¿Puede que ella estuviera más cómoda con Engfa?
Mi mente comienza a disparar pensamientos sobre cómo es Faye con Engfa. Ya ni siquiera estoy dudando si tuvieron algo, casi estoy segura de eso, pero me estoy cuestionando qué pasó realmente entre ellas. Engfa es hermosa y no culparía a Faye si sintiera algo por ella, pero una parte de mí siempre se sintió especial porque no solo estoy recibiendo la atención de Faye, esta increíble mujer de corazón enorme, sino que estoy recibiendo la atención que ella nunca se permitió darle a nadie. Su inexperiencia e inseguridades siempre han sido obvias, pero ella aprendió muy rápido y muy rápido sabía cómo empezar situaciones sexuales sin tirar mucho de su confianza. Como si ya antes hubiera estado en esas situaciones, solo que no muy seguido. Y especialmente no con una extraña como yo.
Mis ojos viajan un poco más hacia el sur de su cuerpo y se detienen donde sé que está su pene bajo la cobija. No la espié ayer cuando me desperté temprano a pesar de la tentación, y no lo haré ahora. No destruiría todo lo que he construido con Faye por mis razones egoístas de querer una adición visual para acompañar su tacto cuando ya ella ha proyectado su disconformidad por esa situación. ¿Pudo haber estado más cómoda con Engfa? ¿Es por eso que asume que no estaré atraída a esa parte de ella? ¿Porque Engfa no lo estaba?
Con cuidado me levanto de la cama, asegurándome de no despertarla. Necesito una distracción. No puedo sentarme ahí e imaginarlas a las dos juntas mientras una de ellas duerme a mi lado. Me pongo los sweats que oficialmente le robé, una camiseta que encontré en el piso, y me voy a la cocina. Como algunas otras veces que he tenido que distraerme de mis pensamientos y hacer algo para calmarme, recurro a cocinar. Nada extremo, hornear golosinas casi siempre, simplemente lo disfruto. Llevo algunos años considerando renunciar a mi trabajo en la cafetería y hacer algo como esto, pero nunca lo hago. Tengo que tener un trabajo estable para mantener a Nong, y arriesgar mi entrada de dinero para empezar un nuevo proyecto es algo que no me atrevo a hacer.
Estuve haciéndolo un buen rato. Horneando como distracción. Decidí hacer una gran cantidad de muffins de arándano para cuando Nong despierte, porque ama cuando lo hago o cuando Orm nos visita y horneamos algo para todos. Cremar la mezcla y agregar los ingredientes necesarios para hacer una masa gruesa me calmó, hasta que escuché pisadas bajando las escaleras.
— ¿Qué haces despierta a esta hora? —Dejo la mezcla y me giro para enfrentar a Faye. Viene con cara de cansada, frotándose los ojos, en solo boxer y camiseta. No necesitaba verse tan malditamente adorable cuando estoy enojada con ella—. ¿Tuviste una pesadilla?
— No exactamente. —Respondo, girándome para continuar con la mezcla.
— ¿Qué estás horneando? —Me pregunta en voz baja, envolviendo sus brazos en mi cintura y besando mi nuca varias veces.
— Muffins de arándano.
— Suena delicioso. —Dice en voz baja otra vez, acariciándome con su nariz. Su tacto siempre me ha debilitado y estoy luchando por resistirme a ella, recordándome que sigo enojada y que necesito hablar con ella.
Cuando la humedad de su lengua me toca por detrás de la oreja y casi me desmorono en sus brazos, decido que no puedo dejarla hacer eso y poniéndole una mano en el pecho, la empujo.
— No, Faye. Para. —Ruego. Esta es la primera vez que la rechazo.
— ¿Ya no tengo permitido besar a mi novia? —Pregunta risueña, moviéndose para abrazarme otra vez, claramente sin darse cuenta aún de mi humor. Empujo sus brazos fuera de mí, otra vez.
— Sí, respecto a eso... —Comienzo a hablar, pero al girarme veo sus ojos preocupados y nerviosos, con miedo de que revoque la etiqueta—. No, Faye, yo sigo siendo tu novia, pero primero hay algo de lo que tenemos que hablar. —Ella asiente dudosa. Bajo la temperatura del horno que está cocinando la primera ronda de muffins y me quedo parada a lado de este, mirando a una nerviosa Faye frente a mí—. ¿Quién es Engfa?
— La novia de Gap.
— Sí, ¿pero quién es ella para ti? —Pregunto casi impaciente, notando el hábito nervioso de sus dedos.
— Ella solo es la novia de él.
— ¿Por qué me estás mintiendo? —Mi volumen aumenta con la pregunta y Faye me quita la mirada.
— No estoy mintiendo.
— Ella también es la recepcionista, ¿no? —Faye no responde—. ¿La hija de tu terapeuta? —Todavía no obtengo respuesta de la mujer que evita mi mirada—. ¿La que continúa texteándote y llamándote? No me suena a que sea simplemente la novia de Gap, Faye. ¿Qué está pasando?
— Nada.
— ¡Faye! — Grito. Ira burbujeando dentro de mí por su obvia mentira. ¿Ni siquiera tiene la decencia de ser honesta conmigo?—. Esto me está lastimando, ¿sabes? —Es ahora cuando me mira, lágrimas similares en sus ojos y los míos—. Estoy tan preocupada y paranoica porque puede que esté pasando algo entre ustedes dos y me está enfadando saber que me estás mintiendo. —Faye se limpia las primeras lágrimas que caen por sus mejillas, mirándome con culpa—. Por favor dime qué está pasando entre Engfa y tú.
— Nada. —Gruño con impaciencia y me agarro el cabello con las manos, sujetando las raíces con frustración—. Nada... ya no más.
Suelto mi cabello y la miro con preocupación. Faye prácticamente confirmando que Engfa no es simplemente la novia de Gap.
— ¿Qué quieres decir con que ya no más?
Faye se frota la cara con cansancio y se recuesta al mostrador detrás de ella. Estrés visible en sus rasgos.
— Nos conocimos antes de que ella fuera novia de Gap.
— Sí, Faye, me di cuenta. ¡Deja de ser tan críptica y háblame de ella! —Le ordeno a la afligida mujer.
— Fuimos al mismo colegio... —Comienza. De inmediato recuerdo a su novia del colegio que contó su secreto, mentalmente esperando que sea Engfa, así tendría una excusa para golpearla—. Ella era una de las chicas populares, pero era muy dulce. Nunca me molestó como lo hicieron todos sus amigos y ella fue una de las pocas personas en las que pude confiar en el colegio. Fue una mierda para mí, Yo. Estaba tan asustada todo el tiempo. Siempre anticipando la siguiente cosa mala que me pasaría. Pero Engfa me ayudó. Ella no podía hacer que la gente dejara de lastimarme, pero ella estaba ahí para mí, me hizo sentir que no era tan fenómeno como a todos en el colegio les gustaba llamarme. Le debo mucho, Yoko. Estuve muy tentada a terminar con mi vida cuando la gente en el colegio se enteró de mi condición, pero Engfa fue buena conmigo y me hizo darme cuenta de que tenía que ser fuerte y no rendirme.
— ¿Ustedes salieron? —Pregunto nerviosa, asimilando todo lo que me dijo y de inmediato sintiéndome culpable por hacer que reviviera todo por lo que pasó en el colegio.
— No en el colegio, no. Yo quería, porque ella era la única chica que me daba atención, pero solo éramos amigas. Fuimos a universidades distintas y nos alejamos. —Mis nervios se calman cuando me dice que nunca salieron, pero continúa hablando y me los dispara de nuevo—. Pero luego ella empezó a trabajar como recepcionista en la oficina de la Dra. Waraha. Las cosas fueron un poco diferentes cuando volvimos a encontrarnos.
— ¿Diferentes cómo?
— Retomamos nuestra amistad, pero no fue como lo era en el colegio. Hubo una atracción obvia y una chispa entre nosotras que no creo que estuviera ahí cuando éramos adolescentes. Normalmente me incomodo con las mujeres porque pienso que algún día tendré que abrirme sobre mi condición, pero con Engfa, y contigo, tú ya sabías sobre eso y me hizo más fácil estar cómoda contigo. Entonces Engfa y yo nos acercamos más y eventualmente comenzamos a salir. Nunca fue oficial o algo serio, pero...
— ¿Tuvieron sexo?
— No. —Responde rápidamente—. No tuve sexo con ella. Tú fuiste mi primera, pensé que lo sabías.
— Supuse que lo era, pero al escuchar sobre Engfa, ya no estaba segura.
— Tú eres la única con la que he estado, Yoko. —Mi corazón no debería acelerarse, ni deberían revolotear mariposas en mi estómago.
— Sin embargo has hecho otras cosas con ella, ¿no? —Pregunto, todavía intranquila con la intimidad que pudo haber ocurrido entre ellas, y cuando Faye asiente, los celos en mi estómago hierven otra vez—. ¿Ella te ha hecho cosas?
— No. No en realidad. Solo yo la complacía a ella.
— No me sorprende. —Digo con inmadurez, entristeciendo de nuevo al pensar en Faye complaciendo a Engfa de la manera que me lo hace a mí. Pero no me sorprende que hayan hecho eso. Faye al principio estaba nerviosa de complacerme, pero se hizo experta bastante rápido. Seguro, me habría puesto más celosa si Faye le hubiera permitido a Engfa que la complaciera, pero estaba esperando ser la única persona que recibiera tal placer por parte de la ojiverde. Ella tiene una manera de hacerme sentir tan jodidamente especial. Con sus tiernas caricias, explorando cada centímetro de mi anatomía porque ella es tan diferente. Probablemente también hizo eso con Engfa—. ¿Ella te ha visto el pene?
Faye asiente, pero rápido empieza hablar, para que no pueda interrumpir.
— Una vez me desperté con ella masturbándome. Quería usar la boca, pero la detuve de tocarme por completo.
— ¿Así que si quiero verte tiene que ser cuando estés dormida? Imitar a Engfa en su intento de seducirte. —Me burlo.
— No. Si me tocas, obviamente quiero estar despierta. Pienso en ti tocándome así. Solo he pensado en ti tocándome así, no en ella, ni en nadie más.
— ¿Por qué terminaste con ella? —Pregunto, no queriendo pensar en sus palabras y lo mucho que espero que sea sincera sobre querer que solo yo la toque.
— Te conocí a ti. —La miro con incredulidad antes de que se explique—. Me enteré sobre ti y nuestra hija. Comencé a distanciarme de ella porque quería concentrarme en Nong. Discutimos mucho y la terminé. Como una forma de volver a mí, ella comenzó a salir con Gap. Él me llevaba a las sesiones a veces y ellos siempre se llevaron bien y a Gap ella le gustó de inmediato, sin saber que ella y yo ya éramos algo. Él ahora sabe que tenemos historia, pero ninguna ha explicado porque no es importante. Creo que a ella sí le gusta él ahora. Engfa y yo nunca fuimos algo serio, pero él sí va en serio con ella, y como dije, creo que ella de verdad siente lo mismo. Estoy feliz por ellos.
Puede que Faye esté segura de que Engfa ahora quiere a Gap y no a ella, pero yo no estoy convencida. Vi cómo actuaba con Faye este fin de semana. Y sé lo inconsciente que es Faye ante los avances de otros, probablemente no se ha dado cuenta de que una mujer que llama y textea a esas horas es porque probablemente la otra persona le gusta.
— No confío en eso, Faye, no confío en ella. —Da un paso al frente y pone sus manos en mi cadera, el contacto me hace estremecer, pero no lo notó. Por dicha.
— ¿Confías en mí?
— Eso creo. Quiero confiar en ti. Estoy jodidamente enojada porque no me hablaste de ella antes y no estoy feliz con el hecho de que tuve que forzarte a hacerlo. Y no estoy feliz sobre tu pasado con ella porque desearía que no tuvieras un pasado con ella. Pero a ella aún le gustas, Faye. Hasta llegaría a decir que te ama. Pero quiero confiar en que tú ya no sientes lo mismo por ella.
— No lo hace, Yoko. Lo prometo.
— Tú no ves lo que yo veo. Te sorprendiste al saber que me gustas mucho aunque fui muy obvia todo el tiempo. He sospechado de Engfa por un tiempo y es porque es tan obvio que le gustas y eso me preocupó. Aún me preocupa. ¿Se supone que tengo que estar bien con el hecho de que todavía tienes que ser tan cercana con la mujer con la que saliste y quien potencialmente aún siente algo por ti?
— Pero tú eres mi mujer, Yo. Mi pasado con ella y lo que ella pueda sentir por mí no son importantes. Mis sentimientos por ti y los tuyos por mí es lo que importa. Por favor no dejes que esto se meta en nuestro camino. Y te prometo que no siento nada por ella. Para mí fue una atracción inmadura de todas maneras, no tenía sentimientos profundos por ella.
Quito sus manos de mi cadera y me giro para sacar los muffins ya listos del horno y continuar con la otra mezcla.
— Solo necesito pensar sobre cómo me siento en realidad con esto y en si puedo lidiar con el dolor y la inseguridad que estoy sintiendo por tú haberme mentido todo este tiempo. También tengo que pensar en Nong. No quiero exponerla a un distanciamiento entre nosotras, ni la quiero en medio de todo si algo más pasara.
Sin decir una palabra, se para a mi lado y empieza a poner los muffins horneados en un plato, regularmente limpiándose las mejillas para secarse las lágrimas. No sé cuándo tiempo pasamos así. En silencio y trabajando juntas con los muffins. Ella comienza a ayudar con la mezcla, echándola en los moldes y metiéndolos al horno mientras yo limpio la superficie y los utensilios.
— Puedo llevarte a casa después del desayuno si quieres, en lugar de esperar hasta la noche.
— Esa es probablemente una buena idea, gracias.
+++
Ya no estaba enojada con Faye, solo estaba herida y confundida sobre cómo debería enfrentar la situación. Después de completar la segunda tanda de muffins, Faye y yo volvimos a la cama. Eran casi las 4am y las dos estábamos muy cansadas para seguir discutiendo. Ella no me abrazó como siempre lo hacía, pero sí enganchó un brazo a mi cintura para mantenerme cerca, cosa que aprecié. Sostuve su mano por el resto de la noche, apenas durmiendo y solo queriendo acurrucarme en su calor otra vez.
Nong no estaba muy feliz al saber que nos iríamos después del desayuno. No notó la tensión entre Faye y yo, pero definitivamente no estaba feliz de irse. Le encantó la casa, el fin de semana y pasar tiempo con solo Faye y yo. Cuando lleguemos a nuestro hogar, habrá escuela y trabajos, y cosas que se meten en su camino. Nong no quería regresar a eso. Se emocionó al ver los muffins, pero luego de comer muchos y empacar el resto para el viaje de regreso y para Marissa y Mei, hizo un berrinche por tener que irnos tan temprano.
Faye pudo calmarla rápido, diciendo que la llamaron del trabajo y tenía que ir, pero igual la castigó por casi causar que me alterara de nuevo. Por supuesto Nong decidió culparme de inmediato por arruinar su fin de semana, así que Faye la llevó a las escaleras y le dijo que se sentara en silencio en el tercer escalón por 5 minutos. Se estaba volviendo buena en eso. Con el crecimiento, los berrinches de Nong estaban empeorando y honestamente me siento muy afortunada de tener a Faye a mi lado, ella siempre puede mantener la calma al lidiar con los berrinches de nuestra hija y francamente, ella no aguanta ninguna de sus mierdas. De nuevo, Faye hizo que Nong se disculpara conmigo, y me consoló con un rápido abrazo aunque todavía no nos hubiéramos dirigido mucho la palabra.
Después de empacar en silencio, Faye metió todo al auto y esperó abajo a que Nong y yo estuviéramos listas. Lidiando con una niña que seguía quejándose por no querer irse, Faye la apresuró a salir de la casa y la aseguró en su silla en el auto. Miro la casa como si me estuviera despidiendo, pero no quiero que sea una despedida. Si fuera por mí, vendríamos aquí todo el tiempo. A pesar de lo de hoy, estar con mi familia este fin de semana en esta hermosa casa ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, y sé que Faye siente lo mismo.
El viaje de regreso fue todo casi en silencio. Mientras Nong estuvo despierta, estuvo cantando y haciendo preguntas sobre gente y cosas, y comentando sobre absolutamente todo. Pero cuando se durmió, no hubieron muchas palabras entre Faye y yo. Un pequeño "gracias" de su parte cuando trataba de abrir la botella de agua con una mano, pero yo la destapaba por ella y se la daba. O cuando me preguntaba si estaba bien, si estaba lo suficientemente cálida o fresca, y actualizaciones sobre cuánto faltaba para llegar a casa. Su tono sonaba derrotado todo el tiempo. Ella probablemente no discute mucho con gente que quiere, porque no es mucha, y todo es algo nuevo para ella. Faye me dio espacio, pero no creo que lo quisiera. No estaba acostumbrada.
Sentí nuestra situación un poco obscura cuando le pedí tiempo para pensar. Asumo que ella sabe que seguimos juntas, pero no aclaré eso. Tampoco aclaré que aún la quiero muchísimo. La escuché sorber por la nariz una vez, y al mirarla vi sus ojos empañados de lágrimas otra vez. Tomé su mano libre, sin cuestionar por qué ella no había sostenido la mía o mi pierna como siempre lo hace, y me acerqué a ella. Descansé mi cabeza en su hombro, agarrando su bicep, la sentí besarme la cabeza y mis pesados párpados comenzaron a caer. Seguidamente me quedé completamente dormida.
Cuando me despierto, siento a Faye acariciarme la mejilla y la mandíbula, y estoy en una posición mucho más cómoda que cuando me dormí. Abro los ojos y descubro su hermosa mirada viéndome a mí, sus labios diciéndome que estoy en casa. Me doy cuenta desde este ángulo que mientras dormía, debí moverme en busca de comodidad y la encontré en su regazo. Mi cuerpo se acostó entre ambos asientos delanteros, mi cabeza firme en sus piernas con la cara frente a su entrepierna. Me avergüenzo por la comprometedora posición y Faye se ríe de mi obvia timidez.
— Lo siento. —Digo en referencia a como estoy sobre ella, moviéndome para sentarme en mi asiento.
— No te preocupes. Fue lindo. Distractor, pero lindo. —Las dos nos miramos con obvia deliberación. Faye comienza a inclinarse y me reúno con ella en el medio. Me besa suavemente con ambas manos acunando mis mejillas, acariciándome con sus pulgares—. Siento mucho haberte mentido y espero que puedas perdonarme. —Susurra, mirándome directo a los ojos. Asiento débilmente y luego de unos minutos, Faye sale del auto y comienza a sacar las cosas del maletero mientras yo tomo en brazos a Nong que continúa dormida. Marissa que estaba sentada con Mei en el sofá viendo una película, se sorprende al vernos entrar.
— ¿Qué hacen en casa tan temprano? —Pregunta en su camino a darme un abrazo, tratando de no estrujar a mi hija. Le doy una mirada que indica que no haga preguntas ahora y camino para acostar a Nong en el sofá junto a Mei. Marissa también le da un abrazo a Faye cuando esta anuncia que se va a su casa.
— Gracias por este fin de semana. —Susurra en mi cabello cuando me abraza—. No puedo agradecerte lo suficiente por lo increíble que fue todo.
— No deberías agradecerme. Fue especial para las dos. Hasta esta mañana todo fue perfecto.
— Contigo todo siempre es perfecto.
Después de besar mi frente y acariciar mi mandíbula, Faye se excusa y sale del apartamento para irse a su casa. Tan pronto la puerta se cierra, me giro y me deslizo por ella hasta sentarme en el piso con mi cabeza en mis manos. Miro a Marissa con expresión triste cuando dice las palabras anticipadas con una mirada severa y reprobatoria en sus ojos.
— ¡Cuéntamelo todo!
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